sábado, 23 de diciembre de 2017

Merry Sinatra/Martin Christmas


Si bien es cierto que Bing Crosby cosechó grandes éxitos, primero con "White Christmas" y después, siguiendo la estela de aquel primer acierto, grabando infinidad de discos y canciones navideñas, clásicas y novedosas, que conseguían una buena repercusión, también lo es que Sinatra, aun grabando menos, consiguió por ejemplo registrar la mejor versión conocida del clásico "Have yourself a merry little Christmas", siempre con el permiso de Judy Garland, que estrenó este tema. Pero entonces, ¿qué hay de Dean Martin?. Pues lo que hay es muy bueno. El bueno de Dino se buscó un repertorio navideño propio y diferenciado de los otros dos cantantes comentados anteriormente. Dean registró la que, probablemente, es la mejor versión de "Rudolph the red nosed reindeer", grabó también una pícara "Baby it's cold outside" (revisada e imitada por todos los cantantes que la han grabado posteriormente) y por supuesto, nos ofreció el lado más entrañable y tristón de estas fechas con sus blues: "Blue Christmas" y "The Christmas blues". Por supuesto, también grabó su particular "White Christmas" en una versión estupenda y clásicos como "Jingle bells"(versión diferente e interesante), "Silenti night" o "Silver bells". Merece la pena escuchar las navideñas de Dino y tener en cuenta que, por ejemplo, Elvis Presley en sus Christmas songs le imitó descaradamente. No en vano, el propio Elvis reconocería su influencia, sobretodo, en las baladas. Y esto es sencillamente comprobable. Pero vamos a ver el genial "The Christms blues" por Dean Martin


Pero no se me olvida que este es el blog de Frank Sinatra. Existe un programa televisivo, que ya compartimos el año pasado en este blog, donde la familia Martin y la familia Sinatra celebran con canciones la Navidad. Es necesario hablar en este punto de "A Marshmallow world", canción compuesta en 1949 por Carl Sigman y Peter DeRose, que se convirtió en algo así como un himno para el show televisivo de Dean Martin. Pero es inevitable recordar también aquí a Bing Crosby, que estrenó y grabó este tema en 1950 y sonaba así. En cualquier caso, la canción en cuestión habla de la llegada del invierno y aunque no hace referencia explícita a la Navidad, en Estados Unidos siempre se ha considerado una Christmas song o como decimos en España, un villancico. La versión más divertida de esta canción la protagonizan a dúo Sinatra y Martin. En ella vemos cómo Sinatra parece tener problemas con sus calcetines, al comienzo de la canción, lo que hace reír a Dean. Posteriormente, Frank, con su habitual sentido del humor, llama a Dean "cabeza de calabaza", cambiando sensiblemente la letra y aludiendo al tono rojizo que siempre tenía en la cara su amigo. Al final a Dean se le traba la lengua y en lugar de cantar "how it goes" dice algo así como "how it was" lo que provoca la risa de Frank. Es un momento impagable y muy divertido con el que, desde este blog, queremos desear muy felices fiestas a todos. Marshmallow, Marshmallow!!!

domingo, 17 de diciembre de 2017

Frank Sinatra y el jazz en Aragón Radio (podcast)

Frank Sinatra ensayando (años cincuenta)
En 1957 la Enciclopedia del Jazz editada en París reconocía a Frank Sinatra como uno de los pocos vocalistas de jazz, junto a Ella Fitzgerald o Billie Holiday. Unos posts atrás, recordábamos el fortuito encuentro en Madrid que terminaría con Frank Sinatra cantando "All of me" junto a Duke Ellington en el escenario del cine Carlos III en el año 1956. LA carrera musical de Frank Sinatra fue fundamentalmente jazz. Sin la presencia de Count Basie (y por extensión, de Quincy Jones) el "sonido Sinatra" no hubiera sido lo mismo. Sinatra no hubiera sido el mismo sin la profunda influencia que sobre él y sobre su manera de interpretar ejercerían cantantes como Billie Holiday, Ella Fitzgerald o incluso Louis Armstrong; o músicos como Tommy Dorsey, Harry James o Antonio Carlos Jobim. Como resultado, probablemente Sinatra ha sido y será para los restos, el mejor cantante de jazz de la historia.

Sinatra y el Nat King Cole trio, pasándolo bien.
El pasado viernes tuve la oportunidad de hablar sobre esta relación entre Frank Sinatra y el jazz en el programa Comnidad sonora de Aragón Radio, junto a Alberto Guardiola y Miguel Ángel Tapia. Para tal ocasión debía elegir tres canciones representativas del Sinatra más jazzístico y tras mucho pensar, fue inevitable recurrir a Count Basie. Mi elección fue "Nice work if you can get it" (1962, "Sinatra-Basie: an historic musical first"), "Hello Dolly" (1964, "It might as well be swing") y finalmente, "Mack the knife" (1984 "L.A. is my lady") Efectivamente, del LP "Sinatra-Basie..." podría haber elegido cualquier tema pues todo el disco es un legado imprescindible para la historia del jazz pero si elegí "Nice work if you can get it" fue por el desenfado que muestra Sinatra al cantar esta canción. Su ambición de juguetear con la letra y con la melodía, su hambre de improvisación y en definitiva, lo bien que se lo pasa cantándola, una diversión que se transmite inmediatamente al oyente. Fundamentalmente, elegí este tema por su sección final. En ella Sinatra realiza la máxima expresión del fraseo que tan famoso le hizo e imitando el acompañamiento del viento, une las dos estrofas del estribillo a una velocidad vertiginosa cantando "It's nice work/ifyoucangetitandyoucangetitifyoutry" y responde el viento. Es espectacular. Lo escuchamos aquí:



Si la segunda fue "Hello Dolly!" de nuevo junto a Count Basie, no solo es por el homenaje que representa a Louis Armstrong. Creo que es la canción más vertiginosa que grabó Sinatra, culminándola con un "oh, yeah" armstrongiano que seguro, haría sonreír al trompetista. Capítulo aparte merece la atómica y desbordante orquesta de Count Basie máxima expresión del más rabioso swing en esta ocasión. Y finalmente, "Mack the knife" una canción de cuya grabación nunca se sintió orgulloso Frank pero que a mi me parece una delicia. Quincy Jones actualiza el sonido de la orquesta de Basie de los sesenta y lo adapta a los ochenta. Además, en el estudio podemos encontrar a figuras del jazz como Lionel Hampton o George Benson. Vuele a ser este Sinatra desenfadado y juguetón que tanto nos entusiasma y aunque sabemos que la versión de Bobby Darin es insuperable, esta "Mack the knife" de Sinatra está entre las mejores versiones que se grabaron.

Pero el programa radiofónico Comunidad sonora también sirvió para hablar de la exposición "Frank Sinatra: la voz del siglo" que ahora podemos visitar en el Bar Riga de Alagón (Avda. Zargoza, 8) y que reanudará su itinerancia en el año 2018 cuando se cumplen veinte años de la muerte de Frank Sinatra. Esta exposición cuenta con nuevas obras como la aportación de la artista italiana Paola Lomuscio (Andria), autora del libro "Io e la mia matita" en el que muestra todas sus creaciones y se puede conseguir en Amazon. Precisamente, la contraportada del libro consiste en el retrato de Frank Sinatra que envió para la exposición.

La obra de Paola Lomuscio para la exposición "Frank Sinatra la voz del siglo"
A continuación escuchamos el programa completo. Es necesario aclarar que la versión que suena en el programa de Nice work if you can get it es la que Sinatra grabó en 1957 para  A swingin' affair, así que no se trata de la orquesta de Count Basie sino de la orquesta de Nelson Riddle. Aunque no era la elegida, también podemos relacionar esta versión anterior con el jazz, pues es uno de los mejores ejemplos del fraseo de Frank en un swing relajado. El resto de las canciones sí son las comentadas anteriormente.Espero que lo disfruten tanto como yo al participar en el programa. Agradezco a Alberto Gurdiola y a Miguel Ángel Tapia, la oportunidad de volver a hablar de Sinatra en la radio. Siempre es un placer. Enlace podcast: Aquí
Antes de comenzar el programa, entre Miguel Ángel Tapias y Alberto Guardiola

Terminamos con un vídeo muy curioso en el que Sinatra aborda "The best is yet to come" solo con acompañamiento de contrabajo, piano y guitarra. Destaca el papel, al piano, de Vinny Falcone.


sábado, 4 de noviembre de 2017

Rachmaninoff by Sinatra

Frank Sinatra en 1943

El músico ruso Serguéi Rajmáninov, considerado uno de los compositores y pianistas más influyentes del siglo XX, murió el año 1943, en California (Estados Unidos) a los setenta años. Para el público estadounidense que comenzaba a interesarse por la música culta, Rachmaninoff (conocido así, entre el público anglosajón) fue uno de los músicos más populares. Como se ha dicho anteriormente, el interés de Sinatra por la música clásica comenzó en su juventud, escuchando en la radio, las transmisiones que se emitían desde el Radio City Music Hall de Nueva York. Entre sus clásicos favoritos se encontraba Rajmáninov y posteriormente, durante su extensa carrera musical, tuvo la suerte de poner voz a algunas de las composiciones del músico ruso.
Frank Sinatra y su esposa Nancy escuchando discos en el salón de su domicilio
Tras la muerte de Rajmáninov, su popularidad se acentuó y quizá por ello, el dúo compositor formado por Buddy Kaye y Ted Mossman, aprovechó la circunstancia para lanzar la canción Full moon and empty arms, basada en el tercer movimiento de su Concierto para piano Nº2, compuesto entre 1900 y 1901. Fue la canción más popular del dúo Kaye-Mossman, popularidad que debieron, principalmente, a Sinatra, quien grabó la versión más conocida en 1945 con Columbia Records. Canción que, por cierto, recuperó recientemente Bob Dylan para su Shadows in the night. Escuchamos la versión de Sinatra de 1945:


Pero el Concierto para piano Nº2 de Rajmáninov ha influido en más canciones. El tema I think of you se basa en el primer movimiento de este mismo concierto. Compuesta por Don Marcotte y Jack Elliot, Sinatra grabó I think of you en 1941 junto a la orquesta de Tommy Dorsey. Si bien, hay que esperar hasta 1957 para que, con el toque indispensable de Gordon Jenkins, I think of you adquiera su máxima dimensión y sea, finalmente, un merecedor tributo a la altura de Serguéi Rajmáninov. Hablo de la versión que Sinatra graba para el formidable Where are you? el 1 de mayo de 1957 en una sesión memorable en los estudios de Capitol Records donde también firmaría ese mismo día temas como Maybe you'll be there, I'm a fool to want you y el que da título al disco, Where are you?.Este álbum es el primer trabajo que Sinatra graba en estéreo y el primero en Capitol sin Nelson Riddle. Escuchamos esta formidable I think of you:


La influencia de la obra Concierto Nº2 para piano de Rajmáninov es suficientemente notable en los dos temas que hemos escuchado, si bien la belleza, el romanticismo y la relevancia de los instrumentos de cuerda en I think of you acentúan este efecto. Creo que, si Rajmáninov tuviera que elegir una de las dos, sería esta. A continuación podemos escuchar el Concierto Nº2 para piano original de Serguéi Rajmáninov para advertir, en el movimiento primero, la influencia sobre I think of you y en el movimiento tercero, sobre Full moon and empty arms.


sábado, 14 de octubre de 2017

Bing Crosby -vs- Frank Sinatra: el último asalto (Parte II)

En 1956 Frank Sinatra y Bing Crosby comparten pantalla en"Alta sociedad"
Dinah Shore: "¿Sabes, Bing? Frank Sinatra es el tipo de cantante que solo aparece una vez en la vida.
Bing Crosby: Sí, Dinah. Pero, ¿por qué tuvo que aparecer en la mía?"


[Retomando la entrada anterior sobre la misma temática] Frank Sinatra se ha lanzado por fin a su carrera en solitario estableciendo un nuevo estilo musical que, si bien es deudor, en sus principios, del estilo "crooner" de Bing Crosby, las diferencia son suficientes y suficientemente claras para llamar a este nueva manera de cantar "estilo Sinatra". El fraseo comienza a ser una novedosa seña de identidad en el cantante italoamericano y una técnica que Crosby no tardará en incorporar a su estilo. Aunque la modernidad e intemporalidad de la voz de Sinatra nunca pudo ser alcanzada por la de Bing. En la anterior entrada habíamos dejado a Bing Crosby, a mediados de la década de los cuarenta, en su mejor momento, en la cima de su carrera, cosechando éxitos tanto musicales como cinematográficos y realizando memorables grabaciones junto a Louis Armstrong o The Andrews Sisters. Pero Sinatra llegaba con tanta fuerza desde las orquestas de Harry James y Tommy Dorsey que arrasará en su carrera en solitario y en esa segunda mitad de la década de los cuarenta terminará por desbancar a Crosby. Sin embargo, a pesar de que en la industria discográfica mantendrían una rivalidad sin cuartel, tanto Frank como Bing se llevaban francamente bien. Se admiraban mutuamente y participaban en colaboraciones juntos, siempre que podían. 

Segunda mitad de los años cuarenta: Crosby y Sinatra.
Pronto debió intuir Bing Crosby que contra el derroche tonal de Sinatra nada podía hacer. El amplio abanico de escalas del italoamericano nada tenía que ver con su limitado registro vocal. Aún así, Crosby mantuvo dignamente su puesto y durante la década de los cuarenta obtuvo una gran popularidad con su programa radiofónico donde, dicho sea de paso, registró algunas de sus mejores grabaciones. 

"Así se hace" parece decir Bing a Frank. Pronto se intercambiarían los papeles.
La década de los cincuenta fue la llegada del rock and roll pero también el fracaso, las horas bajas y el retorno fantástico de Sinatra a la escena cinematográfica y musical del momento. Tras la época aciaga que representaron los últimos años en el sello Columbia llega el mágico 1953: consigue el Oscar por From here to eternity, se produce la firma con el sello discográfico Capitol Records y en consecuencia, las mejores grabaciones de swing de la historia, las colaboraciones con Nelson Riddle, Billy May o Gordon Jenkins y las grandes baladas de blues. La década de los cincuenta también supone un primer declive en la carrera de Bing Crosby que, sin embargo, desprovisto ya de cualquier recuerdo o lastre del estilo "crooner" comienza a cantar como nunca, sobretodo, en sus versiones más cercanas al jazz junto a Louis Armstrong. Pero las ventas no acompañan. En el terreno cinematográfico, en 1954, Crosby culmina su mejor interpretación en la gran pantalla con su papel protagonista en The Country girl (Frank Elgin) compartiendo reparto con Grace Kelly y William Holden. Sin embargo y a pesar de este esfuerzo por demostrar que podía ser un buen intérprete, también, para películas no musicales, el interés de los estudios por contar con él va disminuyendo. Pero dos años más tarde, en 1956, se producirá un hecho sin precedentes. La película "High society" reúne en la gran pantalla a Bing Crosby, Louis Armstrong y Frank Sinatra, tres verdaderas bestias de la historia de la música del siglo XX. Por primera vez coinciden en una película Crosby y Sinatra. El público, ansioso por ver a las dos estrellas juntas, espera con entusiasmo el musical pues se ha filtrado la noticia de que, además, comparten en el repertorio musical un dueto, una escena conjunta.  Sin embargo, una vez visionada la cinta, el número de Frank y Bing que corresponde a la canción Well did you Evah pasa sin pena ni gloria. La banda sonora de la película será recordada, fundamentalmente, por el dúo que reúne a Louis Arsmtrong  y Bing Crosby interpretando el fantástico Now you has jazz, la mejor versión de Crosby que muchos recordamos. Que destacara la colaboración Crosby-Satchmo y no la más esperada es natural pues Now you has jazz es infinitamente superior a Well did you Evah donde, además, Frank debe cantar simulando estar borracho, por necesidades del guión. Lo grotesco acontece cuando en el año 2001 el británico Robbie Williams decide hacer un refrito de Well did you Evah, incorporando la colaboración lastimosa de John Lovitz. Si en la película no era ya un gran número, desprovista del argumento, ajena completamente a la cinta, el resultado de esta versión es desastroso e irrisorio. Esperamos que nadie nunca vuelva a versionar este tema en la historia de la música. Para finalizar el comentario sobre la película que en España se llamó Alta sociedad destacar la balada You're sensational como la mejor interpretación de Sinatra en la cinta, escena que comparte, por cierto, con Grace Kelly. Y con Grace Kelly también compartiría una memorable escena Bing Crosby, cantando a dúo True love, canción que fue nominada al Oscar. Al año siguiente (1957) y ya en pleno apogeo de Sinatra en el sello Capitol, Bing Crosby invita a Sinatra a participar en su show televisivo. En esta época, tanto Bing como Frank, en público, no dejaban pasar ocasión sin simular, en tono de broma, una constante rivalidad entre los dos. Pero Crosby era consciente de que tal rivalidad no existía. No podía luchar contra aquel despliegue de Sinatra. Es en esta época cuando el cantante, durante un programa radiofónico, pronuncia la inolvidable respuesta a Dinah Shore que encabeza este post: "¿Sabes, Bing? Frank Sinatra es el tipo de cantante que solo aparece una vez en la vida", dice Dinah Shore. A lo que responde Bing: "Sí, Dinah. Pero, ¿por qué tuvo que aparecer en la mía?" El siguiente vídeo es la explicación visual de esta admiración que Bing comenzó a sentir por "el aprendiz que supera al maestro":  




A lo largo de los años cincuenta Bing Crosby mantuvo su nivel aunque fueron las generaciones más sentimentales las que se interesaban por sus grabaciones, aquellas que añoraban épocas pasadas. Sin embargo, Frank Sinatra, desde sus grabaciones en Capitol Records, parecía interesar a todo tipo de público, desde esas generaciones más maduras hasta los que compraban los nuevos discos de Elvis Presley. En la discográfica se hizo dueño y señor superando, incluso, al músico que hasta entonces la había representado, Nat King Cole. Sin duda, no hubo posteriormente en la carrera de Sinatra otra época comparable a esta, las grabaciones comprendidas entre los años 1953 y 1961, a excepción de los discos junto a Count Basie, mediados los sesenta. Cuando se refiere a la época Capitol de Sinatra, se suele decir que "Sinatra se hizo adulto igual que Estados Unidos"; lo cierto es que aquellas grabaciones suponen la mejor banda sonora para el país en aquellos momentos. A ritmo de ese swing adulto, llegamos a los nuevos aires de los sesenta. El mundo parece evolucionar a ritmo vertiginoso y Sinatra se convierte, como uno de los personajes más relevantes del momento, en un testigo muy activo que influirá directamente en el inmediato desarrollo socio-politico de Estados Unidos: 1960 :y la llegada de JFK

JKF y Sinatra

Un helipuerto para el Presidente


Sin premeditación ni intención previa, el presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, se convertirá en motivo de ruptura entre Frank Sinatra y su amigo Peter Lawford en el año 1962 y hará que el cantante sienta una extraña envidia de Bing Croby aunque, ciertamente, pasajera.  En febrero de 1962 JFK planea una visita a la Costa Oeste entre los días 24 y 26. Frank Sinatra dio por hecho, a raíz de una breve conversación telefónica con la Casa Blanca, que su "amigo" JFK se alojaría en su casa de Palm Springs y para ello mandó construir dos casas adosadas a la suya para el servicio secreto, una reforma integral de la vivienda principal y hasta un helipuerto de cemento que nunca llegó a utilizar, pues no había solicitado ningún permiso para ello. Al mismo tiempo, la cruzada emprendida por Robert Kennedy contra el mundo del hampa culmina con un informe del Departamento de Justicia que afirma lo siguiente: "Sinatra ha tenido un larga y amplia relación con matones y mafioso que parece proseguir. Ocasionalmente la naturaleza del trabajo de Sinatra puede ponerle en contacto con personajes del hampa, pero eso no justifica su amistad y/o relación financiera con gente como Joe y Rocco Fischetti, primos de Al Capone; Paul Emilio D'Amato, John Formosa y Sam Giancana, todos los cuales figuran en nuestra lista de mafiosos. Ningún otro artista es nombrado con tanta frecuencia entre los mafiosos. La información que disponemos indica no solo que Sinatra está relacionado con los mafiosos, sino que suele mantenerse en contacto. Ello sugiera una posible coincidencia de intereses entre Sinatra y los mafiosos en Illinois, Indiana, Nueva Jersey, Florida y Nevada".  Sin querer, el Departamento de Justicia sitúa en el punto de mira la relación de Sinatra con Giancana , olvidando o pasando por alto que, precisamente es esa relación la que ayudó a que JFK ganara las elecciones. Y no solo esto. El 27 de febrero de 1962 agentes del FBI informaron a J. Edgar Hoover de las relaciones sexuales que el Presidente JFK había mantenido y seguía manteniendo con Judith Campbell Exner, amante de Sam Giancana. Atando cabos, Hoover advirtió que la actuación de Sinatra en este aspecto rozaba el proxenetismo, habiendo presentado a este insólito trío. Poco le importó a Hoover o al FBI que Sinatra actuara de la misma manera en referencia a la relación entre Marilyn Monroe y JFK. En tales circunstancias, ante los informes del FBI y del Departamento de Justicia, Bobby Kennedy ya tenía lo que buscaba: la cabeza de Sinatra. Cuando comentó a su hermano el contenido de los documentos aconsejó que, en lugar de alojarse en casa de Frank Sinatra, lo hiciera en la de Bing Crosby. Y el "mensajero del miedo" que eligió Robert Kennedy, en este caso, fue Peter Lawford. Lawford conocía bien a Sinatra y suponía que la reacción del cantante ante tal noticia sería devastadora. De hecho, ya le había retirado el saludo en una ocasión cuando, a partir de un titular malintencionado de prensa rosa, intuyó un lío entre él y su ex esposa Ava Gadner. Además, Frank ya andaba cabreado con Bobby por los informes del Departamento de Defensa y del FBI. Así que Peter Lawford explicó al cantante que el Presidente se alojaría en casa de Bing Crosby ya que ésta ofrecía mayores garantías de seguridad al situarse tras una montaña. Sinatra no podía creerlo. Tras aquella desorbitada reforma de la casa, JFK lo dejaba plantado...¡y por un republicano!. Lógicamente, él sabía que todo aquello de las razones de seguridad eran una patraña y que la auténtica razón era su relación con Sam Giancana. Aún así, echó de su casa y de su vida a Peter Lawford en aquel mismo instante y la relación con los Kennedy también quedó finiquitada. Después de todo, Sinatra pensó que tanto Lawford como los Kennedy eran unos traidores. Curiosamente, el incidente repercutió de manera positiva en la relación profesional entre Sinatra y Crosby. Peter Lawford fue desterrado del universo Sinatra. Ya no participaría en las dos siguiente producciones cinematográficas del Rat Pack y concretamente en Robin and the 7 Hoods, su lugar fue ocupado por Bing Crosby.
Año 1964 Frank Sinatra y Bing Crosby graban juntos para la banda sonora de Robin and the 7 hoods. En aquel mismo año también colaboraron para el LP America, I hear you singing. Más tarde, en 1968 Frank Sinatra invitó a Crosby  a participar en su álbum The Sinatra Christmas album donde comparten dos duetos. 

Trayectoria final de Bing Crosby

A partir de entonces, fue más habitual la colaboración profesional entre ambos. La admiración mutua persistió a lo largo de los años, así como la cordialidad en sus encuentros, siendo el "asunto JFK" un mera anécdota. La carrera cinematográfica de Crosby a partir de la década de los sesenta pasó a ser un hecho puramente circunstancial. De hecho, Robin and the 7 Hoods (1964) es la última producción  importante en la que participa. A partir de entonces aparece en algunas series y en dos largometrajes para televisión. En cuanto a su carrera musical, resulta necesario destacar el LP Bing &  Satchmo grabado en 1960 con arreglos de Billy May. En esta nueva colaboración junto a Louis Armstrong revive nuevamente el mejor Bing Crosby, con una insólita comunión entre jazz y dixie. Las grabaciones registradas por Crosby en los sesenta fueron impecables pero a nadie parecían interesar. Después de todo, Sinatra eclipsó el territorio del swing.

Bing & Satchmo (1960)

Para Sinatra la década de los sesenta representa la cima en su carrera discográfica creando su propio sello, Reprise donde llegarán las colaboraciones con Count Basie o Duke Ellington y los primeros experimentos con músicas de nuevos compositores como Antonio Carlos Jobim, Paul Anka, George Harrison, Don Costa, Paul Simon, Jacques Brel o Rod McKuen. También son los sesenta la década del imperio Sinatra en Las Vegas, de las fiestas salvajes con el Rat Pack y de sus incursiones en el cine negro, con las películas en las que encarna al detective Tony Rome. Una vieja magia negra tuvo Sinatra para reinventarse, adaptarse y mantenerse en la cima hasta el final de su carrera, mucho más longeva, por cierto, que la de Bing Crosby que murió en Alcobendas (Madrid) en 1977 a los 73 años, por un infarto de miocardio mientras practicaba su afición favorita, el golf.
Fotografía de Bing Crosby jugando en La Moraleja (Madrid) poco antes de su muerte

Pero es preciso tener en cuenta que el legado de Bing Crosby influye directamente en la evolución musical del siglo XX, en la evolución del cantante como solista. Tras su muerte, apareció un LP póstumo grabado, precisamente, en 1977 y titulado Seasons. Una auténtica delicia que, salvando las distancias, podría compararse al September of my years de Sinatra. Se publicó el LP como homenaje añadiendo en su contraportada frases y declaraciones de sus amigos tras su muerte. Esto es lo que dijo Frank Sinatra: "La muerte de Bing es algo que no puedo superar. Fue el padre de mi carrera, el ídolo de mi juventud y un afectuoso amigo en mi madurez. Su ocultación deja un profundo vacío en nuestra música y en las vidas de quienes lo conocimos y lo quisimos. Y esto es todo lo que puedo decir. Gracias a Dios tenemos sus películas y sus discos recordándonos su calidez y su talento para siempre". 

Para despedirnos y recordando la buena amistad que unió a Frank Sinatra y a Bing Crosby, huyendo de las rivalidades y los alojamientos presidenciales, recuperamos esta escena de Robin and the 7 Hoods donde también aparece Dean Martin, otro cantante que, por cierto, reconoce la honda influencia que sobre él ejerció Bing Crosby, sobretodo, en la manera de interpretar una balada (según dijo):


jueves, 28 de septiembre de 2017

Sinatra by Dylan

Bob Dylan y Frank Sinatra se conocieron en la década de los noventa.

Valiente, elegante, de un gusto exquisito y tan decadente como los tiempos que vivimos en la actualidad; Bob Dylan, con su insólito tributo a Frank Sinatra, parece dotar de banda sonora a la profunda crisis de valores, la profunda crisis moral y cultural que actualmente vive la humanidad. Por ello, conscientemente, Dylan elige, del repertorio más desconocido de Sinatra, las baladas más desesperadas, las horas más bajas, el momento de profunda nostalgia, blues y vapor de tren incierto. Con un criterio sensacional, escoge una colección de "penurias" y las traslada, del derroche vocal de Sinatra a su exigua voz que, sin embargo, se acomoda a la perfección en bellezas de la talla de "I'm a fool to want you" o "Why try to change me now?" hasta conseguir que críticos musicales como Neil McCormick afirme que se trata de la mejor voz de Dylan en 25 años. Alejándose de lo común, el autor de inmortales canciones como Like a rolling stone, acierta de pleno con este personalísimo homenaje a la voz del siglo XX y además, lo hace por partida triple. En 2015, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Sinatra, publica el magnifico Shadows in the night, en 2016 Fallen angels  y dos años más tarde, emulando al viejo de ojos azules con su álbum "Trilogy"(1980), publica un triple CD titulado "Triplicate" (2017). El perfume de la desolación y de la pérdida, el abandono y la soledad que campaban a sus anchas en las canciones de Sinatra vuelven a estar presentes en estas "desversiones" del cantautor, como él mismo las bautiza. En rueda de prensa ofrecida con motivo del lanzamiento de"Shadows in the night", Bob Dylan, consciente del estado de su voz, afirma lo siguiente:  "No me veo versionando estas canciones de ninguna manera. Han sido suficientemente versionadas. Lo que yo y mi banda estamos haciendo básicamente es desversionarlas. Llevándolas fuera de la tumba y atrayéndolas a la luz del día" . Atrayéndolas fuera de sus tumbas, a la luz del día y a la luz de los tiempos modernos, podríamos añadir; unos tiempos que las miran con perplejidad y asombro, unos tiempos que  saben muy poco de música en comparación con aquellas décadas doradas en las que se compusieron los temas que ahora interpreta Dylan. Y estas desversiones son aciertos impecables. Porque los arreglos, obra del propio cantautor, adaptando los de Sinatra para una banda reducida de cinco músicos como máximo, son tan hábiles que consiguen condensar la atmósfera que Nelson Riddle (por poner un ejemplo) inventó en las versiones clásicas, trasladarlas a un nuevo sonido, al pedal steel guitar y a otros instrumentos que, si bien conservan la forma y la melodía de las originales, efectúan un leve viraje hacia el country, pero un country jazzístico, conservando el intimismo de las versiones de Sinatra. 
Bob Dylan en la gira de Shadows in the night
Bob Dylan y Frank Sinatra en 1995


Frank Sinatra estaría orgulloso de ver cómo Bob Dylan ha tratado esas viejas canciones. Porque Dylan, adaptándose a ese Sinatra, sigue siendo auténtico. Y esto es principal y fundamental. Igual que lo es, su humildad. Dylan sabe que no puede llegar nunca a "La Voz" y que las versiones  de este permanecerán intactas, siempre, como las mejores. Pero ofrece su versión, su acercamiento, más como un divertimento personal y como un homenaje que como un reto. De nuevo volvemos a sus palabras: "Cuando empiezas a hacer estas canciones Frank tiene que estar en tu mente. Porque él es la montaña. Es la montaña que tienes que escalar, incluso si solo consigues hacer parte del camino". Pero es que la montaña que se propone Dylan es altísima. Porque se trata del mejor Frank y por ello, el empeño del cantautor es más meritorio. En el primer álbum, Shadows in the night, Bob  graba éxitos que Sinatra cosechó en la década de los cuarenta ("Full moon and empty arms", "That lucky old sun", "What'll I do", "Some enchanted evening", "Why try to change me now" y "Stay with me") y se atreve con verdaderas joyas que se sitúan entre las mejores grabaciones del cantante italoamericano, algunas de las delicias grabadas con Capitol Records: "Where are you?", "I'm a fool to want you", "Autumn leaves" o "The night we called it a day". Pero es que, además, Dylan graba en el mismo estudio Capitol que utilizó Sinatra. Y antes de cada toma, escucha dos o tres veces las originales de Frank, no para imitarlo sino para interiorizar lo que él le está contando, lo que él transmite. De nuevo volvemos a las palabras de Dylan que, hablando sobre Frank Sinatra, dice: "Él tenía esa habilidad de meterse en la canción, en una especie de manera coloquial. Frank cantaba para ti, no  a ti". Vemos que el cantautor de Duluth (Minnesota) lo tiene claro. Y parece ser que tuvo en mente grabar este disco desde que, en 1970, escuchara el LP Stardust de Willie Nelson. Como resultado, Shadows in the night suena todo lo bien que puede sonar Dylan en este ambiente. Suena a decadencia, desde tiempos sombríos volviendo la vista atrás hacia unos días brillantes; suena a derrota, a soledad inmensa, a hastío. Suena deliciosamente ronco. The night we called it a day
Era esperable que, después de este primer y delicioso intento, en 2016 y 2017 vieran la luz sendas extensiones del mismo experimento con el citado "Fallen angels" y "Triplicate", un álbum triple que, en forma y título, ya son un descarado guiño a Frank Sinatra y su "Trilogy", disco triple e innovador que publicara el cantante homenajeado, en 1980. En Fallen angels, a decir verdad, hay un tema que nunca grabó Sinatra pero su inclusión es otro acierto. Se trata de Skylark, del que tenemos muy presente, por ejemplo, la versión de Ella Fitzgerald. El resto del repertorio, en este álbum publicado en 2016, repasa éxitos que Sinatra cosechó en los cincuenta e incluso, en los sesenta. Grabó Dylan, además, "All the way" y "Young at heart" dos buques insignias del italoamericano, prácticamente compuestas para él. De aquellas brillantes baladas de Capitol recupera "Nevertheless" y "Maybe you'll be there". Aborda clásicos como "Come rain or come shine", "That old black magic" o "It had to be you" e incluso se permite un "All or nothing at all" a ritmo de swing, eso sí, un swing íntimo. 
Bob Dylan en 2017

La continuidad la marca un gran disco, el triple "Triplicate" en el presente año, dividido en tres fragmentos. El primer fragmento, se titula "'Till the sun goes down" y comienza con un desenfadado swing, el maravilloso "I Guess I'll have to change my plan" que Sinatra inmortalizó en el extraordinario álbum "A swinging affair!" (1957). Es el único swing de este primer disco de la insólita trilogía, exceptuando la alegre "Trade wings". Se completa con canciones otoñales como "Stormy weather" (brillante versión), "September of my years", "Once upon a time", "It gets lonely early", "That old feeling" o "My one and only love". El segundo disco, titulado divertidamente "Devil dolls", contiene la inmortal "As time goes by". Es todo un regalo escuchar a Dylan interpretando el tema principal de "Casablanca". Este segundo bloque tiene un marcado sonido a "canciones para perdedores", incluyendo temas como "P.S. I love you", "But beautiful", "How deep is the ocean", "Here's that rainy day", "Where is the one" y "There's a flaw in my flew". Pero no renuncia al swing y ofrece sus versiones de "The best is yet to come",  "Imagination" y "Braggin`". El tercer y último disco de este "Triplicate" comienza con una explosiva "Day in, day out". Pero donde más brilla Dylan es en las "songs for losers". Seguramente, por ello, las baladas son mucho más numerosas y convierten este disco en imprescindible. En este aspecto de nuevo íntimo ofrece "I couldn't sleep a wink last night", "Sentimental journey", "Somewhere along the way", "When the world was young", "These foolish things", "You go to my head", "It's funny to everyone but me" y "Why was I born?". Mención especial merece una deliciosa versión del clásico "Stardust" que nos lleva a la intemporalidad de los grandes temas a la vez que nos permite viajar a los años treinta. De nuevo hay que resaltar el buen gusto de Bob Dylan al seleccionar del repertorio de Sinatra aquellas canciones menos conocidas pero inmensamente bellas. Este savoir-faire proporciona el éxito a los tres discos que hoy hemos reseñado. Si tuviera que elegir uno de ellos y a pesar de que "Shadows in the night" es realmente espléndido, yo me quedaría con "Triplicate". La razón es muy sencilla: hay muchas más canciones que en el resto. Pero el gran acierto de estos tres discos, de este gran homenaje a Frank Sinatra, es que Bob Dylan conserva el mismo tono en los tres trabajos, como si todos formaran parte, como en realidad es, de un todo inseparable. Es por ello que tanto Shadows in the night como Fallen angels como Triplicate, se deben saborear y paladear, poco a poco, como si se tratara de un solo LP. Solo así alcanzaremos a valorar, como sin duda merece, el magnífico y estrepitoso homenaje que Bob Dylan ha rendido a Frank Sinatra que, como ha demostrado, es uno de sus músicos de cabecera sino el mayor. Aunque este sea el blog de Sinatra, hoy me resistiré a poner una canción suya. Porque no estamos aquí para comparar las versiones de Dylan con las originales. Evidentemente, no son comparables. Pero estamos aquí para reconocer un gran trabajo, una obra de arte. Un brillante tributo. El que Bob Dylan ha rendido a Frank Sinatra. Sus viejas canciones suenan hoy a través de la ajada voz del cantautor, lánguidamente; como solo podían sonar desde el vulgar siglo XXI. Un bravo y tres hurras por Bob Dylan. Solo él podía hacerlo. Nos despedimos con una canción del álbum "Triplicate": "Once upon a time"


jueves, 24 de agosto de 2017

Bing Crosby -vs- Frank Sinatra: el último asalto (Parte I)

A mediados de los cincuenta, Bing Crosby y Frank Sinatra se invitaban mutuamente en sus respectivos programas y no dejaban de colaborar juntos.

"Frank Sinatra es el tipo de cantante que solo aparece una vez en la vida. Pero, ¿por qué tuvo que aparecer en la mía?
(Bing Crosby)

No es que Frank Sinatra quisiera ser Bing Crosby. No se puede decir que Crosby fuera el mentor de Sinatra. En primer lugar, resulta necesario ubicar históricamente a los dos cantantes pues, aunque coetáneos, doce años de diferencia entre ambos, fueron trascendentales. Mientras Bing Crosby nacía en el seno de una familia británico-irlandesa como Harry Lillis Crosby en Tacoma, el año 1903, Francis Albert lo hacía como italoamericano, en Hoboken, el año 1915 En aquella época doce años, si tenemos en cuenta los constantes avances tecnológicos, es mucho tiempo, también en lo que se refiere a la historia musical de Estados Unidos. Para hacernos una idea, cuando Frank Sinatra tenía tan solo dos años, Bing Crosby ya estaba trabajando en el Auditorium de Spokane (Washington) donde descubrió a Al Jolson, algo que impactó al futuro cantante de tal manera que, según aseguraría posteriormente, "Para mí, él fue el mejor artista que ha existido". Digamos que Jonson fue para Crosby lo que después Crosby fue para Sinatra: el descubrimiento de la vida que envidiaba.

Años después, Bing Crosby y Al Jolson
Década de los cuarenta: Frank Sinatra y Al Jolson (fotografía coloreada)
Década de los cuarenta: Frank Sinatra y Bing Crosby
La carrera musical de Bing Crosby comenzó mediada la década de los veinte y lo hizo, inesperadamente, como batería. Decidió dejar sus estudios de Derecho y trabajar en el grupo musical Musicaladers  para, ya en 1925, trasladarse a Los Ángeles y formar un exitoso dúo, ya como vocalista, junto a Al Rinker. En 1926, Bing Crosby grabaría su primera canción en un estudio de grabación. "I've got the girl", junto a su compañero Rinker. Un pequeño Frank Sinatra, de once años, escuchó por primera vez la voz de Bing Crosby. Fichado por la orquesta de Paul Whiteman, Bing entró en contacto con músicos de la talla de Bix Beiderbecke, los hermanos Dorsey o el gran compositor y simpático actor Hoagy Carmichael y formó un trío llamado The Rhythm Boys junto a Rinker y el pianista Harry Barris. Crosby pronto destacó de entre todos ellos y ya en 1928 alcanzó el número 1 de las listas de ventas con la canción "Ol' man river" procedente del musical "Show boat". A inicios de 1931 Crosby firmó su primer contrato en solitario y su primer contrato cinematográfico con Mack Sennett. Había nacido una estrella.

Bing Crosby al comienzo de una carrera meteórica
Aunque nunca fue un gran actor, Bing Crosby irrumpió en la escena hollywoodiense de su época como galán/cantante en numerosas películas. Entre ekkas abundaban las comedias y podía asumir el papel de jugador, caradura, músico de barrio e incluso de sacerdote...pero en todas ellas, acababa siendo un galán. Míticas fueron, posteriormente, sus comedias junto a Bob Hope, las conocidas como "los caminos". "Camino a Bali" , "Camino a Marruecos"...

En la década de los treinta un Frank Sinatra melómano y adolescente fue testigo de la explosión mediática de un fenómeno llamado Bing Crosby. En aquella época, en Estados Unidos, era imposible amar la música y no amar a Bing Crosby. A este estallido del mito popular hay que sumarle la irrupción en el mundo de la música del micrófono, no solo como elemento de grabación en los estudios sino fundamentalmente, como herramienta de auxilio para los cantantes en directo. Y Crosby le sacó partido mejor que nadie. Con Crosby y el micrófono nació el fenómeno "crooner" ("susurrante") La época de Al Jolson o Enrico Carusso , que cantaban sin amplificación ni micrófonos en sus recitales, había tocado a su fin. Frente a Rudy Valleé Eddie Cantor, Bing Crosby arrasó utilizando los nuevos métodos electrónicos como nadie. Bing susurraba. Su interpretación era suave, casi melosa, consolidando un estilo más elegante y menos rudo que las portentosas voces de sus ídolos de juventud, una manera de cantar que, sin embargo, no fue muy longeva y pronto pasó de moda. Desde una perspectiva actual, ese primer Crosby suena muy arcaico mientras que por el estilo de Sinatra no pasa el tiempo. Aún así, esta técnica fue clave para su éxito pues, aunque llegó a ser un gran cantante, el rango vocal de Bing Crosby era más limitado que algunos de sus coetáneos y desde luego, mucho más limitado que el que, posteriormente, establecería Frank Sinatra que, como veremos, rebasó el fenómeno "crooner" convirtiéndolo en otro sonido, en otra técnica completamente nueva que incorporó el bel canto italiano a la música popular norteamericana. Aún así Bing ganaría un concurso radiofónico de barítonos frente a Russ Columbo. Pero volvamos a la década de los treinta y al despegue de Bing Crosby. Además de la utilización del micrófono también fue clave su éxito cinematográfico. Dos títulos: "The big broadcast" (1932) y "Pennies from heaven" (1936). Estas dos películas musicales le catapultaron a una fama mundial sin precedentes en el mundo de la música. En concreto, "Pennies from heaven" (dirigida por Norma Z. McLeod) facilitó que Bing Crosby conociera y compartiera pantalla con uno de sus grandes ídolos de juventud y a partir de entonces,  amigo e inseparable colaborador a lo largo de toda su carrera: Louis Armstrong. Así sonaba "Pennies  from heaven" aquel 1936 en voz de Crosby:

Recordemos que en esta época, Frank Sinatra ya había debutado, aunque de manera amateur, en el mundo de la música y formaba parte del cuarteto The Hoboken four desde los veinte años. Lógico y comprensible, entonces, que Crosby represente para Sinatra un modelo a seguir. Según parece, en 1935 Sinatra se coló en el backstage de un concierto que Bing Crosby ofreció en el Newark club con la intención de saludarle y estuvo un tiempo hablando con él. Este fue el primer encuentro entre los dos artistas, Frank todavía como aficionado. La leyenda cuenta que Frank pronunció estas palabras a su novia Nancy Barbatto, durante el concierto: "Quiero ser como él". Rumores aparte, estoy seguro que, más que su manera de cantar o su voz, Frank Sinatra anhelaba entonces el nivel de vida y la fama que Crosby ostentaba. Teniendo en cuenta que, todo ello, lo había alcanzado a través de la música, a través del canto, condición en la que Frank, ya entonces, se sabía insuperable, resulta fácil afirmar que, en realidad, el italoamericano "quería vivir la vida de Bing". Quizá por ello, apresuró su trayectoria musical y la dirigió a la inevitable carrera en solitario, dejando plantados a los "Hoboken four" en cuanto tuvo ocasión y eso sí, adoptando ciertas costumbres que, en realidad, eran un copia y pega de Bing Crosby como, por ejemplo, el hábito de fumar en pipa.
Foto casera de Frank fumando en pipa (década de los 30)
Bing Crosby popularizó el tabaco en pipa. De hecho la marca de pipas Mastercraft y la marca de tabaco Cremo ayudaron económicamente a impulsar su carrera

En 1939 Frank debuta con la orquesta de Harry James y para entonces, Bing Crosby es una estrella mundial, tanto cinematográfica como radiofónica y sus canciones son las más populares del momento. Concretamente, ese mismo año, rueda tres películas. Su carrera sube como la espuma y durante la Segunda Guerra Mundial participa muy activamente con actuaciones para los soldados en Europa y transmisiones dirigidas a las tropas ganándose el apodo de "der Bingle". Al finalizar la contienda, es nombrado el personaje popular que más ha contribuido a levantar la moral de los soldados. Es la época en que Bing Crosby cosecha el gran éxito de su carrera con su famosa versión de "White Christmas", interpretada en su propio programa radiofónico en 1941  y posteriormente, grabada para la película "Holiday Inn" (1942) Este tema se convierte en la canción más vendida de la historia de la música. Definitivamente, la década de los 40, cuando Frank Sinatra ficha por la orquesta de Tommy Dorsey, es la década de consolidación de Bing Crosby, ya toda una institución en Estados Unidos. En los años cuarenta comienza la serie de "los caminos", comedias que cosechan un gran éxito, con Bob Hope como co-protagonista y también es la década de las fructíferas colaboraciones junto a Louis Arstrong o The Andrews Sisters. En resumen, Bing Crosby está en todas partes. Pero Frank Sinatra, desde la orquesta de Tommy Dorsey, viene empujando con mucha fuerza y un pequeño secreto en su voz que cambiará la historia de la música.

Tommy Dorsey y Frank Sinatra. Vemos aquí al joven Frank con gorra de marinero, otro de los complementos que solía lucir Bing Crosby
Bing Crosby y The Andrews Sisters junto al compositor Irving Berlin
Frank Sinatra rodeado por las hermanas Andrews
Mientras Frank Sinatra apostaba ya en la orquesta de Tommy Dorsey por un timbre de voz más alto y potente que el clásico susurro crooner, un Crosby que ya afrontaba la madurez terminaba por reafirmar su estilo abandonando definitivamente las escalas vocales más altas y sacando partido a las notas más bajas, donde realmente se sentía cómodo y donde nunca tendría comparación. Sus más que fructíferas colaboraciones con las Andrews Sisters o con Louis Armstrong, mostraron una cara desconocida hasta el momento de Bing Crosby: su facilidad para los duetos. Era más que "facilidad". Era una habilidad que parecía innata. Improvisaba con toda naturalidad y se movía como pez en el agua, con una experiencia que aseguraba el éxito. Algunas grabaciones junto a las Andrews realmente son memorables y forman parte de la mejor historia musical del siglo XX. Valga esta muestra: "Don't fence me in"

A este tema podríamos añadir "Pistol packin' Mama", "Ac-cen-tu-ate the positive" o toda la colección de canciones de navidad que grabaron juntos porque, realmente, no tienen desperdicio. Entre tanto Frank Sinatra estaba estrenando una nueva manera de cantar, abandonando poco a poco el lastre crooner. Su voz arrastraba, como si fuera de manera innata, características del bel canto de su Italia materna que otorgaban una pasión y expresividad en su interpretación claves para su rápido éxito. Podemos apreciar este cambio ya en la temprana "Blue skies" de 1941: 
El fulgurante éxito de aquella nueva voz italoamericana hizo temblar los cimientos sobre los que se asentaba la hegemonía musical popular de Crosby. El primer encuentro musical entre ambas estrellas no tardó en producirse y la carrera en solitario de Frank Sinatra tampoco tardó en comenzar.


En siguientes entradas seguiremos repasando la realción profesional entre Bing Crosby y Frank Sinatra, comparando y diferenciando sus estilos. Próxima parada: década de los 50

martes, 13 de junio de 2017

Frank Sinatra at Sanctuary Cove, Brisbane (January 9th 1988)

Frank Sinatra (1988)
Nueve de enero de 1988, Frank Sinatra actúa en el Sanctuary Cove de Australia. Veremos aquí este show inédito, completo. No está dentro de lo mejor que ofreció este Sinatra de avanzada edad en 1988 pero al ser desconocido, resulta más que interesante. De hecho, fue titulado "The ultimate event" Comienza el recital un Sinatra 73 años con unas dubitativas "All of me" y "You make me feel so young" donde el cantante es traicionado por una voz algo ronca,  para continuar, después, acometiendo "For once in my life" y "Summer wind" con ya una mayor seguridad y sin los fallos del comienzo en su voz. El nivel general del concierto es un in crescendo constante. Así, llega una estupenda versión de "Maybe this time".
La quinta canción que disfrutaremos es la excelsa balada "If"con una interesante versión donde Sinatra compensa una voz mermada respecto a épocas anteriores con una maravillosa interpretación. El show debe continuar y lo hace con "You are the sunshine of my life". La canción de Stevie Wonder parece actuar como bálsamo Fierabrás para el cantante que, visiblemente animado, rubrica aquí una de las mejores interpretaciones del concierto terminando con el clásico grito Light my fire!. De nuevo, uno de los temas más interesantes del recital es el saloon song que continúa, la recuperación de la balada "What's new?" (Johnny Burke), procedente del glorioso LP  "Only the onely". La versión termina con una bonita guitarra española, en esta ocasión. 

Continúa la época Capitol en el recital con la inolvidable "Come fly with me" en una versión discreta donde encontramos a un Sinatra juguetón con la letra que, sin embargo, termina espectacular la canción. A continuación el cantante presenta el medley "The gal that got away/It never entered my mind" en una gran versión donde, ahora sí, alcanza su mejor momento del concierto a pesar de los problemas, habituales en este recital, para recordar la letra de las canciones. Llega después uno de los temas que convierten este concierto en algo único. Sinatra canta el tema de Cole Porter, "Easy to love", una canción poco escogida por el cantante para sus conciertos. El recital vuelve al tono de baladas con la preciosa "Bewitched" procedente de la banda sonora de "Pal Joey" en una buena versión con gran final. Regresa el swing al recital australiano con la inigualable "Mack the knife" donde Sinatra disfruta casi por primera vez en el concierto y continúa cómodo, en la misma línea, para interpretar ya el final del concierto: "The lady is a tramp", "My way" y, ya legendario, "Theme from New York, New York" donde consuma una estupenda versión. Vemos ahora el concierto:



Frank Sinatra in Sancturary Cove, Brisband, 9th... por darinfan

lunes, 8 de mayo de 2017

1974 El año del regreso: Light my fire, Frank!

Durante su retirada, Sinatra regresó al estudio para grabar "Ol' blue eyes is back" y "Some nice things I've missed" Aunque esta magnífica fotografía corresponde a las sesiones de un álbum posterior: "She shot me down" (1981)


Ya es mítico el concierto con que Frank Sinatra anunciara su retirada de los escenarios y del negocio musical en 1971 Cualquier aficionado que viera aquel recital albergaría la misma idea en su mente: "¡Está loco! Cantando así, ¿por qué se retira?"  Y es que muchos cantantes de éxito, mucho más jóvenes que él, hubieran dado su brazo derecho por tener esa voz. Efectivamente, se trata de un concierto impecable. Probablemente, el mejor o a la altura de cualquiera de los mejores que ofreció a lo largo de su carrera musical. Sin duda, contiene la mejor versión en directo de "That's life!" o una de las mejores de "I've got you under mu skin". Pero en 1971 por mucho que la revista Life titulara en su portada "Sinatra dice adiós y amén",  nadie podía creer que aquello fuera cierto. No era posible un universo musical sin Frank Sinatra. Probablemente, el propio cantante tampoco lo creyó. Y quizá por ello, no se retiró del todo. Digamos que 1971, simplemente, fue el año de su "ocultación escénica" pero nada más. Porque el travieso de Frank continuó dando conciertos, por ejemplo, en la Casa Blanca o en el Caesars Palace. Así, cuando se anuncia que el concierto en el Madison Square Garden de Nueva YorkThe Main event, en octubre de 1974 es el flamante regreso de Frank Sinatra a los escenarios, se trata más de una maniobra publicitaria pues, como veremos a continuación, nada más lejos de la realidad. 

Como hemos dicho, en abril de 1973 Sinatra actuó en la Casa Blanca. Pero ya en junio de aquel mismo año tenía bien claro su regreso, pues volvió a los estudios de grabación para comenzar las sesiones del álbum Ol' blue eyes is back. Pero el regreso real a los escenarios fue el 25 de enero de 1974 en el ya mítico Caesars Palace de Las Vegas. En aquel concierto dijo que echaba de menos los aplausos del público pero el cantante había actuado entre 1971 y 1974 en diversas ocasiones incluso en el propio Caesars Palace.  Tras ese recital, Sinatra emprende una gira de conciertos en diez ciudades distintas, entre el 11 y el 27 de abril. Y vuelve a los estudios de grabación, en esta ocasión, para grabar el álbum "Some nice things I've missed" donde el cantante convierte a su estilo algunos éxitos del momento como "If" (balada del grupo "Bread", compuesta por David Gates), "Sweet Caroline" (de Neil Diamond) o "Bad, bad Leroy Brown"de Jim Croce. En julio de 1974 comenzará una gira por Extremo Oriente, continuando por Europa y terminando en Australia.  Así que cuando llega octubre, el esperado regreso de Sinatra a los escenarios, podemos decir sin temor al error que, en realidad, es un final de gira apoteósico.
Magnífica fotogra
fía del concierto "The Main event" en el Madison Square Garden de NY

El nulo entendimiento y las continuas disputas entre su nueva novia, Barbara Marx y su madre, Dolly, llegan a un momento tan álgido que la pareja está a punto de la separación. En ese momento, Sinatra se prepara para el Main event, un especial que será grabado en directo para la televisión. A pesar de su experiencia, los especiales en directo para la televisión nunca fueron el formato preferido de Frank y por eso, estaba especialmente nervioso ante el concierto en Nueva York por lo que solicitó a su compañera que, al menos hasta que todo pasara, no abandonara la casa de Palm Spring que, hasta aquel momento, compartían. Barbara se quedó. Como sabemos, a pesar la sonada ruptura a finales de aquel mismo año, todo acabó en matrimonio. Aun con todo, los nervios de Sinatra estaban a flor de piel para el concierto del Madison. Parecía que él mismo se había convencido de que aquello era un regreso. En realidad, era un regreso a su hogar, a Nueva York, la ciudad que le vio nacer. Y en ese caso, podemos entender la presión a la que estaba sometido. Por todo ello, considero, que aunque el Main event es un concierto mítico, por la responsabilidad que supone ese regreso en Nueva York, por la escenografía y por su repercusión mediática, se trata de una de las interpretaciones menos afortunadas de Sinatra en directo, salvando algunas excepciones brillantes como Angel eyes o The lady is a tramp. Evidentemente, una de las más discretas actuaciones de Sinatra sería una de las mejores para cualquier otro cantantePero los nervios afectan visiblemente a la voz del artista durante casi todo el repertorio y se comprueba fácilmente en baladas como Autumn in New York, que además recuperaba para aquella ocasióno en el comienzo de Let me try again donde su voz suena dubitativa. Cualquier espectador acostumbrado a seguir las actuaciones de Frank Sinatra en directo, desde la honestidad y sin estar cegado por las candilejas del Madison, afirmará sin duda que su estado de voz no es el habitual. Pero en 1974 la voz de Sinatra seguía siendo impecable y así se demuestra en algunos conciertos de aquel mismo año, mucho más brillantes que el Main event, por ejemplo, el que tuvo lugar en Japón. No solo se trata de una interpretación impecable en cada tema. En Tokio 1974 vemos a un Sinatra exultante, pletórico, vibrante, potente y a una orquesta rabiosa de swing. Todo ello conforma una de las actuaciones más brillantes de su carrera y es el concierto que hoy traemos hasta aquí. Concretamente veremos dos fragmentos. En primer lugar, el tema de Stevie Wonder, "You are the sunshine of my life", contenido también en el álbum que mencionábamos anteriormente "Some nice things I've missed", en una versión enérgica que Sinatra culminará con el consabido "Light my fire, light my fire!" del LP  Después veremos una asombrosa interpretación del clásico "Don't worry 'bout me", con una explosiva orquesta y también un explosivo Frank. Es curioso que este recital no se haya comercializado oficialmente pues, como hemos dicho, es mucho mejor que el de Nueva York de aquel mismo año. Sí que lo podemos encontrar en versión pirata y de ahí proceden estos vídeos que disfrutaremos a continuación, este Sinatra de 1974 en plena forma. Los más mitómanos podrán encontrar el concierto completo, dirigiéndose al correo franklyjoy22@gmail.com


You Are the Sunshine of my Life - Budokan... por Franklyjoy22
Don't worry 'bout me:


Don' t Worry ' Bout Me por Franklyjoy22
Creo que queda suficientemente claro, con estos dos ejemplos, que Budokan 1974 es incomparable a Madison Sqaure Garden de ese mismo año. Para quien quiera más ejemplos, también puede comprobar una genial I've got the world on a string o en cuestión de baladas, la hermosa If, también incluida en su recién estrenado "Some nice things i've missed". Sobre "You are the sunshine of my life" comentar que Stevie Wonder declaró que Sinatra había superado su versión original. No sé si llega a tanto pero, sin duda, estamos ante la mejor baza de este LP tan desconocido y que tantas veces hemos referido ya aquí. Randy J. Taraborrelli en su conocida y excelsa biografía sobre Frank Sinatra, sin embargo, tacha este álbum de mediocre, diciendo que cualquier versión es peor que la original y aludiendo a la mala calidad de las composiciones de la época como principales culpables de este fracaso. Desde luego no nombra la canción de Stevie Wonder pero sí arremete contra, por ejemplo, "Bad, bad Leroy Brown". Creo que el escritor exagera con ese adjetivo. "Some nice things I've missed" es un LP interesante y desconocido. En él está la maravillosa "If", la divertida "Tie a yellow ribbon 'round the Ole Oak tree", la deliciosa "The summer knows" o el éxito de Neil Diamond "Sweet Caroline", convertido en un trepidante swing. Nos quedamos ahora con la única fotografía conocida de Stevie Wonder, autor de "You are the sunshine of my life", junto a Frank Sinatra. Es una fotografía coral. Coincidieron en el homenaje a Sammy Davis Jr. en 1989 muchos años después de que Frank eligiera la canción para su álbum. Suponemos que encontrarían tiempo para charlar de ello. Era la segunda vez que Frank versionaba a Stevie Wonder pues ya lo había hecho con "For once in my life". Precisamente en Duets II grabaron este tema juntos, con la colaboración de Gladys Knight. 

En la fotografía encontramos a los participantes en el homenaje a Sammy Davis Jr. Frank Sinatra se encuentra al extremo izquierdo y Stevie Wonder al derecho, de blanco. Por supuesto, la fotografía está repleta de estrellas: Whitney Houston, Michael Jackson, Shirley MacLaine, Dean Martin, Eidye Gorme, Steve Lawrence, Mike Tyson, Dionne Warwick, Bill Cosby...