El comportamiento social de Frank Sinatra se separaba con una delgada línea de lo que en Estados Unidos de los cuarenta y los cincuenta era considerado ilegal. Estuvo fichado por la policía debido a un altercado en un restaurante con un periodista, era un juergista empedernido y las insinuaciones sexuales, al cambiar la letra de sus canciones en los conciertos, iban demasiado lejos. Pero la censura no tardó en llegar a los éxitos de Sinatra. El 6 de noviembre de 1953 Frank Sinatra grabó, junto a la orquesta de Nelson Riddle, el tema de Cole Porter I get a kick out of you. Aunque en esta canción se alude a la cocaína para minusvalorarla frente a la pasión que siente por la supuesta chica, receptora de la letra, Sinatra tuvo que cambiar la frase a mediados de los cincuenta para cantar en sus conciertos “Me gusta el perfume de España” en lugar de la frase original: “A algunos les va la cocaína” En la década de los sesenta, definitivamente, volvió a grabar I get a kick out of you suprimiendo la frase en la que se nombra la cocaína por la del perfume de España.
Fue en la década de los cincuenta, también, cuando Frank Sinatra fue declarado persona non grata en nuestro país y Francisco Franco prohibió su entrada en él. Frank solía bromear con Grace Kelly diciendo: “eres dueña de un país mientras que yo sé de algunos a los que ni siquiera puedo entrar” Pero no fue esta la única vez que Sinatra fue censurado en España. De hecho, el cantante, llegó a creer que Franco estaba obsesionado con prohibirlo. Cuando apareció en nuestro mercado el LP A man alone lo hizo con una canción menos que el original. El tema The beautiful stragers fue censurado. La canción está dedicada por Sinatra a todas aquellas maravillosas desconocidas con las que compartió unas horas de amor en la habitación de algún hotel. Este corte fue eliminado de la edición española en vinilo del sello Hispavox debido a la vigilante censura franquista. Tan solo un episodio más en el salvaje hermetismo con que sometió Franco a una sociedad española que estuvo a punto de morir ahogada si no es que lo hizo definitivamente. Parece increíble que una letra tan inocente, un disco tan memorable y de una calidad musical tan depurada, no pudiera pasar la censura franquista. De todas maneras, es así como el público de nuestro país, bajo la dictadura, fue ajeno a cualquier obra cultural que se realizaba en el extranjero. The beautiful strangers fue grabada el 20 de marzo de 1969.
El LP A man alone, que ya revisamos con detenimiento aquí en una entrada anterior, está compuesto por poemas de Rod McKuen, musicalizados, escritos especialmente para ser cantados o recitados por Sinatra. Pero McKuen escribió un poema dedicado a Frank Sinatra que no está incluido en el LP y solo apareció en el interior de la versión norteamericana. En él intenta explicar la compleja personalidad de Sinatra a través de sus versos. A continuación el poema de Rod McKuen, traducido, titulado Frank Sinatra, una valoración:
Corriendo
o
d
n
a
t
l
a
s
quedándose quieto,
Frank Sinatra es el hombre más alto que conozco.
Sentado
sus pies atraviesan las nubes,
y en cualquier caso una noche le escuchamos cantar
Fly me to the moon desde la luna.
Después de eso
incluso aunque le llames Frank
te preguntas si algún día te ganarás el derecho
a hacerlo.
Es alto porque se agacha para ayudar
y se dobla para dar,
y porque mientras iba por su camino
siempre ha tenido tiempo
para quitar la maleza
para aquellos que vinieron detrás de él.
En ocasiones cae al darse la vuelta
y no hay nadie para recogerle, salvo él mismo,
Siempre se levanta
más alto de lo que era el día anterior.
Al conocerle por primera vez
sabes que puede atravesar un muro
con sus ojos.
Después te enteras de que está demasiado ocupado
construyendo puentes como para pensar en la destrucción.
Aun así estás alerta.
¿No es este el hombre sobre el que has leído
que pega a la prensa
y devora sombras
como un martillo neumático mordiendo las calles?
Ten cuidado.
Entonces sonríe.
No sé como quién.
Como nadie lo ha hecho no lo hará.
Te marchas esa primera vez pensando
que quizá ya no quieras escribir canciones
para nadie más que para él.
Otra vez
te lo encuentras y habláis de trenes
y de Alec Wilder.
Bebéis mucho.
Ya de madrugada
él se queda escuchando a Respighi
mientras tú te arrastras hacia tu cama.
Te preocupa porque tiene tanto
(y no me refiero a aviones)
y él piensa que tiene tan poco.
¿Qué le puedes dar a un hombre
que le ha dado tantos mundos de placer
a tanta gente?
El periódico de la mañana.
¿Pero eso no le dejaría al portero
sin ese honor diario?
¿Cuántos Frank Sinatras conozco?
Uno cada día.
Aquel cuya delicadeza con las mujeres
roza modales renacentistas.
Creo honestamente
que no ha conocido aún a ninguna mujer
que creyera que es una perdida.
Ahí está el hombre de familia
preocupado por sus niños.
Ayudando, nunca presionando.
(gracias a Dios que su hijo no
Hace discos para Reprise).
Él es el padre
que esperó hasta que su hija mayor
triunfara por méritos propios
para cantar una canción con ella.
El único hombre
que ha hecho que esa cara risueña
sonriera constantemente.
Tina ha perdido su equipaje
camino a Bangkok,
así que se tira todo el Día de la Independencia
llamando a aeropuertos de todo el mundo.
¿El luchador?
Hmmm.
¡Jesús, el público puede ser malvado!
En una noche en la ciudad
he visto que le han provocado
media docena de veces.
Sonreía y firmaba con su nombre
Nadie se ganó una nariz sangrante
o su foto en The Daily News.
Pero a mí
me preocupaía ver sus ojos girar hacia el naranja,
aunque sea su color favorito.
Aun así te quedas con la impresión
de que en la duda
prefiere darse una paliza a sí mismo.
Quién más se va a casa a Hoboken
y vuelve a Califronia
dos días y veinte millones después.
Así que es un hombre de negocios.
(Recuerda eso y olvida
sus dos Oscar, no uno)
Agallas debería ser su segundo nombre,
No albert.
A veces pienso que inventó las agallas
de arriba abajo.
Cuando le oyes anunciar a los 50
“septiembre es una edad estupenda”,
te das cuenta de los abismos generacionales
que ha juntado con sus propias manos.
Aun así algo
(quizá las glándulas de mono)
le ha conservado más que joven de ciorazón.
Su cabeza es tan nueva como el mediodía de mañana.
¡Ya lo tengo!
Jack Daniels le puso en conserva
allá por 1943.
¿Pero por qué canta mejor cada día?
¿Por qué hay nuevos ciclos humildes
y ese orgullo que anuncia que lo hice A mi manera?
Lo hizo, ¿sabes?
Así que cada uno de nosotros
lo hace la manera suya para demostrarlo.
Él inventó el canto,
y cada vez que canta
da lecciones.
Se reduce a esto.
Sea el tipo de hombre que sea,
quien sea que nos creó
sólo creó a uno como él.
Tienes que quererlo.
Dejo que tú decidas las razones.
Yo he colocado algunas de mis razones
dentro de las palabras y la música que hay aquí
y Frank Sinatra canta esas canciones con amor.
Casi como si fueran de su propiedad.
Supongo que es así, maldita sea.
Como cualquiera que marche al ritmo de su propio tambor,
Sinatra es un hombre solo.
A veces creo que se ríe
por no llorar.
Olvídalo.
No soy Sigmund Freud.
Sólo sé unas pocas cosas.
Hoy conozco a un hombre
que se esconde en las colinas de California
que se ha echado definitivamente a perder
porque otro hombre al que quería
le ha dado nuevas dimensiones a sus hijos.
Mis hijos son mis canciones
y todas las que están en este álbum
tienen resplandecientes zapatos nuevos.
(Rod McKuen. Junio, 1969)
En el siguiente video, que ya vimos aquí pero que no me canso de repetir, Frank Sinatra recita el poema Out beyond the window de Rod McKuen, incluido en A man alone y canta la canción que da nombre al disco.
En el siguiente video, que ya vimos aquí pero que no me canso de repetir, Frank Sinatra recita el poema Out beyond the window de Rod McKuen, incluido en A man alone y canta la canción que da nombre al disco.
En primer término Frank Sinatra. Al fondo Rod McKuen. Fotografía de estudio, 1969 |