Frank Sinatra arregla el pañuelo en el bolsillo de Frank Sinatra Jr. Año 1965 |
Así como te recordamos o, al menos, así como yo te recuerdo, siempre me has parecido un chaval alegre, sincero y quiza el más auténtico de tus hermanos, aunque haya habido ocasiones en las que haya pensado lo contrario. No debe ser fácil. No creo que sea fácil ser el hijo de Frank Sinatra. Para ponerme en "tu papel" debo hacer un ejercicio de imaginación. Primero, imaginarme cómo debe ser tener un padre y después imaginar, que tu padre sea Frank Sinatra. Por supuesto, por aquello de la sangre o simplemente, por no defraudar o porque lo llevas impreso en tu ADN, tuviste que dedicarte a la música, como tu hermana Nancy. Pero de manera muy diferente. Nancy Sinatra encontró su propio sonido y tuvo un éxito ligado al pop, incluso al rock and roll de los sesenta, que tu padre tanto odiaba. Pero tú te dedicaste a la música con el sonido Sinatra y lo hiciste sabiendo que siempre ibas a estar a la sombra del gran Francis Albert. Y lo hiciste sin complejos. Ni siquiera llegaste a parecerte a él pero siempre salías con dignidad al escenario cubriendo excelentes interpretaciones. que el público raramente sabía apreciar porque esperaban ver al Frank Sinatra, padre. Técnicamente, eras perfecto. Tenías al profesor en casa. Tu registro era menor, y lo sabías; y sabías que las comparaciones con tu padre iban a estar siempre ahí, al acecho. Pero fuiste cantante y lo hiciste bien. Y no debió ser fácil. Como tampoco debió ser fácil ser secuestrado, solo porque Frank Sinatra ocupaba un estatus social demasiado elevado y una influencia política demasiado peligrosa, fuiste objeto de un secuestro y tu padre pago por tu rescate. Debieron ser dos días muy largos. 240.000 dólares sirvieron para devolverte a casa.
8 diciembre 1963 Frank Sinatra comunica a los medios el secuestro e su hjo, Frank Sinatra Jr. |
Dos días después y 240.000 dólares menos, Frank Jr. es liberado |
Trato de ponerme en tu lugar, Frank Jr. Eras el hijo del artista del momento, de uno de los más grandes artistas del siglo. Te empleaste a fondo. Comenzaste actuando en Las Vegas a un ritmo trepidante y creciste como cantante, formándote en la orquesta de Duke Ellington. Viviste en la carretera. Reclamabas tu puesto, tu nombre y no "ser el hijo de Frank Sinatra", aunque eras consciente de que Las Vegas era su territorio y tú actuabas allí por eso. También colaboraste en programas televisivos con tu hermana Nancy o con Dean Martin y Sammy Davis Jr. y también probaste suerte en la gran pantalla. En tu no demasiado abundante discografía, podemos rescatar dos títulos memorables: "As I remember it", un tributo a tu padre y el último disco de tu carrera "That face!" de 2006
Así como te recrdamos, fuiste honesto. Decía tu padre que tenías suficiente talento para triunfar por ti solo, sin su ayuda y que nunca se entrometería en tu carrera musical. Así lo hizo. Tú te reconocías como el mayor fan de Frank Sinatra, su mayor admirador, y ni siquiera osabas pensar en ser el continuador, en llegr a parecerte ni siquiera un poquito. Pero reconozco que en el último concierto que ofreciste en directo, con motivo del centenario del nacimiento de tu padre, rozaste la perfeccción y fue en ese momento, cuando más te pareciste a él, eligiendo sabiamente unas canciones memorables.
Llegaron los noventa y tu papel fue trascendental, realmente conmovedor y lleno de aquella honestidad que reflejábamos antes. Tu padre quiso volver a los escenarios, no podía parar de actuar. Su vida era eso. El escenario. No te lo pidió, era orgulloso para ello. Pero tú te ofreciste a acompañarle en todas sus giras, haciéndote cargo de la dirección de la orquesta. Pero no solo fue eso. Si olvidaba la letra, tú se la recordabas. Si olvidaba los autores de las canciones, ahí estabas tú para hacer una broma, aprovechar la situación para hacer un chascarrillo... en una palabra, estabas ahí para mantenerlo en pie sobre el escenario. Sé que el gran Francis Albert te lo agradeció y sin que lo esperaras, te invitó a participar en su disco "Duets II", cantando junto a él "My kind of town (Chicago)", un dueto memorable que en alguna ocasión hemos recordado aquí. En este video podemos ver cómo presentais la gira:
Frank Jr acompaña a su pare en el estudio de grabación |
En tu carrera musical huías de las canciones que había interpretado tu padre, así que el repertorio a interpretar era escaso. Frank Sinatra había interpretado los grandes clásicos del jazz y tú querías huir de las comparaciones. Sin embargo, obtuviste mayor éxito cuando versionaste a tu padre. Pocas veces coincidisteis sobre el escenario pero en 1969, casi rozando la parodia, interpretabais "All or nothing at all" reconocido como el primer éxito de Frank Sinatra. Es un video lleno de complicidad, de encanto y con el que queremos decirte adiós, Frank Jr. Decimos que te has ido demasiado pronto pero solo es que, quizá, para nosotros siempre fuiste joven.