El contraste de estilos entre Bono, de U2 y Frank Sinatra, fue la imagen más representativa de aquello que fue "Duets", un producto comercial |
25 Años de "Duets": una visión personal
Yo contaba doce años. Todavía jugaba al fútbol en el patio del colegio Calasancio, entre las calles Sevilla y Porvenir de Zaragoza. Entre clase y clase, entre cuadernos emborronados y libros mal cuidados, confieso que, de vez en cuándo y sin que se notara mucho, tarareaba alguna canción de Frank Sinatra que, más tarde, escucharía una y otra vez desde ese refugio en que se convirtió por algunos años mi habitación. Desde luego, ningún compañero de clase, ni siquiera de colegio, compartió nunca mis preferencias musicales aunque he de señalar que con las compañeras siempre fue cosa distinta. Parece ser que mis debilidades melómanas llamaban especialmente su atención pero no pasaba de eso, quizá ser considerado algo excéntrico por escuchar música de antaño. Cómo explicar en aquella época que por la belleza auténtica no pasa el tiempo. Cómo explicármelo yo mismo. La belleza ayuda a evitar la mediocridad. Y cuánta belleza hay en la música. Sea como fuere, recuerdo que las primeras clases de Inglés fueron recibidas por mi con una insólita alegría. Gracias a la especial dicción de Frank Sinatra, a partir de entonces, podía entender todas las canciones. De este modo, mi cantante favorito terminó por cautivarme para siempre. Y a fuerza de empeñarme en mis convicciones, pues no debe ser casualidad que naciera zaragozano, conseguí que, en octavo de EGB, toda la clase cantara "Jingle bells" en la versión de Frank Sinatra, para el festival de Navidad de aquel año. De hecho, recordaré para siempre el momento en que el tutor de mi clase, don Gabriel que además era mi profesor de Inglés, recibió una cinta de casette de mi parte donde yo había grabado mis canciones de Navidad favoritas. El cassette en cuestión comenzaba con "White Christmas" de Bing Crosby y continuaba con "Jingle bells" por Sinatra. Cuando el profesor escuchó aquella versión de "Jingle bells" ya no tuvo que escuchar más. Había elegido la canción que cantaría la clase en el festival. Y es que la Navidad y Frank Sinatra siempre han maridado a la perfección.
Pero dos años antes a aquel personal triunfo navideño, corría el año 1993 y yo contaba doce años, cursando en el mismo colegio Calasancio, sexto de EGB. Lo recuerdo como un año vagamente melancólico por algún suceso aislado y algún fogonazo de luz que pervive en mi mente. No obstante, mantengo vivo el cariño por las clases de Música de ese curso, gracias a una profesora que abrió la puerta a varios alumnos para interactuar con las canciones que escuchábamos. Sin ir más lejos, yo preparé aquel curso un trabajo sobre Glenn Miller que recibió un sobresaliente por parte de aquella profesora de la que he olvidado nombre e incluso rostro. Quizá, ni siquiera existió. Como fuere, aquel fue el año en que, tras largo periodo de silencio, Frank Sinatra volvía a los estudios para grabar un nuevo disco. Llegaba "Duets", un álbum en que la estrella italoamericana unía su voz a cantantes actuales para repasar sus más grandes éxitos. Frank abría así la veda a un tipo de discos que ahora ya se han convertido en costumbre cuando cierta clase de cantantes llegan al final de su carrera. Obligado por sus hijos, ávidos de que el cantante aún consiguiera mayor fortuna, animado quizá por una curiosidad inevitable e imparable de regresar a los escenarios, Frank volvía a Capitol Records, treinta años más tarde de que, en aquella misma casa, consiguiera sus mayores éxitos. Para esta entrega de "Duets" (hubo una secuela al año siguiente), entre productores y cantante, eligieron a los siguientes participantes: Luther Vandross, Aretha Franklin, Barbra Streisand, Julio Iglesias, Tony Bennett, Natalie Cole, Charles Aznavour, Carly Simon, Liza Minnelli, Anita Baker, Bono y Kenny G. Algunos echábamos de menos cantantes como Harry Connick Jr y nos preguntábamos qué pintaba ahí Bono, más aún, sufriendo su actuación en "I've got you under my skin". Sinatra quería contar con Ella Fitzgerald pero la enfermedad no permitió la colaboración de la cantante. Fue sustituida por Aretha Franklin. No podía ser sustituida por otra. El dueto con Aretha es de lo mejor del disco. En cualquier caso, aunque Duets fue un producto comercial alejado de la concepción que siempre había mantenido Sinatra acerca de todas las premisas que debía cumplir un trabajo discográfico (grabación en directo, desprovista de todas las mezclas posibles y a poder ser, dotado de un hilo conductor...), a este chaval de 12 años le hizo ilusión caminar hacia el colegio escuchando en el walkman el nuevo disco de Frank Sinatra que, por supuesto, ocupada el número uno de todas las listas radiofónicas del panorama nacional e internacional. Un lujo, escuchar la voz de Sinatra en los noventa, aunque ya no fuera la misma voz, aunque ya no fuera Sinatra.
Aunque la familia Sinatra se ha preocupado de eliminar cualquier rastro de vídeo de carácter público en las redes sociales, he encontrado el videoclip que se grabóa para la colaboración entre el cantante y Kenny G con la canción One for my baby.
Portada del vinilo |
Y por supuesto, lo que siempre podemos encontrar es la colaboración con Bono:
Bono & Frank Sinatra - I've Got You Under My Skin (Cole Porter) from Temporary Files on Vimeo.
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