Mostrando entradas con la etiqueta Gordon Jenkins. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gordon Jenkins. Mostrar todas las entradas

sábado, 24 de marzo de 2018

Encuentros con Sinatra #1: "Where are you" (1957)

"Where are you" se grabó en 1957 y el fotógrafo Allan Grant estuvo en el estudio, tomando varias instantáneas de Sinatra. Una de ellas sirvió de modelo para el pintor que realizó la portada.



La historia de la música debería conservar intacto en la memoria el año 1957. No, únicamente, porque se trate de uno de los momentos más fundamentales en la producción musical de Frank Sinatra. Es que en 1957, la potente discográfica Capitol Records decidió apostar definitivamente por los discos en sonido estéreo, incorporando además en sus plantillas a dos nuevos arreglistas que contribuirían a hacer de la carrera de Frank Sinatra un acontecimiento musical del siglo XX. Ellos fueron Billy May y Gordon Jenkins. Los primeros dos álbumes grabados por Frank Sinatra en 1957, en estéreo, para el sello Capitol, fueron "Where are you?" y "Come fly with me", por este orden.
Gordon Jenkins

Entre abril y mayo de 1957 se produjeron las sesiones de grabación para "Where are you?", primera colaboración entre Sinatra y Jenkins. Al comprobar el resultado final de este álbum, nadie lo diría, pues el trabajo del arreglista parece preparado a medida para despertar una profunda melancolía que, si bien ya habitaba en la voz del cantante, se vio estimulada y acentuada por las partituras de Gordon Jenkins, hasta sus últimas consecuencias. Podía ser primavera en las calles de Hollywood pero en el estudio de grabación, en las sesiones de "Where are you?", Sinatra y Jenkins estaban interpretando un íntimo concierto para el otoño. La voz de Sinatra será aquí más solitaria que nunca.

Al igual que el músico Bernard Hermann, Gordon Jenkins basaba sus orquestaciones en los instrumentos de cuerda. Pero, en contrapunto a la oscuridad de Hermann, Jenkins prefería el brillo de los instrumentos agudos, la dulzura de las violas y los violines, apoyadas por una sección de maderas, trompas y percusión de láminas para inyectar en las canciones un inconfundible sabor otoñal, nocturno, solitario y reflexivo. Sinatra no tardaría en captar la extraordinaria sensibilidad de Gordon Jenkins y según sus propias palabras, durante las grabaciones de "Where are you?", quedaría asombrado por su trabajo. Un asombro mutuo, pues en más de una ocasión Jenkins destacó el magnetismo de Sinatra en el estudio y cómo siempre deseaba tenerlo enfrente, para observarlo, para no perderlo de vista. De alguna manera, sin hablar, había una conexión entre ellos que cualquier espectador en el estudio podía captar fácilmente. En una ocasión, Sinatra explicó: "Con Gordon Jenkins, todo tiene una belleza tan simple que me parece estar de nuevo en el útero". Y aquel que escuche atentamente "Where are you?" sentirá efectivamente que estas palabras del cantante hacia el trabajo del arreglista no son una casualidad. Pues Sinatra suena puro y extremadamente íntimo, como si todas las letras que nos cuentan las canciones estén extraídas de sus vivencias, sean parte de su más secreta intimidad. Pero esta simplicidad que Sinatra percibe en la belleza de las composiciones de Jenkins es la sencillez del arduo esfuerzo. Gordon Jenkins trabajaba en cada canción no menos de cuatro días. Era un perfeccionista. Le gustaba volver una y otra vez sobre ella, cambiar un acorde, una nota, el pequeño detalle de un silencio; nimios cambios que nadie notaría pero que suponen la receta para firmar un arreglo perfecto. Probablemente, esa meditación, esa reflexión de cada tema, era lo que finalmente fascinó a Sinatra que, según dijo en una entrevista para la radio, "creía que podía dejar a Gordon Jenkins trabajando solo, trabajando por su cuenta. Aunque admitía cualquier sugerencia que le proponía, no le hacía ninguna falta". Según Buddy Collette, "Cuando Frank cantaba con Gordon, aparecía un Frank completamente nuevo". Y esto se puede comprobar perfectamente en "Where are you?" o en el que fue su segunda colaboración, "No one cares", una suerte de continuación a este o definitivamente en la consagración entre los dos músicos: "September of my years" (1965)

El disco comienza con la canción que le da título, "Where are you?" y ya en la primera palabra que pronuncia Sinatra, el primer "where...", percibimos que es un Sinatra elevado a la máxima potencia, como nunca antes lo habíamos escuchado. Y no solo es que se trate del primer disco en estéreo de su discografía. Es que, como hemos dicho, Gordon Jenkins acentúa esa melancolía que siempre poseyó la voz de Frank. Existen en el tema compuesto por Harold Adamson y Jimmy McHugh numerosos detalles y diversos colores en la melodía que es necesario destacar pues se trata de una grabación histórica dentro de la amplia discografía de Sinatra. No es solo cómo ataca desde el principio esta letra desolada. Es, cómo maneja la respiración y el tempo y cómo inflexiona cada palabra que, dentro del texto, tiene especial relevancia. Vemos en el último "where are you" del segundo verso cómo une la palabra "you" con el tercer verso y con la frase/pregunta (desesperada) "where is my heart" seguida de "where is the dream we started". Tras esta primera estrofa, da comienzo la segunda cuarteta donde la música juega con la voz en una réplica constante y matemática. Comienza esta estrofa con "when we said goodbye love"; responde la cuerda y continúa la voz, "what had we to gain". De nuevo en el segundo verso: "when I gave you my love", respuesta de la cuerda y "was it all in vain". En la palabra "vain" Sinatra vuelve a repetir lo que hizo en la primera estrofa con "you": la une con la primera palabra del tercer verso, "all", ampliando la voz y continuando el verso, sin pausa para respirar y manteniendo la nota, con "must I go on pretending", marcando dramáticamente la transición entre "go" y "on", a la manera clásica. Esta segunda estrofa, termina desde lo íntimo, con una pregunta irónica: "where is my happy ending, where are you", donde Sinatra, esta vez, empequeñece su voz, para indicar abandono, para señalar que, efectivamente, nos está cantando/hablando desde su sentimiento más personal e íntimo. No hay aquí interludio musical porque tampoco hace falta. La música ha cumplido a la perfección su papel de réplica a la voz que, con Jenkins, además de ser respuesta, también es envoltura para otorgar a la canción el ambiente adecuado que siempre deriva a otoño. Así que Sinatra ataca directamente el final de la canción. Es la última estrofa donde recupera el primer verso de la anterior pero, esta vez, ampliando la voz tan ostentosamente que podemos fácilmente escuchar el eco de la sala de grabación. Es un final espléndido, brillante, limpio donde la voz alcanza su mayor amplitud para terminar, de nuevo, en un registro íntimo que deja en el aire la reiterada pregunta "Where are you". Verdaderamente no podíamos imaginar para este LP tan redondo, un comienzo más sensacional. No solo es un día gris de otoño con fuerte viento. Además, es una profunda soledad, la que abate al caminante en este paisaje que ya ha comenzado a dibujarse entre las cuerdas de Gordon Jenkins y la profunda oscuridad donde nace a voz de Frank. Él lo canta porque él lo sabe porque él lo ha vivido. Una vez más. 

Matt Dennis y Tom Addair compusieron en 1941 "The night we called it a day", un estándar de jazz que supuso la primera grabación en solitario de Frank Sinatra que, en 1942, estuvo acompañado por Axel Stordahl. Era una de las baladas de jazz preferidas del cantante, lo que provocó que volviera a grabarla para Columbia en 1947. Son destacables las versiones que de ella grabaron Doris Day, Chet Baker y Carmen McRae y recientemente, la que grabó en 2001 Diana Krall y en 2015 Bob Dylan. Pero Sinatra la volvió a grabar en 1957 y fue el segundo tema de "Where are you". Por supuesto, con el brillante arreglo compuesto para esta canción por Gordon Jenkins, la de 1957 es la mejor grabación de Sinatra y en consecuencia, la mejor que se ha registrado de la canción compuesta por Dennis y Addair. Violines y violas subrayan un potente comienzo que sitúan al oyente, claramente, ante un paisaje ventoso de otoño. Imaginamos a un solitario o al mismo Sinatra, contra una ventana cerrada, observando con la mirada, más o menos perdida, la tormenta de aire que se desarrolla en el exterior. Un robusto árbol que, agitado por el viento, deja escapar sus hoja secas que son arrastradas, atrapadas, suspendidas, contra un fondo gris oscuro, un cielo cerrado que, de un momento a otro, dejará escapar las primeras gotas de lluvia. Pronto anochece. y surge la voz "There was a moon out in space...but a cloud drifted over its face..." La voz de Sinatra es especialmente oscura aquí y cuando, por primera vez, canta el estribillo "the night we called it a day" está acompañado por el eco de un piano lejano que se mezcla con la presencia, esta vez sí, de una suave percusión de escobillas. Surge la segunda estrofa con Frank ascendiendo desde las profundas notas del estribillo hasta las esferas del universo y así canta, acompañado por una flauta travesera, "I heard the song of the spheres" con un "of" amplísimo que asciende hasta fundirse con la palabra "out" y finalmente quedar libre en el firmamento. Libre, por poco tiempo, pues súbitamente desciende de nuevo a la melancolía y canta, de manera casi introspectiva, "like a minor lament in my ears", de nuevo desde el espacio íntimo para regresar al estribillo que es el título de la canción. En este punto podríamos destacar una tercera estrofa, porque se trata de una asombrosa creación de Sinatra. Suavemente, a través de la oscuridad nos va guiando la voz de Sinatra, otra vez desde su ámbito más personal: "soft through the dark..." y ahora canta "el ululuar de un búho en el cielo" enlazando todas las palabras y con una expresión cerrada, empequeñeciendo la voz para llegar ahora a "sad though his song...no bluer was he than I" donde es necesario prestar atención a la inflexión que marca para la palabra "sad", un tono cercano a la desgana y un descenso paulatino, casí imperceptible, que se pierde al fundirse con las palabras siguientes "...though his song". Estamos ante la parte más angustiosa de la canción. Sinatra canta cómo desaparece la luna y las estrellas pero, sin embargo, no llega el amanecer. Sinatra canta a este vacío y lo percibimos en su voz que también parece vacía. De esta manera llegamos al final donde, de nuevo, Sinatra nos va a sorprender con un gran crescendo, ampliando la voz en dos ocasiones, pero más marcada en la segunda, en la palabra "say" y en el último "night" de "There wasn't a thing left to say...the night we called it a day". Mención especial queda para el final, ese  "...a day" donde Sinatra se vuelve a recrear en la oscuridad y nos deja ahí. Ese es el final. No queda solución. No ha llegado el amanecer.                
                                          
"I cover the waterfront" (Johnny Green y Edward Heyman, letra) es un clásico que desde 1933 fue interpretado brillantemente por Billie Holiday, Louis Arsmtrong, Nat King Cole, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan o John Lee Hooker y está inspirado en la novela homónima escrita por Max Miller que fue un éxito de ventas en 1932. La creación Sinatra/Jenkins de nuevo nos lleva al otoño pero esta vez a un otoño marítimo y por tanto siento la obligación de desgranar convenientemente otra joya del LP "Where are you". Gordon compone una introducción mágica y hechizante para esta canción, con harpas, trombones de fondo y mucha cuerda, que pretende recrear el oleaje de un mar en tormenta mientras Frank intenta imponer su voz para cantar la primera estrofa. Ya en la segunda estrofa, el oleaje parece calmarse y la canción recupera un acompañamiento de cuerda más habitual. El cantante nos cuenta que está vigilando el horizonte en busca de su amor bajo un cielo sin estrellas.Es la tercera estrofa la que considero más interesante porque Sinatra combina, de nuevo, los tonos más graves y cerrados con los más amplios. De nuevo vuelve a preguntar "Where are you...are you forgetting" y termina abatido: "do you remember? And will you return?". Aquí sí, al finalizar la cuarta estrofa, al fin escuchamos un interludio musical. Un crescendo de violines y violas que repiten la melodía principal y terminan con un arpa para dejar en soledad, finalmente, a Sinatra formular su último deseo, "for the one I love must soon come back to me" al que responde la orquesta con los violines para poner el broche final. 

"Maybe you'll be there" es la cuarta canción de este LP y merece un capítulo aparte. Este tema compuesto en 1947 por Rube Bloom con letra de Sammy Gallop, supuso el primer éxito de Gordon Jenkins con su orquesta, alcanzando en junio de 1947 ser el más vendido en la lista de éxitos del año donde se mantuvo treinta semanas. En esa primera versión, el vocalista fue el pianista Charles La Vere. Es necesario detenerse en esta versión original pues, aunque cuenta con unos coros que posteriormente desparecerán y el ritmo se adapta a la época (finales de los cuarenta), para la versión con Sinatra de 1957 Gordon Jenkins recupera parte de la composición de 1947. La canción nos cuenta el deambular de un hombre solitario entre el torrente urbano de una muchedumbre. Desde el brillante comienzo, creo que la composición de Gordon Jenkins es una pieza de culto, una obra maestra. Ralentiza marcadamente la composición original que compuso para su éxito de 1947 y crea una base más sólida con algunos instrumentos graves de cuerda, como el vilonchelo, para adaptarse a la potente voz de Sinatra. Voz que aquí parece sonar desde la ensoñación. La ensoñación de ese caminante perdido que, entre la muchedumbre, cree ver a su añorada amada. Después del primer "maybe you'll be there", Jenkins introduce dos instrumentos solistas, un violín y una viola, que acompañan a la voz del cantante mientras este cuenta que "sale a pasear después de medianoche" (I go out walking after midnight...) y continúa "along the lonely thoroughfare..." donde Sinatra marca especialmente con una grave inflexión las palabras "along" y "lonely" alargando acentuadamente esta última. "No es ni la hora ni el lugar para buscarte pero quizá estés ahí", acaba la segunda estrofa. Sinatra continuará marcando especialmente las palabras que coinciden con las notas más graves. En la estrofa final de la canción, Gordon Jenkins vuelve a introducir un violín solista que suena extremadamente melancólico, interpretado por Felix Slatkin y que acompaña a Sinatra mientras prácticamente implora: "Someday if all my prayers are answered...I'll hear a footstep on the stair...", una frase que nos recuerda a la ensoñación de los pasos en el hall, en la próxima canción del disco, "Laura"; "with anxious heart I'll hurry to the door..." vuelven todos los instrumentos y ya nos conducen hasta un final soberbio, remarcado por violines y violas que dejan un broche perfecto. Como he dicho anteriormente, sin duda, esta es una de las canciones del disco.
Escena de la película "Laura". Dana Andrews, como detective Mark MacPherson, contempla el retrato de Laura (Gene Tierney)

Y respecto a una de las frases de la anterior canción "escucharé unos pasos en las escaleras..." hemos comparado la ensoñación de creer escuchar esos pasos de la amada con una de las canciones que, por excelencia, pertenecen al ámbito de los sueños: "Laura". Es el quinto tema de "Where are you" y uno de los grandes clásicos del cine negro, procedente de la película homónima que Otto Preminger dirigió en 1944 y fue protagonizada por la inmortal Gene Tierney. Para la obra maestra de Preminger, David Raksin escribió una partitura soberbia y una de las bandas sonoras más recordadas y más brillantes de la historia del cine. Dentro de aquella banda sonora, el tema principal fue rescatado por Johnny Mercer quien le agregó una preciosa letra, acorde con la ensoñación a la que invitaba Gene Tierney en la película, esa mujer etérea que es parte realidad y parte sueño y que, aun siendo un cadáver, conquista el corazón de varios hombres, entre ellos, el del investigador privado que estudia su muerte, Dana Andrews. El tema se convirtió en un clásico del jazz y ha sido grabado en más de 400 ocasiones. Frank Sinatra la había grabado ya para Columbia pero es en 1957 cuando la melodía, realmente, recobra toda su esencia y capta toda la magia del personaje de Laura en la película. Estamos ante otra creación magistral de Gordon Jenkins y es a partir de esta canción que, definitivamente, el álbum "Where are you" determina un carácter decididamente otoñal. En la introducción para "Laura", aunque está basada en la cuerda, Gordon también introduce instrumentos de viento. En concreto, comenzarán los chelos y los instrumentos graves de cuerda, continuando el viento, en un tono más bajo, para terminar en un crescendo, los violines. Son tres introducciones que repiten la melodía principal y que, tras el crescendo de los violines, se apaga. La orquesta se reduce a un solo trombón que, desde la lejanía, repite una nota de manera acompasada, como si fuera un eco que repite el nombre de Laura, como si esperara la voz de Sinatra,. Y definitivamente, como llegada desde la niebla, surge la voz pronunciando el nombre de Laura y continuando "...is the face in the misty light". La frase que continúa es la mencionada anteriormente: "footsteps that you her down the hall..." y vemos que la orquesta, cuando el cantante pronuncia "footsteps" imita el sonido de los pasos con un pizzicato de los violines. Tras esta frase, Jenkins introduce una melodía complementaria que juega con la principal y Sinatra continúa con el texto, "the laugh that floats on a summer night...". Al final de la primera estrofa es necesario destacar la palabra "recall" y que en ella Sinatra sube el tono y amplía la voz hasta la primera palabra de la segunda estrofa, "and" y continúa "...you see Laura"; tras pronunciar de nuevo el nombre de la protagonista, los violines parecen imitar precisamente a Sinatra. La letra sigue "on a train that is passing through" y de nuevo responde la orquesta, imitando el ritmo de un tren relajado y procedente de un sueño, con unos instrumentos lejanos de viento, unos clarinetes. "Those eyes (surgen los trombones) how familiar they seem". Llegamos así a las últimas dos frases que sentencian la canción: "She gave your very first kiss to you.." y todo crece para llegar a una explosión final donde Sinatra, de nuevo en un estilo muy cercano al canto clásico, con gran amplitud vocal, pronuncia la última frase: "That was Laura...but she's only a dream" y la orquesta repite la melodía principal hasta el final, donde podemos escuchar una campana que bien podría marcar el despertar, el final del sueño. Esta versión de "Laura" es mi preferida y repito que es una de las canciones más recurrentes del jazz. A menudo es fácil encontrar versiones exóticas con ritmos cálidos y latinos, cercanos incluso al bolero que deben aludir de esta manera al origen latino del nombre de la canción. Así la grabó, por ejemplo, Matt Monro. Pero creo que "Laura", ciñéndonos a la melodía de Raksin y a la película de Preminger, debe sonar como esta versión que Sinatra y Jenkins firmaron en 1957. Porque Laura es la ensoñación, a través de una luz brumosa. Recordemos esa escena de la película en la que el detective Mark McPherson (Dana Andrews) deambula por la habitación de Laura (Gene Tierney) para encontrar pistas que le ayuden a esclarecer las causas de su asesinato. Mark (Dana), que ya anda enamorado de Laura (Gene) por lo que le han contado sus admiradores, ente ellos, Waldo Lydecker (brillante Clifton Webb), se queda embobado viendo un gran retrato al óleo que preside la habitación y donde está retratada Laura, de manera muy realista. Como está muy cansado por la investigación, ante la visión del retrato, se queda dormido en un sillón. Cuando el detective despierta, Laura está frente a él, en pie y junto al retrato. Laura está viva. Esta ensoñación que Gene Tierney encarna ante el espectador desde la gran pantalla es la ensoñación que Gordon Jenkins ha diseñado con su partitura para que Sinatra la rubrique con su voz. Mientras escuchamos esta versión de 1957, podemos imaginar los ojos de Gene Tierney, en ese tren que marcha, tan fugaz que nos hace dudar si ha sido realidad o sueño. Sinatra canta a la mujer etérea, presente y no presente; a aquella a la que amó, hace tanto tiempo, que desde el presente ya resulta un sueño. Después de todo, ya lo dice la última frase de la canción: "Esta fue Laura. Tan solo un sueño". 

"Lonely town". Frank Sinatra con esta grabación se saca una espinita que llevaba clavada desde 1949. Este tema pertenece a la banda sonora de "On the town", famoso musical dirigido por Gene Kelly y Stanley Donen donde Sinatra compartía protagonismo marinero con el propio Kelly y con Jules Munshin. Sinatra estuvo a punto de abandonar el rodaje y no completarlo. De toda la partitura que Leonard Bernstein escribió para este musical, la canción que más necesitaba cantar era "Lonely town" una balada de desamor donde podría mostrar sus aptitudes vocales pues no había en el repertorio de la película ninguna canción donde Frank pudiera lucirse. En la versión final de la película, el número de "Lonely town" se eliminó. Así que el cantante emplea "Where are you" para poder grabar, al fin, esta canción que nos traslada a la ciudad de Nueva York, eso sí, como una ciudad solitaria pues, de nuevo, el cantante ha perdido a su amada. Es cierto que para este tema, Gordon Jenkins, consciente de la partitura de Bernstein, intenta  emular un musical. De ahi el comienzo del viento y de los violines en un rápido crescendo que acompaña el primer "New York, New York" de Sinatra y que nos remite, inevitablemente, al primer número de la película, cuando los tres marineros desembarcan en la ciudad. Injustamente olvidada, creo que estamos ante una de las baladas más interesantes, vocalmente hablando, de las que grabó Sinatra.

Al respecto de estas dos últimas canciones, Gordon Jenkins declaró en una ocasión: "No lo conozco demasiado bien ni creo que nadie lo conozca. Es posible que sea su arreglista preferido para algunas cosas, para eso que él llama "wood songs", canciones como "Laura" o "Lonely town" donde quiere establecer un carácter parecido al del álbum "September of my years". Pues bien, Sinatra volvió a grabar, en directo para su show de televisión "Lonely town" en 1958 y en 1960. En este enlace podéis ver la de 1958 y reproducimos a continuación a de 1960:



"Autumn leaves". Si hemos hablado durante el resto de canciones anteriores del carácter otoñal del álbum "Where are you?" definitivamente llegamos al momento más crucial en este sentido. Aunque creo que los arreglos tristes de Gordon Jenkins tienen siempre un inconfundible fondo otoñal, la huella imborrable del paso del tiempo, en "Autumn leaves", especialmente, despliega todos sus recursos artísticos para dibujar un ambiente donde no hacen falta los colores ni los trazos maestros de un dibujante. Simplemente, escuchando el arreglo que Jenkins crea para la canción de Kosma/Prevert, aparecen los ocres, los marrones, el profundo verde, el paso del tiempo y las hojas muertas en una danza interminable a merced de ese viento que casi podemos sentir. Solo con la música. La introducción musical en este tema es magistral y tiene una duración de 44 segundos verdaderamente brillantes que nos sitúan ante un paisaje inconfundible. Pero es cuando Sinatra comienza a desgranar la letra que surge el viento. Los violines mantienen una tensión con notas largas y agudas mientras él canta la primera estrofa  y a cada frase, responde el viento arrastrando las hojas muertas. El viento que es interpretado por, evidentemente, un instrumento de viento que es un un fagot. Y cuando Sinatra comienza la segunda estrofa "I see your lips..." los violines comienzan a llevar la melodía principal acompañando a la voz con un ritmo algo menos lento, marcado por pizzicato. La canción es corta, pues no se repite ninguna estrofa de la letra pero por ello, todavía resulta más interesante. En versión reducida, desprovista de la grandilocuencia de Jenkins, la versión que Sinatra ofrece de "Autumn leaves" continúa siendo mágica:


"I'm a fool to want you" es una de las canciones en las que Sinatra aparece como compositor junto a Jack Wolf y Joel Herron. Papel que desarrolló escribiendo la letra. Era muy difícil superar la versión que el propio Sinatra grabó el 27 de marzo de 1951 en Nueva York, junto a los Ray Charles singers y con arreglos de Axel Stordahl. Pero creo que en 1957, en esta nueva versión con arreglos de Gordon Jenkins, consigue un resultado mucho más moderno y más adecuado. En la de 1951, un Frank Sinatra abatido, por su situación personal y la mala racha que atraviesa su carrera, traslada todo ese hastío a una voz grave,  profunda y oscura. Sin embargo, tiene reservado un final demasiado operístico y llamativo contrario al tono derrotista que ha llevado hasta entonces la canción. Esto no ocurre en la versión de 1957 ya que Sinatra realiza el crescendo justo en el verso anterior al final. De esta manera termina la canción de manera íntima, remarcando la soledad que le ha acompañado a lo largo de todo el texto de la canción. Así pues, creo que la de 1957 es mucho mejor.
Hablando de otoño... En 1957 Bing Crosby y Frank Sinatra compartieron este dueto en televisión interpretando "September song"

"I think of you": Ya escribí hace unas semanas una entrada dedicada a esta maravillosa canción, otra de las baladas del disco, que está basada en el concierto Nº2 para piano de Serguéi Rajmáninov y por no repetir pueden leer (y escuchar) el resultado aquí
Otra fotografía de 1957 pero de otra esión de grabación que, suponemos, para un álbum más swing

"Where is the one" (Alec Wilder/Edwin Fincker) Es la única letra que podríamos considerar más positiva y la canción menos decadente del álbum. En momentos, parece un vals tristón y esto nos remite al álbum "All alone" que Sinatra grabaría otra vez con Jenkins en 1962 y cuyo título iba a ser "Come waltz with me". Pero de nuevo el paso del tiempo vuelve a estar presente en este tema con esta frase que desgrana Sinatra: "The lourney is long..." Esta preciosa canción fue estrenada en 1947 por Dick Haymes con la orquesta, precisamente, de Gordon Jenkins. Tanto el ritmo como el ambiente de esta canción parecen ajenos al tono que se le ha dado a todo el LP pero se deja escuchar de manera agradable.
Como he dicho anteriormente, años más tarde (1965) Jenkins y Sinatra entraron al estudio de grabación para registrar el LP "September of my years" que puede ser considerado una continuación de este "Where are you". En la imagen vemos ese instante; en concreto, el rodaje de la grabación "It was a very good year".

"There's no you" De nuevo la negación, la "no presencia" de la mujer etérea. Y de nuevo estamos ante uno de los temazos del LP. Junto a "Maybe you'll be there" y "I think of you", este tema forma un trio excepcional que representan uno de los pilares fundamentales del LP siendo, además, canciones menos conocidas por el gran público. Desde la frase "I feel the autumn breeze" se instala la soledad del abandonado ante un paisaje de viento, árboles agitados y hojas arrastradas. De nuevo tenemos al fagot imitando el sonido del viento. Los ornamentos musicales de Gordon Jenkins aquí son interminables, acompañando expresiones tan contundentes y a la vez equívocas (equívoca como la presencia o no presencia de la amada), como "will'o'the'wisp" o "the lonely autumn trees". Sinatra había grabado anteriormente, en 1944, esta canción con arreglos de Axel Stordahl pero no tiene nada que ver con la joya que se presenta en este álbum.
1957 sería un año redondo para Frank Sinatra. También rodó y grabó la banda sonora de la ya mítica "Pal Joey"

Para conlcluir tenemos el clásico de Bessie Smith "Baby won't you please come home" pasado por el filtro del abandono otoñal que transmite todo el disco. Es un temazo compuesto en 1919 por Charles Warfield y Clarence Williams que Sinatra aquí, con el minimalista arreglo de Jenkins (el más minimalista del álbum) utiliza para demostrar, una vez más, su amplitud vocal. Es un cierre magnífico para "Where are you" ya que el cantante pide a la musa que regrese a casa. Y aquí recupera un fragmento de la canción para terminar este medley de 1957 ante la atenta mirada de Crosby:



Comparto ahora la inauguración de un programa mensual que se titula "Encuentros con Sinatra" y que grabo junto a Antón García Fernández que nos habla desde Martin, Tennessee (USA). Esta primera sesión está dedicada al LP "Where are you". Compartiré aquí todos los programas, acompañándolos con guías de audición sobre el LP protagonista.


miércoles, 27 de julio de 2016

Sinatra-Jenkins: Los dos hombres más tristes, por J. Antonio González Soriano

Gordon Jenkins y Frank Sinatra durante las sesiones de "Trilogy"(1980)


LOS DOS HOMBRES MÁS TRISTES

Gordon Hill Jenkins nació el 12 de mayo de 1910, en el Estado de Missouri. Era un músico brillante que desarrolló una lenta, pero sólida carrera como arreglista, en los años dorados en los que el jazz y el blues fueron encauzados por músicos de alta escuela en un repertorio brillante y poético, del que se hicieron cargo las orquestas y los solistas más reputados de la música popular norteamericana. En los años cuarenta y primeros cincuenta, Gordon Jenkins dirigía la orquesta y hacía los arreglos para distintos artistas de Decca como Dick Haymes, Ella Fitzgerald , Patty Andrews y Billie Hollyday. Una nómina impresionante, a pesar de que al comienzo de esta etapa tuvo una desavenencia (que duró de por vida) con el “amo” indiscutible de la canción romántica popular: Bing Crosby. No obstante, la colaboración que más profunda huella le dejó en estos años fue la que hizo con el genial Satchmo, -Louis Armstrong-. Al comenzar las sesiones con el músico de New Orleans declaró embargado por la emoción que ese era “el momento más importante de su vida”. No sabía qué otros momentos sublimes le deparaba el porvenir. 
Louis Armstrong y Gordon Jenkins

 En los años cincuenta fichó por Capitol, la compañía más pujante del panorama musical de la época. Allí le aguardaba el hombre que marcaría definitivamente su rumbo profesional y vital: Frank Sinatra. No obstante, el contacto entre los dos aún se demoraría un poco, justo el tiempo que tardó en demostrar los maravillosos recursos musicales que atesoraba arreglando algunos de los mejores discos de Nat Cole, como “Love is the thing”. Este álbum significó también su entrada en el “universo Sinatra”, porque contenía una emocionante versión de “Stardust”, uno de los exitazos clásicos de Frankie en los cuarenta. Con estas credenciales, Frank consideró que Gordy era la persona adecuada para conducir los discos de torch songs (canciones de serena melancolía ante el desamor) que él deseaba hacer para combinarlos con los de chispeante swing. Hasta ese momento (1957) la mágica combinación de obras de un tipo y otro se debía sobre todo al trabajo y la genialidad de Nelson Riddle, el hombre que elevó a Sinatra a la cumbre más alta de la música popular. Pero ahora Frank quería dar una nueva dimensión a sus álbumes blues. Comenzaron con Where are you?, siguieron con A jolly Christmas from Frank Sinatra y, un par de años más tarde, No one cares. Son trabajos llenos de standards. En ellos, la desbordante imaginación de Jenkins creaba universos sonoros de sabor clásico, con predominio de las cuerdas: dulces, armoniosos, delicados, melódicos y profundos. El marc1957o al que la voz de Sinatra (la Voz) se ajustaba perfectamente para desarrollar esa textura de melancolía suave y contenida, plena de matices, de tristeza casi placentera, que hacía que cada tema quedara convertido en una versión definitiva. 
"Where are you", obra maestra y fiel muestra de todo lo que la colaboración Jenkins-Sinatra dió de sí
Sinatra se fue a formar su propia compañía, Reprise, y, por supuesto, no olvidó a Gordy. Hasta seis álbumes concibieron en colaboración, atravesando las décadas. En primer lugar, All alone (1962) y el sin par September of my years (1965), que continuaban la estela de los álbumes conceptuales de Capitol. En 1967, con The world we knew, Sinatra trataba también de dejar su impronta en las listas pop. La respuesta ambigua del público de la época le llevó a emprender un corto retiro, al inicio de los setenta. 


Sinatra-Jenkins época Reprise. Con ellos aparece Stan Cornyn



El soberbio "September of my years"



Cuando decidió volver, llamó de nuevo a Jenkins para que el álbum de regreso contuviera el mejor sonido posible: Old blue eyes is back (1973). Los setenta iban ya dejando paso a los ochenta y, a pesar de que el mundillo musical, en su evolución puramente comercial, había olvidado a Jenkins, Sinatra siguió confiando en él, literalmente hasta el final. Le encomendó la tercera parte de su grandiosa Trilogy (1980) y todavía le volvió a llamar al año siguiente (cuando su querido Gordy ya mostraba los síntomas de laAñadir leyendaAñadir leyenda enfermedad degenerativa que acabó con él), para grabar el estremecedor She shot me down. De todos estos trabajos podéis encontrar fantásticas reseñas en este blog, elaboradosé Antonioas por Marcos. A partir de ese momento la vida de Jenkins entró en su dramática estación final: en ese mismo año, 1981, sufrió un aparatoso accidente de coche del que salió gravemente herido (y que costó la vida a dos personas). No mucho tiempo después, el uno de mayo de 1984, Gordon Jenkins partió para siempre. Su hijo declaró en un escrito biográfico que en cierta ocasión, Sinatra le confesó.: “Tú padre y yo hemos sido los dos hombres más tristes” (“the saddest men”). Al menos fueron dos hombres que relataron de forma extraordinariamente bella la tristeza. Si me preguntáis cuál es mi disco favorito de los que hicieron Sinatra y Jenkins, mi respuesta sería: The Future, la tercera parte de la trilogía que Frank grabó en 1979, y cuyas otras secciones fueron encomendadas a Billy May y Don Costa. Es una asombrosa cantata sinfónica para orquesta, coros y solista, en la que se repasa la trayectoria vital de Frank, y se sueña con la paz mundial y el significado de la música para hacer un mundo más bello… en un futuro inevitablemente incierto. Para mi gusto, la composición es maravillosa: dinámica, compleja, sugerente, lleva de luz y color, con un Frank que parece cantarla en estado de éxtasis. Sin embargo, la crítica fue (y aún lo es hoy) despiadada con esta obra, que trata de diluir las froAñadir leyendaAñadir leyendaAñadir leyendanteras entre la música culta y la música popular. Pese a todo y a todos, Frank mostró todo su cariño a esta obra y a Gordon. Y yo sólo puedo deciros que estoy convencido de que Sinatra era sabio.

(José Antonio González Soriano)



Gordon Jenkins/Frank SInatra 1980

lunes, 1 de junio de 2015

Septiembre se escribe con "S" de Sinatra

Frank Sinatra en el andén (1957)
¡Cómo pasa el tiempo! Hace ya seis años que en este blog dediqué una entrada al LP September of my years (1965) con la que se inauguraba la sección Los mejores Lps de Sinatra. Podemos ver aquella entrada aquí. Desde entonces han pasado muchas cosas  y este blog ha sido motivo de alegría para este que escribe ya que compartir la pasión por la voz más recordada del siglo XX con otras personas afines a esta idea es una experiencia impagable. Numerosos han sido y serán los homenajes que hemos tributado a Frank Sinatra y variadas las iniciativas promovidas desde este blog, de manera más determinante, durante el presente año del centenario. 
Precisamente el paso del tiempo tiene un gran peso en la concepción de aquel legendario September of my years en el que, junto a la orquesta y los arreglos de Gordon Jenkins, Sinatra desgranaba las hojas de otoño, los vientos que anuncian un invierno cercano, la pérdida, el abandono y sobretodo, el insolente vanitas, el paso de los años, que con cierta ironía plasmaba a la perfección en, por ejemplo, It was a very good year. Si nos preguntamos sobre los orígenes de este álbum, es necesario referirnos, en un primer momento, al tema Why try to change me now, grabado para el álbum The voice un diecisiete de octubre de 1952 Frank Sinatra recoge en esta grabación temprana, por primera vez, la esencia del otoño unida a la incomprensión de la repentina ausencia y deja sentadas las bases para lo que supondrá una gran producción de grabaciones con este mismo ambiente cromático, esta misma tendencia, que obtendrá en el álbum September of my years, su punto más álgido y su mejor plasmación musical. Pero es necesario apuntar más referencias. En los años que comprenden la Época Capitol resulta imprescindible una revisión exaustiva de algunos discos que tienen su punto de partida en In the wee small hours of the morning y que continuarán con títulos tan explícitos como Only the lonely, No one cares o el brillantísimo Where are you?, antesala inmediata de September of my years con la mención especial para el tema Autumn leaves. No olvidaremos tampoco el último disco del periodo Capitol, que también debe estar incluido en esta serie temática, el injustamente olvidado Point of no return.

  












 










Pero concretamente hoy nos centraremos en un tema especialmente diseñado para el LP September of my years, especialmente compuesto para Frank Sinatra, por dos de sus músico preferidos: Jimmy Van Heusen y Sammy Cahn. Fue, de hecho, la canción que dio nombre al disco. Este tema estuvo nominado en los Grammy de 1966 como mejor canción del año. Por qué no consiguió el honor de ser premiada, finalmente, se escapa completamente a nuestra imaginación. Pero está claro que si hubo una canción compuesta para Sinatra, una canción que representara completamente su estilo y que solo él pudiera elevar a categoría de estándar del jazz, esa fue la excelente September of my years, probablemente, una de las "Canciones-Sinatra" por excelencia. Sammy Cahn y Van Heusen capturaron a la perfección la esencia del cantante con esta composición. Hoy vamos a ver un video cuyo visionado me impactó considerablemente anoche, ya que nunca había tenido constancia anteriormente de esta actuación. Se trata de un directo de 1965. Sin duda, el estreno televisivo del single September of my years que daba título al nuevo álbum que presentaba Frank Sinatra.

Precisamente el número de septiembre de 1965 de la revista Newsweek, estaba dedicada a Sinatra que, en su interior, hablaba de September of my yesars.

viernes, 31 de octubre de 2014

Sinatra Halloween Special: Para una noche oscura, Stormy weather

Pueden elegir ustedes mismos cómo celebrar la noche de difuntos. Parece que Frank va a disfrutarla acompañado de un Jack Daniel's en Las Vegas. A sus espaldas resplandece el cartel del Sands
No suelo ser amigo de celebrar Halloween porque por nuestras tierras tenemos el Días de todos los Santos y la noche de difuntos y considero la celebración anglosajona una nueva opción de marketing colonizador que ya ha invadido nuestra sociedad como en muchos otros casos. Pero, sin duda, al tratar este blog de Frank Sinatra, un norteamericano que, al fin y al cabo, celebró Halloween, me ha parecido adecuado hacer una excepción este año dedicando un post a dicha celebración de orígen celta.
Frank Sinatra durante una celebración de Halloween. Eligió un disfraz de indio. Vuelve a ser protagonista, por cierto, el Jack Daniel's. Parece que difícilmente se separaba de él.
En cualquier caso, dedicaremos este post a la celebración de la noche de difuntos y lo haremos, como es costumbre por estos lares, con buena música. Al tratarse de una noche llena de misterio, dedicada a los muertos, a una fecha oscura y llena de sombras, me parece adecuado remitirnos a una canción oscura, sombría, negra...todo un clásico del jazz que Sinatra interpretó en varias ocasiones y en diferentes versiones. Porque sería apropiado para esta fecha una noche tormentosa, hoy dedicaremos el post a las distintas versiones que Frank Sinatra grabó del clásico Stormy weather.
Otra celebración de disfraces, más bien de máscaras, en este caso, junto a Mia Farrow
Harold Arlen y Ted Koehler compusieron esta tonada en 1933 y fue estrenada por Ethel Waters en el Cotton Club de Harlem ese mismo año, grabándola la semana siguiente, grabación que fue incluida en el Grammy Hall of Fame el año 2003 Posteriormente a Waters, el mismo año de 1933, Elisabeth Welch la cantó para el público londinense y la cantante Frances Langford la grabó en estudio. Además de la versión de Waters, una de las mejores propuestas fue la grabación que sobre ella hizo la famosa cantante Billie Holiday aunque, si he de quedarme con una versión de este clásico, sin duda elijo la que grabó la cantante y también miembro del Cotton Club de Harlem Lena Horne para el espectáculo titulado Stormy weather que en 1943 se llevó al cine con la cantante como protagonista y el director Andrew L. Stone. Sin duda, la versión de Horne es limpia, honesta y transmite el sentido y la letra de la canción como ninguna otra. 
Lena Horne en la película Stormy weather
Innumerables fueron las versiones que sucedieron a estas que hemos citado. Pero, de nuevo, las que sobre ella grabó Frank Sinatra, merecen un capítulo aparte.Cuatro fueron las versiones que a lo largo de su carrera grabó del clásico de Harold Arlen. Comenzaremos por el año 1944, primera versión que Frank Sinatra grabó, acompañado por la orquesta y el arreglo de Axel Stordahl, el 3 de diciembre de ese mismo año.
Intimista, acompañado por una pequeña orquesta y unos coros deliciosos, típicos de la década de los cuarenta. Tres años más tarde, el 3 de noviembre de 1947, Sinatra volvió a grabar Stormy weather, con idéntico arreglo de Axel Stordahl, pero esta vez, con mayor autoridad en la voz, sin coros y una sencilla base de blues. Lástima que, en internet, no he encontrado esta versión. Se encuentra entre las grabaciones más brillantes con Columbia pero, en cualquier caso, de esta época, me quedo con la que hemos escuchado de 1944
Fotografía casera, década de los cuarenta
Damos el salto a la época Capitol y la fructífera segunda mitad de la década de los cincuenta, probablemente uno de los mejores periodos vocales si no el mejor de Sinatra. El músico Gordon Jenkins relaizó los arreglos y todas las orquestaciones de los temas elegidos que compondrían el álbum conceptual No one cares, en el que Sinatra volvía a cantar sobre la pérdida, la desolación, el inexorable paso del tiempo e inevitablemente, el otoño. El 23 de marzo de 1959 Frank grabaría la que, en mi opinión, es una de las más brillantes interpretaciones que se han realizado sobre Stormy weather. Sinatra aborda el lentísimo ritmo impuesto por Jenkins, manteniendo la voz en una tonalidad ascendiente, de corte extremadamente clásico (casi operístico) y dramatizando todas y cada una de las palabras que se van desgranando en una plomiza parsimonia típica de los cielos tormentosos o la caída de loas hojas en otoño. Como resultado tenemos una de las interpretaciones más dramáticas que Frank Sinatra grabó a lo largo de su carrera. De nuevo, la marca de la casa queda patente: une todas las frases llevando hasta los límites la trabajada respiración, consiguiendo el clásico portamento. Lo escuchamos:

Y cuando ya creíamos que Sinatra había abordado todas las opciones que proporcionaba el clásico de Harold Arlen, el cantante nos sorprendió nuevamente, incluyendo una muy novedosa versión de Stormy weather, con una potente base de blues, esta vez, orquestada por el gran maestro Quincy Jones para el disco LA is my lady, acompañado por una orquesta de marcado corte jazzístico y afroamericano. La grabación es del 17 de mayo de 1984 y aunque ya la vimos en este blog el pasado mes de abril, no nos cansamos de ver este video de Sinatra en plena faena, en el estudio de grabación. Un nuevo Sinatra es el que se presentaba aquí supliendo las supuestas carencias vocales propias de la edad con un estilo fresco, dejando su voz a merced del blues y dejándose influir por él, en definitiva, interiorizando la canción, su letra, su sentido y expulsándola de nuevo al exterior, una vez elaborada y "pasada" por el filtro de su voz. El efecto conseguido es nuevamente brillante.



Hasta aquí nuestra particular gala de Halloween con Sinatra y con una de las más oscuras canciones que se han compuesto jamás. Frank y yo les deseamos tiempo tormentoso para la noche de difuntos.

miércoles, 14 de marzo de 2012

I loved her

Frank Sinatra posa junto a su retrato, a comienzos de la década de los ochenta
El retrato junto al que Frank Sinatra aparece en esta fotografía fue utilizado para la portada del LP All alone (1962) y es obra de Webber/Merle Shore En All alone encontramos un nuevo trabajo de Frank Sinatra en colaboración con el arreglista Gordon Jenkins. Es un álbum de fuerte carácter melancólico, con algo del sonido saloon songs, sello habitual de Sinatra, donde cabría destacar la versión del clásico de Elvis Are you lonesome tonight?, las nuevas visiones que ofrece sobre las baladas What'll I do? y The girl next door y el tema que da nombre al disco, All alone. Pero otro dia profundizaremos más en este LP de 1962 porque hoy he querido presentar aquí la balada I loved her, incluida en el LP She shot me down, grabado en 1981 y que supone la última colaboración en la que Gordon Jenkins aportaría su característico sonido a la orquesta, esta vez con un sello más marcado de lo que realmente fueron las saloon song. Tras She shot me down, Jenkins enfermó para morir tres años más tarde, el uno de mayo de 1984 Gordon Jenkins fue el viento de otoño que podíamos percibir, como si silbara, entre las ramas y la hojarasca, en los violines que ondulaban, se retorcían y rodeaban cada uno de los paisajes musicales que completaban el incomparable LP Where are you? (1957. Capitol Records) o September of my years (1965 Reprise) las dos mejores colaboraciones Sinatra/Jenkins. I loved her no solo está orquestada por Gordon Jenkins, también es una de sus mejores composiciones como autor.



I loved her (Letra traducida)

Ella era Boston, yo era Las Vegas
Ella era una crepe Suzette, yo era un pastel
Ella era de libros, yo era de películas
Pero la amaba

Ella era Mozart, yo era Basie
Ella era de salón de té, yo era de bar
Ella era de la Liga Junior, yo era de los Dodgers
Pero yo la amaba
por la mañana, por la noche y por la tarde.

Los que son opuestos se atraen, dicen los que saben
pero yo todavía deseo haber sido más similares
Hubiera habido entre nosotros, una gran balacera
si nos hubiéramos conocido más.

Ella era Polo, yo era carreras de coches
Ella iba a los museos, yo veía televisión
Ella hizo lo imposible por cambiarme
y nunca supo cuánto me cambió
pero la amaba, casi tanto como la amo ahora.

Ella era Wall Street, yo era la casa de empeños
Ella era champán francés, yo era cerveza
Ella sabía mucho más que yo
pero había algo que nunca supo
Nunca supo que la amaba porque yo nunca, nunca

se lo confesé

Gordon Jenkins & Frank Sinatra (1981)

viernes, 20 de agosto de 2010

This is all I ask (1980)


Del LP "September of my years" se puede destacar cualquier tema pero "This is all I ask" es uno de los más emotivos. En 1980, desde el Carnegie Hall de New York, Sinatra cantó en mi opinión la mejor versión de este tema a pesar de su avanzada edad. Obsérvese cómo va desgranando tranquilamente la letra sintiéndola y haciéndola sentir a los que la escuchan.

"This is all I ask" (Traducción)

"Mientras me aproximo a la flor de la vida
encuentro que llega su mejor momento
aprendiendo a disfrutar de mi tiempo libre
todos esos simples placeres
que felizmente me concedo

Eso es todo lo que quiero
Esto es todo lo que necesito

Bellas mujeres, caminad un poquito más lentamente cuando vengais a mí
Prolongadas puestas de sol, permaneced un poco más con el solitario mar
Niños (jugando) por todas partes... cuando disparais a los hombres malos, me disparais a mí
Llevadme a esa tierra extraña y encantada
que los hombres mayores raramente comprenden

Arco iris errantes, dejad un poco de color para que lo posea mi corazón
Estrellas del cielo, convertid mis deseos en realidad
antes de que la noche haya volado
y dejad que suene la música mientras siempre haya una canción que cantar
Entonces yo permaneceré más joven que la primavera (el principio)"

lunes, 10 de mayo de 2010

Los mejores LPs de Sinatra: She shot me down (1981)


Estamos en los años ochenta. Frank Sinatra ha decidido que si esos años han de ser sus últimos coletazos deben de ser los últimos coletazos más fuertes que se hayan dado en el mundo de la música. Grabaciones a un ritmo imparable, conciertos, galas de despedida y alguna que otra aparición en el cine con sus amigos del Rat Pack mantienen su vida a un ritmo frenético para un hombre que ya entraba en la recta final de su carrera. Esa última recta la afrontó Frank como no podía ser de otra forma, tan enérgicamente como si volviera a estar en la década de los sesenta. En 1980 Frank publicó su álbum "Trilogy", LP triple y experimental dividido en tres partes llamadas "Pasado", "Presente" y "Futuro". El álbum no tenía desperdicio pero pasó al olvido sin pena ni gloria. Tan sólo un año más tarde Frank Sinatra, sin ánimo para resignarse, publicó el delicioso "She shot me down". Con este LP Frank grababa su última colaboración con Gordon Jenkins, que moriría meses más tarde, y recuperaba el sabor de sus mejores LP's conceptuales melancólicos de la época Capitol Records como "Only the lonely" o "Where are you?". "She shot me down", con arreglos de Don Costa, vuelve a ser un trabajo repleto de canciones de bar que incluía novedades como la dramática y estupenda "A Long night" o clásicos que Frank había olvidado grabar como "Thanks for the memory". Con este LP Frank Sinatra se reconcilió con la crítica y con su público porque extrae lo mejor de su figura de cantante de saloon, la bohemia que empapaba sus grabaciones de "In the wee small hours of the morning" o "One for my baby" en la década de los cincuenta. Además Frank se permitió grabar novedades algo arriesgadas como el tema "She shot me down", que hiciera famoso su hija, y una preciosa canción compuesta por Gordon Jenkins llamada "I loved her" que es una de mis favoritas de todo el disco. "She shot me down" cuenta con nueve canciones pero no es un disco corto porque, al ser canciones melancólicas, casi todas rebasan los tres minutos. Como perfecto colofón de este gran trabajo está el medley "The gal that got away/It never entered my mind" que ya vimos aquí en directo. Hoy escucharemos primero "A long night" y después veremos en directo "Thanks for the memory":
"A long night"


"Thanks for the memory"

martes, 2 de marzo de 2010

You will be my music (1973) LA MÚSICA EMPIEZA DONDE ACABA EL LENGUAJE


Hace "relativamente" poco tiempo (aunque parece mucho) me confesaron una preciosa frase de Ernest Theodor Amadeus Hoffmann: "La música empieza donde acaba el lenguaje". No me negarán que la frase tiene magia, magia... mucha magia. En fin, algo como esta frase es lo que viene a explicar la maravillosa letra de "You will be my music" ("Tú serás mi música"). Tú serás mi música es lo mismo que decir que tú serás mi musa, porque de las musas viene la música (musiké del Griego clásico). "You will be my music" es un tema precioso de Joe Raposo que Frank Sinatra grabó en 1973. Después podemos leer la traducción. La orquestación es de Gordon Jenkins y la fotografía del prncipio no corresponde con la época pero me ha gustado mucho.



"Cuando todas las canciones están desafinadas
y todos los rimas suenan demasiado irreales
Cuando no puedo encontrar las palabras que decirte
o los pensamientos que anhelo confesarte

Cuando escucho a cantantes solitarios
que están tan perdidos como yo
haciendo ruido, no melodía

Entonces tú serás mi música
tú, tú serás mi canción
sí tú, tú serás mi música
No puedo esperar mucho más si estoy equivocado

Nunca encontraré las palabras para contarte
todas las cosas que necesito decir
Y estoy temiendo que así como el tiempo pasa
algún día, muy pronto, tú te marcharás

Y yo estaré perdido, intentando
intentando canciones que nunca canté
porque quererte, quererte lo es todo

Tú serás mi música
Sí, tú serás mi canción
Tú serás mi música
No puedo esperar mucho más si estoy equivocado
No puedo esperar mucho más a mi canción."


Dedicado a la frase: "La música empieza donde acaba el lenguaje"

martes, 12 de enero de 2010

La ciudad solitaria (1957)



Lonely town
"Nueva York, Nueva York...
o un pueblecito de Iowa
La única diferencia es el nombre
Si estás solo
da igual que estés en Main Street que en Broadway
Si estás solo
ambos son lo mismo

Una ciudad es una ciudad solitaria
cuando paseas
y no hay nadie ahí esperándote
entonces es una ciudad solitaria
Vagando de aquí para allá
las multitudes pasan
Un millón de rostros pasan ante tus ojos
todavía es una ciudad solitaria
A menos que haya amor
un amor que brille como la luz del puerto
tu estás perdido en la noche
A menos que haya amor
el mundo es un lugar vacío
y cada ciudad
es una ciudad solitaria."

(Bernstein/Comden/Green)
Grabada por Frank Sinatra el 29 de abril de 1957 para el álbum "Where are you?
Orquesta y arreglo de Gordon Jenkins

No creo que necesite más explicación...

domingo, 8 de noviembre de 2009

September of my years. (Reprise Records. September.1965)


Dedicado a Francisco Machuca.

Hoy comienzo un nuevo apartado en el blog de Sinatra: mi humilde pero concienzudo análisis de los mejores LPs que grabó Frank Sinatra. Para empezar, y por dedicar ésta entrada a un amigo bloggero que comparte la misma pasión por Sinatra, doy comienzo a ésta sección con uno de los mejores trabajos del viejo ojos azules: "September of my years". Éste LP fue grabado en septiembre de 1965 con la orquesta de Gordon Jenkins para el sello discográfico Reprise Records del que era propietario Sinatra. Precisamente Frank Sinatra quiso crear su propio sello discográfico para tener la libertad de grabar lo que quería. Éste LP dedicado por completo al otoño no hubiera sido posible con un sello discográfico ajeno donde Frank tuviera jefes que mandaran por encima de él. En cualquier caso "September of my years", a mi modo de ver, tiene dos antecedentes en los que podemos observar cómo se genera la semilla de toda la música que en él podemos apreciar. Frank Sinatra y Gordon Jenkins ya se pusieron al servicio del otoño para crear, en primer lugar, "Where are you?" (1957) y, como secuela, "No one cares" (1959) ambos grabados para Capitol Records. En "Where are you?" Frank Sinatra se encontró por primera vez en un disco con el arreglista y director Gordon Jenkins. Entre abril y mayo de 1957 grabaron en el estudio un total de doce canciones con las que, quizás sin pretenderlo, dibujaron su primer maravilloso paisaje jazzístico de otoño. Entre ellas figuraban canciones que quedarían para siempre en el recuerdo como "Laura", "Autumn leaves", "Maybe you'll be there", "I think of you" o la misma "Where are you?". Si todo esto no fuera suficientemente significativo, basta señalar que "Where are you?" fue el primer álbum grabado totalmente en stereo por Sinatra, a excepción de la canción "I cover the waterfront" que fue la última en incluirse, lo que clasifica a éste LP como una joya dentro de la discografía de "la voz". Por si no habían tenido suficiente, entre marzo y mayo de 1959 Frank Sinatra y Gordon Jenkins vuelven a colaborar para grabar su segundo LP de baladas...otro cuadro otoñal. El LP "No one cares" incluye "Stormy weather", "Just friends", "Here's that rainy day", "I'll never smile again" o "A cottage for sale". Originalmente se grabaron doce canciones para éste LP pero publicaron once, dejando "The one I love (belongs to somebody else)" como un "out-take". El resultado fue una segunda parte de "Where are you?". Después de éstos dos magníficos álbumes ambientados en otoño la grabación de un tercero para la propia discográfica de Sinatra era, nunca mejor dicho, cosa cantada. Además, para ambientarse si cabe todavía de forma más ideal, Sinatra decidió grabar su tercer disco otoñal en septiembre y se titularía "September of my years". 1965. Frank Sinatra, pletórico en su voz, graba trece canciones dedicadas al desamor y al otoño. Detrás de su impecable e implacable voz, la orquesta de Gordon Jenkins dibuja con su pletórica sección de cuerdas las ondas del viento azotando las hojas muertas mientras una leve y delicada sección de viento mece a éstas hojas camino del olvido. Frank seleccionó algunas canciones que ya había grabado. Es el caso de "September song", grabada en 1962 para su último álbum con Capitol Records "Point of no return" con la orquesta de Axel Stordahl. La diferencia entre una versión y otra no es abismal pero la de 1965 es sustancialmente superior. "Hello, young lovers" de Rodgers y Hammerstein II es un antiguo éxito de Broadway que Frank había interpretado en más de una ocasión para Columbia Records pero ésta es la definitiva versión donde el cantante exprime todo lo que ésta maravillosa melodía le puede ofrecer. El LP "September of my years" destacó por ser la primera vez que Sinatra concedió permiso a la televisión para filmar cómo se desarrollaba la grabación del disco además de autorizar la entrada de un privilegiado número de espectadores. La filmación se encuentra dentro de los archivos "no publicados" de la familia Sinatra. Sólo en un documental producido por la televisión francesa (TV5) pudimos observar un fragmento de la filmación en la que Sinatra interpreta la soberbia "It was a very good year". La selección de trece canciones es inmejorable y presentan al mejor Sinatra cuya espléndida voz se mezcla con el viento otoñal dibujado por la orquesta de Jenkins. Una joya sin precedentes.

Para documentar el post me hubiera gustado conseguir publicar un fragmento del programa de 1965 "A man and his music" (editado en DVD) donde Sinatra realizaba la presentación oficial del LP pero no me fue posible. Como opción segunda he podido rescatar un curioso dúo entre Frank Sinatra y John Denver, muy posterior, cantando "September song". Frank hace magistralmente la segunda voz para que Denver se pueda lucir. No obstante, no dejen de escuchar ésta canción cantada entera por Sinatra y, por extensión, todo el LP "September of my years". Que lo disfruten: