La eterna discusión entre los puristas del jazz sobre Frank Sinatra debate si realmente fue un hombre del jazz, como cantante, o solo un excelente vocalista, un intérprete de depurada técnica y estilo personal que elevó el jazz a la categoría de música popular, haciéndola asequible a todos los públicos y capaz de ser tarareada por un chaval de veinte años, mientras pasea por una estrecha calle de cualquier ciudad europea. En mi opinión Sinatra fue el mejor músico de jazz vocal junto a Ella Fitzgerald, entendiendo la voz como su instrumento, igual que la trompeta para Miles Davis, la guitarra para Django Reinhardt, el saxofón para Stan Getz o la batería para Gene Krupa. El jazz se basa en las variaciones sobre un mismo tema establecido, las improvisaciones, los giros y los cambios de ritmo. Todo esto, lo dominaba con la voz Frank Sinatra. No hablo de sus comienzos. Evidentemente, un músico comienza en cierta época y poco a poco, se va formando a sí mismo, creciendo hasta alcanzar un estilo propio. Y Frank lo hizo, convirtiéndose en algo nuevo, que nunca se había dado hasta su existencia. El jóven Franky comenzó como crooner, siguiendo la estela de Bing Crosby, iniciador de esta figura, cambiando y actualizando el estilo de Al Jolson. Los crooner eran los cantantes de las Big Band y tenían sus raíces en el Bel canto de la Ópera italiana. Quizá por esta razón, Sinatra supo sacar todo el partido a sus raíces italianas y renovar el estilo de Crosby, hasta adquirir una identidad propia y diferente al resto. Pero el tiempo fue avanzando y el estilo de Sinatra se fue despegando cada vez más de aquel crooner de los años cuarenta que enamoraba a las bobby soxers.
En la década de los cincuenta se juntó con los mejores músicos del momento (Nelson Riddle, Billy May...) y adquirió un sonido limpio, personal, nuevo y único en el panorama del swing. Más tarde, llegó su colaboración junto al pianista de jazz Count Basie (hablamos de los años sesenta) y también junto a Duke Ellington y otros músicos de renombre dentro del mundo del jazz, como Antonio Carlos Jobim. Definitivamente Frank Sinatra se había convertido y consolidado como un músico de jazz incomparable, cuyo instrumento era su voz. Ya nunca dejó ese estilo. Count Basie y su orquesta se convirtieron en compañeros inseparables y necesarios en el sonido de Sinatra. De hecho, cuando Count Basie se retiró, el cantante siguió con el mismo sonido, junto a Quincy Jones, músico que comenzó precisamente junto a Count Basie y que acompañaba ya a la orquesta en los conciertos con Sinatra.
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Quincy Jones, Count Basie, Frank Sinatra |
En definitiva, Frank Sinatra fue un músico de jazz utilizando como instrumento su voz para dejar clásicos inolvidables como fueron sus populares Come fly with me, You make me feel so young, Pennies from heaven, I've got you under my skin o The lady is a tramp. Precisamente este último tema, compuesto en 1939 por Richard Rodgers para el musical Babes in arms, es uno de los buenos ejemplos en que podemos observar al Sinatra más jazzístico, por las variaciones que realiza en directo, sobre el mismo tema establecido. Nunca cantó de la misma manera una canción. Además de variar las notas y el ritmo, Frank también solía cambiar la letra, cada vez que la interpretaba. Este The lady is a tramp fue grabada en 1957 para la película Pal Joey. Probablemente es la canción con la que más se divierte Frank, en directo. Para muestra, un botón. Previamente, hemos escuchado la grabación original. Veamos ahora las versiones en directo:
Fue precisamente en 1957 cuando la Encyclopédie du Jazz lo incluye como uno de los pocos cantantes considerados propiamente "músico de jazz". Dejaré a continuación la imagen de la portada original de esa enciclopedia editada en París y el fragmento donde hablan de Sinatra. Recordemos que hablan del Sinatra conocido hasta 1957 Gracias a mi amigo
Miquel Zueras por la información.