martes, 26 de junio de 2012

Frank Sinatra en el Madison Square Garden, The Main Event

Durante el concierto en el Madison Square Garden, The Main Event

"Para ser sincero, no me gusta hacer televisión cada semana. Requiere demasiada energía -tensión, prisas y ensayos- para el resultado que se obtiene. He visto a la televisión consumir el talento de mucha gente. Sé lo que te hace por dentro" (Frank Sinatra) 

 El 27 de mayo de 1950, Bob Hope presentó a Sinatra que cantó impecablemente la canción Come rain or come shine y así dio comienzo una carrera televisiva de 45 años. Curiosa, sin embargo, parece la opinión que Frank expresa sobre el mundo de la televisión en el texto que encabeza esta entrada. Afortunadamente, la televisión no pudo con su talento.Sin embargo el cantante no dejó de utilizar la televisión como medio publicitario. Para su flamante regreso, Ol' blue eyes is back, Sinatra preparó un especial junto a Gene Kelly y un concierto que sería emitido por televisión, celebrado el 13 de octubre de 1974, en el Madison Square Garden de Nueva York y subtitulado The Main Event (El gran acontecimiento). Como hemos visto, a Sinatra no le gustaban los especiale spara la televisión y para este Main Event estuvo especialmente nervioso. Encontró en Barbara su mejor tranquilizante.  Para el concierto el escenario se montó como un cuadrilátero de boxeo y Howard Cossell (comentarista deportivo) fue el presentador. La retransmisión fue de ámbito mundial y le siguió un álbum homónimo que saldría a la venta en noviembre de ese 1974 El concierto es uno de los más legendarios y recordados del cantante. He encontrado un video en Youtube que recoge sus mejores momentos y que agradezco a su autor:
También quería dejar aquí, la colaboración que hizo Gene Kelly para el especial Ol' blue eyes is back de 1973 Comienza presentado Sinatra, recordando las películas en las que actuaron juntos y aparece Gene Kelly. Cantan juntos y al final, Frank canta Nice'n'easy mientras Gene baila:

sábado, 16 de junio de 2012

Letal como un solo de Charlie Parker (Javier Márquez Sánchez. 2012) Frank Sinatra como personaje

Portada de "Letal como un solo de Charlie Parker" donde aparece John Wayne, Frank Sinatra y el protagonista, Eddie Bennett

Frank Sinatra tiene el mundo atado a su dedo también en la nueva novela de Javier Márquez Sánchez titulada Letal como un solo de Charlie Parker y editada por Editorial Salto De Página. Así, al menos, lo indica el título de uno de sus títulos y la trama de esta historia que, de alguna manera, está salpicada por la presencia del cantante. Desde el comienzo, la referencia a Sinatra es un constante. Como una ironía, la novela comienza el mismo día que la muerte del cantante, el 16 de mayo de 1998, en un cementerio donde el protagonista, Eddie Bennett (sin duda, otra ironía el apellido Bennett) asiste al entierro de una antigua vieja gloria de Hollywood, para después realizar un trabajito en un bar, ajustando las cuentas a un tipo. A través de un acertado flashback, el lector es trasladado a Las Vegas de 1955, donde un Eddie Bennett algo más joven y apodado el figura (debido a sus relaciones del pasado con la Mafia) se desenvuelve como un pez en el agua. Trabaja como "solucionador de problemas" en la empresa de seguridad privada que su antiguo Capitán de guerra, Larry Marvin, ha construido para los grandes estudios de Hollywood. Se hospeda en una suite de lujo en el Hotel Flamingo y su popularidad es tan alta que suele codearse con Dean Martin o Frank Sinatra para probar los mejores cócteles de Las Vegas, en el caso de Eddie, el Southern Comfort. Todo cambiará para Bennett el día en que una desconocida actriz de Las Vegas aparece muerta en un lago. La difunta actriz tenía un discreto papel en El conquistador de Mongolia, película rodada en el desierto de Mesa, St. George, protagonizada por John Wayne y producida por Howard Hughes. El encargo de Marvin es que Bennett viaje hasta el rodaje de St. George y firme los documentos forenses que confirman el suicidio de la actriz. Pero Bennet y su espíritu detectivesco no se conforma con esa excesiva urgencia por archivar el caso y lo que parece una muerte sin importancia de una actriz aspirante, poco a poco, va convirtiéndose en una entramada conspiración donde está implicada la Mafia (en concreto, el mal olor llega hasta uno de los grandes capos, Sam Giancana), la CIA y el Ejército de los Estados Unidos. Bennett viajará desde las luces y los casinos de Las Vegas hasta el árido desierto de St. George donde tratará de manera muy próxima a John Wayne. Se codeará con los peores matones de la Cosa Nostra y lo más selecto de Hollywood. Entre detalladas recetas de cócteles, canciones de Sinatra, chistes de Dean Martin y las caderas de Janet Baker (una joven periodista), Eddie Bennett intentará llegar hasta lo más profundo del asunto, aunque esto le lleve a limpiar la peor carroña que haya conocido, aunque en ello se juegue la vida y cave su propia tumba ante el aliento del temido Sam Giancana.
John Wayne, Dean Martin y Frank Sinatra aparecen aquí junto a Bob Hope y Reagan.

Y como he dicho anteriormente, Frank Sinatra aparece como un personaje más en esta novela, así como Dean Martin o John Wayne. La fascinación que el autor, Javier Márquez Sánchez, profesa por la música y el estilo de Sinatra o Martin y el concienzudo estudio de sus vidas (como nos demostró con el estupendo Rat Pack: viviendo a su manera) se traslada al papel para construir con ellos dos personajes tan creíbles que nos invita a pensar que, realmente, conoció y compartió barra de bar con los dos cantantes. Frank y Dean no son sólo dos personajes más en esta novela, son realmente ellos. El comportamiento de Sinatra es el que hubiera tenido de haber estado implicado en una historia así. La actitud de Dean en la barra del bar es la que realmente tenía, tristemente contento, ante una copa de J&B o un dry martini, riendo con sus amigos o en soledad. Y aunque estoy incidiendo en los dos cantantes, el tratamiento que recibe John Wayne es igualmente auténtico.
Dino, Frank, los años cincuenta

En concreto, Frank Sinatra, aparece en tres ocasiones y sólo en una de ellas está presente e interactúa con Eddie Bennett. En la primera aprición, una corista nos cuenta cómo el cantante se echa a llorar en sus brazos cada noche por no soportar la ausencia de Ava Gardner. En la segunda aparición, al imagen del  hombre derrotado se sustituye por la del triunfador, precisamente como le ocurrió realmente en vida. Frank Sinatra canta en el salón Copa del Sands, I've got the world on a string, My funny Valentine y Three coins in the fountain. Después del concierto, se sienta con Eddie Bennett y le agradece su papel en el asunto de unas fotografías comprometedoras que hizo desaparecer. En realidad, Bennett realizó el encargo de las fotografías como un trabajo más, sin saber que el mismísimo Frank Sinatra estaba delante de esa cámara indiscreta. Y la tercera y última aparición, la reservo porque afecta al desenlace de la hsitoria.
Frank Sinatra, Las Vegas. Delante del hotel Sands.

En resúmen, Letal como un solo de Charlie Parker, es una novela negra más que admirable, una historia perfectamente ambientada en los incomparables años cincuenta de Las Vegas, la Mafia, los cócteles, la delincuencia y el swing. En definitiva, una oferta qeu no podrás rechazar. Les dejo ahora con dos de los temas que pertencen a la banda sonora de esta novela y con una cita del autor: "Cuando Frank cantó I've got the world on a string, todos los hombres en el salón Copa del hotel Sands nos sentimos triunfadores, pero él fue el único ganador cuando cantó My funny Valentine"


martes, 12 de junio de 2012

The Bulova Frank Sinatra Show (1951)

 

A Mario, que prefiere la época que Frank Sinatra pasó en Columbia.

Precisamente a esa época pertenece este Boluva Show de 1951. Aunque la mayoría de adictos a la música de Sinatra prefieran la época de la década de los sesenta con Reprise o bien la época anterior en Capitol Records, no es de extrañar que haya quien prefiera los finales de la década de los cuarenta y los comienzos de los cincuenta, que Frank Sinatra grabó con Columbia. Precisamente, en la anterior entrada alabábamos la pureza en el canto que Frank Sinatra exhibía en el tema That old black magic. Precisamente en Columbia, la pureza de Frank Sinatra en algunas baladas como Why try to change me now, Body and soul o I'm a fool to want you no se llegaron a superar en posteriores grabaciones del cantante. Pero también con Columbia, Sinatra conoció su momento más bajo. El desenlace trágico de su relación con Ava Gardner, los intentos de suicidio o la adicción a las patillas terminaron por minar su capacidad vocal que llegó a perder por completo. Afortunadamente, esa época pasó pronto y casi inmediatamente llegó el éxito en De aquí a la eternidad, la vuelta a la popularidad y la era Capitol. En esta ocasión veremos completamente un capítulo de The Frank Sinatra Boluva Show en 1951, espacio patrocinado por la marca de relojes Boluva que sería el predecesor del definitivo Frank Sintra Show que, en la segunda mitad de la década de los cincuenta, llevó a Sinatra a los más altos índices de audiencia. Aquel Frank Sinatra Show contaría con mejores invitados (Dean Martin, Bob Hope, Bing Crosby, Ella Fitzgerald, Louis Armstrong o Peggy Lee) que este Boluva show donde algunos invitados ni siquiera aparecen con Sinatra en pantalla y donde, hoy en día, algunos de sus números quedan algo desfasados, algo que no ocurriría con los shows que Sinatera grabó posteriormente.En este show tenemos la oportunidad de ver a Frank Sinatra cantando standards como My blue heaven, My romance (junto a Jane Hutton) o Hello young lovers.

miércoles, 6 de junio de 2012

Los mejores Lps de Frank Sinatra: "The Voice", esa vieja magia negra


En lo que a canciones se refería, lo primero que Frank miraba era la letra. Siempre quería saber lo que decía la canción para ver si le gustaba o no. Siempre hacía el mismo comentario: "De la música que se encargue otro. La letra es asunto mío" (Alan Livingstone) Y en estas palabras de Livingstone se podría resumir a la perfección el secreto de Sinatra, la razón por la que saber llegar, contando una canción antes de cantarla. La cuenta para sí mismo, antes de grabarla, la interioriza y después la canta y la graba en el estudio, transmitiéndola al público. El 29 de enero de 1945, un Frank Sinatra de veintinueve años grabó en los estudios Columbia, junto a la orquesta de Axel Stordahl, una primera selección de temas entre los que se encontraba My melancholy baby, Where or when, If I loved you y All the things you are. En aquel año grabaría más de cuarenta canciones. Un año más tarde, el 3 y el 24 de febrero y el 10 de marzo de 1946, Sinatra y Stordahl volvieron a la carga con All through the day, Begin the beguine, They say it's wonderful, Home on the range, How deep is the ocean y That old black magic. Doce sesiones de grabación en 1945 y dieciséis en 1946 darían como fruto diecinueve canciones que se recopilarían y se venderían en una serie de álbumes que alcanzaron un gran éxito como es el caso de The Voice, primer álbum de 78rpm Con The Voice se considera a Frank Sinatra el primer intérprete en grabar un álbum conceptual, donde las canciones se relacionaran entre sí; esto fue algo que repetiría continuamente en la década siguiente, con Capitol y durante toda su vida. Para The Voice, Sinatra planeó canción a canción el disco y este planteamiento tuvo gran acogida por sus fans. Su energía, su "swing", su manera de cantar cada tema, sacando el mayor partido a su amplitud vocal, le convirtieron en el cantante más reconocido por el público. De esta época podemos destacar el tema That old black magic, esa vieja magia negra que, según decían los críticos, parecía tener en su voz para, de esta manera, hechizar a un público, sobretodo femenino, cada vez más entregado. Aquí podemos ver una versión en directo de aquella época con That old black magic