lunes, 26 de febrero de 2018

Come fly with me, guía de audición y programa

Frank Sinatra en las sesiones de grabación de "Come fly with me", octubre 1957
Hace unas semanas recibí la invitación de Antón Garcia-Fernández para participar en su programa "Discos memorables" y hablar del disco "Come fly with me" en conmemoración de su sexagésimo aniversario. Este era el capítulo número 13 del programa que Antón realiza desde Martin, Tennessee,; una labor admirable y un programa imprescindible para cualquier melómano. "Discos memorables", bien merece un exhaustivo repaso por sus doce capítulos anteriores que pueden encontrar en  su canal Youtube. Especialmente el capítulo 6 del programa fue un repaso al disco Francis Albert Sinatra & Antonio Carlos Jobim junto a Pablo Martínez Diente que pueden escuchar aquí. Qué duda cabe que para mí "Come fly with me" es un disco especial que resume a la perfección la época Capitol ya que aglutina swing y baladas, además de algunos momentos de intenso blues como "Aprin in Paris" u "Autumn in New York" que bien hubieran podido formar parte de discos como "Only the lonely" o "Where are you?".  Por todo ello, ha sido un placer compartir pasión con Antón García-Fernández celebrando además la coincidencia de nuestro año de nacimiento, 1981, sin duda, un buen año para la cosecha de adeptos a Sinatra. Además, compartimos el gusto por el arte y por la literatura y es necesario decir que Antón también es especialista en Bing Crosby, siendo director de la revista de club de fans del cantante. En esta entrada dejo el programa completo (¡casi dos horas de duración!) y previamente un comentario para cada canción de "Come fly with me" por orden de aparición en el disco original. Lo que puede ser tomado como una guía de audición de este "inmenso" LP. Comenzamos:
1.- Come fly with me: Es  la canción que daba título e inauguraba este incomparable álbum de viajes que este mes cumple sesenta años. Una legendaria y genial composición especialmente pensada para Frank Sinatra, para este LP, para su voz, para la clase de swing donde más brillaba; una melodía insuperable de Jimmy Van Heusen con letra de Sammy Cahn. "Come fly with me" en su exótica letra, ya anuncia el viaje que vamos a emprender, nombrando lugares como Perú, Acapulco Bay o Bombay. La canción, literalmente, despega. En el arreglo de Billy May, el viaje en avión está muy presente. Primero, en el crescendo de los violines que imitan el despegue y en el viento haciendo un sonido que emula el de los reactores de un avión. Después, la agradable sensación de flotar en el aire ("once I get you up there..."), a millas de altura, mientras se desliza suavemente la voz incomparable de Sinatra en un swing relajado que nació para ser historia. El interludio musical, después del primer "Let's fly, let's fly away!", es un estallido que saca lo mejor de la orquesta de Billy May y que posteriormente ha sido muchas veces imitado. ¿Y qué decir de ese final? Después de "angels cheer,'cause we're together..." y el chasquido de los dedos de Sinatra, la canción se encamina hacia una conclusión con un Sinatra espectacular hasta ese culminante y sensacional "Pack up, let's fly away!". Toda una invitación irresistible



2.- Around the world: Era imprescindible, para un disco de viajes, incluir una canción que tuviera que ver con dar la vuelta al mundo aunque, como dice la canción, sea buscando un amor. Lo cierto es que "Around the world" se tituló al tema musical principal de la banda sonora procedente de la película "Around the world in 80 days" ("La vuelta al mundo en 80 días"), dirigida en 1956 por Michael Anderson como versión cinematográfica de la conocida novela de Julio Verne. Es complicado encontrar un espectador o un cinéfilo al que no le haya gustado esta película donde David Niven muestra su mejor faceta (aunque la mostró tantas veces...) y además, está acompañado por Shirley MacLaine y Cantinflas. La película nació siendo un éxito a pesar de acarrear con la enorme responsabilidad de llevar al cine una novela como la de Julio Verne. Además, en esta cinta encontramos numerosos cameos protagonizados por caras conocidas de Hollywood y aquí tenemos el primer nexo de unión con Frank Sinatra, pues aparece en el rol de pianista en el local que visitan los viajantes durante su estancia en Estados Unidos. Local, donde también aparecen George Raft y Marlene Dietrich. Volviendo a la música, la banda sonora de la película fue compuesta por Harold Adamson y Victor Young; este último, fallecido en 1956, recibió el Premio póstumo a la Mejor Banda Sonora de aquella edición de los Oscar. De la banda sonora original se eligió el tema principal, se compuso una letra par ella (pues en la película solo había música) y numerosos cantantes el momento la versionaron, como por ejemplo, Nat King Cole, The Chordettes, Sam Cooke, Eddie Fisher, Louis Prima, Harry James, Conne Francis, la orquesta de Mantovani, Brenda Lee o The Shirelles, mereciendo mención especial la grabada por Bing Crosby que fue incluida en la cara B de la versión póstuma que se publicó interpretada por la orquesta de Victor Young, versión musical que alcanzó un gran éxito en 1957. Este mismo año, concretamente el 8 de octubre, Frank Sinatra la registró en los estudios Capitol de Hollywood para su álbum "Come fly with me". Grandilocuente, el arreglo para cuerda de Billy May envuelve a la perfección esta voz del cantante que con firmeza asegura "Around the world I've searched for you, I traveled on when hope was gone to keep a rendezvous". Como en el caso de "It's very nice to go traveing", la voz del cantante/viajante recuerda los lugares donde ha estado: "It might have been n County Down, or in New York, in gay Paris or even London town..." Así que, aunque en el álbum original la canción apareció en segundo lugar, podría ser un buen resumen de este disco de viajes. Cuando llegamos al final de la primera parte de la canción y Sinatra pronuncia una de sus frases mas bellas, "For I have found my world in you", la cuerda ejecuta un crescendo espectacular para inaugurar el intermedio musical. Un intermedio, como hemos dicho, muy grandilocuente, donde la voz cantante es para las cuerdas, soportadas por un acompañamiento de viento que enmarca esa melodía principal. Al llegar al final de este interludio musical, el proceso es el contrario. El volumen disminuye y las cuerdas van decreciendo hasta llegar al susurro y al silencio final donde vuelve surgir la voz de Sinatra, recuperando las dos últimas estrofas que ya había cantado en la primera parte. Por supuesto, mención especial para la voz de Sinatra. Especialmente cuando pronuncia " or even London town" y desde ese punto hasta el final, en el caso de las dos estrofas. Un final magistral, donde va desgranando ese maravilloso último verso hasta terminar en "you" que también deja sostenido por un tiempo prudente. Otra balada inmortal, otro gran trabajo de May para cuerda y otro derroche vocal y respiratorio de Frank. Deliciosa.



3.- Isle of Capri: En pleno mar Tirreno, cerca de Nápoles, se sitúa la exótica isla de Capri, lugar escogido por el músico austriaco Wilhelm Grosz para situar geográficamente su composición de 1934, un tango-foxtrot que contó con el trabajo del letrista Jimmy Kennedy y se tituló "Isle of Capri". Es necesario destacar las primeras versiones que de este tema grabaron, por ejemplo, el trompetista/vocalista Nat Gonella con la banda de Lew Stone o Al Bowlly con la orquesta de Ray Noble, así como la muy primitiva y hoy trasnochada versión de la cantante Gracie Fields. Ya a comienzos de la década de los cincuenta la canción se había afianzado en el repertorio del Great American Songbook y cantantes como Frankie Laine, Bing Crosby (este a dúo con Rosemary Clooney) no tardaron en grabarla. De nuevo una mención especial. Esta vez para la versión de Dean Martin que, como buen italoamericano, la incluyó en su repertorio de canciones con las que añoraba sus orígenes europeos, aunque esta no estuviera compuesta por un italiano sino por un vienés. Hubo que esperar a 1958 y al disco "Come fly with me" para escuchar al italoamericano por excelencia cantar a su tierra. Frank Sinatra grabó "Isle of Capri" el 1 de octubre, primera canción registrada para "Come fly with me" y debut del cantante con la orquesta de Billy May. El resultado fue la versión de "Isle of Capri" que está dotada con el swing más contundente, gracias al arreglo de Billy May. Esta genial versión comienza con una cuerda de saxos precediendo a la voz de Sinatra. En la sección de viento, destaca en esta ocasión el papel fundamental del saxofonista y clarinetista Buddy Collette En la segunda estrofa, el papel de los saxos es interpretado por trompetas con sordina, replicando a la voz del cantante. Tras esta fase, que vuelve terminar con la réplica de los saxos como puente recurrente, llega una tercera estrofa donde, magistralmente, Billy May cambia el ritmo de swing para recuperar el ritmo de tango-foxtrot que Grosz compuso para la versión original, veintitrés años antes. Todo un homenaje y un acierto del arreglista, que marca una pausa y diferencia perfectamente las estrofas de esta manera tan original. En la parte musical, el ingenio de Billy May es sobresaliente para lucimiento personal del baterista Alvin Stoller. En este pasaje de orquesta, de nuevo se recupera el ritmo latino de la versión de 1934 para, después, ejecutar cinco golpes potentes de batería y cambiar radicalmente al swing más fresco del momento. Este efecto se repite en dos ocasiones y es una manera de marcar el paso del tiempo entre la versión de 1934 y la de 1957, establecer la diferencia rítmica y sobretodo, exponer sus dotes como arreglista para batería. El regreso de la voz de Sinatra tras el pasaje musical es precedido por dos golpes de Alvin Stoller. El cantante comienza a cantar "Summer time was nearly over..." y el ritmo que ejecuta aquí la orquesta de Billy May es quizá el swing más moderno y agresivo del disco hasta llegar a una nueva pausa donde todos los instrumentos enmudecen para dejar solo al cantante que pronuncia socarrón la pregunta: "Can you spare a sweet word o'love?". Tras esta pausa, la canción ya evoluciona hacia el final de nuevo con el recurrente papel de los saxos replicando a la voz y llegando al final "'Twas goodbye on the isle of Capri" donde Sinatra, faltando a la costumbre, acaba con una nota grave a la que responde la orquesta con una explosión final verdaderamente brillante. Este final nos cuenta mucho sobre la personalidad de Sinatra. En esta ocasión el cantante, ejecutando una nota grave para explosión final de la orquesta, conscientemente brinda una magnífica ocasión para lucimiento del arreglista y de los músicos. Un rasgo de generosidad tan acertado como poco común. Creo que "Isle of Capri", además de la excelente interpretación de Sinatra, nos deja ese momento único en que los músicos y el arreglista se pueden lucir y pueden brillar al mismo nivel que el vocalista. Excelente trabajo de Billy May.



4.- Moonlight in Vermont: Es una de las baladas más bellas de Frank Sinatra y de la historia musical del siglo XX. El 3 de octubre de 1957, Frank Sinatra grabó en los estudios Capitol "Moonlight in Vermont", canción compuesta en 1944 por John Blackburn (letra) y Karl Suessdorf (música). No creo que estos compositores llegaran a imaginar la creación que, sobre su obra , culminarían Frank Sinatra y Billy May en 1957 pues la primera versión de Margaret Whiting junto a la orquesta de Billy Butterfield dista bastante de esta. Sin embargo, hay que reconocer la belleza innata de la composición musical así como el alarde poético del letrista que compuso para esta melodía unos grupos de haiku. Es digna de tener en cuenta, también, la versión posterior que grabó Ella Fitzgerald. Pero, regresando a 1957, a ese mágico 3 de octubre, me detendré en la versión original de Frank Sinatra para el LP "Come fly with me", con el precioso y preciso arreglo de Billy May. De nuevo, resulta más que notable, la habilidad de May como creador de ambientes para los arreglos de cuerda. La orquestación para "Moonlight in Vermont", precisamente, suena a luz de luna, afelpada, suave y sentimental en un grado admisible, con la inclusión de una flauta travesera que resulta uno de los mayores aciertos.. Frank Sinatra aprovecha especialmente las evoluciones armónicas del arreglo musical y realiza una interpretación sobria, deliberadamente relajada y de una amplitud vocal, sobresaliente. Una vez más, en "Moonlight..." escuchamos el fraseo, las múltiples gradaciones de color y el dominio de la respiración. En este caso, es necesario prestar atención a la transición de la palabra "lovely" con "evening", de nuevo, sin detener ni cortar la melodía, sin respirar. Además, una de las grandes aportaciones de Sinatra a la canción es el cambio de tonalidad de un semitono entre las dos palabras, para inaugurar así de manera remarcada el segundo estribillo. Es un hallazgo improvisado por Sinatra y es otro gran acierto. En definitiva, la grabación de"Moonlight in Vermont" para el LP "Come fly with me" es perfecta. Prueba de ello es que nunca volvió a grabar esta canción hasta la versión junto a Linda Ronstadt para "Duets".



5.- Autumn in New York: Tratamos de imaginar el impacto que la publicación de "Come fly with me" pudo tener en el público norteamericano en pleno enero de 1958. Seguramente hubo quien se aventuró, quizá bajo la nieve y el frío invernal, a imaginar y añorar a otoño, paseando por Central Park. Y seguramente, su banda sonora preferida fue "Autumn in New York", grabada por Sinatra el 3 de octubre de 1957 para este LP. Vernon Duke compuso esta balada otoñal y eterna en 1934 para el musical "Thumbs Up!" estrenado en Broadway, en diciembre del mismo año. Nacida ya como un clásico, "Autumn in New York" fue versionada en innumerables ocasiones. Son destacables las perpetradas por Charlie Parker, Bing Crosby, Billie Holiday, Sarah Vaughan o el maravilloso dueto entre Ella Fitzgerald y Louis Armstrong. Sin embargo, solo una versión alcanzó la lista de los singles más vendidos y esta fue la de Frank Sinatra, pero no la de 1957 sino una anterior que grabó en 1949 para Columbia Records. Es la de 1949 una versión algo más íntima que la posterior y cuenta con arreglo de Axel Stordahl. Desde luego, no es menos buena que la que grabó para "Come fly with me" aunque su sonido parece más antiguo. Pero regresando a 1957, nos encontraremos un arreglo para cuerda verdaderamente mágico donde Billy May recupera, de nuevo, el tono de "Moonlight in Vermont", por cierto, grabada el mismo día. Billy May introduce un esplendido comienzo de violínes, quizá recordando la versión de Stordahl, pero pronto el ambiente de la canción, gracias al suave ritmo de las escobillas y a los vientos, deriva a la nocturnidad. Es especialmente reseñable una maravillosa transición de la cuerda al viento, en la parte central que representa el pasaje musical. En el minuto 2:44 la sección de viento, con fondo de cuerda, realiza un guiño de swing muy relajado para pasar posteriormente, de nuevo, al tono de balada. Es uno de los aportes más interesantes de Billy May a esta canción. Además, la voz de Sinatra en esta versión posterior es más suave, dulce y amplia que en la de 1949 como podemos apreciar en los versos "dreamers with empty hands. They sight for exotic lands" y "lovers that bless the dark on benches in Central Park". Escuchadas las dos versiones (1949 y 1957) yo me quedo con la posterior. El arreglo de Billy May fue recuperado por Sinatra para su concierto Main Event en el Madison Square Garden de Nueva York en 1974 presentándola así: "This is the perfect time of the year and the perfect song".



6.- On the road to Mandalay: Llega el turno de la canción más controvertida del disco que provocó la censura en Gran Bretaña: "On the road to Mandalay", cuya letra está basada en un poema de Rudyard Kipling titulado "Mandalay". La canción está compuesta por Oley Speaks y Frank Sinatra la grabó el 1 de octubre de 1957, en la primera sesión para el nuevo LP que se ponía en marcha en la factoría Capitol. Para comprender la controversia de esta canción basta decir que en Gran Bretaña el LP "Come fly with me" fue publicado sin "On the road to Mandalay", sustituida por una canción anterior, "It happened in Monterey" perteneciente a "Songs for swingin' lovers" que nada tenía que ver con este disco, excepto su aspecto swing. (Más información sobre este asunto aquí). El caso es que "On the road to Mandalay" resulta una de las grabaciones más interesantes y surrealistas de la discografía de Sinatra. No solo por los cambios de ritmo. El aspecto exótico con que BIlly May dotó a la canción con su arreglo nos intenta trasladar al ambiente de la antigua capital de Birmania, Mandalay y para ello utilizó, incluso, instrumentos autóctonos y vientos poco usuales para el repertorio de Sinatra. Además, como recuerda el baterista Frank Flynn, intérprete principal en esta grabación, resulta uno de los mejores ejemplos de esa especial virtud que tenía Billy May para los arreglos orquestales dirigidos a la percusión. El empleo de los platillos, el gong, la potente batería y los cambios de ritmo, unido a una letra jocosa, hacen de este tema uno de los más interesantes de Frank Sinatra. Además, el cantante aportó una contribución clave en la grabación final. Después de ensayar una toma con el arreglo de BIlly May, Sinatra sugirió un cambio que hoy resulta fundamental. Cuando llega el verso "...and the dawn comes up like thunder...", Frank Flynn efectúa un golpe de gong e inmediatamente vuelve la voz de Sinatra con el siguiente verso. Después de ese primer ensayo Frank sugiere que, tras el gong de Flynn, se cortara la canción y quedara colgada en ese punto, continuando una transición de contrabajo hasta unir con el siguiente verso, después. Billy May aceptó la sugerencia de Sinatra. Se grabó una única toma y este fue el gran hallazgo de la canción. En el tramo final, jugando con el oyente, se repite este efecto y se llega al final de manera inesperada y repentina. "On the road to Mandalay" es una canción exótica, rara y festiva donde vemos a un Sinatra insólito que no volverá a repetirse a lo largo de su carrera. En directo el tema ganaba mucho. Frank disfrutaba cantándolo y esto se trasladaba al público. Una de las más interesantes versiones en directo es la que interpretó en 1958 en el Sporting Club de Montecarlo



7.- Let's get away from it all: Matt Dennis y Tom Adair compusieron en 1941 "Let's get away from it all" que Frank Sinatra grabó como vocalista en la orquesta de Tommy Dorsey, haciendo un dúo con la vocalista femenina, Connie Haines y respaldado por los magníficos coros de The Pied Pipers. Ciertamente esta versión grabada el 17 de febrero de 1941 resulta excelente. Contiene toda la magia del sonido de los cuarenta, con un swing clásico de aquella época y la orquesta de Tommy Dorsey a pleno rendimiento. Probablemente, de no haber sido tan genial el arreglo compuesto por Billy May en 1957 para la nueva versión del álbum "Come fly with me", Sinatra no hubiera vuelto a grabar esta canción, pues la de 1941 es difícil de superar. Pero estamos en 1957, es 8 de octubre y Frank Sinatra entra en los estudios Capitol para grabar una nueva versión de "Let's get away from it all", canción que el público norteamericano todavía recordaba en su voz, en la versión grabada 16 años atrás. Billy May apuesta por un arreglo donde destaca la sección rítmica, potenciando una swing relajado pero contundente, en el tempo donde Sinatra más brillaba, ese relaxin' swing de los cincuenta que gracias a músicos como Billy May, sonó tan limpio y suena hoy igual de fresco que en 1958. La canción comienza con la batería marcando ya, desde el principio, el ritmo que seguirá a lo largo de la pieza. Esta está acompañada por una sección de flautas y clarinetes que, en lento descenso van preparando al oyente para el primer crescendo. La voz de Sinatra es acompañada por la sección de metales (trombones) que, de nuevo emulando el motor de un avión que despega, hace despegar también a la canción hasta el primer golpe seco y doble de batería, La sección de saxos y trombones replica constantemente la melodía principal que lleva la voz de Sinatra y esta circunstancia subraya el ritmo del swing, siendo un contrapunto constante. El mejor ejemplo de este "replicar" de los metales a la voz, ocurre en el segundo 39 de canción cuando Sinatra canta por segunda vez el título ("Let's get away from it all") y al momento replican los metales (ta-ba-da-ba-da) en una transición entre estrofas que será utilizada habitualmente por Billy May en sus trabajos con Sinatra. Es solo un detalle pero se trata de una firma de cantero, la marca de la casa que nos deja el arreglista. Como veremos, esta técnica del crescendo, el golpe de batería y la "réplica" de los metales a la voz para hacer la transición entre estrofas, es un patrón que se repite en toda la canción.Uno de los mejores swings que Sinatra grabó en Capitol Records.



8.- April in Paris: (Vernon Duke. 1932 Letra: Yip Harburg) Compuesta para el musical "Walk a little faster", allí fue interpretada por Freddy Martin y al año siguiente, por Henry King quien alcanzó un gran éxito con ella en 1933. Algunas de las versiones más recordadas son la de Louis Armstrong y también la de la orquesta de Count Basie; las de Billie Holiday y Ella Fitzgerald y la versión más libre de Charlie Parker, en 1949. Pero la creación de Billy May para Frank Sinatra en 1957, es otra cosa. Billy May despliega toda su creatividad como arreglista para cuerda y diseña una introducción muy contundente con un in crescendo vibrante interpretado por estos instrumentos. El crescendo culmina con un golpe de plato y los metales, estableciendo un contrapunto paralelo a la espléndida voz de Frank Sinatra que ha acompañado este crescendo con su habitual seguridad. Aquí, Charles L. Granata en "El sonido de Sinatra", subraya el enfrentamiento entre la línea instrumental y vocal, así como el enfrentamiento entre el clímax de la introducción y la relajación del siguiente compás, ayudando a establecer un juego entre vocalista y orquesta que mantiene un alto nivel dramático durante toda la pieza. Cuando escuchamos la canción, esta circunstancia es más que notable. Como notable es el espléndido estado de gracia de este Frank Sinatra de 42 años, su manera de saborear y pronunciar cada sílaba, alargando el final de las vocales y el control de la respiración que, en "April in Paris" es especialmente sobresaliente. Hay que prestar atención a la inflexión que utiliza al pronunciar las palabras finales de cada verso: las dos "face", "heart", "sing", "warm" y "embrace". En esta sección la orquesta de Billy May, la cuerda, imita el fraseo de Sinatra. El resultado es espectacular. Y llegamos al estribillo donde Sinatra realiza un alarde de control respiratorio. Entre el primer y segundo verso, el cantante se detiene en la palabra "trees" y sin respirar, la une al comienzo del siguiente verso, a la palabra "April", sin verse alterado ni afectado en ningún modo el vibrato que mantiene controlado en toda la transición. En el segundo tramo de la canción vuelve a ocurrir lo mismo, en las palabras "Paris", "chesnuts", "tables", "trees" y "reprise" donde Sinatra añade una pequeña inflexión melancólica. Al final, volverá la transición sin respiración, uniendo esta vez las palabras "till" y "April". El trabajo de Billy May en esta composición especialmente creada para la voz y las inflexiones de Sinatra convierten "April in Paris" en una de las baladas del disco. Esta grabación fue efectuada el 3 de octubre de 1957



9.- London by night: Carroll Coates es un compositor británico que en la actualidad vive retirado en San Francisco. En 1996 recibió un homenaje en el "Songfest: A Songwriters Celebration", celebrado en California. Ha sido el responsable de numerosos éxitos grabados por celebridades de la canción como Sarah Vaughan, Dinah Washington, Tony Bennett, Carmen McRae o Bessie Smith y autor de numerosas bandas sonoras entre las que me gustaría referirme a su trabajo para "Sunday in New York" (Peter Tewksbury 1963), cuyo genial tema principal llevó al éxito Bobby Darin. Hablo de este músico por ser el autor de una de las baladas europeas que más apreció Frank Sinatra: "London by night", incluida en el LP "Come fly with me" y grabada el 3 de octubre de 1957, en la misma sesión que "Moonlight in Vermont", "Autumn in New York" y "April in Paris". Nuevo arreglo mágico y nocturno para cuerda el de Billy May. Creo que estamos ante la balada más nocturna y relajada del disco. No solo por los violines que continúan una melodía persistente durante toda la pieza. También la voz aterciopelada de Sinatra dibuja aquí un cuadro de neblinoso paisaje londinense con luna rielando sobre el río, ceniza de cigarrilos a medio consumir, pequeñas plazas, estatuas de ángeles caídos e íntimos rincones de Hyde Park para amantes ocultos. Es una canción escueta, sin fragmento musical, sin pausas. Constante. Como una canción de cuna. El acierto de Billy May es diseñar una cama de violines, violas y arpas para mecer la melodía principal que lleva la voz de Sinatra. Y estos ingredientes componen la maravilla. Frank volvió a grabar "London by night" para el LP "Great songs from Great Britain", cinco años más tarde, con un arreglo diferente de Robert Farnon. Todas las canciones de este LP grabado en Londres, en 1962, contienen un sonido que lo diferencian del resto de grabaciones de Sinatra y crean un paisaje unitario y también nocturno, muy acertado. Pero creo que la versión de 1957 es muy superior.  "Mucha gente dice que prefiere Londres de día pero los amantes aman Londres de noche".



10.- Brazil: Hoy repasamos la exótica "Brazil", uno de los temas que reflejan la multiculturalidad y el exotismo a las que aspiraban el disco "Come fly with me", un disco de viajes alrededor del mundo. Por ello, la elección del tema "Brazil" resulta fundamental. Una década antes de su colaboración con Antonio Carlos Jobim, Frank Sinatra graba "Brazil" el 8 de octubre de 1957 y supone su segunda conexión con la música brasilera después de "The coffee song". En primer lugar, hay que señalar que el título original de este tema es "Aquarela do Brasil" y fue compuesto en 1939 por Ary Barroso, una tormentosa noche de lluvia en la que, a causa del temporal, tuvo que abandonar la casa donde vivía. Barroso explicó esta circunstancia en declaraciones posteriores, diciendo que compuso "Aquarela do Brasil" para que la samba lo mantuviera alejado de las tragedias de la vida. De hecho, el término "aquarela" hace referencia a la lluvia de aquella noche. Esta samba se hizo muy popular desde su la fecha de su composición, 1939 y especialmente, desde su inclusión en la película de Wlat Disney "Adiós amigos" en 1942. La canción pasó a ser todo un himno nacional brasileño, versionada en un sinfín de ocasiones y bajo las visiones más diversas imaginables. Es decir, cuando Billy May escribe el arreglo para esta canción en 1957 y Frank Sinatra la graba, ya es un éxito mundial que todo el mundo sabe tararear, así que es recibida de muy buen grado por los melómanos estadounidenses. Billy May respeta el ritmo de samba original de 1939 y lo fusiona con el mejor swing norteamericano de los años cincuenta. Su orquesta, mezclando el mejor sabor latino con el más puro sonido norteamericano, recuerda a Barroso, a la samba de Brasil pero también al mejor Pérez Prado. El resultado no solo es espectacular, pues se trata de una de las canciones más vertiginosas que grabó Sinatra. Energía, esperanza, una gran dosis de positividad y un desparpajo de Frank Sinatra realmente exultante. Cuando escuchamos esta canción, sale el sol, sin importar si llueve o hace frío.



11.- Blue Hawaii: Aunque todo el mundo recuerda la versión de Elvis Presley y los Jordanairs, lo cierto es que una de las baladas más versionadas de la historia fue compuesta por Leo Robin y Ralph Rainger para la película de 1937 "Waikiki wedding" (Frank Tuttle) donde la cantaba Bing Crosby. Hablamos de "Blue Hawaii". Para esta balada, incluida la original versión de Bing Crosby, es usual que, en sus arreglos musicales, se utilice la Slack key, una guitarra hawaiana de un sonido muy característico que otorgaba un exotismo insólito a las grabaciones. Pero lo que en 1937 era insólito y exótico, en la versión de Elvis ya llega a ser cansino y repetitivo, si además le añadimos el ukelele. Por tanto, agradecemos fervientemente que Billy May no incluyera este instrumento en la versión que Frank Sinatra grabó en 1957. Además, destaca la utilización de la cuerda (violas, violines y chelos) para simular el oleaje del mar, una maravilla que acompaña a la voz de Sinatra en los primeros compases de la canción y que también actúan de cierre. Esta circunstancia, sumada a la trompeta con sordina que surge a lo largo de la estrofa, convierten mítica a la versión de Sinatra. De nuevo.



12.- It's Nice to Go Trav'llin': Y para terminar, regresar a casa. De nuevo Sammy Cahn y Jimmy Van Heusen al servicio del swing y de Sinatra para crear otro memorable tema que parece ya nacer clásico desde su concepción "It's very nice to go travlin'",un divertido repaso alrededor del mundo, por Paris, Londres, Roma para finalizar regresando a Nueva York. La deliciosa composición de Billy May, entre el viento y la cuerda va jugando con golpes de swing sorprendentes y agradables fondos de cuerda que parecen invitar a flotar en el aire, volando a algunos de los lugares propuestos. El segmento musical intermedio es brillante, de nuevo, ejecutando un swing agresivo y encaminando hacia el segmento final de la canción donde Sinatra se muestra más improvisador y desenvuelto. En cuanto al final, una delicia, con ese revelador final "Make a pizza". Definitvamente es un swing para saborear.



Escucharemos ahora el programa número 13 de "Discos memorables" dedicado a "Come fly with me" en su sexagésimo aniversario:

8 comentarios:

  1. Hola Marcos,
    Que gran disco este!
    Aunque algunos temas fueron grabados otra vez por Sinatra, és aqui en este fantàstico disco donde suenan mas frescos y directos.
    Un abrazo Marcos!!

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  2. Efectivamente, Joan. Siempre he sido un defensor de las nuevas versiones que Sinatra grababa en Reprise pero, a pesar de todo ello, nada iguala la frescura de este "Come fly with me", un disco histórico para el jazz y para el swing. Un disco perfecto para condensar la mágica etapa Capitol. Un abrazo y gracias por comentar. Veo que, al fin, has podido.jeje.

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  3. Menuda disección que nos haces, Marcos. ¡Bravo!

    Lo más apetecible es ir inmediatamente al reproductor y escuchar el disco. Eso si que es un disfrute.

    Un abrazo

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    1. 60 años de este gran disco y suena tan fresco como entonces. Gracias Abril!

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  4. Excelente, brillante como siempre, Marcos. Estoy conmovida por tanto amor y devoción a Sinatra.
    Me queda pendiente, por falta de tiempo, la charla entre Antón y Pablo Diente, sobre el álbum de Sinatra y Jobim. En cuanto pueda la escucharé.
    Gracias x tanto!

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    1. Gracias Silvia. Es maravilloso compartir esta devoción con personas como tú y este es un buen foro para seguir comentando. Muchas gracias por tu visita.

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  5. Esto que has compartido con todas nosotras es una auténtica masterclass sobre audición y puesta en valor de un disco que embelesa y está en la base misma de la leyenda de Sinatra. MUCHAS GRACIAS por tu magisterio, Marcos.

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    1. Es un placer escuchar y degustar este LP. Gracias a ti por tu apreciación. Abrazos.

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