jueves, 21 de mayo de 2015

Come swing with me: Frank Sinatra reinventa su magia negra

Frank Sinatra, en la década de los 40, atesoraba cierta "magia negra" que engatusaba al publico


Las clases más puritanas y conservadoras de Norteamérica, horrorizadas por ver a sus buenas y castas adolescentes gritar y patalear, sexualmente desbordadas por la atracción que despertaba en ellas ese nuevo huracán moreno, de aspecto latino, llamado Sinatra, llegaron a sugerir que el nuevo cantante de voz "malintencionada" (según ellos, la carga sexual en su voz era descarada, nada que ver con otras voces aterciopeladas de la época) hechizaba "literalmente" a las mujeres, despertando sus instintos más básicos y empleando para ello "magia negra". Incluso se apoyaban en la teoría de que Frank Sinatra estuvo obligado a cantar That old black magic, para cumplir un pacto misterioro con el diablo.

Aberrante exageración absurda la de esta sección conservadora, retrógrada y profundamente religiosa de la sociedad norteamericana. Pues That old black magic es un tema compuesto por Johnny Mercer y Harold Arlen en 1943 que Sinatra grabaría en 1946 como tantos otros artistas entre los que se encontraban Glenn Miller, Ella Fitzgerald o posteriormente, Kelly Smith y Louis Prima. Cierto es que la versión de Sinatra y el arreglo de Axel Stordahl, contiene una fuerte carga sexual (en lo respectivo a la voz) y misteriosa, en lo referente al acompañamiento musical y que la interpretación del "crooner de moda" dejó inservibles cualquiera de las otras versiones. Este "misterio" musical se acentúa aún más en la versión que grabó en 1951. Esta:

Frank Sinatra volvió a la carga con That old black magic en 1951 y en 1961 Tres grabaciones, en total, muy distintas entre sí
Haciendo caso omiso a cualquiera de esas tonterías sobre pactos diabólicos y sandeces por el estilo, lo cierto es que That old black magic es una obra maestra de la música popular de jazz, de la década de los cuarenta y Frank Sinatra exprimió todo su jugo con tres versiones distintas a lo largo de su carrera, virando de la balada al swing. Es esta última, la de 1961, la más explosiva y cercana al swing, con un contundente arreglo de Billy May, como realmente supone todo el disco en la que está incluido, el fabuloso Come swing with me. Será necesario detenerse en esta última versión y recurrir, una vez más, a nuestra sección Los mejores LPs de Frank Sinatra, porque Come swing with me, es uno de ellos.
Fotografía de las sesiones de grabación de Come swing with me
El secreto en la incontestable modernidad con la que suena, todavía hoy en día, la orquesta de Billy May en Come swing with me reside en un LP anterior, del mismo músico, titulado Billy May's Big Fat Brass. May recupera ese sonido y lo adapta a la voz de Sinatra. Como se explica en el indispensable libro El sonido de Sinatra (de Charles L. Granata), el arreglista y compositor basa toda la orquestación en "el efecto ping-pong estereofónico", fenómeno extendido durante finales de los cincuenta y los sesenta que se basaba en jugar con los dos canales de audición para conseguir una grabación dinámica, colorista, rica en texturas y atemporal, resultado que no siempre era conseguido. Pero sí, Billy May, lo conseguía y en este caso, auxiliado por su aprendiz Heinie Beau que, bajo supervisión de su mentor, escribió el arreglo para cinco canciones, entre ellas, la que hoy especialmente nos ocupa: That old black magic.
Ray Charles visitó a Sinatra durante las sesiones de grabación de Come swing with me


Y Marilyn Monroe, en la foto junto a Charles, también fue otra de las estrellas asistentes a aquellas mágicas sesiones







Al terminar una sesión. Ray Charles y Frank Sinatra tuvieron numerosos encuentros. Cada uno se preocupaba para visitar al otro cuando este tenía una sesión de grabación. Lamentablemente, a pesar de esa mútua admiración, nunca unieron sus voces en una canción.
Tres años más tarde, 1963, visita de Frank Sinatra a los estudios donde grababa Ray Charles.
Billy May quiso remarcar la separación de instrumentos y ese juego de ping pong estereofónico entre las diferentes secciones orquestales. Diez metales se agrupaban a izquierda y derecha del micrófono central y en el centro del estudio se situaba la sección rítmica y el cantante. En esa sección de veinte metales había ocho trompetas, seis trombones, cuatro trompas y dos trombones bajos, completando ocasionalmente el conjunto con  una tuba. La sección rítmica estaba formada por los instrumentos habituales (piano, bajo, batería, guitarra) y complementada con arpa y el destacado glockenspiel. Pero, como hemos dicho, la canción que nos ocupa es That old black magic, una en las que participó especialmente Heinie Beau, aunque en colaboración y bajo supervisión siempre de May. La orquesta comienza con un golpe rítmico y se inaugura esa pregunta/respuesta, de un lado al otro, entre las trompetas con sordina, sobre el fondo continuado de trombón. Llega la voz de Sinatra, haciendo swing como nunca y el glockenspiel acompaña a la voz, tímidamente. Siempre persistirá  sosteniendo el conjunto, el "balanceo" de unas suaves escobillas, sobre la batería. Comenzamos la sección central de la canción, los trombones parecen responder y juguetear con la voz de Sinatra y acompañar hasta la explosión de toda la orquesta, en ese cambio significativo y tonal de mitad de la canción, cuando Frank acomete la frase "I should stay away but what can I do?" Aquí la sección de viento se desnuda y resuena espléndida cuando Sinatra ha llegado al tono más alto de la canción y las trompetas reaparecen con descaro y sin sordina mientras el piano mantiene una divertida melodía de fondo. "That only a kiss....can put out the fire" los trombones han acompañado esta nueva bajada y explotan las trompetas efectuando un repunte tras el cual se detiene toda la orquesta. Tras ese pequeño silencio, es Frank el que juega con la letra y arrastra característicamente la "Y" del "Yyyyyou are the lover I have waited for..." Conscientemente separa, acentunado el swing, las palabras y el piano juguetea casi haciéndose protagonista bajo su voz. Vuelve a ondular la melodía, sube y baja y llega la frase en la que Frank se encuentra más cómodo y juega todavía más: "Ah baby...down/ and down I go/ Round and round I go/ In a spin/Loving the spin that I'm in/Under that old black/Magic called love". A esta última frase, anterior al interludio musical, han acompañado los trombones, explotando en lo alto y justo antes de terminar, el piano y glockenspiel. Llega el interludio musical donde Beau y May despliegan todo su ingenio. Inauguran la sección las espléndidas trompetas imitando y siguiendo el estribillo del conocido Almost like being in love, el tema de Frederick Loewe que también se incluirá en el LP. Esto nos hace pensar que quizá, en un primer momento, se valoró la idea de situar en el disco las dos canciones juntas y en el último momento se separaron ya que si That old black magic aparece en la cara B del LP, en novena posición, Almost like being in love, es la tercera de la cara A. En cualquier caso, el guiño a Almost like being in love al comenzar el pasaje musical, es claro. En segunda posición entran los trombones, que parecen querer mantener el estribillo original frente a las trompetas que continúan oponiéndose, chillonas, en la parte más alta del pentagrama. En el minuto 2,40, justo tras una aparición fugaz y en el fondo de la tuba, llega una sección auténticamente delicidosa, un pasaje de swing con el que, en esos momentos y quizá sin saberlo, Billy May y Heinie Beau hacían historia, Historia de la música, alternando uno y otro canal con trombones y trompetas, esta vez sí, unidos y perfectamente complementados para conseguir un resultado magnífico. Y vuelve Frank a completar una interpretación contenida en ese swing donde a él le gustaba mecerse, con comodidad, sensacional y una vez más, inimitable. De este LP dijo Nancy Sinatra que es donde se puede encontrar al Sinatra que, verdaderamente, se divertía con su trabajo. En Come swing with me Frank Sinatra se lo pasó en grande y cualquiera que lo escuche lo puede percibir. En definitiva, una obra maestra de grabación y en mi opinión, la mejor versión de esa vieja magia negra con que, en la década de los cuarenta, ya había conquistado a medio público norteamericano. La escuchamos: 


4 comentarios:

  1. Una gratisima coincidencia encontrarme con su blog. Un trabajo admirable realmente. Un saludo.

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    1. Gracias José y ¡bienveido! Espero que nos sigamos viendo por aquí. Saludos!

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  2. Es muy curioso eso del rechazo de los sectores conservadores de la sociedad norteamericana a ciertos cantantes por su (a su modo de ver) ostentosa sexualidad. Ocurrió con Sinatra, y quince años después, de nuevo con Elvis (y quién sabe con cuántos más...).
    Coincido plenamente contigo en resaltar la belleza absoluta de 'Come swing with me': junto con su esplendor técnico, encontramos la fuerza de un sonido plenamente jazzístico y bluessy: 'Sentimental journey', 'American beauty rose', 'On the sunny side', 'Paper doll'... Ahora, no es posible describir mejor que tú lo haces la magia de 'That old black magic'; uno "oye" la canción a través de la lectura de tus párrafos.
    ¡Ah! Y puestos a buscar "sombras diabólicas" en las canciones de Sinatra, yo llamaría la atención, por ejemplo, sobre 'Old devil moon' y, cómo no, esos fatídicos ojos de ángel... 'that old devil sent'.
    Muchísimas gracias, Marcos, por este trabajo maravilloso que compartes con nosotros.

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    1. Rodolfo Valentino parece ser que inició esta moda. Sinatra fue el segundo sex symbol. Y efectivamente, podríamos decir que Elvis fue el tercero.

      Desde luego "Come swing with me" es un LP especial. Me encanta "Old devil moon" y me gusta igualmente cualquiera de las dos versiones que grabó. Diabólicamente irresistible ese tema. Gracias por pasar José Antonio! Abrazos.

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