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martes, 8 de noviembre de 2016

New box set World on a string. Análisis

Frank Sinatra experience
Celebramos con entusiasmo y el delirio que merece la aparición del nuevo set "World on a string" que incluye cuatro CDs con conciertos de Frank Sinatra y un DVD con actuaciones inéditas del cantante. En los CDs podremos escuchar los conciertos "Sporting Club, Montecarlo (14 junio 1958)" (con los bonus tracks procedentes de la actuación radiofónica para RAI Radio Club, en Italia (20 mayo 1953), "Sidney Stadium (2 diciembre 1961)", "The Pyramids (Egipto, 27 septiembre 1979)" y "Altos de Chavón/Concert for the Americas (República Dominicana, 20 agosto 1982)". El apasionante material del DVD recoge íntegro el concierto en el Hibya Park de Japón (21 abril 1962), "Sinatra in Israel" (1962), "Frank Sinatra with all God's children (1962, gira solidaria en beneficio a los niños desfavorecidos)" y algunos anuncios televisivos.
Frank Sinatra en el Sporting Club de Montecarlo (14 junio 1958)
FRANK SINATRA en el Sporting Club de MONTECARLO (14 junio 1958)

Tras una introducción/presentación llevada a cabo por el actor y dramaturgo Noël Coward, la banda interpreta, a modo de fanfarria/bienvenida la canción Clarke Street y Frank Sinatra, pletórico (estamos en 1958), aparece en el lujoso escenario del Sporting Club ante las flor y nata de la sociedad monegasca mientras comienzan los famosos primeros acordes de Come fly with me. Llegan los primeros chasquidos en los dedos de Frank que va acometiendo enérgicamente este reciente éxito de su carrera musical. La banda remarca el swing a la perfección mientras vuela la voz de Sinatra, relajada, cuasi gamberra y se aproxima al clímax final, siempre acompañándose con ese genuino chasquido digital que marca perfecto y acompasado el ritmo del swing. Al final, suena más duro que nunca, más enérgico que en el estudio, con la voz rasgada, ese ya mítico "Pack up, let's fly away!". Rápidamente, misteriosos violines dan paso a otro gran éxito de la etapa "Capitol", esta vez, de su primer disco, el enorme "Songs for young lovers". Suena Cole Porter en Montecarlo. Es "I get a kick... out of you", donde Frank ejecuta perfecta la misma introducción que en el LP. Maravilloso compás acentuado por la sección rítmica de la banda (batería y guitarra de jazz). Imagino al público marcando ellos mismos el swing con sus dedos, sus pies...Lo cierto es que, cualquier persona que goce de un mínimo de sensibilidad, notará cómo el cuerpo demanda la urgencia del baile al escuchar esta versión. Sinatra marca, como hacia en directo en aquella época, el estribillo, dejando en suspense las palabras "out...of...you". Otra marca de la casa . El cantante bromea al llegar a la palabra "Spain". "Oh, Spain...", exclama divertido, no recordando únicamente a Ava Gardner. Resulta necesario aclarar aquí que, en aquel año, Sinatra ya había sido declarado "persona non grata" por el General Franco y que tenía prohibido pisar suelo español. Necesario también comentar, que en el patio de butacas y disfrutando el concierto, se encontraban los, por aquel entonces, príncipes de España, Juan Carlos y Sofía. Yo que Juan Carlos, hubiera aprovechado la ocasión para disculparme ante Sinatra y de paso, proponerle un concierto en España, cuando muriera el General. Pero, sigamos con la canción. "I get a kick out of you" resulta uno de los mejores ejemplos que podemos encontrar en aquella época del clásico fraseo, cualidad especial e insólita del cantante. Es muy similar al LP esta versión, incluso en ese final donde se alarga la palabra "you" jugando entre muy distintas tonalidades.
Momentos antes del concierto, Sinatra saluda a las autoridades, donde vemos a la princesa Grace y a Juan Carlos y Sofía, entre otros.

Como no es cuestión de abandonar a Cole Porter, así como así, llega en tercer lugar otro clasicazo, recién grabado: "I've got you under my skin", cantada "con sorna", de manera exultante. Aunque eliminada la sección del solo de trombón, cuenta esta versión con un final memorable y sensiblemente diferente a lo acostumbrado. La cuarta canción de la noche es la primera balada del recital. Maravillosa, legendaria y espléndida, "Where or when" (Rodgers and hart), tan solo con un fondo de piano. Deliciosa. Antes del gran final, acuden las cuerdas a apoyar a ese solitario piano. Decimos gran final y es que Sinatra echa el resto en la última nota, con un crescendo apoteósico. Sigue a esta otra balada/joya: "Moonligh in Vermont". Clásica interpretación de otro de los temas grabados, tan solo, cinco meses atrás, para el álbum "Come fly with me". De nuevo podemos escuchar el ejemplo del control de la respiración durante la balada, otra de las marcas de la casa de Sinatra. Une las palabas "lovely" y "evening" sin pausa. Merece un capítulo aparte el siguiente tema. "On the road to Mandalay" suena aquí con toda su magia y su rabioso swing. Acompaña a la altura el cantante, con entera energía. De nuevo acude su voz más rasgada, sobretodo y especialmente dura, al exclamar "Ahhhh come you back to Mandalay!". Necesario puntualizar, en una canción especialmente complicada, la perfección de la orquesta en la ejecución. Al terminar la canción, un suspicaz Sinatra, recuerda que este tema ha sido censurado en Gran Bretaña, por alterar los versos del poema original de Rudyard Kipling que dio lugar a la canción. Añade además, con esa ironía negra que lo caracterizaba: "si hubiera bebido un poco más, seguro que lo hubiera escrito así".
Otro momento del concierto en Montecarlo. Parece portar en su mano diestra un pañuelo como Pavarotti.
Todo se detiene. Llega la desolada "When your lover has gone". Con el recogimiento y el intimismo de la grabación original, la voz de Sinatra se eleva por encima de los violines cuando asegura que "la vida no puede significar nada" para terminar "cuando tu amor se ha marchado" De nuevo, espléndidos los violines. Estamos en Montecarlo, en Mónaco. Era obligada la interpretación de "April in Paris". Atención a la última palabra "heart" que es alargada por Sinatra mas allá aun que la propia música. Cuando los músicos han terminado de tocar sus instrumentos, el cantante termina la palabra última de este romance hecho canción. Una vez más, pequeños detalles que hacen insólito e irrepetible a Frank Sinatra. Antes de interpretar la siguiente balada, "All the way" el cantante se dirige al público asegurando socarrón que, cuando no está borracho, no habla bien el Francés. Continúa diciendo que, le gustaría poder explicar en Francés lo que significa esta canción que está a punto de interpretar, pero lo hace finalmente en Inglés "en su mal Inglés", comenta. Recuerda que procede la película "The joker is wild". Esta "All the way" es especialmente intima, solo con el acompañamiento de Bill Miller al piano, durante toda la canción. Carraspea Sinatra antes de ejecutar el final que, en esta ocasión, es susurrado, a diferencia de la versión del LP o de otros directos que hemos podido escuchar. Volvemos con otro toque francés y en esta ocasión se trata de un estreno, una canción que hasta entonces no había interpretado en directo y que había grabado en estudio tan solo unos días antes, concretamente, el 26 de mayo. Se trata de la balada francesa "Monique". Nada tiene que envidiar esta versión a la del estudio. "Monique" es poética, dulce y perite a Sinatra jugar con la melodía y exponer su voz, a su versión más lírica. Presenta Sinatra a continuación la embriagadora "Bewitched" recordando "Pal Joey" y bromeando sobre su gran amiga y compañera de reparto (y de otros menesteres) Kim Novak, precisamente la bruja que hechiza en la película "Me enamoré de una bruja".  Pues bien, la voz de Sinatra en esta "Bewitched" hechiza del mismo modo. Es exquisita su interpretación. Volvemos aquí a disfrutar de un prodigioso final, sacando el máximo poder de su voz, en la frase final, con otro registro imposible. Nota alta, de nuevo. Y no abandonamos "Pal Joey" llega la inimitable y esperada "The lady is a tramp". Tremendo swing el de la orquesta aquí como tremendo el fraseo, el tempo contenido de Frank. El acierto de Sinatra en este tema, es la contención. Como en tantas otras canciones. En la parte final de "The lady..." tenemos al mejor Frank de los cincuenta, exultante, pletórico, juguetón con la letra y la entonación. Simplemente genial y muy semejante a la versión de la película. Llega un breve interludio musical con la tonada de "The lady is a tramp" y probablemente llegamos a la mayor explosión de swing de la noche: "You make me feel so young". Escuchar esta canción en directo, durante la década de los cincuenta, es escuchar al más puro Sinatra. En interpretaciones posteriores, la canción mutó, se hizo madura y fue afectada por el fenómeno Basie. Ni mejor ni peor. Solo, diferente.. Pero en esta ocasión, "You make me feel..." está fresca, original, recién salida del horno, con el puro swing que la bendijo para siempre en la grabación del LP "Songs for swingin' lovers". Nuevamente genial, Frank. Es la última canción del concierto. Un broche de oro para un recital memorable que brindará al gran público la posibilidad de acceder al directo del que muchos consideramos, el mejor momento de Frank Sinatra. Esto es puro Capitol. Pero puro Capitol en directo. Nada más que decir. Es suficiente.
Ensayando en el Sporting Club.
FRANK SINATRA en concierto para RAI Radio Club (20 mayo 1953)

Tras la introducción, Frank Sinatra agradece la oportunidad de poder cantar para el país que atesora sus raíces, para Italia. La conversación con el interlocutor y presentador radiofónico del programa es fluida, amigable en todo momento. Como dato curioso, comentar que también intervienen en el micrófono aficionados italianos que se han acercado a ver a Sinatra a los estudios de RAI desde distintos puntos de la geografía italiana. El programa completo está dotado de un cierto aire sentimental, de regreso del hijo pródigo a la "mamma patria", el regreso de Sinatra a sus ancestros, a sus raíces. Ayuda a este ambiente el carácter íntimo de cada interpretación. Y los italianos lo reciben como un hijo pródigo que ha triunfado en l'America. Son agradecidas por el público as intervenciones de Sinatra en idioma italiano.  Comienza el cantante este elegante concierto diciendo "Buona sera, amici italiani. I'm very glad to be with you tonight" Recuerda después que sus padres nacieron en Italia ("mi madre es de Génova y mi padre de Sicilia" -dice-)y rápidamente comienza este recital para la radio que supuso todo un acontecimiento internacional. Recordemos que era el año 1953 y Sinatra no se había prodigado mucho todavía por Europa. Por todo suenan los primeros acordes de la excepcional pero íntima "September song", solo con acompañamiento de piano. Sinatra tiene la oportunidad de susurrar la preciosa letra de esta memorable composición de Maxwell Anderson. Deliciosa. Uno de los momentos más memorables de este nuevo box/set "World on a string" llega con la interpretación de "Laura", canción que no solía cantar en directo pero que adquiere aquí un aire misterioso, oscuro, con el que no cuenta en la grabación de estudio para el LP "Where are you?" pero que, desde luego, plasma a la perfección el ambiente recreado por Otto Preminger en la película homónima que atesora la genial banda sonora de David Raskin. A continuación somos testigos de un momento muy curioso pues el presentador del programa de radio italiano, presenta al reputado cantante Domenico Modugno que interpreta para Sinatra la canción de cuna "Ninna Nanna". Tras la canción de Modugno, Sinatra agradece al cantante polignaneso su participación en el programa radiofónico y pasa a cerrar su actuación con otra íntima y alternativa versión del cásico de Porter "Night and day". Otra más y ya tenemos unas cuántas versiones del cantante sobre este estándar. Todavía no sabes con cual quedarnos. Así termina el programa radiofónico italiano. Toda una curiosidad para los Sinatrólogos.
Frank Sinatra, 1953
FRANK SINATRA at SIDNEY STADIUM (2 diciembre 1961)

Frank Sinatra, a su llegada a Sidney.
Al contrario que en 1959, Frank Sinatra visita Australia en 1961 para cantar con toda la orquesta y el concierto, íntegramente, es filmado. Sin embargo, en esta recopilación solo se rescata el audio. Es un concierto muy extenso, donde la mayoría de canciones están dotadas el rabioso swing que Sinatra impuso en su primera época con Reprise. Comienza este alarde de swing con la siempre fresca "I've got the world on a string". "Life's a ring-a-ding thing, as long as I hold the swing" canta, bromeando, en la segunda estrofa de la canción, precediendo a un final muy semejante al grabado en estudio, pletórico de nuevo. Damos paso así a una genial "I concentrate on you", con un ritmo frenético de la orquesta, una ejecución perfecta. En más de una ocasión hemos disfrutado aquí de esta verisón en video.   Sigue el swing y lo hace con "Night and day",filmación que también hemos recordado con frecuencia en este blog, por el alarde vocal de Sinatra. Es una de las mejores versiones swing del clásico de Porter con un final portentoso, alargando hasta la saciedad la palabra "day". Continúa el repertorio Sinatra con una sublime "Moonlight in Vermont" sensiblemente diferente a versiones anteriores. Aquí, cobra protagonismo el acompañamiento principal de una guitarra de jazz y la sección de viento como contrapunto, en el fondo, dramatizando y alargando sus notas.  
Un instante del concierto en el Sidney Stadium
Ahora Sinatra interpreta "In the still of the night". Es una versión esta cuyo video hemos publicado recientemente en este blog. Es un momento recordado porque Sinatra obliga a la orquesta a comenzar desde el principio la canción ya que, a su criterio, no ejecutan el ritmo deseado. Rescatada también en este CD la anécdota. Por lo demás, tenemos al Sinatra más pletórico de su carrera. Es 1961 y la voz ha alcanzado su cénit. El legendario swing de este concierto se completa con la jovial "I'll be seeing you" y enérgicamente, la potente "Day in-day out". En mitad de tanto swing, el cantante decide establecer un poquito de calma en su repertorio y suena, con castañuelas y  aires españoles, "The moon was yellow". Un breve interludio de balada pues, tras ella, Frank ataca otro top del swing: "You're nobody till somebody loves you". Un monólogo de cinco minutos y medio da paso a la segunda parte del show que se inaugura con "Come fly with me", en una versión más juguetona que la anterior de Montecarlo, con un final sorprendente y genial. "Let's go to Paris!" exclama después Frank y efectivamente, comienza la balada "April in Paris". Continúa el cantante con  una versión alternativa de "A foggy day (in London town)" con un arreglo nuevo, obra de Johnny Mandel, que no llegó a registrar en estudio y que resulta estupendo. De nuevo Sintra invita a viajar al público australiano. Y de paso, presenta su próxima novedad discográfica: "I remember Tommy". "Pertenece al catálogo de Reprise, mi nueva discográfica,que cuenta con este nombre tan polémico" -anuncia orgulloso y socarrón-. Canta "Without a song", que imitando a la orquesta finaliza con un espectacular "Pow!, Pow!" y después, "Imagination".
Frank en Sidney (1961)
Para presentar la balada "The second time around" Frank bromea sobre Bing Crosby, porque la canción procede de una película protagonizada por el crooner norteamericano de orígenes irlandeses: "High time". Sinatra, con un sonrisa irónica en el rostro y de pie ante el micrófono dice: "¿Qué será de Bingo? Dicen que está muy ocupado ahora...pero no sé en que" aludiendo a la falta de éxito del crooner en aquel momento. Puede que Sinatra todavía guardara rencor a Crosby por el asunto Kennedy. En cualquier caso, los dos cantantes se reconciliaron muy pronto. Continúa el repertorio Sinatra con la espléndida "Young at heart", con una certera interpretación que pareciera grabada en estudio, si no fuera por las risas del público y las continuas bromas del cantante. La recta final del concierto está compuesta por grandes estándares que comienzan con la versión acortada de "Witchcraft", de nuevo terminando con "...you dirty old witch", y continuando con la tierna balada "Embraceable you", más dulce, íntima y romántica que nunca en esta versión que pasea, suave, sobre una cama de delicados violines. Sinatra susurrando, de nuevo, crea un paisaje embriagador con su voz, con acertadas variaciones, en las notas y en la letra, sobre la original. Para quitarse el sombrero. Continúa el divertido swing "The one I love (belongs to somebody else)" que proporciona un también divertido Sinatra, al que escuchamos acompañar a la orquesta, durante la parte musical. Esta versión es incluso mejor que el conocido directo de Las Vegas de época similar. El concierto sigue con la canción procedente de la banda sonora de "Pal Joey", "My funny Valentine", que es recibida con un desgarrador grito femenino desde el público y la consiguiente broma de Frank. Versión, de nuevo, esmerada y con ese toque de suavidad que ya hemos escuchado en "Embraceable you", por ejemplo. Gran papel el del saxo alto, en sus intervenciones de fondo. Sonido y ejecución orquestal muy semejante al registrado en los estudios Capitol. Soberbia versión. Sorprende, poco antes de la conclusión, la elección de "My blue heaven" , en una interpretación dotada ya con el arreglo que Nelson Riddle escribió para su inclusión en el LP "Sinatra's swingin' session". Al fin llega, por primera vez en los que llevamos de recopilatorio, el momento "saloon songs". Sinatra canta e interioriza "Angel eyes" solo acompañado por el sempiterno piano de Bill Miller. Hay variaciones en algunas notas, haciéndolas graves, para mantener el tono intimista de las baladas en todo este concierto de Sidney que, aquí, alcanza su momento más culminante. Como no podía ser de otra manera, continúa "One for my baby" que, en su presentación, Sinatra la equipara a la anterior. Versión contenida de la clásica "song for losers" por excelencia. De nuevo, solo acompañado por el pianista. El broche final de este concierto en el Sidney Stadium es "The lady is a tramp" y el cantante la presenta diciendo: "Es una gran canción, nena. ¡Todo el mundo al bar!" Versión esta con especial protagonismo del piano y orquesta que aplica un crescendo, contenida al comienzo y explosiva al final. Sinatra también explota el final con energía, fraseo y swing, desde unas notas más graves que lo acostumbrado pero igualmente efectivas en la última frase. La sorpresa está cuando, en mitad de la ovación de cierre, Sinatra vuelve a retomar el final de la canción y esta vez sí la acaba arriba y potente. Nuevamente genial y un final digno del legendario concierto que fue este ofrecido en Sidney y que podría resumirse en dos palabras: "puro swing"


 SINATRA Live at THE PYRAMIDS (Egipto 27 septiembre 1979)
Dos instantáneas del concierto de 1979

Tras una presentación donde la primera dama egipcia  Mrs. Sadat (esposa del Presidente Anwar el-Sadat) habla de la paz en el planeta, la solidaridad (que es el fin que mueve este concierto) y la preocupación por los niños más desfavorecidos en el mundo, agradece su participación y da paso a Frank Sinatra que canta junto a las pirámides egipcias, lo que dota a este concierto de un aire legendario, casi místico y único. También fue filmado y ha sido reproducido en este blog en varias ocasiones. Incluso, el DVD pirata que recorre el mundo, incluye entrevistas a Sinatra, anteriores al concierto donde expresa su fascinación por el escenario, por el paisaje en el que va a cantar y por ls obras de arte arquitectónicas que rodearán su voz. Apoteósico comienzo de este concierto con la explosión swing de "The song is you", versión calcada a la del estudio, grabada para el álbum "Trilogy". La segunda canción del concierto es una "Where or when" que recuerda intensamente a la que años después grabaría para Duets. Es sensiblemente distinta a la que cantaba en la década de los sesenta por continuar un crescendo pausado desde el comienzo hasta la explosión final, aunque sí conserva intacta la influencia Basie. Emergen entre las pirámides los primeros acordes del arreglo que Billy Byers escribió para la versión de "The lady is a tramp" inaugurada en el legendario concierto del Main event, cinco años antes. Es palpable la diversión de Sinatra mientras inventa o cambia la letra de esta canción a medida que la va cantando. Había dado comienzo el concierto con un swing imparable y es hora ya de disfrutar de una pausa. Por ello, Sinatra interpreta la siempre delicada "Someone to watch over me" sobre una tímida pero constante cama de violines. Llama la atención de esta versión las notas graves escogidas y acentuadas por el cantante. El recital tiene su continuación en otra canción escogida del repertorio de "Trilogy": "Something", de George Harrison. Similar a la versión de estudio con el arreglo que escribió para ella Nelson Riddle (mucho más adecuado que el anterior de Lennie Hayton) incluso incluye Sinatra el chasquido de sus dedos, en cada pausa estrófica, como hiciera también en el estudio.
Sinatra durante el concierto de Egipto
"My kind of town" sonará ahora con todo su swing original. Pletórico Sinatra, al entonar con seguridad este himno para Chicago y dotarlo de un final explosivo que posteriormente incorporará en Duets II su hijo, Frank Sinatra Jr. Hasta ahora, la mejor canción del recital egipcio. Continúa con "All the way". El único acompañamiento del piano en esta versión acortada hace de nuevo brillar la voz de Sinatra, potente y autoritaria. Otro momento legendario en la noche de las Pirámides. Continúa la sección íntima de la noche y Frank interpreta ahora "Bewitched". Es en estos clásicos íntimos y relajados donde más brilla el cantante que en este concierto ya contaba con 64 años. "I've got you under my skin", tan exultante como en Main event, propone un regreso al swing. "Under my skin, under my skin, under my skin..." canta Frank antes del pasaje musical donde somos testigos de un comedido pero espléndido solo de trombón. Regresa la voz para rematar esta versión atómica del clásico de Porter. Agradecemos ahora la inclusión en el concierto del medley con aire de saloon song "The gal that got away/It never entered my mind". Muy buena interpretación equiparable a la grabada en el Carnegie hall, un año después. Después de un monólogo, comienza la segunda parte del concierto con la espléndida "Try a Little tenderness" que Sinatra canta solo con el acompañamiento del guitarrista Al Viola. En esta versión el cantante incorpora la intro clásica que no estaba, sin embargo, en la versión de estudio para el álbum "Nice'n'easy". Antes de comenzar dedica la canción a la primera dama Mrs. Sadat, con el permiso -dice- de su esposo, el presidente egipcio. Pero termina la frase dedicando también el tema a su esposa Barbara, "ya que no quiera problemas familiares" y finalmente, a todas las mujeres presentes en el concierto. Este "Try a Little tenderness" resulta memorable por su ambiente íntimo y también por el acompañamiento de Viola. Sorprendentemente suave comienza a continuación el consabido "Strangers in the night" en una versión insólita a ritmo de bossa nova y que cuenta con un acompañamiento de piano único de esta versión. Aunque más corta, preferible esta a todas las que registró en directo, en mi opinión, a lo largo de su carrera. Al menos, diferente. Y esto ya merece un reconocimiento para una canción que era demandada por el público en cada concierto. Tras el encanto de "Strangers..." regresan los instrumentos de viento para inaugurar "Street of dreams", que suena espléndida, como ya lo hacía en Las Vegas en la década de los sesenta, aunque aquí el cantante elige la nota grave para terminar y no la nota más alta. Continúa con "April in Paris" y llega el momentazo de la noche con "Theme from New York, New York". Versión brillante ya que Sinatra acababa de grabar el tema en estudio. Un final de canción espléndido, muy similar al del álbum aunque con algunas pequeñas variaciones. El broche del concierto de las Pirámides es, como era de esperar, "My way". En definitiva, este concierto de Egipto resulta muy interesante por el repertorio, la cercanía de la grabación de "Trilogy" que empapa todo el recital y porque vemos a Sinatra luchar con una voz dubitativa que a sus 64 años, ya le traicionaba alguna vez pero que, para la inmensa mayoría del público, resulta imperceptible.

FRANK SINATRA: Concert for the AMERCIAS (ALTOS DE CHAVÓN 20 agosto 1982)

Al ser este el concierto mas conocido por estar anteriormente ya disponible en formato DVD diremos simplemente que se trata del registro audio del sensacional concierto que Frank Sinatra ofreció en República Dominicana en el año 1982, en el Anfiteatro de Altos de Chavón. Noche inolvidable que en su audio podemos destacar como momentos sublimes, la bossa nova "Corcovado/Quiet nights of quiet stars" o la intimísima "Send in the clowns", dos canciones donde es notable la participación a la guitarra del virtuoso Tony Mottola. Momentos destacables son la asombrosa versión de "I won't dance" (parece que no ha pasado el tiempo desde la década de los sesenta), el swing de "All or nothing at all" o la brillante "Come rain or come shine". Aunque este concierto es posterior al ofrecido en Egipto, su voz está mucho más segura y de esta manera, Sinatra vuelve a sus registros más altos. Un concierto legendario pero que, como ya hemos dicho, ya conocíamos en DVD.

Frank Sinatra en República Dominicana (1982)

Antes del concierto en el Sporting Club de Montecarlo, Sinatra comparte unas copas con la princesa Grace y Peter Lawford.

Para terminar este análisis del nuevo recopilatorio "World on a string" destacamos, sin duda, el concierto de Montecarlo, la intervención en la RAI Radio Club y el extenso concierto en el Sidney Stadium, como lo más atractivo de este lote, en su apartado de audio. El DVD deparará muchas sorpresas para los aficionados de Sinatra y recoge algunas actuaciones imprescindibles. Además, podremos admirar completo el mítico concierto en el Hybia Park de Japón, del año 1962. De este magnífico DVD vamos a rescatar ahora uno de los videos inéditos con el que daremos por finalizada esta extensa entrada, deseando que haya sido de utilidad para Sinatrólogos y Sinatrsitas de todo el mundo así como para todo melómano que esté dispuesto a adquirir esta joya titulada "World on a string". Veremos una versión inédita hasta ahora de "The lady is a tramp" y "At long last love" procedente del mismo concierto:

martes, 10 de junio de 2014

Frank Sinatra saluda a Orson Welles "He's a champ"

Orson Welles y Frank Sinatra (años cuarenta)

Era el dos de septiembre de 1975 y Orson Welles recibió el homenaje del American Film Institute en el que participaron entre otros Ingrid Bergman y Frank Sinatra. Para la ocasión,el cantante homenajeó de manera muy particular al director norteamericano, con los acordes de su éxito The lady is a tramp pero con una letra completamente distinta y reinventada para la ocasión por el gran Sammy Cahn. De hecho, la canción se retituló como The gentleman is a champ. No fue esta la única ocasión en la que Frank Sinatra utilizó una versión alterada de la canción compuesta por Rodgers and Hart. The gentleman is a champ fue utilizada como homenaje a David Sarnoff en 1967, a Spiro Agnew en 1972 y grabada en disco para un especial dedicado a Lou Wasserman en 1988. La letra fue compuesta por Sammy Cahn para cada nueva ocasión. En la siguiente versión que veremos del tributo a Orson Welles, la letra hace alusión a la vida artística del director. Podemos encontrar versos dedicados a The third man y su inolvidable personaje Harry Lime, a sus interpretaciones de Shakespeare, a la versión radiofónica de La guerra de los mundos, así como bromas, elogios y alusiones a su particular voz en un párrafo que dice: "He has a voice that's close to divine, almost like mine, mine swings, he sings". Es un tributo muy original el que recibe aquí Orson Welles de la voz de Sinatra. En cualquier caso, esta variación de la letra de The lady is a tramp no es algo esporádico. Es, más bien, lógico teniendo en cuenta todas las variaciones que ya introducía Frank cada vez que la interpretaba en directo. Su última frase final se hizo famosa, con el párrafo "She loves the free, fine, wild, knocked out, coo-coo, hmmmm groovy wind in her hair" y la palabra tramp (golfa) en numerosas ocasiones fue sustituida por chick (pollo o su femenino...) y por champ (campeón), sobretodo en la etapa final de su carrera. A continuación veremos el video de tributo a Orson Welles. Y el segundo video publicado aquí recoge un dueto crepuscular de Ella Fitzgerald y Frank Sinatra en 1990 cantando The lady is a tramp con la orquesta de Henry Mancini, lo que contribuye a hacer de este dueto un acontecimiento histórico. Viendo este video nadie puede olvidar el meteórico, casi atómico, dueto que en la década de los sesenta hicieron la Fitzgerald y Sinatra con The lady is a tramp pero, a pesar de los años que ya acarreaban a sus espaldas en 1990, los experimentados cantantes salen el paso muy dignamente.


Ella Fitzgerald & Frank Sinatra, con la orquesta de Henry Mancini: The lady is a tramp (1990)



En la fotografía aparecen Orson Welles y Frank Sinatra, también en la década de los cuarenta, junto a otros compañeros como Jimmy Durante o Lucille Ball.

martes, 1 de octubre de 2013

Frank Sinatra, todo un "jazz man"

La eterna discusión entre los puristas del jazz sobre Frank Sinatra debate si realmente fue un hombre del jazz, como cantante, o solo un excelente vocalista, un intérprete de depurada técnica y estilo personal que elevó el jazz a la categoría de música popular, haciéndola asequible a todos los públicos y capaz de ser tarareada por un chaval de veinte años, mientras pasea por una estrecha calle de cualquier ciudad europea. En mi opinión Sinatra fue el mejor músico de jazz vocal junto a Ella Fitzgerald, entendiendo la voz como su instrumento, igual que la trompeta para Miles Davis, la guitarra para Django Reinhardt, el saxofón para Stan Getz o la batería para Gene Krupa. El jazz se basa en las variaciones sobre un mismo tema establecido, las improvisaciones, los giros y los cambios de ritmo. Todo esto, lo dominaba con la voz Frank Sinatra. No hablo de sus comienzos. Evidentemente, un músico comienza en cierta época y poco a poco, se va formando a sí mismo, creciendo hasta alcanzar un estilo propio. Y Frank lo hizo, convirtiéndose en algo nuevo, que nunca se había dado hasta su existencia. El jóven Franky comenzó como crooner, siguiendo la estela de Bing Crosby, iniciador de esta figura, cambiando y actualizando el estilo de Al Jolson. Los crooner eran los cantantes de las Big Band y tenían sus raíces en el Bel canto de la Ópera italiana. Quizá por esta razón, Sinatra supo sacar todo el partido a sus raíces italianas y renovar el estilo de Crosby, hasta adquirir una identidad propia y diferente al resto. Pero el tiempo fue avanzando y el estilo de Sinatra se fue despegando cada vez más de aquel crooner de los años cuarenta que enamoraba a las bobby soxers.
En la década de los cincuenta se juntó con los mejores músicos del momento (Nelson Riddle, Billy May...) y adquirió un sonido limpio, personal, nuevo y único en el panorama del swing. Más tarde, llegó su colaboración junto al pianista de jazz Count Basie (hablamos de los años sesenta) y también junto a Duke Ellington y otros músicos de renombre dentro del mundo del jazz, como Antonio Carlos Jobim. Definitivamente Frank Sinatra se había convertido y consolidado como un músico de jazz incomparable, cuyo instrumento era su voz. Ya nunca dejó ese estilo. Count Basie y su orquesta se convirtieron en compañeros inseparables y necesarios en el sonido de Sinatra. De hecho, cuando Count Basie se retiró, el cantante siguió con el mismo sonido, junto a Quincy Jones, músico que comenzó precisamente junto a Count Basie y que acompañaba ya a la orquesta en los conciertos con Sinatra.
Quincy Jones, Count Basie, Frank Sinatra

 En definitiva, Frank Sinatra fue un músico de jazz utilizando como instrumento su voz para dejar clásicos inolvidables como fueron sus populares Come fly with me, You make me feel so young, Pennies from heaven, I've got you under my skin o The lady is a tramp. Precisamente este último tema, compuesto en 1939 por Richard Rodgers para el musical Babes in arms, es uno de los buenos ejemplos en que podemos observar al Sinatra más jazzístico, por las variaciones que realiza en directo, sobre el mismo tema establecido. Nunca cantó de la misma manera una canción. Además de variar las notas y el ritmo, Frank también solía cambiar la letra, cada vez que la interpretaba. Este The lady is a tramp fue grabada en 1957 para la película Pal Joey. Probablemente es la canción con la que más se divierte Frank, en directo. Para muestra, un botón. Previamente, hemos escuchado la grabación original. Veamos ahora las versiones en directo:

Fue precisamente en 1957 cuando la Encyclopédie du Jazz lo incluye como uno de los pocos cantantes considerados propiamente "músico de jazz". Dejaré a continuación la imagen de la portada original de esa enciclopedia editada en París y el fragmento donde hablan de Sinatra. Recordemos que hablan del Sinatra conocido hasta 1957 Gracias a mi amigo Miquel Zueras por la información.

viernes, 20 de abril de 2012

Un dueto muy poco conocido: Frank Sinatra & Dionne Warwick (1986) + el Sinatra de 1957


En 1986, para una gala solidaria, Frank Sinatra y Dionne Warwick (después de su gran éxito Heartbreaker) unieron sus voces para cantar una hermosa balada compuesta por Peter Allen y Bayer Sager, arreglada por Don Costa, incluida en el álbum Trilogy de Sinatra que se titulaba You and me (we wanted it all) A sus 71 años, Sinatra canta de manera muy elegante y Dionne Warwick acompaña modestamente y sin ningún alarde (y podría haber ejecutado unso cuantos con su prodigiosa voz) al cantante que se encontraba ya en la recta final de su carrera. Un momento que no se volvería a repetir.



Después d ever al Sinatra del final de su carrera, dsifrutaremos con el Sinatra más espléndido, el de 1957. El 18 de octubre de ese mismo año promocionaba en su show televisivo, junto a Kim Novak, su nueva película "Pal Joey" cantando la canción principal, The lady is a tramp, con tanta facilidad que resulta casi insultante:



Y la vieja luna diabólica (Old devil moon), otro de los incomparables éxitos de Frank Sinatra en los cincuenta, incluida en el LP Songs for swingin' lovers



Por último, Frank Sinatra se une a Rosemary Clooney, a Bing Crosby y a Louis Armstrong:

martes, 6 de diciembre de 2011

Frank Sinatra y la Mafia. Capítulo 4: Declaraciones ante el Consejo de Control del Juego en Nevada

Frank Sinatra recoge un premio humanitario en 1980, otorgado por una asociación promulgada por Grace Kelly. En la fotografía también aparece Gregory Peck.

Lavar la imagen y seguir jugando parecía uno de los grandes objetivos que obsesionaban a Frank Sinatra en 1980. Al solicitar una nueva licencia de juego en el estado de Nevada (licencia que había perdido en 1963 cuando el mafioso Sam Giancana provocó un sonado altercado precisamente en el Cal-Neva Lodge de Sinatra) tuvo que someterse a una exhaustiva investigación sobre toda su vida por parte del Consejo de Control del Juego. Según las leyes de Nevada, solo se puede adquirir dicha licencia por una persona "intachable, de carácter íntegro y honesto que no suponga una amenaza para el interés público". Sinatra estaba dispuesto a lavar completamente su imagen y desterrar todas las sospechas sobre sus vinculaciones con la Mafia. En aquella época el cantante estaba muy unido a los intereses políticos de los Reagan y había recaudado grandes sumas de dinero para la benificencia por lo que algunos creyeron que la licencia se le otorgaría independientemente de los testimoniso ofrecidos en las vistas orales. La Comisión del Juego de Nevada no tiene poderes para citar y por lo tanto, no pudo obligar a ciertos conocidos jugadores del hampa ni a colaboradores de Sinatra a declarar. Mickey Rudin, abogado de Sinatra, ayudó al comité a localizar las personas que podrían avalar el buen carácter del cantante, como Ava Gardner o Nancy Barbatto.  El 11 de noviembre de 1981 Frank Sinatra declaró en los despachos del Ayuntamiento de Las Vegas, acompañado por su mujer Barbara, Jilly Rizzo y varios abogados y publicistas. Ese mismo día, el amigo de Sinatra y sheriff de Los Ángeles Peter Pitchess declaró: "Si el señor Sinatra es miembro de la mafia, entonces yo soy el padrino". La vista fue emitida por la CNN y en ella declararon Gregory Peck, Kirk Douglas y Bob Hope dando fe de la generosidad y el espíritu benevolente de Frank en declaración jurada. El editor de Las Vegas Sun declaró que el incidente de 1963, en el Cal-Neva, no fue "nada más que una fuerte discusión" pero el abogado de Sinatra, Rudin, dejó zanjada la cuestión declarando que el FBI siempre había intentado "cazar" a Frank pero que gran parte de sus archivos no fueron más que insinuaciones y rumores sin consistencia. El plato fuerte del día fue la declaración jurada de Frank Sinatra, en la que, ataviado con gafas negras y traje, habló sobre su vida durante cinco horas y media. Entre sus declaraciones, las más jugosas fueron las referidas al capo Sam Giancana cuando afirmó que el mafioso nunca había sido invitado al Cal-Neva y nunca había tenido intereses financieros en su local. También declaró que Giancana no estuvo presente aquella noche de 1963 y que no recordaba cómo lo había conocido. Las últimas palabras de Sinatra sobre Giancana fueron: "Jamás tuve nada que ver con él en lo que a negocios se refiere y en contadas ocasiones tuve trato social con él. No existió ninguna conexión entre los dos." En cuanto al viaje que Frank Sinatra realizó hasta La Habana, para visitar a Lucky Luciano, declaró que solo fue a la isla para tomar el sol. La relación con los Kennedy, así como con el señor Gambino también salieron a relucir pero, en resúmen, el comité fue incapaz de apretar los tornillos a Sinatra sobre detalles importantes ni descubrir cualquier posible lapsus de memoria. Sin duda, esa noche de 1981, Frank Sinatra mintió sobre sus relaciones con los miembros del hampa pero consiguió que constara oficialmente lo que él y su familia querían que se dijera sobre él. En definitiva, lavó su imagen y obtuvo la licencia para poder volver a jugar y actuar en Las Vegas. 
Esta fotografía de 1978 estuvo a punto de causar unb apuro a Sinatra. En ella aparece junto a (de izquierda a derecha): Paul Castellano, Gregory DePalma, Frank Sinatra, Tommy Marson, los reconocidos mafiosos Carlo Gambino y Aladena Fratianno y Salvatore Spalotta. Sentados Joseph Gambino y Richard Fusco.


Después del juicio, Frank Sinatra también contestó algunas preguntas, en el descanso de un concierto, para la revista Hello! en abril de 1981:


- Frank, se comenta que si ha conseguido el permiso y no se han descubierto más cosas en el juicio es por su amistad con el nuevo Presidente Reagan, que le ha respaldado. ¿Qué hay de cierto?:

Frank responde:  ¡Nada! ¡Lo que se puede inventar la gente! Si me han concedido el permiso y no se han descubierto más cosas es porque simplemente no tienen nada que reprocharme. Todos mis negocios son honrados y si no se ha descubierto nada más, es porque no hay nada más que descubrir.
Frank Sinatra, Ronald Reagan y Nancy Reagan en la Casa Blanca

- Entonces, si está seguro de su honradez, ¿por qué ha esperado diecisiete años para dar este paso?


Frank responde: Bueno, te voy a ser sincero, porque estaba seguro de que si lo hacía en seguida no iba a ganar nada, porque todo el asunto estaba demasiado fresco. Y también porque la última vez, y sin razón, me prohibieron la entrada durante años. Luego estuve otros siete años más porque tenía mis otros negocios, mi carrera y , realmente, estaba algo resentido con aquella ciudad.


- Sigue teniendo sus otros negocios y su carrera ¿por qué quiere volver ahora?


Frank responde: Primero, porque me han ofrecido un gran contrato para actuar allí y después, que fue siempre una ciudad que me gustó y, por qué no, intentar otra vez hacer negocio.


- ¿Qué hay de cierto en esas declaraciones de Frattiano en su autobiografía?


Frank responde: Pues exactamente, como se ha demostrado en el juicio, nada en absoluto. Yo no niego que conocía a Aladena, a Giancana, pero yo no sabía que eran miembros de la mafia y por supuesto, no he hecho ningún negocio. Eran clientes y nada más. Lo de Willie Moretti es falso total. Jamás me ha ayudado en mi carrera y además, solo le había visto un par de veces porque éramos vecinos, nada más. Cuántas veces ha ocurrido que estés vivendo en una casa con unos vecinos que a todos parecen normales o tener unos amigos y a la hora de la verdad te enteras que era ladrón, asesino, drogadicto o cualquier cosa. Y no porque les hayas hablado tienes que ser igual que ellos.


- ¿Pero no cree que su amistad con el presidente Reagan, aunque él no haya hecho nada, ha podido influir?


Frank responde: ¡No! Esos jueces eran muy duros, no se quedaban a gusto con nada y volvían a las mismas cosas cuatro o cinco veces; digo yo que será para ver si me contradecía y no dejaron pasar nada. Además, mi amistad con el Presidente es relativa. He actuado en su campaña y le he preparado algunas apariciones, pero ahora él es el Presidente y yo sigo siendo un cantante y tiene otras preocupaciones más importantes que ocuparse de mí. Mantenemos cierta distncia.
Graciosa escena de baile en la Casa Blanca. Ronald Reagan solicita a su esposa para la próxima canción

- Parece ser que estaba muy emocionado con la actuación de Gregory Peck y Kirk Douglas


Frank responde: Por, supuesto, estos son amigos. Jamás olvidaré su apoyo y su ayuda.
Kirk Douglas y Frank Sinatra en una fiesta country en la década de los sesenta



- ¿Cuándo se traslada a Las Vegas?


Frank responde: A mediados del mes que viene iré a echar un vistazo.

- ¿Cree que la Comisión de Control le concederá el permiso definitivo?


Frank responde: No puedo hablar de nada fijo, pero yo creo que sí, yta que dejé todos los puntos bien claros.


- Pues nos alegramos de que haya sido sólo un mal momento y muchos éxitos, Frank


Frank Sinatra: Gracias, un beso!


Esta entrevista se publicó en el número de abril de la revista Hola de 1981.


Y después de toda esta historia, el apabullante comienzo de uno de los mejores conciertos que ofreció Sinatra, desde el Madison Square Garden, The Main Event:

The lady is a tramp:

I get a kick out of you:

domingo, 23 de octubre de 2011

Un tipo de cuidado (por Juan Herrezuelo)

Frank Sinatra, caricaturizado por Juan Herrezuelo

El escritor Juan Herrezuelo, autor de Pasadizos, El veneno de la fatiga o Desde el lugar donde me oculto me ha enviado, a petición mía, un texto titulado Un tipo de cuidado. Esta entrada está encabezada por una muy acertada caricatura que Juan realizó sobre Frank Sinatra


UN TIPO DE CUIDADO

Acodado en la barra de un bar elegante, Dave Hirsh, el personaje que Frank Sinatra interpreta en la película Como un torrente, de 1958, intenta explicar por qué ha abandonado la literatura: “Un poco de talento en un escritor es como un poco de talento en un cirujano del cerebro”. La refinada intelectual que está su lado le recuerda que hay dos libros suyos en la biblioteca de la ciudad, y Dave responde que le reportaron exactamente cuarenta y ocho dólares. “Supongo que también alguna satisfacción”, dice ella. “”, responde él, “por valor de cuarenta y ocho dólares”. 
Duros pero sentimentales, aficionados ambos al juego, la bebida y las mujeres, Hirsh y Sinatra difieren sin embargo en algo esencial: Sinatra nunca dudó de su talento. Hubo una época oscura, es cierto, a comienzos de los cincuenta, cuando después de una década gloriosa todo parecía indicar que su estrella como cantante y actor estaba condenada a apagarse, pero fue precisamente la seguridad en sí mismo, su correosa tenacidad (y la proverbial intervención de Ava Gardner entre bastidores, claro está) lo que hizo posible una de las resurrecciones artísticas más legendarias del mundo del espectáculo. Su premiada interpretación del soldado Angelo Maggio en De aquí a la eternidad (1953), papel por el que peleó duramente sabiéndose en el filo del olvido, supuso un nuevo y definitivo impulso a su carrera. El resto ya forma parte de la Historia.
El secreto de la permanente admiración que despierta Sinatra, hoy como ayer, radica tanto en sus privilegiadas dotes vocales como en un magnetismo que resulta del todo inaccesible para quien ha tenido la tentación de imitar su estilo. Cuando canta, Sinatra dialoga, se sincera, seduce, pero al mismo tiempo te deja intuir que en todo ello hay una irresistible mezcla de franqueza y bribonería: tres ejemplos de su intensa capacidad de seducción: el You’re Awful con que obsequia de manera deliciosamente equívoca a Betty Garrett en lo alto del Empire State (Un día en Nueva York, 1949); ese You’re Sensational dirigido a una aturdida Grace Kelly que, a punto de convertirse en princesa de Mónaco, desliza sus dedos por el borde de la copa de champán con distraída sensualidad (Alta sociedad, 1956); y mi número favorito, una provocadora osadía al más puro estilo Sinatra para hacerle saber a Rita Hayworth, con el local ya cerrado, que The Lady is a Tramp, (Pal Joey, 1957). 
Sus facultades naturales como actor, sin duda alguna las más notables que haya poseído cantante alguno, determinan que cuando en su caso hablamos de “interpretar” unas canciones lo hagamos en el más amplio y persuasivo sentido del término: nos muestra, sin aparente esfuerzo, desde la candidez del joven romántico al implacable atrevimiento del conquistador y el granuja, de la melancolía que nace en el desengaño y la derrota al  cinismo de quien está de vuelta de todo. Éste es, posiblemente, el secreto de su universalidad más allá del hecho de que se trate de una música esencialmente norteamericana y de unas historias cantadas en un idioma que no conocemos: el instrumento lleno de matices que es su voz y la expresividad con que lo hace sonar propician idéntica complicidad en cualquier cultura. “Era el Mozart de la música popular”, dijo Pavarotti a su muerte. Es decir: no se puede ni se podrá alcanzar mayor altura en su estilo.
Recolocándose decididamente el gorrito de marinero sobre la frente mientras espera que la chica abra la puerta; ensayando con aceitunas una jugada de dados en la barra de un bar de Honolulu, borracho y sin que parezca importarle haber abandonado la guardia en el cuartel; tiritando horriblemente en lo más duro de un mono de heroína; organizando timbas clandestinas en los salones del Ejército de Salvación; esperando, con un rifle de mira telescópica montado en la ventana, la llegada del Presidente a la estación de un pequeño pueblo; caminando resignadamente por una calle de Las Vegas, acompañado de todo el clan, tras haber asistido a la incineración del botín obtenido en un golpe perfecto; intentando torpemente encender un cigarrillo en un vagón de tren mientras, con el rostro empapado de un sudor frío, intenta comprender qué significa esa sospecha de que algo ocurrió en Corea cuando él y sus hombres fueron hechos prisioneros, algo terrible que sin embargo no alcanza a recordar... Sinatra es creíble en todos sus papeles sin necesidad de convertirse en el personaje ni metabolizar sus más profundas (y ficticias) motivaciones. No. Sinatra acoge al personaje en su pellejo e intuitivamente le hace moverse en la historia.
¿Un vividor? Seguro que sí, y una parte de su atractivo se debe a ello (“Sólo se vive una vez, y del modo en que yo vivo, una vez es suficiente”, dijo. ¿Quién podría suscribir una afirmación como ésta? ). Pero no cabe la menor duda de que era un profesional que se tomaba su carrera en serio: grabó entre mil doscientas y mil trescientas canciones, intervino en casi cincuenta películas y dio un número presumiblemente muy elevado de conciertos. ¿Se divirtió haciéndolo? Apuesto a que la mayor parte de las veces, pero eso no significa que no se tratase de trabajo. Y por si alguien pensaba que la suya era una vida en la que cualquiera podía hurgar a su antojo, en su casa de Palm Springs colocó un letrero que decía lo siguiente: “No hagan caso del perro. Cuidado con el amo”. Yo no me hubiera tomado a la ligera la advertencia.

Juan Herrezuelo


lunes, 21 de febrero de 2011

Frank Sinatra & Leslie Uggams: The lady is a tramp (1977)

Bebiendo en el camerino, antes del Show
En 1977 un programa de televisión titulado "Sinatra & friends" reunió a importantes personalidades de la míusica y del mundo de Sinatra. Frank actuó junto a Dean Martin, Tony Bennett, Natalie Cole (ya lo pudímos ver aquí) o John Denver. Hoy les traigo hasta aquí el dúo junto a Leslie Uggams interpretando "The lady is a tramp". No hay un dúo mejor para esta canción excepto el que formó una década antes junto a Ella Fitzgerald. En cualquier caso el resultado es estupendo. (Importante dejar cargar el video entero)


AÑADIDO:
En el blog de Dafne podemos disfrutar de una magnífica versión que Frank Sinatra ofreció en Verona de "Mack de knife", en 1987: aquí

sábado, 17 de abril de 2010

Primer aniversario del Frank Sinatra Blog


Pues sí señoras y señores, el blog que empecé un lluvioso día de abril llega hoy a su primer año. Recuerdo aquél día en que "El sueño eterno" se le quedó pequeño al bueno de Frank y decidió emigrar de blog para crearse uno propio. La verdad es que cuando comencé este blog mis pretensiones no llegaban muy lejos pero poco a poco, a lo largo del año, he podido contemplar felizmente cómo llegaban aficionados de Sinatra para visitar y comentar las entradas. Ahora, gracias a vosotros, puedo seguir este blog. Por eso, para celebrar este primer aniversario quiero expresar mi enorme gratitud a todos. Para celebrarlo uno de mis videos favoritos de Sinatra junto a Ella Fitzgerald...esto sí que es una fiesta.
Frank Sinatra & Ella fitzgerald: The lady is a tramp

domingo, 21 de marzo de 2010

Los mejores LPs de Sinatra: Frank Sinatra & Count Basie (1962-1964)


En 1962 se produjo el primer encuentro discográfico entre Frank Sinatra y Count Basie con su incomparable orquesta. EL LP se llamó "Sinatra-Basie" con el subtítulo "an historical musical first". El resultado no pudo ser mejor. Count Basie despierta el lado más oscuro del swing de Sinatra, el más jazzístico e improvisador con un sonido limpio y potente sin precedentes. La potente voz de Sinatra va jugando con la melodía, improvisando, hasta llegar a una parte final de explosión total en la que podemos apreciar el eco de la voz del cantante al alejarse del micrófono deliberadamente como una muestra de su potencia vocal. El repertorio fue excitantemente nuevo y de un nivel tan bueno que cuando has terminado la audición del mismo crees que ha sido demasiado corto. Probablemente por esta razón y por el buen resultado de la relación profesional Sinatra-Basie en 1964, sólo dos años más tarde, publicaron "It might as well be swing" con la colaboración en el estudio de un joven llamado Quincy Jones dirigiendo la orquesta de Count Basie. Esto fue la segunda explosión de la química musical Sinatra-Basie que obtuvo como consecuencia inmediata una gira por todos los casinos más importantes de Estados Unidos partiendo de una larga temporada en el cartel del Sands de Las Vegas. "It might as well be swing" contaba ni más ni menos con "Fly me to the moon", "The best is yet to come", "More" o la delirante y rítmica "Hello, Dolly". Por partes. A continuación el repertorio de "Sinatra-Basie" (1962):

El impresionante repertorio de "It might as well be swing" (1964):

La gira por los casinos de todo el país comenzó y alternó con una gran temporada en el Sands de Las Vegas, cuartel general de la actividad de Sinatra durante toda la fructífera década de los sesenta. Como resultado, unos recitales inolvidables de los que se rescató el sonido para un primer LP titulado "Frank Sinatra at The Sands with The Count Basie Orchestra":

En este LP, además de interpretar las canciones de los dos discos versionaron "The shadow of your smile", "Don't worry 'bout me", "Where or when", "Come fly with me", "Get me to the church on time" (de "My fair lady") y "My kind of town" por poner unos ejemplos. Aquí podemos escuchar la genial "Get me to the church on time" de "My fair lady". La orquesta de Count Basie dirigida por Quincy Jones. Un swing espectacular:

Fly me to the moon. Aunque el arreglo es de Count Basie la orquesta está dirigida aquí por Nelson Riddle:

Y así funcionaba el arreglo de Count Basie para "Pennies from heaven":

De los tres discos analizados podemos entender "Frank Sinatra at the Sands with the Count Basie Orchestra" una aut´ntica fiesta para entrar en el ambiente de una noche de Sinatra en Las Vegas, para disfrutar del swing en directo con gran calidad de sonido. Pero hablando de los discos de estudio sin duda me quedaré con el "Sinatra-Basie" de 1962. El sonido es mucho más fresco que el de 1964, quizás por la ausencia de cuerda lo que le da un toque de jazz más puro para la orquesta de Basie y la voz de Sinatra.

Para finalizar una de las fijas en el repertorio de Sinatra con la orquesta de Count Basie: "The lady is a tramp":

miércoles, 10 de marzo de 2010

SINATRA'S SWINGIN' CLUB

Si estuviéramos en Nueva York en los años cincuenta, la ciudad que nunca duerme, podríamos ir a tomar algo a un garito con mesas circulares y pequeñitas en las que siempre hay una vela encendida cuya luz se mezcla con la humareda del ambiente. Sin dar tiempo a que nos sentemos Frank Sinatra sale al escenario, acompañado de un pequeño sexteto. Así comienza una noche con swing:

Just one of those things (década de los cincuenta, junto al sexteto de Bill Miller)


The lady is a tramp (del mismo concierto que el anterior)



I only have eyes for you (En 1962 junto a la orquesta de Count Basie dirigida por Quincy Jones)

viernes, 5 de marzo de 2010

Frank Sinatra en las películas: Pal Joey (George Sidney. 1957) COMO ANILLO AL DEDO


En 1957 Frank Sinatra grabó y publicó tres LPs con la compañía Capitol Records: "Close to you", "Where are you?" y "A swingin' affair". A estos LPs se sumó la excepcional banda sonora de "Pal Joey" que incluía el famoso "The lady is a tramp", la escena más recordada del film. 1957 en efecto fue un año muy movido para la carrera de Sinatra. No paraba de rodar películas ni de grabar canciones excepcionales. Así que a Frank poco le costó afrontar el rodaje de un nuevo musical junto a Rita Hayworth y Kim Novak bajo la dirección de George Sidney. Sinatra protagoniza el papel de Joey Evans (el "amigo Joey", según el título), un cantante de club nocturno caradura y mujeriego que le vino como anillo al dedo. El papel de Joey Evans fue interpretado en Broadway por Gene Kelly y, según Frank, era el papel con el que siempre había soñado después de haber dado vida al soldado Maggio en "De aquí a la eternidad". Realmente parecía un papel hecho para Sinatra. En la película vemos a Joey comportándose alternativamente como un canalla o un caballero mientras dos hermosas mujeres totalmente distintas entre sí (Rita Hayworth y Kim Novak) se disputan sus favores. Joey trabaja como cantante de un club de San Francisco en el que todas las coristas suspiran por él hasta que topa con la dueña del club (Rita Hayworth). Esta viuda adinerada tiene como propósito cerrar el club y Joey la tiene que convencer para que no lo haga. Joey no sólo la convence para que no cierre el establecimiento sino que, con su actuación de "The lady is a tramp" ("La señora es una golfa"), se la liga y termina la noche en su lujoso apartamento. Así, mientras Joey tontea con la viuda alegre y ricachona la pobre corista (Kim Novak) sigue suspirando por él. La actuación de Sinatra resulta muy natural porque su vida tampoco era tan diferente. En el momento que rodaba "Pal Joey" ya había tenido un pequeño "affair" con Kim Novak y lo siguió teniendo intermitentemente durante años posteriores así que el papel tampoco se aleja tanto de la realidad. Además Joey Evans es uno de esos personajes que por su caradura y chulería llegan siempre a caerle bien al espectador sin reparar en lo canallesco de su comportamiento.


Una de las anécdotas más reconocidas del rodaje sucedió entre Frank Sinatra y Harry Cohn en lo referenta a la situación de los nombres en el cartel. Harry no quería ningún problema con Frank Sinatra que, por aquél entonces, era una gran estrella pero lo cierto es que Rita Hayworth debía ir encabezando el reparto por ser una actriz ya muy consolidada. Frank Sinatra que advirtió el problema antes de que Harry se lo comentara dijo: "Mira, Harry, sitúame en el cartel entre Rita Hayworth y Kim Novak. No me disgusta en absoluto formar la parte central de tan jugodso sandwich". Pero lo que más se puede destacar de este musical es efectivamente la música de Rodgers y Hart que contiene canciones inolvidables como la citada "The lady is a tramp" o "I could write a book", "My funny Valentine", "I didn't know what tiem it was" y "There's a small hotel". Frank Sinatra interpretó cada canción como si se tratara de una de sus actuaciones en los clubs nocturnos que tantas veces había ofrecido. El resultado no pudo ser mejor. una película simpática y muy agradable para volver a disfrutar de la buena música.
Ahora las escenas de las actuaciones de Frank Sinatra: