sábado, 24 de diciembre de 2016

Breve reflexión navideña con Sinatra

Portada de un disco que reunía los primeros éxitos navideños de Sinatra, de la década de los cuarenta
Puede que el siguiente texto sea demasiado personal pero así es, al fin y al cabo, la manera de sentir y recibir los días que se avecinan, unas fechas que parecen elegidas al azar en el deslavazado y loco ritmo del calendario; para algunos, solo un número, para otros, el solsticio de invierno, la Navidad para aquellos, el final del año para muchos (otro número más) y en mitad de esta manía que el ser humano tiene por clasificar y enumerarlo todo, la vorágine del consumo, cada vez más presente, cada vez más descarnada, en la sinrazón de la globalización.  No es descabellado, entonces, acudir a la experiencia personal, a la interiorización, para explicarse uno mismo estas fechas. A menudo, una meditación que nos transportará a la tradición familiar y casi irremisiblemente, a la infancia. Aparecen, entre nuestros recuerdos, aquellas personas que ya no están con nosotros. Van desfilando ante nuestros ojos algunos sueños rotos de infancia o simplemente, aspectos del mundo que cambian o se esfuman cuando llega la mayoría de edad. Dijo Mel Tormé, "la Navidad es para los niños". Yo añadiría, para todo aquel que aún conserva un rastro de ilusión. No es extraño que muchas personas caigan en la tristeza durante estos días. Tampoco creo que esté fuera de lo normal, la sonrisa sincera y la ilusión de un niño, o de unos padres con ese niño. En cualquier caso y sea cual sea nuestra situación, siempre es conveniente añadir una banda sonora a estos días. A cada año que transcurre compruebo con más certeza que las canciones navideñas más bellas también son las más tristes. No creo necesario recordar el dramático momento de la película "Cita en St. Louise" cuando Judy Garland entra directamente en la Historia de la música interpretando "Have yourself a merry little Christmas" ante una niña llorosa. También la interpretación de "White Christmas" de Bing Crosby en la película homónima, es un canto a la paz en mitad del campo de batalla. Crosby canta para unos soldados que añoran el hogar, en medio de la guerra. La añoranza, sin duda, es el sentimiento más difundido en estas "Christmas songs" más populares que se alejan del sentido religioso de la Navidad para explorar en un drama más  humano que, irónicamente, conduce a la deshumanización.
Bing Crosby y Frank Sinatra en un especial navideño para televisión

Confieso que una de mis canciones favoritas para escuchar estos días es "I'll be home for Christmas" por Sinatra. Resulta paradójica la tristeza con la que el cantante interpreta este tema y choca antagónicamente con la esperanza que derrocha el título: "Estaré en casa por Navidad". ¿Por qué? ¿Es acaso una ilusión ese hogar? ¿Es más un deseo que una realidad? ¿Qué es el hogar? ¿Un lugar?, ¿una persona? Rápidamente se nos revela el sentido esencial de este tema. Canta Sinatra en el último verso: "Estaré en casa está Navidad, aunque sea solo en mis sueños". Es un "Only the lonely" navideño. Canta para aquellos que conocen el hogar pero es inaccesible. Cuántas personas, en la actualidad, carecen de hogar e incluso, terminan su búsqueda de manera trágica. ¿Estas fechas podrían despertar conciencias? Sería esta una buena meditación para pasar estas fechas que, contrariamente a lo que predican, están dedicadas al derroche y desprovistas de solidaridad.

Por supuesto, aunque en menor número, Sinatra también interpretó temas navideños de ambiente festivo como "Jingle bells", "Let it snow!" o "Santa Claus is comin' to town" y estrictamente religiosos, como "Silent night", "Ave Maria" o "Little town of Bethlehem" pero, en todo caso, brilló en los populares como "Whatever happened to Christmas", "Old fashioned Christmas", "The Christmas song", la mencionada "I'll be home for Christmas" o la legendaria "Have yourself a merry little Christmas". Otro ejemplo de canto a la añoranza. Uno de los versos de este clásico de Hugh Martin y Ralph Blane reza, como un deseo irrealizable: "Algún día, pronto, todos volveremos a estar juntos". En un especial televisivo navideño protagonizado por Dean Martin y Frank Sinatra, junto a sus respectivas familias, un 21 de diciembre de 1967, sonó así este tema:




Pasen estos días lo mejor posible

sábado, 17 de diciembre de 2016

Frank Sinatra en archivo Luce

Ava Gardner y Frank Sinatra fotografiados el 22 de mayo de 1953, en Roma
Unas pocas semanas han transcurrido desde que analizábamos en este blog, de manera exhaustiva, el nuevo recopilatorio titulado "World on a string". Nos deteníamos, con deleite, en el magnífico archivo que rescata la grabación sonora de la visita que Frank Sinatra realizó a Italia, en mayo de 1953 y a mitad de un Tour europeo solidario, con el breve recital ofrecido en la radio RAI. DE aquella visita, también hemos conseguido rescatar, tras minucioso rastreo, algunas bonitas fotografías, como la que encabeza esta entrada.
La prensa italiana rodea a la pareja del año
Frank y Ava protagonistas en la portada de la revista "Tempo"
Efectivamente, Ava Gardner no se separó del cantante en la visita a Italia. Las malas lenguas dicen que no se fiaba del atractivo que podía suscitar la mujer italiana, en su marido. Gracias al completo archivo Luce Cinecittà podemos acceder a una breve grabación audiovisual de aquella actuación que Sinatra ofreció para RAI el 20 de mayo de 1953 En ella, vemos algún fragmento de "September song" o la esperada e íntima "Night and day" ("Notte e giorno", presentada así por el locutor italiano) Vemos este documento:




Profundizando en el Archivo Luce podemos comprobar cómo la televisión italiana siempre ha estado atenta a los avatares que sucedían a la familia Sinatra y encontramos, por ejemplo, un completo reportaje sobre el secuestro de Frank Sinatra Jr. en 1963 Como hemos dicho anteriormente, Sinatra recorrió Europa en 1953 Aquel año actuó seis veces en Italia (Roma, Florencia, Florencia, Génova, Turín, Turín), ofreció veintiséis conciertos en Reino Unido (entre junio y agosto de 1953, conciertos que incluyeron visitas a Escocia. Este año 1953 Reino Unido fue el país donde más conciertos ofreció, por encima de Estados Unidos), cuatro conciertos en Suecia (Estocolmo, Gävle, Linköping y Motala), tres en Bélgica (los tres en el Casino Knokke) y un concierto en Copenague (Dinamarca). Sin duda, vertiginosa actividad europea entre mayo y agosto. Rescatamos algunas fotografías más de aquella gira:

Frank Sinatra con el cantante italiano Claudio Villa.
En Estocolmo
En el Casino Knokke de Bélgica
Actuando en Linköping
Frank y Ava de nuevo fotografiados en Roma.

sábado, 26 de noviembre de 2016

domingo, 13 de noviembre de 2016

One for my baby (Sinatra/Barýshnikov) Singing and dance

Sinatra y Baryshnikov, después de One for my baby
Nunca antes One for my baby había sido tan poética, hasta el momento en que encontró a su cantante, hasta el momento en que la interpretó Frank Sinatra. La canción creada por Harold Arlen y Johnny Mercer requería un "saloon singer", alguien que pudiera asumir la piel de un perdedor, alguien que también hubiera probado el sabor del fracaso. Tal y como declara Sinatra, antes de la siguiente actuación: "Yo siempre he sido un saloon singer". Es el 20 de enero de 1981, la Gala inaugural del Presidente de los Estados Unidos: Ronald Reagan. Sinatra prepara algo especial para aquella noche. Nunca "One for my baby" fue tan poética como en aquel momento. En el escenario, el cantante será acompañado por el bailarín letón Mijaíl Barýshnikov que, mientras Sinatra interpreta One for my baby, ejecuta un baile donde escenifica, cada palabra del cantante, cada estrofa, con unos movimientos llenos de blues, jazz, desencanto, abandono. Realmente, el bailarín parece ese perdedor acodado en la barra del bar que, a la hora de cierre, abandona el local, tambaleándose, por el alcohol ingerido y el desamor mal digerido. El momento es sensacional y creo que sobran más palabras. Simplemente, es necesario paladear este video como se prueba el vino añejo. Sinatra, sentado al borde del escenario, apurando un cigarrillo y un vaso de Jack Daniel's, deja el protagonismo a Mijaíl Barýsnikov que embellece, todavía más, el momento en que Sinatra desgrana el clásico por antonomasia. Disfruten:

martes, 8 de noviembre de 2016

New box set World on a string. Análisis

Frank Sinatra experience
Celebramos con entusiasmo y el delirio que merece la aparición del nuevo set "World on a string" que incluye cuatro CDs con conciertos de Frank Sinatra y un DVD con actuaciones inéditas del cantante. En los CDs podremos escuchar los conciertos "Sporting Club, Montecarlo (14 junio 1958)" (con los bonus tracks procedentes de la actuación radiofónica para RAI Radio Club, en Italia (20 mayo 1953), "Sidney Stadium (2 diciembre 1961)", "The Pyramids (Egipto, 27 septiembre 1979)" y "Altos de Chavón/Concert for the Americas (República Dominicana, 20 agosto 1982)". El apasionante material del DVD recoge íntegro el concierto en el Hibya Park de Japón (21 abril 1962), "Sinatra in Israel" (1962), "Frank Sinatra with all God's children (1962, gira solidaria en beneficio a los niños desfavorecidos)" y algunos anuncios televisivos.
Frank Sinatra en el Sporting Club de Montecarlo (14 junio 1958)
FRANK SINATRA en el Sporting Club de MONTECARLO (14 junio 1958)

Tras una introducción/presentación llevada a cabo por el actor y dramaturgo Noël Coward, la banda interpreta, a modo de fanfarria/bienvenida la canción Clarke Street y Frank Sinatra, pletórico (estamos en 1958), aparece en el lujoso escenario del Sporting Club ante las flor y nata de la sociedad monegasca mientras comienzan los famosos primeros acordes de Come fly with me. Llegan los primeros chasquidos en los dedos de Frank que va acometiendo enérgicamente este reciente éxito de su carrera musical. La banda remarca el swing a la perfección mientras vuela la voz de Sinatra, relajada, cuasi gamberra y se aproxima al clímax final, siempre acompañándose con ese genuino chasquido digital que marca perfecto y acompasado el ritmo del swing. Al final, suena más duro que nunca, más enérgico que en el estudio, con la voz rasgada, ese ya mítico "Pack up, let's fly away!". Rápidamente, misteriosos violines dan paso a otro gran éxito de la etapa "Capitol", esta vez, de su primer disco, el enorme "Songs for young lovers". Suena Cole Porter en Montecarlo. Es "I get a kick... out of you", donde Frank ejecuta perfecta la misma introducción que en el LP. Maravilloso compás acentuado por la sección rítmica de la banda (batería y guitarra de jazz). Imagino al público marcando ellos mismos el swing con sus dedos, sus pies...Lo cierto es que, cualquier persona que goce de un mínimo de sensibilidad, notará cómo el cuerpo demanda la urgencia del baile al escuchar esta versión. Sinatra marca, como hacia en directo en aquella época, el estribillo, dejando en suspense las palabras "out...of...you". Otra marca de la casa . El cantante bromea al llegar a la palabra "Spain". "Oh, Spain...", exclama divertido, no recordando únicamente a Ava Gardner. Resulta necesario aclarar aquí que, en aquel año, Sinatra ya había sido declarado "persona non grata" por el General Franco y que tenía prohibido pisar suelo español. Necesario también comentar, que en el patio de butacas y disfrutando el concierto, se encontraban los, por aquel entonces, príncipes de España, Juan Carlos y Sofía. Yo que Juan Carlos, hubiera aprovechado la ocasión para disculparme ante Sinatra y de paso, proponerle un concierto en España, cuando muriera el General. Pero, sigamos con la canción. "I get a kick out of you" resulta uno de los mejores ejemplos que podemos encontrar en aquella época del clásico fraseo, cualidad especial e insólita del cantante. Es muy similar al LP esta versión, incluso en ese final donde se alarga la palabra "you" jugando entre muy distintas tonalidades.
Momentos antes del concierto, Sinatra saluda a las autoridades, donde vemos a la princesa Grace y a Juan Carlos y Sofía, entre otros.

Como no es cuestión de abandonar a Cole Porter, así como así, llega en tercer lugar otro clasicazo, recién grabado: "I've got you under my skin", cantada "con sorna", de manera exultante. Aunque eliminada la sección del solo de trombón, cuenta esta versión con un final memorable y sensiblemente diferente a lo acostumbrado. La cuarta canción de la noche es la primera balada del recital. Maravillosa, legendaria y espléndida, "Where or when" (Rodgers and hart), tan solo con un fondo de piano. Deliciosa. Antes del gran final, acuden las cuerdas a apoyar a ese solitario piano. Decimos gran final y es que Sinatra echa el resto en la última nota, con un crescendo apoteósico. Sigue a esta otra balada/joya: "Moonligh in Vermont". Clásica interpretación de otro de los temas grabados, tan solo, cinco meses atrás, para el álbum "Come fly with me". De nuevo podemos escuchar el ejemplo del control de la respiración durante la balada, otra de las marcas de la casa de Sinatra. Une las palabas "lovely" y "evening" sin pausa. Merece un capítulo aparte el siguiente tema. "On the road to Mandalay" suena aquí con toda su magia y su rabioso swing. Acompaña a la altura el cantante, con entera energía. De nuevo acude su voz más rasgada, sobretodo y especialmente dura, al exclamar "Ahhhh come you back to Mandalay!". Necesario puntualizar, en una canción especialmente complicada, la perfección de la orquesta en la ejecución. Al terminar la canción, un suspicaz Sinatra, recuerda que este tema ha sido censurado en Gran Bretaña, por alterar los versos del poema original de Rudyard Kipling que dio lugar a la canción. Añade además, con esa ironía negra que lo caracterizaba: "si hubiera bebido un poco más, seguro que lo hubiera escrito así".
Otro momento del concierto en Montecarlo. Parece portar en su mano diestra un pañuelo como Pavarotti.
Todo se detiene. Llega la desolada "When your lover has gone". Con el recogimiento y el intimismo de la grabación original, la voz de Sinatra se eleva por encima de los violines cuando asegura que "la vida no puede significar nada" para terminar "cuando tu amor se ha marchado" De nuevo, espléndidos los violines. Estamos en Montecarlo, en Mónaco. Era obligada la interpretación de "April in Paris". Atención a la última palabra "heart" que es alargada por Sinatra mas allá aun que la propia música. Cuando los músicos han terminado de tocar sus instrumentos, el cantante termina la palabra última de este romance hecho canción. Una vez más, pequeños detalles que hacen insólito e irrepetible a Frank Sinatra. Antes de interpretar la siguiente balada, "All the way" el cantante se dirige al público asegurando socarrón que, cuando no está borracho, no habla bien el Francés. Continúa diciendo que, le gustaría poder explicar en Francés lo que significa esta canción que está a punto de interpretar, pero lo hace finalmente en Inglés "en su mal Inglés", comenta. Recuerda que procede la película "The joker is wild". Esta "All the way" es especialmente intima, solo con el acompañamiento de Bill Miller al piano, durante toda la canción. Carraspea Sinatra antes de ejecutar el final que, en esta ocasión, es susurrado, a diferencia de la versión del LP o de otros directos que hemos podido escuchar. Volvemos con otro toque francés y en esta ocasión se trata de un estreno, una canción que hasta entonces no había interpretado en directo y que había grabado en estudio tan solo unos días antes, concretamente, el 26 de mayo. Se trata de la balada francesa "Monique". Nada tiene que envidiar esta versión a la del estudio. "Monique" es poética, dulce y perite a Sinatra jugar con la melodía y exponer su voz, a su versión más lírica. Presenta Sinatra a continuación la embriagadora "Bewitched" recordando "Pal Joey" y bromeando sobre su gran amiga y compañera de reparto (y de otros menesteres) Kim Novak, precisamente la bruja que hechiza en la película "Me enamoré de una bruja".  Pues bien, la voz de Sinatra en esta "Bewitched" hechiza del mismo modo. Es exquisita su interpretación. Volvemos aquí a disfrutar de un prodigioso final, sacando el máximo poder de su voz, en la frase final, con otro registro imposible. Nota alta, de nuevo. Y no abandonamos "Pal Joey" llega la inimitable y esperada "The lady is a tramp". Tremendo swing el de la orquesta aquí como tremendo el fraseo, el tempo contenido de Frank. El acierto de Sinatra en este tema, es la contención. Como en tantas otras canciones. En la parte final de "The lady..." tenemos al mejor Frank de los cincuenta, exultante, pletórico, juguetón con la letra y la entonación. Simplemente genial y muy semejante a la versión de la película. Llega un breve interludio musical con la tonada de "The lady is a tramp" y probablemente llegamos a la mayor explosión de swing de la noche: "You make me feel so young". Escuchar esta canción en directo, durante la década de los cincuenta, es escuchar al más puro Sinatra. En interpretaciones posteriores, la canción mutó, se hizo madura y fue afectada por el fenómeno Basie. Ni mejor ni peor. Solo, diferente.. Pero en esta ocasión, "You make me feel..." está fresca, original, recién salida del horno, con el puro swing que la bendijo para siempre en la grabación del LP "Songs for swingin' lovers". Nuevamente genial, Frank. Es la última canción del concierto. Un broche de oro para un recital memorable que brindará al gran público la posibilidad de acceder al directo del que muchos consideramos, el mejor momento de Frank Sinatra. Esto es puro Capitol. Pero puro Capitol en directo. Nada más que decir. Es suficiente.
Ensayando en el Sporting Club.
FRANK SINATRA en concierto para RAI Radio Club (20 mayo 1953)

Tras la introducción, Frank Sinatra agradece la oportunidad de poder cantar para el país que atesora sus raíces, para Italia. La conversación con el interlocutor y presentador radiofónico del programa es fluida, amigable en todo momento. Como dato curioso, comentar que también intervienen en el micrófono aficionados italianos que se han acercado a ver a Sinatra a los estudios de RAI desde distintos puntos de la geografía italiana. El programa completo está dotado de un cierto aire sentimental, de regreso del hijo pródigo a la "mamma patria", el regreso de Sinatra a sus ancestros, a sus raíces. Ayuda a este ambiente el carácter íntimo de cada interpretación. Y los italianos lo reciben como un hijo pródigo que ha triunfado en l'America. Son agradecidas por el público as intervenciones de Sinatra en idioma italiano.  Comienza el cantante este elegante concierto diciendo "Buona sera, amici italiani. I'm very glad to be with you tonight" Recuerda después que sus padres nacieron en Italia ("mi madre es de Génova y mi padre de Sicilia" -dice-)y rápidamente comienza este recital para la radio que supuso todo un acontecimiento internacional. Recordemos que era el año 1953 y Sinatra no se había prodigado mucho todavía por Europa. Por todo suenan los primeros acordes de la excepcional pero íntima "September song", solo con acompañamiento de piano. Sinatra tiene la oportunidad de susurrar la preciosa letra de esta memorable composición de Maxwell Anderson. Deliciosa. Uno de los momentos más memorables de este nuevo box/set "World on a string" llega con la interpretación de "Laura", canción que no solía cantar en directo pero que adquiere aquí un aire misterioso, oscuro, con el que no cuenta en la grabación de estudio para el LP "Where are you?" pero que, desde luego, plasma a la perfección el ambiente recreado por Otto Preminger en la película homónima que atesora la genial banda sonora de David Raskin. A continuación somos testigos de un momento muy curioso pues el presentador del programa de radio italiano, presenta al reputado cantante Domenico Modugno que interpreta para Sinatra la canción de cuna "Ninna Nanna". Tras la canción de Modugno, Sinatra agradece al cantante polignaneso su participación en el programa radiofónico y pasa a cerrar su actuación con otra íntima y alternativa versión del cásico de Porter "Night and day". Otra más y ya tenemos unas cuántas versiones del cantante sobre este estándar. Todavía no sabes con cual quedarnos. Así termina el programa radiofónico italiano. Toda una curiosidad para los Sinatrólogos.
Frank Sinatra, 1953
FRANK SINATRA at SIDNEY STADIUM (2 diciembre 1961)

Frank Sinatra, a su llegada a Sidney.
Al contrario que en 1959, Frank Sinatra visita Australia en 1961 para cantar con toda la orquesta y el concierto, íntegramente, es filmado. Sin embargo, en esta recopilación solo se rescata el audio. Es un concierto muy extenso, donde la mayoría de canciones están dotadas el rabioso swing que Sinatra impuso en su primera época con Reprise. Comienza este alarde de swing con la siempre fresca "I've got the world on a string". "Life's a ring-a-ding thing, as long as I hold the swing" canta, bromeando, en la segunda estrofa de la canción, precediendo a un final muy semejante al grabado en estudio, pletórico de nuevo. Damos paso así a una genial "I concentrate on you", con un ritmo frenético de la orquesta, una ejecución perfecta. En más de una ocasión hemos disfrutado aquí de esta verisón en video.   Sigue el swing y lo hace con "Night and day",filmación que también hemos recordado con frecuencia en este blog, por el alarde vocal de Sinatra. Es una de las mejores versiones swing del clásico de Porter con un final portentoso, alargando hasta la saciedad la palabra "day". Continúa el repertorio Sinatra con una sublime "Moonlight in Vermont" sensiblemente diferente a versiones anteriores. Aquí, cobra protagonismo el acompañamiento principal de una guitarra de jazz y la sección de viento como contrapunto, en el fondo, dramatizando y alargando sus notas.  
Un instante del concierto en el Sidney Stadium
Ahora Sinatra interpreta "In the still of the night". Es una versión esta cuyo video hemos publicado recientemente en este blog. Es un momento recordado porque Sinatra obliga a la orquesta a comenzar desde el principio la canción ya que, a su criterio, no ejecutan el ritmo deseado. Rescatada también en este CD la anécdota. Por lo demás, tenemos al Sinatra más pletórico de su carrera. Es 1961 y la voz ha alcanzado su cénit. El legendario swing de este concierto se completa con la jovial "I'll be seeing you" y enérgicamente, la potente "Day in-day out". En mitad de tanto swing, el cantante decide establecer un poquito de calma en su repertorio y suena, con castañuelas y  aires españoles, "The moon was yellow". Un breve interludio de balada pues, tras ella, Frank ataca otro top del swing: "You're nobody till somebody loves you". Un monólogo de cinco minutos y medio da paso a la segunda parte del show que se inaugura con "Come fly with me", en una versión más juguetona que la anterior de Montecarlo, con un final sorprendente y genial. "Let's go to Paris!" exclama después Frank y efectivamente, comienza la balada "April in Paris". Continúa el cantante con  una versión alternativa de "A foggy day (in London town)" con un arreglo nuevo, obra de Johnny Mandel, que no llegó a registrar en estudio y que resulta estupendo. De nuevo Sintra invita a viajar al público australiano. Y de paso, presenta su próxima novedad discográfica: "I remember Tommy". "Pertenece al catálogo de Reprise, mi nueva discográfica,que cuenta con este nombre tan polémico" -anuncia orgulloso y socarrón-. Canta "Without a song", que imitando a la orquesta finaliza con un espectacular "Pow!, Pow!" y después, "Imagination".
Frank en Sidney (1961)
Para presentar la balada "The second time around" Frank bromea sobre Bing Crosby, porque la canción procede de una película protagonizada por el crooner norteamericano de orígenes irlandeses: "High time". Sinatra, con un sonrisa irónica en el rostro y de pie ante el micrófono dice: "¿Qué será de Bingo? Dicen que está muy ocupado ahora...pero no sé en que" aludiendo a la falta de éxito del crooner en aquel momento. Puede que Sinatra todavía guardara rencor a Crosby por el asunto Kennedy. En cualquier caso, los dos cantantes se reconciliaron muy pronto. Continúa el repertorio Sinatra con la espléndida "Young at heart", con una certera interpretación que pareciera grabada en estudio, si no fuera por las risas del público y las continuas bromas del cantante. La recta final del concierto está compuesta por grandes estándares que comienzan con la versión acortada de "Witchcraft", de nuevo terminando con "...you dirty old witch", y continuando con la tierna balada "Embraceable you", más dulce, íntima y romántica que nunca en esta versión que pasea, suave, sobre una cama de delicados violines. Sinatra susurrando, de nuevo, crea un paisaje embriagador con su voz, con acertadas variaciones, en las notas y en la letra, sobre la original. Para quitarse el sombrero. Continúa el divertido swing "The one I love (belongs to somebody else)" que proporciona un también divertido Sinatra, al que escuchamos acompañar a la orquesta, durante la parte musical. Esta versión es incluso mejor que el conocido directo de Las Vegas de época similar. El concierto sigue con la canción procedente de la banda sonora de "Pal Joey", "My funny Valentine", que es recibida con un desgarrador grito femenino desde el público y la consiguiente broma de Frank. Versión, de nuevo, esmerada y con ese toque de suavidad que ya hemos escuchado en "Embraceable you", por ejemplo. Gran papel el del saxo alto, en sus intervenciones de fondo. Sonido y ejecución orquestal muy semejante al registrado en los estudios Capitol. Soberbia versión. Sorprende, poco antes de la conclusión, la elección de "My blue heaven" , en una interpretación dotada ya con el arreglo que Nelson Riddle escribió para su inclusión en el LP "Sinatra's swingin' session". Al fin llega, por primera vez en los que llevamos de recopilatorio, el momento "saloon songs". Sinatra canta e interioriza "Angel eyes" solo acompañado por el sempiterno piano de Bill Miller. Hay variaciones en algunas notas, haciéndolas graves, para mantener el tono intimista de las baladas en todo este concierto de Sidney que, aquí, alcanza su momento más culminante. Como no podía ser de otra manera, continúa "One for my baby" que, en su presentación, Sinatra la equipara a la anterior. Versión contenida de la clásica "song for losers" por excelencia. De nuevo, solo acompañado por el pianista. El broche final de este concierto en el Sidney Stadium es "The lady is a tramp" y el cantante la presenta diciendo: "Es una gran canción, nena. ¡Todo el mundo al bar!" Versión esta con especial protagonismo del piano y orquesta que aplica un crescendo, contenida al comienzo y explosiva al final. Sinatra también explota el final con energía, fraseo y swing, desde unas notas más graves que lo acostumbrado pero igualmente efectivas en la última frase. La sorpresa está cuando, en mitad de la ovación de cierre, Sinatra vuelve a retomar el final de la canción y esta vez sí la acaba arriba y potente. Nuevamente genial y un final digno del legendario concierto que fue este ofrecido en Sidney y que podría resumirse en dos palabras: "puro swing"


 SINATRA Live at THE PYRAMIDS (Egipto 27 septiembre 1979)
Dos instantáneas del concierto de 1979

Tras una presentación donde la primera dama egipcia  Mrs. Sadat (esposa del Presidente Anwar el-Sadat) habla de la paz en el planeta, la solidaridad (que es el fin que mueve este concierto) y la preocupación por los niños más desfavorecidos en el mundo, agradece su participación y da paso a Frank Sinatra que canta junto a las pirámides egipcias, lo que dota a este concierto de un aire legendario, casi místico y único. También fue filmado y ha sido reproducido en este blog en varias ocasiones. Incluso, el DVD pirata que recorre el mundo, incluye entrevistas a Sinatra, anteriores al concierto donde expresa su fascinación por el escenario, por el paisaje en el que va a cantar y por ls obras de arte arquitectónicas que rodearán su voz. Apoteósico comienzo de este concierto con la explosión swing de "The song is you", versión calcada a la del estudio, grabada para el álbum "Trilogy". La segunda canción del concierto es una "Where or when" que recuerda intensamente a la que años después grabaría para Duets. Es sensiblemente distinta a la que cantaba en la década de los sesenta por continuar un crescendo pausado desde el comienzo hasta la explosión final, aunque sí conserva intacta la influencia Basie. Emergen entre las pirámides los primeros acordes del arreglo que Billy Byers escribió para la versión de "The lady is a tramp" inaugurada en el legendario concierto del Main event, cinco años antes. Es palpable la diversión de Sinatra mientras inventa o cambia la letra de esta canción a medida que la va cantando. Había dado comienzo el concierto con un swing imparable y es hora ya de disfrutar de una pausa. Por ello, Sinatra interpreta la siempre delicada "Someone to watch over me" sobre una tímida pero constante cama de violines. Llama la atención de esta versión las notas graves escogidas y acentuadas por el cantante. El recital tiene su continuación en otra canción escogida del repertorio de "Trilogy": "Something", de George Harrison. Similar a la versión de estudio con el arreglo que escribió para ella Nelson Riddle (mucho más adecuado que el anterior de Lennie Hayton) incluso incluye Sinatra el chasquido de sus dedos, en cada pausa estrófica, como hiciera también en el estudio.
Sinatra durante el concierto de Egipto
"My kind of town" sonará ahora con todo su swing original. Pletórico Sinatra, al entonar con seguridad este himno para Chicago y dotarlo de un final explosivo que posteriormente incorporará en Duets II su hijo, Frank Sinatra Jr. Hasta ahora, la mejor canción del recital egipcio. Continúa con "All the way". El único acompañamiento del piano en esta versión acortada hace de nuevo brillar la voz de Sinatra, potente y autoritaria. Otro momento legendario en la noche de las Pirámides. Continúa la sección íntima de la noche y Frank interpreta ahora "Bewitched". Es en estos clásicos íntimos y relajados donde más brilla el cantante que en este concierto ya contaba con 64 años. "I've got you under my skin", tan exultante como en Main event, propone un regreso al swing. "Under my skin, under my skin, under my skin..." canta Frank antes del pasaje musical donde somos testigos de un comedido pero espléndido solo de trombón. Regresa la voz para rematar esta versión atómica del clásico de Porter. Agradecemos ahora la inclusión en el concierto del medley con aire de saloon song "The gal that got away/It never entered my mind". Muy buena interpretación equiparable a la grabada en el Carnegie hall, un año después. Después de un monólogo, comienza la segunda parte del concierto con la espléndida "Try a Little tenderness" que Sinatra canta solo con el acompañamiento del guitarrista Al Viola. En esta versión el cantante incorpora la intro clásica que no estaba, sin embargo, en la versión de estudio para el álbum "Nice'n'easy". Antes de comenzar dedica la canción a la primera dama Mrs. Sadat, con el permiso -dice- de su esposo, el presidente egipcio. Pero termina la frase dedicando también el tema a su esposa Barbara, "ya que no quiera problemas familiares" y finalmente, a todas las mujeres presentes en el concierto. Este "Try a Little tenderness" resulta memorable por su ambiente íntimo y también por el acompañamiento de Viola. Sorprendentemente suave comienza a continuación el consabido "Strangers in the night" en una versión insólita a ritmo de bossa nova y que cuenta con un acompañamiento de piano único de esta versión. Aunque más corta, preferible esta a todas las que registró en directo, en mi opinión, a lo largo de su carrera. Al menos, diferente. Y esto ya merece un reconocimiento para una canción que era demandada por el público en cada concierto. Tras el encanto de "Strangers..." regresan los instrumentos de viento para inaugurar "Street of dreams", que suena espléndida, como ya lo hacía en Las Vegas en la década de los sesenta, aunque aquí el cantante elige la nota grave para terminar y no la nota más alta. Continúa con "April in Paris" y llega el momentazo de la noche con "Theme from New York, New York". Versión brillante ya que Sinatra acababa de grabar el tema en estudio. Un final de canción espléndido, muy similar al del álbum aunque con algunas pequeñas variaciones. El broche del concierto de las Pirámides es, como era de esperar, "My way". En definitiva, este concierto de Egipto resulta muy interesante por el repertorio, la cercanía de la grabación de "Trilogy" que empapa todo el recital y porque vemos a Sinatra luchar con una voz dubitativa que a sus 64 años, ya le traicionaba alguna vez pero que, para la inmensa mayoría del público, resulta imperceptible.

FRANK SINATRA: Concert for the AMERCIAS (ALTOS DE CHAVÓN 20 agosto 1982)

Al ser este el concierto mas conocido por estar anteriormente ya disponible en formato DVD diremos simplemente que se trata del registro audio del sensacional concierto que Frank Sinatra ofreció en República Dominicana en el año 1982, en el Anfiteatro de Altos de Chavón. Noche inolvidable que en su audio podemos destacar como momentos sublimes, la bossa nova "Corcovado/Quiet nights of quiet stars" o la intimísima "Send in the clowns", dos canciones donde es notable la participación a la guitarra del virtuoso Tony Mottola. Momentos destacables son la asombrosa versión de "I won't dance" (parece que no ha pasado el tiempo desde la década de los sesenta), el swing de "All or nothing at all" o la brillante "Come rain or come shine". Aunque este concierto es posterior al ofrecido en Egipto, su voz está mucho más segura y de esta manera, Sinatra vuelve a sus registros más altos. Un concierto legendario pero que, como ya hemos dicho, ya conocíamos en DVD.

Frank Sinatra en República Dominicana (1982)

Antes del concierto en el Sporting Club de Montecarlo, Sinatra comparte unas copas con la princesa Grace y Peter Lawford.

Para terminar este análisis del nuevo recopilatorio "World on a string" destacamos, sin duda, el concierto de Montecarlo, la intervención en la RAI Radio Club y el extenso concierto en el Sidney Stadium, como lo más atractivo de este lote, en su apartado de audio. El DVD deparará muchas sorpresas para los aficionados de Sinatra y recoge algunas actuaciones imprescindibles. Además, podremos admirar completo el mítico concierto en el Hybia Park de Japón, del año 1962. De este magnífico DVD vamos a rescatar ahora uno de los videos inéditos con el que daremos por finalizada esta extensa entrada, deseando que haya sido de utilidad para Sinatrólogos y Sinatrsitas de todo el mundo así como para todo melómano que esté dispuesto a adquirir esta joya titulada "World on a string". Veremos una versión inédita hasta ahora de "The lady is a tramp" y "At long last love" procedente del mismo concierto:

martes, 1 de noviembre de 2016

"Sinatra, la voz del siglo", en el Espacio METAmorfosis

"Broadway Street", de Juan Luis Borra. Nueva obra de la exposición

Pintura, fotografía, arte digital, ilustración, poesía. Todo ello configura la exposición itinerante “Sinatra, la voz del siglo” continuadora en 2016 de aquella que el año pasado se titulaba “Centenario de Frank Sinatra (1915-2015)” y que estuvo presente en Jaca, Hecho, Zaragoza, Canfranc, Sant Carles de la Ràpita, Barcelona, Éibar, Santoña y Madrid. Muestra organizada por el Ateneo Jaqués que, durante el presente año, ha pasado el verano en Villanúa y ahora se prepara para desembarcar en el Espacio METAmorfosis de Zaragoza (C/ don Juan de Aragón, 18) El acto de inauguración, mañana miércoles 2 de noviembre a las 20 horas, consistirá en una breve charla sobre la vida y la obra de Frank Sinatra y un recital de poesía dedicado al cantante y actor italoamericano, con la participación de varios autores. A lo largo del mes de noviembre se irán organizando algunas actividades más alrededor de esta exposición que, en el espacio META, estrena la nueva obra de Juan Luis Borra que encabeza esta entrada y que se titula “Broadway Street”. En esta obra, vemos una calle de Broadway y si con detenimiento nos situamos ante el lienzo, observaremos que en una marquesina se anuncia un concierto de Frank Sinatra, en neones azules como las pupilas del cantante y con el sugerente título “Come fly away”. ¡Let’s fly, let’s fly away, entonces! Y no nos perdamos esta nueva ocasión de ver “la voz” entre lienzos.

sábado, 8 de octubre de 2016

Come fly with me (Inédito de 1973)

Sinatra en 1973
El 18 de noviembre de 1973 Sinatra regresaba a un escenario que conocía perfectamente: los especiales televisivos. Fue en la NBC dode se emitiría el espectáculo "Ol' blue eyes is back", sucesor del LP homónimo publicado tan solo un mes antes. El programa, patrocinado por Magnavox (de hecho, también se conoce como "Magnavox presents Frank Sinatra") fue escrito por Fred Ebb, dirigido por Marty Pasetta y se considera precedente de "The Main event", el legendario concierto ofrecido en el Madison Square Garden de Nueva York, al año siguiente. Este concierto es en realidad la primera aparición pública de Sinatra tras su retirada de 1971, aunque en abril de ese mismo año, había actuado en un concierto privado, en la Casa Blanca. De este concierto ya hemos visto varios videos en este blog.

Frank Sinatra saliendo al escenario para el especial televisivo "Ol' blue eyes is back" de 1973
El artista invitado para el especial televisivo "Ol' blue eyes is back" fue Gene Kelly, con quien Sinatra compartió un divertido dueto que concluyó con un genial Nice'n'easy, (Sinatra canta relajado y sentado en una silla mientras Kelly baila los fragmentos musicales) un rencuentro esperado que, en realidad, estuvo a punto de no producirse jamás. Sinatra deseaba que el invitado especial en aquel programa televisivo fuera el comediante Redd Foxx. y no Gene Kelly, que era la preferencia del productor Fred Ebb. Al parecer, el cantante creía que Kelly no accedería a aparecer en el especial. Las dudas de Sinatra desaparecieron cuando Gene Kelly se presentó ante sus ojos, el primer día de ensayo.
Gene Kelly y Frank Sinatra en su rencuentro
Gene y Frank durante los ensayos
Han sido numerosas las ocasiones que hemos publicado en este blog fragmentos de este especial televisivo de 1973 y también de este particular rencuentro entre Kelly y Sinatra. Pero si hoy acudimos de nuevo a este concierto es para destacar un hecho insólito. Y es que el "Ol' blue eyes is back" que hasta ahora habíamos visto, no era, ni mucho menos, el concierto completo. Es ahora cuando se publican versiones inéditas de algunos temas que, si bien Sinatra interpretó aquel día, no fueron editadas posteriormente en los videos y DVDs que se han comercializado de aquel concierto. Buena prueba de ello es este genuino "Come fly with me" nunca antes visto. Como curiosidad de esta versión inédita, en la última estrofa de la canción, Sinatra cambia el clásico "honeymoon" por una "luna soleada". Lo vemos:


Otro de los videos inéditos de este concierto que circulan por la red es el de la canción "Noah" que podemos encontrar pinchando este enlace

sábado, 24 de septiembre de 2016

Welcome autumn: The man in the looking glass

Sinatra: The man in the looking glass
Para todo los adictos a la voz de Frank Sinatra, la llegada del otoño significa "September of my years" (Reprise. 1965) y más concretamente "It was a very good year", magnífica oda musical al paso de la vida, al transcurrir de los años y a su ineludible huella en el rostro y en el alma, los surcos en la certeza, al cabo, de estar consciente y consecuentemente vivo. Si alguien supo exprimir la vida y ganarse unos buenos surcos, fue Sinatra. También remite otoño a otros trabajos legendarios de fuerte tormenta ventosa y caer de hojas, como "Where are you?", "Only the lonely", de manera más íntima "In the wee small hours" o ya, más cercano al frío del invierno, "Point of no return". Cúspide o consecuencia de todos aquellos álbumes pretéritos fue, sin duda, "September of my years". Con ello, no deseo anular, de ninguna manera, trabajos posteriores igualmente septembrinos y alevosamente otoñales como es el caso, por ejemplo, del crepuscular y brillante "She shot me down" (1981) donde curiosamente y no por accidente, también Gordon Jenkins es el encargado de los arreglos orquestales como en 1965 Intuición clara de que el bueno de Gordy (como llamaba Frank a Jenkins) fue el que mejor dibujó el paisaje musical para la otoñal propuesta de Sinatra.
Momento de recogimiento, cigarrillo y camerino, antes del show
Pero hoy no nos ocuparemos de "It was a very good year" por hacer una excepción y faltar a la tradición. "The man in the looking glass" es otra canción incluida en "September of my years", compuesta por el músico nacido en Iowa, Bart Howard, también padre del clásico "Fly me to the moon", entre otras. Es "The man in the looking glass" una canción introspectiva y quizá por esta razón, poco conocida e inadvertida en el conjunto total de este gran álbum que consiguió el premio Grammy del año. Por ello, creo que es interesante su recuperación. Tenemos una aparentemente sencilla canción que, tras una jazzística introducción ("He visto ese rostro antes, ese rostro que veo en el espejo/Conozco ese rostro, he visto ese rostro ante mí/Conocí a ese chico torpe cuando todavía no sabía hacerse el nudo de su corbata/Estaba justo ahí mismo y tenía pelo en abundancia"), comienza con un ritmo de balada al uso, con la voz autoritaria de Sinatra impuesta sobre una suave cama de violines. Pronto nos sorprende este tema con una inesperada derivación hacia el vals que, afortunadamente para el resto de la canción, se queda en eso, un mero guiño. Hay una pausa, después, un alto en el camino, marcado por el ascenso repentino y potente de la cuerda de violines. Esta segunda sección comienza con un suave solo de violín (de nuevo, la familia Slatkin, imponiendo ese toque "europeo") y la voz de Sinatra desgranando "that melody d'amour". Acaba así la canción, acertadamente pausada. Por supuesto, si fuera otro cantante el que interpreta "The man in the looking glass" no hablaríamos de excepción alguna. Pero tratándose de Sinatra, el asunto adquiere una meditación más grave y se eleva a categoría de obra de arte musical. Tenemos de nuevo al gran e irrepetible Sinatra de 1965. Relajado, sobrado, sin aparente esfuerzo en su canto, bordando cada palabra, acertando siempre en el ritmo, en su legendario fraseo, un segundo antes que la respiración propuesta por la orquesta de Jenkins. Y la letra de esta canción, representa un aliciente para este fraseo. Escuchar al cantante interpretar palabras como "sacroiliac", la cervantesca "middle-age Lothario with a twinkle in his eye", "young Romeo" o la citada "melody d'amour" sin duda, ofrece un punto positivo que engrandece este tema tan íntimo y personal.

Veremos a continuación la letra de la canción "The man in the looking glass" traducida:

"He visto ese rostro antes, ese rostro que veo en el espejo.
Conozco ese rostro, he visto ese rostro ante mí.
Conocí a ese chico torpe cuando todavía no sabía anudar su corbata.
Estaba justo ahí mismo y tenía pelo en abundancia.

El hombre del espejo, ¿quién puede ser?
El hombre del espejo, ¿acaso puede ser yo mismo?
¿Dónde está nuestro joven Romeo, el chaval que solía suspirar?
¿Quién fue aquel adolescente Lotario con el brillo en sus ojos?
Parece mucho más juicioso ahora, quizá menos solitario; pero, entonces,
¿puede estar fingiendo de nuevo?
Hombre en el espejo, sonriendo irónicamente ¿Cómo estás hoy de tus achaques?

¿Dónde queda tu primer idilio, aquella tragedia de amor?
Aquel amor verdadero que consideraste tu final definitivo
Hombre del espejo, no tienes arrepentimientos.
El hombre que es juicioso nunca olvida
que la vida merece la pena si, de vez en cuándo,
puede mirarse en el espejo
y sonreír".

Es conveniente no olvidar la lista de títulos otoñales que podemos encontrar en la discografía de Sinatra. Aquí están algunos:

"September of my years"
"Where are you?"
"Only the lonely"
"Point of no return"
"In the wee small hours"
"Close to you"
"All alone"
"She shot me down"
"Ol' blue eyes is back"
"Watertown"
Y más levemente pero con su carácter otoñal:
"Moonlight Sinatra"
"Sleep warm"
"Great songs from Great Britain"
"Nice and easy"
"Sinatra-Jobim"

WELCOME AUTUMN!!!






miércoles, 27 de julio de 2016

Sinatra-Jenkins: Los dos hombres más tristes, por J. Antonio González Soriano

Gordon Jenkins y Frank Sinatra durante las sesiones de "Trilogy"(1980)


LOS DOS HOMBRES MÁS TRISTES

Gordon Hill Jenkins nació el 12 de mayo de 1910, en el Estado de Missouri. Era un músico brillante que desarrolló una lenta, pero sólida carrera como arreglista, en los años dorados en los que el jazz y el blues fueron encauzados por músicos de alta escuela en un repertorio brillante y poético, del que se hicieron cargo las orquestas y los solistas más reputados de la música popular norteamericana. En los años cuarenta y primeros cincuenta, Gordon Jenkins dirigía la orquesta y hacía los arreglos para distintos artistas de Decca como Dick Haymes, Ella Fitzgerald , Patty Andrews y Billie Hollyday. Una nómina impresionante, a pesar de que al comienzo de esta etapa tuvo una desavenencia (que duró de por vida) con el “amo” indiscutible de la canción romántica popular: Bing Crosby. No obstante, la colaboración que más profunda huella le dejó en estos años fue la que hizo con el genial Satchmo, -Louis Armstrong-. Al comenzar las sesiones con el músico de New Orleans declaró embargado por la emoción que ese era “el momento más importante de su vida”. No sabía qué otros momentos sublimes le deparaba el porvenir. 
Louis Armstrong y Gordon Jenkins

 En los años cincuenta fichó por Capitol, la compañía más pujante del panorama musical de la época. Allí le aguardaba el hombre que marcaría definitivamente su rumbo profesional y vital: Frank Sinatra. No obstante, el contacto entre los dos aún se demoraría un poco, justo el tiempo que tardó en demostrar los maravillosos recursos musicales que atesoraba arreglando algunos de los mejores discos de Nat Cole, como “Love is the thing”. Este álbum significó también su entrada en el “universo Sinatra”, porque contenía una emocionante versión de “Stardust”, uno de los exitazos clásicos de Frankie en los cuarenta. Con estas credenciales, Frank consideró que Gordy era la persona adecuada para conducir los discos de torch songs (canciones de serena melancolía ante el desamor) que él deseaba hacer para combinarlos con los de chispeante swing. Hasta ese momento (1957) la mágica combinación de obras de un tipo y otro se debía sobre todo al trabajo y la genialidad de Nelson Riddle, el hombre que elevó a Sinatra a la cumbre más alta de la música popular. Pero ahora Frank quería dar una nueva dimensión a sus álbumes blues. Comenzaron con Where are you?, siguieron con A jolly Christmas from Frank Sinatra y, un par de años más tarde, No one cares. Son trabajos llenos de standards. En ellos, la desbordante imaginación de Jenkins creaba universos sonoros de sabor clásico, con predominio de las cuerdas: dulces, armoniosos, delicados, melódicos y profundos. El marc1957o al que la voz de Sinatra (la Voz) se ajustaba perfectamente para desarrollar esa textura de melancolía suave y contenida, plena de matices, de tristeza casi placentera, que hacía que cada tema quedara convertido en una versión definitiva. 
"Where are you", obra maestra y fiel muestra de todo lo que la colaboración Jenkins-Sinatra dió de sí
Sinatra se fue a formar su propia compañía, Reprise, y, por supuesto, no olvidó a Gordy. Hasta seis álbumes concibieron en colaboración, atravesando las décadas. En primer lugar, All alone (1962) y el sin par September of my years (1965), que continuaban la estela de los álbumes conceptuales de Capitol. En 1967, con The world we knew, Sinatra trataba también de dejar su impronta en las listas pop. La respuesta ambigua del público de la época le llevó a emprender un corto retiro, al inicio de los setenta. 


Sinatra-Jenkins época Reprise. Con ellos aparece Stan Cornyn



El soberbio "September of my years"



Cuando decidió volver, llamó de nuevo a Jenkins para que el álbum de regreso contuviera el mejor sonido posible: Old blue eyes is back (1973). Los setenta iban ya dejando paso a los ochenta y, a pesar de que el mundillo musical, en su evolución puramente comercial, había olvidado a Jenkins, Sinatra siguió confiando en él, literalmente hasta el final. Le encomendó la tercera parte de su grandiosa Trilogy (1980) y todavía le volvió a llamar al año siguiente (cuando su querido Gordy ya mostraba los síntomas de laAñadir leyendaAñadir leyenda enfermedad degenerativa que acabó con él), para grabar el estremecedor She shot me down. De todos estos trabajos podéis encontrar fantásticas reseñas en este blog, elaboradosé Antonioas por Marcos. A partir de ese momento la vida de Jenkins entró en su dramática estación final: en ese mismo año, 1981, sufrió un aparatoso accidente de coche del que salió gravemente herido (y que costó la vida a dos personas). No mucho tiempo después, el uno de mayo de 1984, Gordon Jenkins partió para siempre. Su hijo declaró en un escrito biográfico que en cierta ocasión, Sinatra le confesó.: “Tú padre y yo hemos sido los dos hombres más tristes” (“the saddest men”). Al menos fueron dos hombres que relataron de forma extraordinariamente bella la tristeza. Si me preguntáis cuál es mi disco favorito de los que hicieron Sinatra y Jenkins, mi respuesta sería: The Future, la tercera parte de la trilogía que Frank grabó en 1979, y cuyas otras secciones fueron encomendadas a Billy May y Don Costa. Es una asombrosa cantata sinfónica para orquesta, coros y solista, en la que se repasa la trayectoria vital de Frank, y se sueña con la paz mundial y el significado de la música para hacer un mundo más bello… en un futuro inevitablemente incierto. Para mi gusto, la composición es maravillosa: dinámica, compleja, sugerente, lleva de luz y color, con un Frank que parece cantarla en estado de éxtasis. Sin embargo, la crítica fue (y aún lo es hoy) despiadada con esta obra, que trata de diluir las froAñadir leyendaAñadir leyendaAñadir leyendanteras entre la música culta y la música popular. Pese a todo y a todos, Frank mostró todo su cariño a esta obra y a Gordon. Y yo sólo puedo deciros que estoy convencido de que Sinatra era sabio.

(José Antonio González Soriano)



Gordon Jenkins/Frank SInatra 1980

martes, 5 de julio de 2016

Y cuando cae la noche... Vermont

Frank Sinatra y Nelson Riddle. Sesiones de grabación para "Come fly with me"
Si seleccionamos en nuestra mente algunas de las baladas más bellas cantadas por Frank Sinatra sin demasiado esfuerzo aparecerá "Moonlight in Vermont" Tan solo una grabación en estudio, tan solo para el LP "Come fly with me", tan solo un arreglo, el de Billy May en estado de gloria. Tan solo una vez, pero perfecta. Sin embargo, muy pocas veces reparamos en el autor de esta auténtica joya musical, el alaskeño Karl Suessdorf con letra no menos brillante de John Blackburn.  En el apartado del letrista es necesario destacar que, de manera inusual, los versos de la canción no riman entre sí y que Blackburn basó la métrica y el estilo en los haiku japoneses para escribir cada estrofa, sin contar los estribillos.  El tema se estrenó en 1944  por la cantante de country Margaret Whiting y pronto se convirtió en una especia de himno estatal no oficial. Antes que Sinatra la grabaron numerosos artistas entre los que se encontraban Billie Holiday, Bing Crosby, Rosemary Clooney, Nat King Cole, Johnny Smith o Ella Fitzgerald, pero cuando llegó su versión, con el nsuperable arreglo de Billy May, ya no hizo falta escuchar más. De hecho, Sinatra  no volvió a grabar esta canción, ni siquiera para el LP "Moonlight Sinatra" donde venía como anillo al dedo. Seguramente Frank pensaba que  la versión de "Come fly with me" grabada en 1958 era insuperable y así lo fue. Hay una exceción. En 1993 volvio a versionar este tema junto a Linda Ronstadt, pero la base del arreglo musical fue el original de la versión de 1958
Otra fotografía de las sesiones de grabación para "Come fly with me", esta vez junto a Billy May, autor del arreglo para "Moonlight in Vermont"
Sin embargo, Sinatra sí cantó este tema de manera asidua en sus directos. Por supuesto, fue recurrente porque en la canción, el cantnate se mostraba como pez en el agua. "Moonlight in Vermont" vuelve a ser una oportunidad inmejorable para que Sinatra muestre su particular control sobre su respiración, técnica fundamental en su estilo y de hecho, alardea de ello en una determinada frase de la canción, uniendo una estrofa con otra sin respirar y manteniendo la nota varios segundos.  Concretamente aquí "They're so hypnotize by the lvely....evening summer breeze" uniendo las palabras "lovely" y "evening" sin respirar.  Hoy traemos hasta este blog dos versiones muy desconocidas de "Moonlight in Vermont". La primera de ellas data del nueve de diciembre de 1962 y forma parte del show televisivo de Dinah Shore. 

En esta otra actuación, Sinatra interpreta el mismo tema con la orquesta militar U.S. Marine Band en la Casa Blanca. La verdad es que los músicos son brillantes y la versión es increible. Esta "Moonlight in Vermont" está grabada once años más tarde que la anterior pero vemos que pro la voz de Frank no parece pasar el tiempo. Es el 17 de abril de 1973