En 1956 Frank Sinatra y Bing Crosby comparten pantalla en"Alta sociedad" |
Dinah Shore: "¿Sabes, Bing? Frank Sinatra es el tipo de cantante que solo aparece una vez en la vida.
Bing Crosby: Sí, Dinah. Pero, ¿por qué tuvo que aparecer en la mía?"
Bing Crosby: Sí, Dinah. Pero, ¿por qué tuvo que aparecer en la mía?"
[Retomando la entrada anterior sobre la misma temática] Frank Sinatra se ha lanzado por fin a su carrera en solitario estableciendo un nuevo estilo musical que, si bien es deudor, en sus principios, del estilo "crooner" de Bing Crosby, las diferencia son suficientes y suficientemente claras para llamar a este nueva manera de cantar "estilo Sinatra". El fraseo comienza a ser una novedosa seña de identidad en el cantante italoamericano y una técnica que Crosby no tardará en incorporar a su estilo. Aunque la modernidad e intemporalidad de la voz de Sinatra nunca pudo ser alcanzada por la de Bing. En la anterior entrada habíamos dejado a Bing Crosby, a mediados de la década de los cuarenta, en su mejor momento, en la cima de su carrera, cosechando éxitos tanto musicales como cinematográficos y realizando memorables grabaciones junto a Louis Armstrong o The Andrews Sisters. Pero Sinatra llegaba con tanta fuerza desde las orquestas de Harry James y Tommy Dorsey que arrasará en su carrera en solitario y en esa segunda mitad de la década de los cuarenta terminará por desbancar a Crosby. Sin embargo, a pesar de que en la industria discográfica mantendrían una rivalidad sin cuartel, tanto Frank como Bing se llevaban francamente bien. Se admiraban mutuamente y participaban en colaboraciones juntos, siempre que podían.
Segunda mitad de los años cuarenta: Crosby y Sinatra. |
Pronto debió intuir Bing Crosby que contra el derroche tonal de Sinatra nada podía hacer. El amplio abanico de escalas del italoamericano nada tenía que ver con su limitado registro vocal. Aún así, Crosby mantuvo dignamente su puesto y durante la década de los cuarenta obtuvo una gran popularidad con su programa radiofónico donde, dicho sea de paso, registró algunas de sus mejores grabaciones.
"Así se hace" parece decir Bing a Frank. Pronto se intercambiarían los papeles. |
La década de los cincuenta fue la llegada del rock and roll pero también el fracaso, las horas bajas y el retorno fantástico de Sinatra a la escena cinematográfica y musical del momento. Tras la época aciaga que representaron los últimos años en el sello Columbia llega el mágico 1953: consigue el Oscar por From here to eternity, se produce la firma con el sello discográfico Capitol Records y en consecuencia, las mejores grabaciones de swing de la historia, las colaboraciones con Nelson Riddle, Billy May o Gordon Jenkins y las grandes baladas de blues. La década de los cincuenta también supone un primer declive en la carrera de Bing Crosby que, sin embargo, desprovisto ya de cualquier recuerdo o lastre del estilo "crooner" comienza a cantar como nunca, sobretodo, en sus versiones más cercanas al jazz junto a Louis Armstrong. Pero las ventas no acompañan. En el terreno cinematográfico, en 1954, Crosby culmina su mejor interpretación en la gran pantalla con su papel protagonista en The Country girl (Frank Elgin) compartiendo reparto con Grace Kelly y William Holden. Sin embargo y a pesar de este esfuerzo por demostrar que podía ser un buen intérprete, también, para películas no musicales, el interés de los estudios por contar con él va disminuyendo. Pero dos años más tarde, en 1956, se producirá un hecho sin precedentes. La película "High society" reúne en la gran pantalla a Bing Crosby, Louis Armstrong y Frank Sinatra, tres verdaderas bestias de la historia de la música del siglo XX. Por primera vez coinciden en una película Crosby y Sinatra. El público, ansioso por ver a las dos estrellas juntas, espera con entusiasmo el musical pues se ha filtrado la noticia de que, además, comparten en el repertorio musical un dueto, una escena conjunta. Sin embargo, una vez visionada la cinta, el número de Frank y Bing que corresponde a la canción Well did you Evah pasa sin pena ni gloria. La banda sonora de la película será recordada, fundamentalmente, por el dúo que reúne a Louis Arsmtrong y Bing Crosby interpretando el fantástico Now you has jazz, la mejor versión de Crosby que muchos recordamos. Que destacara la colaboración Crosby-Satchmo y no la más esperada es natural pues Now you has jazz es infinitamente superior a Well did you Evah donde, además, Frank debe cantar simulando estar borracho, por necesidades del guión. Lo grotesco acontece cuando en el año 2001 el británico Robbie Williams decide hacer un refrito de Well did you Evah, incorporando la colaboración lastimosa de John Lovitz. Si en la película no era ya un gran número, desprovista del argumento, ajena completamente a la cinta, el resultado de esta versión es desastroso e irrisorio. Esperamos que nadie nunca vuelva a versionar este tema en la historia de la música. Para finalizar el comentario sobre la película que en España se llamó Alta sociedad destacar la balada You're sensational como la mejor interpretación de Sinatra en la cinta, escena que comparte, por cierto, con Grace Kelly. Y con Grace Kelly también compartiría una memorable escena Bing Crosby, cantando a dúo True love, canción que fue nominada al Oscar. Al año siguiente (1957) y ya en pleno apogeo de Sinatra en el sello Capitol, Bing Crosby invita a Sinatra a participar en su show televisivo. En esta época, tanto Bing como Frank, en público, no dejaban pasar ocasión sin simular, en tono de broma, una constante rivalidad entre los dos. Pero Crosby era consciente de que tal rivalidad no existía. No podía luchar contra aquel despliegue de Sinatra. Es en esta época cuando el cantante, durante un programa radiofónico, pronuncia la inolvidable respuesta a Dinah Shore que encabeza este post: "¿Sabes, Bing? Frank Sinatra es el tipo de cantante que solo aparece una vez en la vida", dice Dinah Shore. A lo que responde Bing: "Sí, Dinah. Pero, ¿por qué tuvo que aparecer en la mía?" El siguiente vídeo es la explicación visual de esta admiración que Bing comenzó a sentir por "el aprendiz que supera al maestro":
A lo largo de los años cincuenta Bing Crosby mantuvo su nivel aunque fueron las generaciones más sentimentales las que se interesaban por sus grabaciones, aquellas que añoraban épocas pasadas. Sin embargo, Frank Sinatra, desde sus grabaciones en Capitol Records, parecía interesar a todo tipo de público, desde esas generaciones más maduras hasta los que compraban los nuevos discos de Elvis Presley. En la discográfica se hizo dueño y señor superando, incluso, al músico que hasta entonces la había representado, Nat King Cole. Sin duda, no hubo posteriormente en la carrera de Sinatra otra época comparable a esta, las grabaciones comprendidas entre los años 1953 y 1961, a excepción de los discos junto a Count Basie, mediados los sesenta. Cuando se refiere a la época Capitol de Sinatra, se suele decir que "Sinatra se hizo adulto igual que Estados Unidos"; lo cierto es que aquellas grabaciones suponen la mejor banda sonora para el país en aquellos momentos. A ritmo de ese swing adulto, llegamos a los nuevos aires de los sesenta. El mundo parece evolucionar a ritmo vertiginoso y Sinatra se convierte, como uno de los personajes más relevantes del momento, en un testigo muy activo que influirá directamente en el inmediato desarrollo socio-politico de Estados Unidos: 1960 :y la llegada de JFK
Sin premeditación ni intención previa, el presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, se convertirá en motivo de ruptura entre Frank Sinatra y su amigo Peter Lawford en el año 1962 y hará que el cantante sienta una extraña envidia de Bing Croby aunque, ciertamente, pasajera. En febrero de 1962 JFK planea una visita a la Costa Oeste entre los días 24 y 26. Frank Sinatra dio por hecho, a raíz de una breve conversación telefónica con la Casa Blanca, que su "amigo" JFK se alojaría en su casa de Palm Springs y para ello mandó construir dos casas adosadas a la suya para el servicio secreto, una reforma integral de la vivienda principal y hasta un helipuerto de cemento que nunca llegó a utilizar, pues no había solicitado ningún permiso para ello. Al mismo tiempo, la cruzada emprendida por Robert Kennedy contra el mundo del hampa culmina con un informe del Departamento de Justicia que afirma lo siguiente: "Sinatra ha tenido un larga y amplia relación con matones y mafioso que parece proseguir. Ocasionalmente la naturaleza del trabajo de Sinatra puede ponerle en contacto con personajes del hampa, pero eso no justifica su amistad y/o relación financiera con gente como Joe y Rocco Fischetti, primos de Al Capone; Paul Emilio D'Amato, John Formosa y Sam Giancana, todos los cuales figuran en nuestra lista de mafiosos. Ningún otro artista es nombrado con tanta frecuencia entre los mafiosos. La información que disponemos indica no solo que Sinatra está relacionado con los mafiosos, sino que suele mantenerse en contacto. Ello sugiera una posible coincidencia de intereses entre Sinatra y los mafiosos en Illinois, Indiana, Nueva Jersey, Florida y Nevada". Sin querer, el Departamento de Justicia sitúa en el punto de mira la relación de Sinatra con Giancana , olvidando o pasando por alto que, precisamente es esa relación la que ayudó a que JFK ganara las elecciones. Y no solo esto. El 27 de febrero de 1962 agentes del FBI informaron a J. Edgar Hoover de las relaciones sexuales que el Presidente JFK había mantenido y seguía manteniendo con Judith Campbell Exner, amante de Sam Giancana. Atando cabos, Hoover advirtió que la actuación de Sinatra en este aspecto rozaba el proxenetismo, habiendo presentado a este insólito trío. Poco le importó a Hoover o al FBI que Sinatra actuara de la misma manera en referencia a la relación entre Marilyn Monroe y JFK. En tales circunstancias, ante los informes del FBI y del Departamento de Justicia, Bobby Kennedy ya tenía lo que buscaba: la cabeza de Sinatra. Cuando comentó a su hermano el contenido de los documentos aconsejó que, en lugar de alojarse en casa de Frank Sinatra, lo hiciera en la de Bing Crosby. Y el "mensajero del miedo" que eligió Robert Kennedy, en este caso, fue Peter Lawford. Lawford conocía bien a Sinatra y suponía que la reacción del cantante ante tal noticia sería devastadora. De hecho, ya le había retirado el saludo en una ocasión cuando, a partir de un titular malintencionado de prensa rosa, intuyó un lío entre él y su ex esposa Ava Gadner. Además, Frank ya andaba cabreado con Bobby por los informes del Departamento de Defensa y del FBI. Así que Peter Lawford explicó al cantante que el Presidente se alojaría en casa de Bing Crosby ya que ésta ofrecía mayores garantías de seguridad al situarse tras una montaña. Sinatra no podía creerlo. Tras aquella desorbitada reforma de la casa, JFK lo dejaba plantado...¡y por un republicano!. Lógicamente, él sabía que todo aquello de las razones de seguridad eran una patraña y que la auténtica razón era su relación con Sam Giancana. Aún así, echó de su casa y de su vida a Peter Lawford en aquel mismo instante y la relación con los Kennedy también quedó finiquitada. Después de todo, Sinatra pensó que tanto Lawford como los Kennedy eran unos traidores. Curiosamente, el incidente repercutió de manera positiva en la relación profesional entre Sinatra y Crosby. Peter Lawford fue desterrado del universo Sinatra. Ya no participaría en las dos siguiente producciones cinematográficas del Rat Pack y concretamente en Robin and the 7 Hoods, su lugar fue ocupado por Bing Crosby.
Para Sinatra la década de los sesenta representa la cima en su carrera discográfica creando su propio sello, Reprise donde llegarán las colaboraciones con Count Basie o Duke Ellington y los primeros experimentos con músicas de nuevos compositores como Antonio Carlos Jobim, Paul Anka, George Harrison, Don Costa, Paul Simon, Jacques Brel o Rod McKuen. También son los sesenta la década del imperio Sinatra en Las Vegas, de las fiestas salvajes con el Rat Pack y de sus incursiones en el cine negro, con las películas en las que encarna al detective Tony Rome. Una vieja magia negra tuvo Sinatra para reinventarse, adaptarse y mantenerse en la cima hasta el final de su carrera, mucho más longeva, por cierto, que la de Bing Crosby que murió en Alcobendas (Madrid) en 1977 a los 73 años, por un infarto de miocardio mientras practicaba su afición favorita, el golf.
Pero es preciso tener en cuenta que el legado de Bing Crosby influye directamente en la evolución musical del siglo XX, en la evolución del cantante como solista. Tras su muerte, apareció un LP póstumo grabado, precisamente, en 1977 y titulado Seasons. Una auténtica delicia que, salvando las distancias, podría compararse al September of my years de Sinatra. Se publicó el LP como homenaje añadiendo en su contraportada frases y declaraciones de sus amigos tras su muerte. Esto es lo que dijo Frank Sinatra: "La muerte de Bing es algo que no puedo superar. Fue el padre de mi carrera, el ídolo de mi juventud y un afectuoso amigo en mi madurez. Su ocultación deja un profundo vacío en nuestra música y en las vidas de quienes lo conocimos y lo quisimos. Y esto es todo lo que puedo decir. Gracias a Dios tenemos sus películas y sus discos recordándonos su calidez y su talento para siempre".
Para despedirnos y recordando la buena amistad que unió a Frank Sinatra y a Bing Crosby, huyendo de las rivalidades y los alojamientos presidenciales, recuperamos esta escena de Robin and the 7 Hoods donde también aparece Dean Martin, otro cantante que, por cierto, reconoce la honda influencia que sobre él ejerció Bing Crosby, sobretodo, en la manera de interpretar una balada (según dijo):
JKF y Sinatra |
Un helipuerto para el Presidente
Sin premeditación ni intención previa, el presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, se convertirá en motivo de ruptura entre Frank Sinatra y su amigo Peter Lawford en el año 1962 y hará que el cantante sienta una extraña envidia de Bing Croby aunque, ciertamente, pasajera. En febrero de 1962 JFK planea una visita a la Costa Oeste entre los días 24 y 26. Frank Sinatra dio por hecho, a raíz de una breve conversación telefónica con la Casa Blanca, que su "amigo" JFK se alojaría en su casa de Palm Springs y para ello mandó construir dos casas adosadas a la suya para el servicio secreto, una reforma integral de la vivienda principal y hasta un helipuerto de cemento que nunca llegó a utilizar, pues no había solicitado ningún permiso para ello. Al mismo tiempo, la cruzada emprendida por Robert Kennedy contra el mundo del hampa culmina con un informe del Departamento de Justicia que afirma lo siguiente: "Sinatra ha tenido un larga y amplia relación con matones y mafioso que parece proseguir. Ocasionalmente la naturaleza del trabajo de Sinatra puede ponerle en contacto con personajes del hampa, pero eso no justifica su amistad y/o relación financiera con gente como Joe y Rocco Fischetti, primos de Al Capone; Paul Emilio D'Amato, John Formosa y Sam Giancana, todos los cuales figuran en nuestra lista de mafiosos. Ningún otro artista es nombrado con tanta frecuencia entre los mafiosos. La información que disponemos indica no solo que Sinatra está relacionado con los mafiosos, sino que suele mantenerse en contacto. Ello sugiera una posible coincidencia de intereses entre Sinatra y los mafiosos en Illinois, Indiana, Nueva Jersey, Florida y Nevada". Sin querer, el Departamento de Justicia sitúa en el punto de mira la relación de Sinatra con Giancana , olvidando o pasando por alto que, precisamente es esa relación la que ayudó a que JFK ganara las elecciones. Y no solo esto. El 27 de febrero de 1962 agentes del FBI informaron a J. Edgar Hoover de las relaciones sexuales que el Presidente JFK había mantenido y seguía manteniendo con Judith Campbell Exner, amante de Sam Giancana. Atando cabos, Hoover advirtió que la actuación de Sinatra en este aspecto rozaba el proxenetismo, habiendo presentado a este insólito trío. Poco le importó a Hoover o al FBI que Sinatra actuara de la misma manera en referencia a la relación entre Marilyn Monroe y JFK. En tales circunstancias, ante los informes del FBI y del Departamento de Justicia, Bobby Kennedy ya tenía lo que buscaba: la cabeza de Sinatra. Cuando comentó a su hermano el contenido de los documentos aconsejó que, en lugar de alojarse en casa de Frank Sinatra, lo hiciera en la de Bing Crosby. Y el "mensajero del miedo" que eligió Robert Kennedy, en este caso, fue Peter Lawford. Lawford conocía bien a Sinatra y suponía que la reacción del cantante ante tal noticia sería devastadora. De hecho, ya le había retirado el saludo en una ocasión cuando, a partir de un titular malintencionado de prensa rosa, intuyó un lío entre él y su ex esposa Ava Gadner. Además, Frank ya andaba cabreado con Bobby por los informes del Departamento de Defensa y del FBI. Así que Peter Lawford explicó al cantante que el Presidente se alojaría en casa de Bing Crosby ya que ésta ofrecía mayores garantías de seguridad al situarse tras una montaña. Sinatra no podía creerlo. Tras aquella desorbitada reforma de la casa, JFK lo dejaba plantado...¡y por un republicano!. Lógicamente, él sabía que todo aquello de las razones de seguridad eran una patraña y que la auténtica razón era su relación con Sam Giancana. Aún así, echó de su casa y de su vida a Peter Lawford en aquel mismo instante y la relación con los Kennedy también quedó finiquitada. Después de todo, Sinatra pensó que tanto Lawford como los Kennedy eran unos traidores. Curiosamente, el incidente repercutió de manera positiva en la relación profesional entre Sinatra y Crosby. Peter Lawford fue desterrado del universo Sinatra. Ya no participaría en las dos siguiente producciones cinematográficas del Rat Pack y concretamente en Robin and the 7 Hoods, su lugar fue ocupado por Bing Crosby.
Trayectoria final de Bing Crosby
A partir de entonces, fue más habitual la colaboración profesional entre ambos. La admiración mutua persistió a lo largo de los años, así como la cordialidad en sus encuentros, siendo el "asunto JFK" un mera anécdota. La carrera cinematográfica de Crosby a partir de la década de los sesenta pasó a ser un hecho puramente circunstancial. De hecho, Robin and the 7 Hoods (1964) es la última producción importante en la que participa. A partir de entonces aparece en algunas series y en dos largometrajes para televisión. En cuanto a su carrera musical, resulta necesario destacar el LP Bing & Satchmo grabado en 1960 con arreglos de Billy May. En esta nueva colaboración junto a Louis Armstrong revive nuevamente el mejor Bing Crosby, con una insólita comunión entre jazz y dixie. Las grabaciones registradas por Crosby en los sesenta fueron impecables pero a nadie parecían interesar. Después de todo, Sinatra eclipsó el territorio del swing.Bing & Satchmo (1960) |
Para Sinatra la década de los sesenta representa la cima en su carrera discográfica creando su propio sello, Reprise donde llegarán las colaboraciones con Count Basie o Duke Ellington y los primeros experimentos con músicas de nuevos compositores como Antonio Carlos Jobim, Paul Anka, George Harrison, Don Costa, Paul Simon, Jacques Brel o Rod McKuen. También son los sesenta la década del imperio Sinatra en Las Vegas, de las fiestas salvajes con el Rat Pack y de sus incursiones en el cine negro, con las películas en las que encarna al detective Tony Rome. Una vieja magia negra tuvo Sinatra para reinventarse, adaptarse y mantenerse en la cima hasta el final de su carrera, mucho más longeva, por cierto, que la de Bing Crosby que murió en Alcobendas (Madrid) en 1977 a los 73 años, por un infarto de miocardio mientras practicaba su afición favorita, el golf.
Fotografía de Bing Crosby jugando en La Moraleja (Madrid) poco antes de su muerte |
Pero es preciso tener en cuenta que el legado de Bing Crosby influye directamente en la evolución musical del siglo XX, en la evolución del cantante como solista. Tras su muerte, apareció un LP póstumo grabado, precisamente, en 1977 y titulado Seasons. Una auténtica delicia que, salvando las distancias, podría compararse al September of my years de Sinatra. Se publicó el LP como homenaje añadiendo en su contraportada frases y declaraciones de sus amigos tras su muerte. Esto es lo que dijo Frank Sinatra: "La muerte de Bing es algo que no puedo superar. Fue el padre de mi carrera, el ídolo de mi juventud y un afectuoso amigo en mi madurez. Su ocultación deja un profundo vacío en nuestra música y en las vidas de quienes lo conocimos y lo quisimos. Y esto es todo lo que puedo decir. Gracias a Dios tenemos sus películas y sus discos recordándonos su calidez y su talento para siempre".
Para despedirnos y recordando la buena amistad que unió a Frank Sinatra y a Bing Crosby, huyendo de las rivalidades y los alojamientos presidenciales, recuperamos esta escena de Robin and the 7 Hoods donde también aparece Dean Martin, otro cantante que, por cierto, reconoce la honda influencia que sobre él ejerció Bing Crosby, sobretodo, en la manera de interpretar una balada (según dijo):
Fue fantástico que no se estableciera entre ellos rivalidad alguna. Crosby ya había alcanzado la cima cuando llega Sinatra, que además le reconoce como maestro. Hizo bien Crosby en incorporar las novedades vocales que trae Frank, porque la comparación entre uno y otro hace que Crosby pareciera algo anticuado. De Alta sociedad adoro el número que interpretan juntos, no sabía que pasó desapercibido. En realidad, adoro todos los temas de esa película llena de grandes dúos, como parejas cruzadas. Qué delicia verles a los tres juntos en el Robin gansteril. Abrazos.
ResponderEliminarDesde que era niño, "Alta sociedad" figura entre mis películas favoritas. Es lógico, Bing Crosby y Frank Sinatra son protagonistas y son, además, los dos cantantes que más he escuchado a lo largo de estos años. En cuanto a "Cuatro gángsters de Chichago", me parece muy divertida y fue un descubrimiento, para mí, más bien tardío, muy sorprendente y muy agradable. Un abrazo, Juan.
EliminarLa jugarreta de los Kennedy terminó alejando a Frank del Partido Demócrata: años después empezó a intimar con Spiro Agnew, luego Nixon, hasta llegar a hacer de "cantante de cámara" de los Reagan. En ese aspecto Frank no envejeció bien.
ResponderEliminarPor otra parte congratula ver cómo la admiración mutua se impuso a cualquier tipo de rivalidad en la relación Crosby/Sinatra. Una hermosa lección que nos han legado a todos sus públicos, y que tú, Marcos, nos has ofrecido con tu maravilloso trabajo en esta serie. Infinitas gracias.
Efectivamente, prefiero los comienzos políticos de Sinatra, con su apoyo a Roosevelt y su decidido viraje comunista que, entre otras cosas, le valió ser considerado persona non grata para Hollywood y Columbia en sus años más aciagos. Probablemente, por todo ello, terminó, políticamente, en una línea muy alejada a esos comienzos. Por todo ello y por su querencia hacia la Casablanca. No olvidemos que estaba loco por entrar en ella para quedarse. Un abrazo José Antonio y muchas gracias.
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