miércoles, 27 de julio de 2016

Sinatra-Jenkins: Los dos hombres más tristes, por J. Antonio González Soriano

Gordon Jenkins y Frank Sinatra durante las sesiones de "Trilogy"(1980)


LOS DOS HOMBRES MÁS TRISTES

Gordon Hill Jenkins nació el 12 de mayo de 1910, en el Estado de Missouri. Era un músico brillante que desarrolló una lenta, pero sólida carrera como arreglista, en los años dorados en los que el jazz y el blues fueron encauzados por músicos de alta escuela en un repertorio brillante y poético, del que se hicieron cargo las orquestas y los solistas más reputados de la música popular norteamericana. En los años cuarenta y primeros cincuenta, Gordon Jenkins dirigía la orquesta y hacía los arreglos para distintos artistas de Decca como Dick Haymes, Ella Fitzgerald , Patty Andrews y Billie Hollyday. Una nómina impresionante, a pesar de que al comienzo de esta etapa tuvo una desavenencia (que duró de por vida) con el “amo” indiscutible de la canción romántica popular: Bing Crosby. No obstante, la colaboración que más profunda huella le dejó en estos años fue la que hizo con el genial Satchmo, -Louis Armstrong-. Al comenzar las sesiones con el músico de New Orleans declaró embargado por la emoción que ese era “el momento más importante de su vida”. No sabía qué otros momentos sublimes le deparaba el porvenir. 
Louis Armstrong y Gordon Jenkins

 En los años cincuenta fichó por Capitol, la compañía más pujante del panorama musical de la época. Allí le aguardaba el hombre que marcaría definitivamente su rumbo profesional y vital: Frank Sinatra. No obstante, el contacto entre los dos aún se demoraría un poco, justo el tiempo que tardó en demostrar los maravillosos recursos musicales que atesoraba arreglando algunos de los mejores discos de Nat Cole, como “Love is the thing”. Este álbum significó también su entrada en el “universo Sinatra”, porque contenía una emocionante versión de “Stardust”, uno de los exitazos clásicos de Frankie en los cuarenta. Con estas credenciales, Frank consideró que Gordy era la persona adecuada para conducir los discos de torch songs (canciones de serena melancolía ante el desamor) que él deseaba hacer para combinarlos con los de chispeante swing. Hasta ese momento (1957) la mágica combinación de obras de un tipo y otro se debía sobre todo al trabajo y la genialidad de Nelson Riddle, el hombre que elevó a Sinatra a la cumbre más alta de la música popular. Pero ahora Frank quería dar una nueva dimensión a sus álbumes blues. Comenzaron con Where are you?, siguieron con A jolly Christmas from Frank Sinatra y, un par de años más tarde, No one cares. Son trabajos llenos de standards. En ellos, la desbordante imaginación de Jenkins creaba universos sonoros de sabor clásico, con predominio de las cuerdas: dulces, armoniosos, delicados, melódicos y profundos. El marc1957o al que la voz de Sinatra (la Voz) se ajustaba perfectamente para desarrollar esa textura de melancolía suave y contenida, plena de matices, de tristeza casi placentera, que hacía que cada tema quedara convertido en una versión definitiva. 
"Where are you", obra maestra y fiel muestra de todo lo que la colaboración Jenkins-Sinatra dió de sí
Sinatra se fue a formar su propia compañía, Reprise, y, por supuesto, no olvidó a Gordy. Hasta seis álbumes concibieron en colaboración, atravesando las décadas. En primer lugar, All alone (1962) y el sin par September of my years (1965), que continuaban la estela de los álbumes conceptuales de Capitol. En 1967, con The world we knew, Sinatra trataba también de dejar su impronta en las listas pop. La respuesta ambigua del público de la época le llevó a emprender un corto retiro, al inicio de los setenta. 


Sinatra-Jenkins época Reprise. Con ellos aparece Stan Cornyn



El soberbio "September of my years"



Cuando decidió volver, llamó de nuevo a Jenkins para que el álbum de regreso contuviera el mejor sonido posible: Old blue eyes is back (1973). Los setenta iban ya dejando paso a los ochenta y, a pesar de que el mundillo musical, en su evolución puramente comercial, había olvidado a Jenkins, Sinatra siguió confiando en él, literalmente hasta el final. Le encomendó la tercera parte de su grandiosa Trilogy (1980) y todavía le volvió a llamar al año siguiente (cuando su querido Gordy ya mostraba los síntomas de laAñadir leyendaAñadir leyenda enfermedad degenerativa que acabó con él), para grabar el estremecedor She shot me down. De todos estos trabajos podéis encontrar fantásticas reseñas en este blog, elaboradosé Antonioas por Marcos. A partir de ese momento la vida de Jenkins entró en su dramática estación final: en ese mismo año, 1981, sufrió un aparatoso accidente de coche del que salió gravemente herido (y que costó la vida a dos personas). No mucho tiempo después, el uno de mayo de 1984, Gordon Jenkins partió para siempre. Su hijo declaró en un escrito biográfico que en cierta ocasión, Sinatra le confesó.: “Tú padre y yo hemos sido los dos hombres más tristes” (“the saddest men”). Al menos fueron dos hombres que relataron de forma extraordinariamente bella la tristeza. Si me preguntáis cuál es mi disco favorito de los que hicieron Sinatra y Jenkins, mi respuesta sería: The Future, la tercera parte de la trilogía que Frank grabó en 1979, y cuyas otras secciones fueron encomendadas a Billy May y Don Costa. Es una asombrosa cantata sinfónica para orquesta, coros y solista, en la que se repasa la trayectoria vital de Frank, y se sueña con la paz mundial y el significado de la música para hacer un mundo más bello… en un futuro inevitablemente incierto. Para mi gusto, la composición es maravillosa: dinámica, compleja, sugerente, lleva de luz y color, con un Frank que parece cantarla en estado de éxtasis. Sin embargo, la crítica fue (y aún lo es hoy) despiadada con esta obra, que trata de diluir las froAñadir leyendaAñadir leyendaAñadir leyendanteras entre la música culta y la música popular. Pese a todo y a todos, Frank mostró todo su cariño a esta obra y a Gordon. Y yo sólo puedo deciros que estoy convencido de que Sinatra era sabio.

(José Antonio González Soriano)



Gordon Jenkins/Frank SInatra 1980

martes, 5 de julio de 2016

Y cuando cae la noche... Vermont

Frank Sinatra y Nelson Riddle. Sesiones de grabación para "Come fly with me"
Si seleccionamos en nuestra mente algunas de las baladas más bellas cantadas por Frank Sinatra sin demasiado esfuerzo aparecerá "Moonlight in Vermont" Tan solo una grabación en estudio, tan solo para el LP "Come fly with me", tan solo un arreglo, el de Billy May en estado de gloria. Tan solo una vez, pero perfecta. Sin embargo, muy pocas veces reparamos en el autor de esta auténtica joya musical, el alaskeño Karl Suessdorf con letra no menos brillante de John Blackburn.  En el apartado del letrista es necesario destacar que, de manera inusual, los versos de la canción no riman entre sí y que Blackburn basó la métrica y el estilo en los haiku japoneses para escribir cada estrofa, sin contar los estribillos.  El tema se estrenó en 1944  por la cantante de country Margaret Whiting y pronto se convirtió en una especia de himno estatal no oficial. Antes que Sinatra la grabaron numerosos artistas entre los que se encontraban Billie Holiday, Bing Crosby, Rosemary Clooney, Nat King Cole, Johnny Smith o Ella Fitzgerald, pero cuando llegó su versión, con el nsuperable arreglo de Billy May, ya no hizo falta escuchar más. De hecho, Sinatra  no volvió a grabar esta canción, ni siquiera para el LP "Moonlight Sinatra" donde venía como anillo al dedo. Seguramente Frank pensaba que  la versión de "Come fly with me" grabada en 1958 era insuperable y así lo fue. Hay una exceción. En 1993 volvio a versionar este tema junto a Linda Ronstadt, pero la base del arreglo musical fue el original de la versión de 1958
Otra fotografía de las sesiones de grabación para "Come fly with me", esta vez junto a Billy May, autor del arreglo para "Moonlight in Vermont"
Sin embargo, Sinatra sí cantó este tema de manera asidua en sus directos. Por supuesto, fue recurrente porque en la canción, el cantnate se mostraba como pez en el agua. "Moonlight in Vermont" vuelve a ser una oportunidad inmejorable para que Sinatra muestre su particular control sobre su respiración, técnica fundamental en su estilo y de hecho, alardea de ello en una determinada frase de la canción, uniendo una estrofa con otra sin respirar y manteniendo la nota varios segundos.  Concretamente aquí "They're so hypnotize by the lvely....evening summer breeze" uniendo las palabras "lovely" y "evening" sin respirar.  Hoy traemos hasta este blog dos versiones muy desconocidas de "Moonlight in Vermont". La primera de ellas data del nueve de diciembre de 1962 y forma parte del show televisivo de Dinah Shore. 

En esta otra actuación, Sinatra interpreta el mismo tema con la orquesta militar U.S. Marine Band en la Casa Blanca. La verdad es que los músicos son brillantes y la versión es increible. Esta "Moonlight in Vermont" está grabada once años más tarde que la anterior pero vemos que pro la voz de Frank no parece pasar el tiempo. Es el 17 de abril de 1973