jueves, 25 de octubre de 2012

Dean Martin & Frank Sinatra in Concert (1977) El concierto completo de Frank Sinatra y Dean Martin

Bienvenidos al reencuentro de dos amigos, dos figuras, dos compañeros, dos voces incomparables: Dean Martin y Frank Sinatra. 28 de mayo de 1977, Nueva York. Concierto completo. Part one: Part two: Part three: Part four:

viernes, 12 de octubre de 2012

Frank Sinatra: La banda sonora de Nueva York

Francis Albert Sinatra, niño, en las calles de Hoboken, posa con una bicicleta, uno de sus sueños de infancia más anhelados.
Hace unas semanas un amigo mío visitó Nueva York. Me contó que, de ese viaje, hay un momento que nunca olvidará. Cuando comenzaron a cruzar con un autobús el Puente de Brooklyn, por los altavoces sonó el conocido tema de New York, New York cantado por Frank Sinatra. Este año se cumplirán quince años desde la muerte de Sinatra y todavía sigue siendo, indiscutiblemente, la banda sonora de la ciudad que nunca duerme. Pero ¿por qué razón la voz de Frank Sinatra persiste en las entrañas de esa ciudad? ¿Por qué la voz de Frank Sinatra es respetada por el paso del tiempo? Para comprender esta comunión entre cantante y ciudad, tendremos que investigar sus orígenes, mucho antes de que el pequeño Franky abriera los ojos en el barrio de Hoboken. Para comprender esta circunstancia es necesario viajar en el tiempo y embarcarnos con Rosa y John Sinatra, en un barco que partía de Sicilia, hacia 1865 y que tenía como destino la nueva tierra prometida, L'America.

A principios del siglo XIX, Hoboken (New Jersey) venía de ser la zona residencial para los nuevos ricos de Nueva York pero se había convertido, poco a poco, en un barrio decadente y mísero, a pesar de conservar intactas las expectativas y esperanzas para los recién llegados. En el Nuevo Mundo habían atracado buques infestados de ratas que transportaban a holandeses, suecos, finlandeses, ingleses, irlandeses y escoceses alrededor de 1700 para que, hacia 1750, llegaran los franceses y los alemanes. A partir de 1845 llegó el mayor número de inmigrantes irlandeses, a causa de la hambruna que azotó Irlanda y se emplearon en fábricas dejando a un lado el cultivo agrícola. Los alemanes, después del fracaso de la revolución, llegaron en masa alrededor de 1848 y pronto se convirtieron en la nueva aristocracia. De esta manerta, El Viejo Continente había fijado en El Nuevo Mundo su nueva residencia y Nueva Jersey fue apodado el "Estado extranjero". Su industrialización fue rápida especializándose en vidrio, hierro, cuero, petróleo y municiones (Colt fabricó allí su primer revólver) Procedentes de Nueva York llegaba un flujo constante de inmigrantes para trabajar en las fábricas. Fue en 1861, cuando el promotor inmobiliario Charles K. Landis ideó un lugar llamado Vineland, una zona industrial y comercial que debería estar gestionada por gente de Nueva Inglaterra. Sin embargo, Landis necesitaba mano de obra para despejar bosques y cultivar la tierra. Consideraba a los italianos gente trabajadora y diligente y fue así cómo envió unos panfletos impresos a diversas ciudades italianas, ensalzando el clima mediterráneo de Vineland, sus anchas calles y sus árboles frondosos. De este modo los italianos llegaron a una tierra de transformaciones que bautizaron como L'America, una suerte de tierra prometida. En dicha remesa de inmigrantes se encontraban John y Rosa Sinatra, procedentes de Agrigento, Sicilia. Tras el nacimiento de su primer hijo, Anthony Martin (Marty, padre de Frank Sinatra), emigraron a Estados Unidos y se instalaron en Hoboken, la ciudad de la clase obrera de New Jersey. Tras su llegada de Sicilia, el abuelo de Frank Sinatra, John Sinatra, logró sacar a su familia adelante fabricando lápices para la American Pencil Company, por once dólares a la semana. Sin hablar ni escribir inglés, estaba claro que los nuevos inmigrantes italianos debían pasar calamidades y luchar para sobrevivir en este Nuevo Mundo, tierra extraña aunque, según aseguraban, llena de oportunidades. Muchos de aquellos inmigrantes, derrotados, volvieron a Italia y otros se quedarían para llevar una vida de escasez y desesperación. No obstante unos pocos, como los Sinatra, verían cumplidos sus sueños. En 1910 New Jersey era el estado con más tasa de inmigrantes por kilómetro cuadrado. Una sección de cinco manzanas del oeste de Hoboken estaba habitada por armenios, ingleses, franceses, italianos, griegos, alemanes, españoles, turcos, chinos, japoneses, sirios, rumanos, polacos, rusos, austriacos, suizos, judíos, belgas y holandeses. En Hoboken, los alemanes eran la élite social. Estos se jactaban de poseer cervecerías al aire libre, periódicos en alemán y bandas de música. El racismo y la xenofobia con los nuevos recién llegados estaba a la órden del día. La hegemonía alemana estuvo vigente hasta los inicios de la Primera Guerra Mundial, ya que muchos fueron detenidos por comportamientos pro alemanes. Durante este periodo, los irlandeses se herigieron como la clase hegemónica. Controlaban la política, la policía, los trabajos gubernamentales y los contratos... algo parecido a lo que sería más tarde la Mafia italiana. En el tercer peldaño del escalafón social estaban los italianos que vivían en casuchas ruinosas y destartaladas. Eran rechazados, ridiculizados y humillados por ser considerados una clase intelectualmente inferior. El céntrico vecindario en el que habitaban, Little Italy, estaba considerado como un gueto para los forasteros pero los italianos, orgullosos de su pasado y de su tradición, lucharon por una vida mejor, educando a sus hijos dentro del barrio para asegurarles una elevada autoestima y dignidad. Por lo general, los niños de Little Italy recibían una buena educación basándose en la disciplina. En definitiva, por muy malo que fuera New Jersey, Little Italy en Hoboken era un lugar preferible a su propio país ya que, al menos, en L'America, los niños albergaban sueños. Carecían de dinero pero tenían algo más importante: libertad y esperanza. 

Torna A Sorrento (Frank Sinatra)

Los padres de Frank Sinatra, Marty y Dolly, crecieron en una ciudad de personalidades y culturas muy distintas. El joven Marty Sinatra, de ojos azules y cuerpo tatuado, destacaba como boxeador profesional bajo el seudónimo de Marty O'Brien (recordemos que los irlandeses eran la clase dominante) Tras fracturarse la muñeca en 1926, Marty dejó el boxeo y trabajó de caldero en un astillero. Marty se enamoró de la despampanante Natalie Catherine Dolly Garavente, hija de inmigrantes procedentes de Génova. Cuando Dolly llegó a Estados Unidos con sus padres, contaba dos años de edad. Pronto se convirtió en una mujer atractiva de piel clara a la que, a menudo, confundían con irlandesa. Pero Marty y Dolly procedían de clases diferentes. Mientras los Sinatra eran humildes viticultores, los Garavente habían sido cultivados litógrafos. Marty era analfabeto y Dolly había ido a escuela primaria. La desaprobación de los Sinatra y los Garavente a la relación de sus hijos enturbió los primeros días de noviazgo. Pero, tras muchas discusiones y muchas lágrimas Dolly y Marty descubrieron que sus padres estaban equivocados y siguieron adelante. Dolly conveció a Marty y se fugaron juntos el 14 de febrero de 1913 (San Valentín) y contrajeron matrimonio ese mismo día en el ayuntamiento de Jersey City. Al cabo de un año, Dolly quedó embarazada de Frank Sinatra y sus familias ya aceptaron el matrimonio, aunque tuvieron que repetirlo y unirse por la iglesia. Tras el enlace católico Dolly y Marty se trasladaron a vivir a una ruinosa casa de cuatro plantas en el 415 de la calle Monroe, en Hoboken, en el corazón de Little Italy. Un doce de diciembre de 1915, en plena tormenta de nieve, Dolly Sinatra de veinte años de edad, da a luz a Fracis Sinatra. El parto fue difícil ya que tuvieron que emplear fórceps que dejarían marcado el rostro de Sinatra para toda la vida. El niño nació con el cordón umbilical rodeándole el cuello y no podía respirar. Afortunadamete la madre de Dolly, que hacía de comadrona, sumergió al bebé en agua helada y esto hizo reaccionar a sus pulmones. Dolly no podría tener más hijos. En la partida de nacimiento elaborada tras el bautismo en la iglesia católica romana de Saint Francis (2 abril 1916) figura el nombre de Francis Senestro. Veintitrés años más tarde corrigieron dicha partida de nacimiento y añadieron el nombre de Albert, aunque volvieron a equivocar el apellido. En esta nueva partida ponía Francis Albert Sinastre. Sea como fuere, Frank Sinatra nació en el 415 de la Calle Monroe, Hoboken, en una casa destartalada que hoy ya no existe y en cuyo solar se levanta un arco y una placa conmemorativos de esa fecha. Frank Sinatra nació en la época que se anunciaba The birth of a Nation de D.W. Griffith como "el espectáculo dramático más fabuloso que el cerebro del hombre haya imaginado y mostrado jamás", el año en que se ponían de moda los fonógrafos Victrola y el año en que Ethel Barrymore representaba Our Mrs. McChesney en el Lyceum o La flauta mágica se representaba en el Metropolitan de Nueva York. A este mundo de Primera Guerra Mundial abrió los ojos azules, el pequeño Francis Sinatra. Con un hijo para alimentar Marty Sinatra accedió al Cuerpo de Bomberos. El presidente Woodrow Wilson instauró la Prohibición federal en Hoboken y cerró doscientos treinta y siete bares, siendo la primera ciudad en experimentarla. Pero al gobierno le fue difícil hacer cumplir la Ley Seca pues la autoridades locales se negaban a cooperar. Así aparecieron los primeros uòmini rispètti y empezaron a infiltrarse en la vecindad y a fabricar y distribuir bebidas alcohólicas de contrabando. Los funcionarios, muchos de ellos amenazados o sobornados, hacían la vista gorda. Marty y Dolly sacaron partido de esta situación y abrieron su propia taberna en el cruce de las calles Cuatro y Jefferson de Hoboken. el local se llamaba "Marty O'Brien's" recuperando el seudónimo que Marty había empleado como boxeador. Como los bomberos no tenían permitido regentar este tipo de locales, pusieron la taberna a nombre de Dolly. Según recordaría Frank Sinatra en una entrevista, su padre Marty solía ayudar a los contrabandistas de alcohol, siguiendo a los camiones que repartían la mercancía y evitando que la policía los parase. Pero Marty fue herido de gravedad una noche y tuvo que dejar los negocios sucios para dedicarse por entero a su trabajo de bombero y al bar. Curiosamente las siglas del bar de Marty eran MOB, que se refiere también a los gángsters. Así que si el joven Frank Sinatra veía con sus amigos a un borracho por la calle solían bromear diciendo que era miembro de los MOB.

El pequeño Franky ya parecía tener de niño algo del estilo que popularizaría en los años cinccuenta.

La madre de Frank Sinatra, Dolly, fue el espejo en el que más tarde se reflejaría el cantante. Era una mujer llena de vitalidad, que solía subirse a la barra del O'Brien's y ponerse a cantar viejas canciones para animar al personal. Formó parte del comité demócrata y solía hacer cualquier chapuza con tal de ganarse unos dóalres. De hecho, cuando alguna jovencita italiana de Hoboken albergaba en sus entrañas un bebé que no quería, acudía a Dolly y esta practicaba abortos ilegales por cierta cantidad de dinero. En este ambiente tan prometedor creció Frank Sinatra. Hoboken no era un lugar bonito. Más bien, era duro y Sinatra sabía que más allá del puente, las luces brillaban con mayor intensidad. La adquisición de una radio por parte de la familia Sinatra fue vital para que el joven Francis comenzara a escuchar a Russ Colombo o a Bing Crosby, posteriormente y para que, a muy temprana edad, supiera a qué se quería dedicar. El pequeño Franky solía paliar el dramático día a día, marcado por el racismo al que le sometían sus compañeros de la escuela que le apodaban despectivamente dago (macarroni), cantando en casa o en las barras de los bares por un puñado de centavos. Poco a poco, Franky fue creciendo convirtiéndose en un autodidacta del canto, a fuerza de escuchar a Crosby. Pero Frank no se contentaba con esto. Él soñaba con cruzar el puente de Brooklyn y soñaba con Nueva York. Sus padres rechazaban amargamente su dedicación a la música pero todo cambió cuando, con diecinueve años (el 8 de septiembre de 1935) obtuvo su primera gran oportunidad: una prueba para actuar en el popular programa radiofónico Major Bowes and his original amateur hour emitido por la NBC, en directo, desde el Capitol Theatre de Nueva York. La prueba de Frank tuvo lugar junto a la de otro grupo llamado The Three Flashes, formado por Fred Tamburro, Pat Principe y James Petrozelli. Se desconoce cuál fue el detonante de la decisión pero, después de la prueba, Frank Sinatra se uniría a los Three Flashes y actuarían juntos como The Hoboken Four, interpretando el éxito de Crosby Shine La actuación fue todo un éxito, la voz de Frank Sinatra, sorprendentemente, destaca sobre el resto y el grupo obtuvo una oferta para actuar en varios locales de Nueva York. Pero Frank Sinatra sabía cuál era su potencial desde ese primer momento y abandonó el grupo después de tres meses de actuaciones para empezar a volar sólo. Frank Sinatra contó con Hank Sanicola como promotor musical y su carrera como solista navegaba por los locales de Nueva Jersey como el Rustic Cabin, donde consiguió su primer empleo regular y cuyas actuaciones, junto a la orquesta de Harold Arlen, eran retransmitidas por radio para Nueva York y tres estados más. Al fin, la voz de Sinatra, cruzaba el Puente de Brooklyn:

The Brooklyn Bridge (from It happened in Brooklyn)

No obstante, el empleo junto a la orquesta de Harold Arlen llegó a peligrar ya que el director no era partidario de tener un cantante italoamericano entre sus filas. Dolly Sinatra intervino en el asunto. Contactó con Harry Steeper, que además de alcalde de North Bergen era ayudante del presidente del Sindicato de Músicos de Nueva Jersey, James little Caesar Petrillo. Harry le dijo a Dolly que dejara el asunto en sus manos. Como consecuencia, Frank Sinatra conservó el empleo y triunfó noche tras noche convirtiéndose en la primera atracción del Rustic Cabin y en un nombre que ya comenzaba a sonar en Nueva York. Tal fue su éxito que, una noche, Cole Porter acudió al Cabin para escuchar su voz. Según Sinatra recordaría posteriormente: Estaba tan enamorado de su música que me parecía increíble tenerlo ahí sentado. Dediqué el tema de "Night and day" al señor Porter. Estaba tan nervioso que olvidé la letra y me limité a repetir el estribillo una y otra vez. Años después llegué a conocer bien al señor Porter. Durante el rodaje de "Alta Sociedad" se acercó a mí y me dijo: "No sé si recordarás la vez que nos conocímos en aquel club nocturno donde trabajabas. Fue la pero interpretación de 'Night and day' que he escuchado en toda mi vida. Afortunadamente, la volviste a grabar y quedó mejor"

Frank Sinatra posa con el camión publicitario de "La hora para cantantes amateur del Major Bowes", programa en el que comenzaría su carrera musical junto a "Los cuatro de Hoboken"
En un primer instante, Frank Sinatra tenía la intención de cambiar de nombre para tomar el seudónimo de Frankie Trent (en honor a su primo John Tredy, que murío a los veintiocho años de tuberculosis) y liberarse así de cualquier actitud de rechazo por parte del público norteamericano debido a su procedencia italiana. Pero asombrosamente y contrariamente a lo que Frank creía, su aire italiano y ese toque latino fueron sus mejores armas. Después de Rodolfo Valentino, parece que Nueva York estaba dispuesto a acoger y admirar a otra estrella italiana. Dolly Sinatra se opuso a que su hijo cambiara de nombre y finalmente el paellido Sinatra comenzó a sonar por toda la ciudad de Nueva York, de manera admirable. En 1937, Frank consiguió un trabajo diario en la NBC, por setenta centavos a la semana. Cantaba todos los días en la emisora, durante quince minutos. Por aquel tiempo el cantante comenzó sus clases de canto clásico y dicción con un profersor que le ayudó a perder su marcado acento de Nueva Jersey. Su marcado acento, precisamente, fue otra de sus mejores bazas. No logró perder el acento totalmente y es otro aspecto que hicieron de Sinatra una voz inconfundible para el público neoyorkino. En esta época, en la que alternaba sus actuaciones en el Rustic cabin y sus apariciones en la radio, Frank también iba y venía constantemente de Nueva York a Hoboken, para estar al tanto de la vida nocturna en los clubs de jazz de la gran ciudad. 

Frank Sinatra con su novia Nancy Barbatto (izquierda. Se casó con ella en 1939) y una amiga de la pareja. 1938, playa de Long Branch

Pero la popularidad de Frank Sinatra estalló de manera definitiva la noche del 30 de junio de 1939, cuando el joven Frank Sinatra debutó como solista de la banda de Harry James, en el Hippodrome Theatre de Baltimore. Más tarde, en julio de 1939, la orquesta de Harry James con Frank Sinatra de vocalista actuaron en la sala de baile Roseland, en Nueva York. Y también en Nueva York, el día 13 de julio, la banda grabó las primeras canciones que se publicarían en un sencillo de 78 revoluciones. El sencillo incluían los temas From the bottom of my heart y Melancholy Mood. El 31 de agosto de ese mismo año, Frank Sinatra grabó con la orquesta de Harry James la famosa All or nothing at all, pieza que se considera insuperable y que significó el comienzo de la Sinatramanía entre las bobby soxer, adolescentes neoyorkinas que suspiraban por la manera de cantar del nuevo fenómeno. Era la primera vez (mucho antes de la llegada de Elvis) que un grupo de chicas adolescentes gritaban, lloraban y se comportaban de manera histérica ante un cantante. La culminación de este fenómeno tuvo lugar en 1940, cuando Sinatra actuó en el Paramount Theatre de Nueva York. De esta noche existe un video sin audio pero que nos da una idea de lo que ocurrió aquella noche: aquí

Franky entre las bobby soxers
Definitivamente, Frank Sinatra había entrado por la puerta grande en la ciudad de Nueva York. Paradójicamente la difícil infancia en Hoboken y el rechazo de sus primeros años se habían transformado en admiración y respeto en la ciudad que nunca duerme y a la que, desde que llegó Sinatra, nunca le falta una canción. como no podía ser de otra manera, Sinatra, a lo largo de su carrera, siempre tuvo presente a la ciudad de Nueva York en sus canciones, aunque de maneras muy distintas.

Con Gene Kelly y Jules Munshin descubría la ciudad para la gran pantalla, en 1944:




Más tarde, en los años cincuenta, Frank Sinatra nos daba una visión más romántica de la ciudad, "era invierno en Manhattan...los copos de nieve se mecían en el viento, las calles se cubrieron con una capa de hielo..." Y en este paisaje aparece una chica que cambia el tiempo. Convierte el invierno en primavera. Es la canción Violets for yourt furs:





O descubrir Nueva York como una ciudad solitaria... en la canción Lonely town





Pero también hay lugar para el swing en Nueva York. "Me gusta Nueva York en junio, ¿y a ti?" Es la canción How about you?, una vuelta a la alegría.





Finalmente, podemos descubrir un otoño en Nueva York, "amantes que bendicen la oscuridad en los bancos de Central Park. Es el otoño en Nueva York, me gustaría volverlo a vivir"  Es la canción Autumn in New York:



Así que no es de extrañar que el tema New York, New York fuera propiedad de Sinatra, por derecho propio, mucho antes de que la canción fuera compuesta. Porque..."si lo hizo en Nueva York, lo pudo hacer realidad en cualquier parte..."