miércoles, 24 de diciembre de 2014

Happy Sinatra Christmas!


Un año más, desde este blog dedicado a Frank Sinatra, acudimos a sus canciones para desear a nuestros blogueros visitantes unos felices días. En algunos asuntos, todavía resulta interesante seguir las tradiciones. Y desde este rincón ya es una tradición acudir a aquel programa de 1957 en el que Frank Sinatra invitaba a Bing Crosby para, junto a él, felicitar musicalmente la navidad al público norteamericano.Era otro estilo, eran otros tiempos, pero eran dos voces inigualables:
Comienzo este artículo con el tema Have yourself a merry little Christmas interpretado en 1957 por Frank Sinatra para el LP A jolly Christmas with Frank Sinatra. Ahora veremos una versión en directo de la década de los ochenta:
Terminamos esta postal navideña musical con The Christmas waltz:

MERRY XMAS EVERY ONE!

viernes, 12 de diciembre de 2014

You make me feel so young, ¡felicidades Frank!


 99 años hace que tal día como hoy nació Frank Sinatra en el modesto, inmigrante y obrero barrio de Hoboken, New Jersey. Su voz, casi un siglo más tarde, sigue siendo una de las expresiones vocales más insuperables y modernas jamás alcanzada. El periodista, escritor y cantautor Joaquin Carbonell ha dejado hoy un emotivo texto celebrando este particular cumpleaños que, año tras año, Sinatristas de todo el mundo seguimos festejando como si Frank siguiera vivo porque, efectivamente, lo está y vive en nuestro día a día, cada vez que emerge de la nada una de sus canciones para llenar los momentos de vacío más insobornables. A continuación, las palabras de Joaquín Carbonell:


NACE SINATRA: 1915

Tal día como hoy asomó al mundo el que iba a convertirse en La Voz. Excelso intérprete, trajo formas modernas de cantar el swing, dotándole de apostura, elegancia, y una cierta chulería, que luego fue tan imitada. Un tipo único, Frank, con una vida agitada, atormentada a veces (sus relaciones con Ava Gardner son para una película), encharcado con la mafia, pero de una simpatía y gracia fuera de toda duda. Simpatizante de la República española, enemigo feroz de Franco (le envió una carta insultándole), con varios amigos españoles, entre ellos Perico Vidal (véase su libro, "Big Time, la gran vida de Perido Vidal". Insuperable. Irrepetible.

(Joaquin Carbonell)

Me apetece celebrar este día como se merece. Aquí tenemos una extraña versión del éxito de Frank Sinatra You make me feel so young, en su estreno televisivo:


Y desde la cima de su carrera, en la década de los sesenta, la cantaba así de exultante:
Frank Sinatra baila con Mia Farrow, en una fiesta de cumpleaños. Así parece que le gustaría pasar todos sus cumpleaños al amigo Frank. ¡Felicidades, amigo!

viernes, 5 de diciembre de 2014

From here to eternity: Angelo Maggio, el personaje de Frank Sinatra


Frank Sinatra había nacido para interpretar el papel de Maggio, en la obra De aquí a la eternidad. Demasiado mito rodea a la cuestión principal: cómo el cantante consiguió aquel papel. Supuso la puerta de salida y el regreso a la cumbre para su carrera que, en el comienzo de la década de los cincuenta, había sucumbido tanto musical como cinematográficamente, igual que su popularidad. Sobre todo esto hablo en el siguiente texto con el que participo en el "Especial bélico" del magazine La Caja de Pandora:
 

DE AQUÍ A LA ETERNIDAD: EL REGRESO A LA CUMBRE DE FRANK SINATRA


Cuando uno recuerda De aquí a la eternidad no aparece en la mente la idea de una película bélica. Al menos, no en los que se refiere al campo de batalla. La batalla que se libra en esta película es otra. Entre nuestros recuerdos destacará, inminentemente, uno de los besos más apasionados y uno de los momentos eróticos más recordados del cine, protagonizado por Deborah Kerr y Burt Lancaster que, azotados por la fuerza de las olas y de la pasión, envueltos en la sal del mar y la arena que lucha por ocultarlos de los ojos vigilantes de ese mundo que investiga las relaciones clandestinas, intentan adueñarse de todo el amor que les es posible en un arrebato desesperado por poseerse. Y aparecerá un perfecto y honrado, recto e insobornable, soldado Prewitt encarnado por el mejor Montgomery Clift en la cumbre de su carrera o por qué no, aparecerá también el bueno de Maggio, el entrañable italiano juerguista, en uno de los papeles más perfectos, redondos y creíbles que Frank Sinatra completó a lo largo de su carrera en el cine, el que le valió el Oscar de la Academia al mejor actor de reparto, un personaje para el que, según las propias palabras del cantante, él había nacido. Y es la película de la chica del club protagonizada por Donna Reed, del violento Sargento con tendencia al abuso de poder apodado Fatso, increíblemente bordado por Ernest Borgnine. De aquí a la eternidad nos muestra a unos personajes sin demasiada esperanza, algo tristes, intentándolo pasarlo en Hawaii lo mejor posible. Amando, bebiendo, riendo y en definitiva, exprimiendo quizá las últimas horas de su existencia, como si todos conocieran ya el inminente y trágico final que les esperaba en ese paradisíaco lugar llamado Pearl Harbour. Y en definitiva, también es la película que nos muestra la miseria humana, la injusticia a la que el ser humano somete al propio ser humano, en el Ejército y en la guerra. 

 En 1953 Harry Cohn decidió llevar al cine una exitosa novela escrita dos años antes por el veterano de la Segunda Guerra Mundial, James Jones y titulada De aquí a la eternidad (From here to eternity) que ambientaba una trama dramática y pasional en los días anteriores al bombardeo de Pearl Harbour. La obra literaria había recibido el prestigioso Premio Nacional de Literatura. Cohn adquirió los derechos para Columbia y contrató a Fred Zinemann para que la dirigiera. El proyecto había pasado anteriormente por dos estudios cinematográficos que habían terminado por rechazarlo. Se trataba de un texto de más de ochocientas páginas que debía ser pulido antes de llevarlo al cine. Para la mojigata sociedad norteamericana de los cincuenta, la obra literaria contenía temas muy sórdidos como la prostitución o el adulterio y otros que permanecían ocultos hasta la fecha, como los abusos de poder y la violencia de los altos cargos dentro del ejército (incluso el maltrato físico). El lenguaje de la novela era contundente y descriptivo. Y en esta época las películas debían ceñirse a un estricto Código de Producción que imponía criterios morales muy rígidos. El guionista Daniel Taradash realizó una gran labor al adaptar el texto al cine pues llegó a las salas una cinta que contenía toda la esencia y la crítica de la novela, suavizada de manera conveniente para pasar la censura, sobretodo en las escenas de violencia y sexo explícito. Como en otras ocasiones, la inteligencia ganó la partida a los censores y De aquí a la eternidad, estrenada en 1953, abrió los ojos de muchos espectadores norteamericanos y fue una película polémica a la par que premiada. Por otro lado, el productor y ex teniente coronel Buddy Adler, logró sortear todas las objeciones del Pentágono y recibir finalmente el apoyo necesario del Ejército a cambio de suavizar levemente el contenido violento que dejaba en mal lugar a las fuerzas armadas del ejército de los Estados Unidos. A pesar de ello, la crítica original del texto literario quedaba intacta y los espectadores seguían siendo testigos, en la película, de cómo, por ejemplo, el Sargento Fatso, encargado de la prisión militar, asesina a palos al soldado raso Maggio

Maggio sufre las primeras consecuencias de las palizas de Fatso
 La acción de la película comienza con la llegada al regimiento del soldado Prewitt, a la base militar de Pearl Harbour. Prewitt es un boxeador retirado y según sus principios, tras dejar ciego a su último contrincante, un desea volver a boxear. En cambio, el comandante Holmes parece empeñado en obligarle a entrar en combate para el equipo de competición del ejército. Pero Prewitt saldrá del paso, de la mejor manera posible, y logra calmar sus horas de soledad tocando la corneta o visitando a su amiga Lorene en el club de alterne. Montgomery Clift recibió clases de corneta y de desfile militar al prepararse para este personaje. Como ya hiciera el año anterior en Solo ante el peligro (High noon 1952) o posteriormente en Historia de una monja (The nun’s story 1959), Fred Zinnemann dirige en esta ocasión, con el personaje de Prewitt, a un individuo, fiel a sí mismo, cuyo entorno pretende hacer tambalear sus principios. La elección de que Montgomery Clift interpretara ese papel estaba clara para el director y así se lo hizo saber a Harry Cohn. Monty era un actor del método y bordó, probablemente, su mejor interpretación aquí. Es una actuación llena de matices, contenida y de una sensibilidad extrema. El soldado Prewitt es presionado y acosado por los mandos para que acepte la proposición de formar parte del equipo de boxeo y encontrará consuelo para los momentos más difíciles en los brazos de Lorene (Donna Reed, una prostituta que ejerce su profesión en el club al que suelen acudir todos los miembros del ejército) y en su fiel amigo Maggio (Frank Sinatra) con quien congeniará desde el primer momento. 

Donna Reed, Frank Sinatra y Montgomery Clift en una escena
Una vez más, Zinnemann destaca en De aquí a la eternidad como director de actores. Podemos ver su influencia también en el personaje del Sargento Warden, interpretado por Burt Lancaster, un papel muy alejado al que hasta la fecha acostumbraba a interpretar el actor. El Sargento Warden es un personaje con un sistema de principios muy peculiar. Aborrece y rechaza públicamente los abusos y la violencia a la que los altos cargos someten a los soldados, Defiende y protege al soldado Prewitt y alaba sus excelentes aptitudes. Pero, al mismo tiempo, se enamora de Karen Holmes (Deborah Kerr) la esposa de su superior, con la que mantendrá una tórrida aventura, a riesgo de acabar en prisión. Y precisamente, su compañera de romance, protagonizada por Deborah Kerr es otra actriz que, para esta película, abandonó radicalmente su registro. Sustituyó a la primera opción para el personaje de Karen Holmes que había sido Joan Crawford. Kerr recibió clases de dicción para perder su marcado acento británico y se convirtió ante el público en una mujer adúltera, incomprendida en el matrimonio que, a la vez, es capaz de despertar el deseo en otro hombre. Junto a la interpretación de Montgomery Clift, su particular manera de amar a Lorene y la interpretación de Frank Sinatra como Maggio, los encuentros furtivos entre el Sargento Warden y Karen Holmes es lo más recordado de este clásico imperecedero que nos deja para la historia del cine un buen puñado de escenas inolvidables. 
Monty Clift, Burt Lancaster y Frank Sinatra durante un descanso del rodaje.

Capítulo aparte merece la interpretación de Ernest Borgnine como el Sargento Fatso Judson. Quien lo viera tres años más tarde protagonizando un papel tan distinto como el de Marty se daría cuenta de lo camaleónico que podía ser este actor. La interpretación de Borgnine como el violento, estúpido y sádico Fatso es otro de los mejores puntos de esta película. Y no deja de ser irónico que su personaje fuera el encargado de asesinar, con una brutal paliza, al personaje que interpretaba Sinatra, pues Borgnine era un fan incondicional del cantante. De hecho, llegó a bautizar a su hija con el nombre de Nancy, por la canción que tantas veces interpretó Frank Sinatra. Y del mismo modo que hemos hablado de Borgnine, también merece un comentario, la participación de Frank Sinatra en De aquí a la eternidad
Momento del rodaje: Zinnemann y Borgnine. Detrás Clift y Sinatra

CÓMO SINATRA CONSIGUIÓ EL PAPEL DE MAGGIO


Muchas han sido las polémicas y muchos los comentarios que sitúan a La Mano Nera como intermediaria para que Sinatra consiguiera el papel de Maggio, el papel con el que a la postre iniciaría su regreso a la cima, su vuelta al éxito. La novela de Mario Puzo, respaldada por la película de Coppola, El Padrino, contribuyó a reforzar esa creencia. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Tales polémicas solo han contribuido a engrosar el mito “Sinatra, el intocable”. Pero, realmente, ningún miembro de la Mafia ayudó al cantante a conseguir el papel de Maggio para De aquí a la eternidad. Lo cierto es que en aquella época Sinatra estaba completamente hundido. Había sufrido una complicación en la laringe y durante un concierto había perdido la voz. Tuvo que trabajar duro, durante unos meses, para recuperar el instrumento con el que se ganaba la vida, si bien al hacerlo, sonó mejor que nunca. Además, sus canciones ya no se escuchaban. El rock and roll había nacido con demasiada fuerza y en aquel momento, parecía que el swing no podría combatir con él. Por otro lado, en el plano sentimental, la situación con su esposa Ava Gardner se agravaba más a cada momento. Ava había iniciado el rodaje de Mogambo y por aquel entonces, un Frank abandonado por la actriz ya había intentado suicidarse. En esos momentos tan turbios la famosa novela de James Jones cayó en manos del cantante. Al leerla, como recordaría años más tarde, exclamó “¡Dios, Ava. ¡Ese tipo soy yo! Yo he crecido donde él. Yo me he peleado, he jugado, he hablado con él. ¡Yo soy Maggio!” Estaba claro que Frank creía que era el único preparado para bordar el papel de Maggio en la película que Harry Cohn se proponía rodar sobre De aquí a la eternidad. Además, supondría su debut cinematográfico en un registro dramático ya que, hasta aquel momento, solo había interpretado algunos papeles musicales. Así que Sinatra se reunió con Harry Cohn y discutió con él la posibilidad de interpretar a Maggio en la película. Frank incluso se rebajó a cobrar mil dólares por semana con tal de conseguir el papel. Aún así, Cohn rechazó la oferta. Frank Sinatra no entraba en sus planes ya que tenía un firme candidato, Eli Wallach. Pero el cantante no se dio por vencido. Enviaba cada semana telegramas dirigidos a Harry Cohn y al director Fred Zinemann donde hablaba sobre De aquí a la eternidad. Todas las cartas estaban firmadas por Sinatra como Angelo Maggio. Lo que no sabía Sinatra es que sus esfuerzos eran en vano. Y lo que también desconocía era que su mujer, Ava Gardner, se reunía por segunda ocasión para cenar con el matrimonio Cohn. Después de la cena, Ava llamó aparte a Harry Cohn y le dijo: “Sabes quién es el actor perfecto para interpretar el papel de Maggio, ¿verdad?. El hijo de puta de mi marido. Ese es el actor perfecto. Déjame decirte una cosa. Como no le des ese papel, mi marido se matará” Así que la presión de Ava Gardner y su poder de persuasión acabó por ablandar al productor que, al día siguiente, escribió a Frank Sinatra, un telegrama donde le confirmaba sus intenciones de hacerle una prueba para la película. No era extraño que Ava Gardner se tomara tantas molestias en ayudar a su marido. Después de todo, si Frank volvía a la cumbre, su matrimonio podría salvarse. En esos días, el cantante grababa para Columbia dos interpretaciones inolvidables Why try to change me now y I’m a fool to want you. Su voz sonaba mejor que nunca. Finalmente Harry Cohn llamó a Frank para hacerle la prueba del personaje de Maggio. En esos momentos estaba en África con Ava, embarazada y en pleno rodaje de Mogambo. La situación financiera del cantante era tan desastrosa que Ava le tuvo que costear el billete a Hollywood. Y Sinatra abandonaba el continente africano, totalmente destrozado, con la autoestima por los suelos y con su mujer en contra de seguir adelante con un embarazo que él deseaba incluso más que el personaje de Maggio. Sin embargo, Ava aprovecharía esos días para viajar a Londres y abortar, en secreto, desobedeciendo los consejos de su director, John Ford y los deseos de su marido Y Sinatra, por otro lado, bordaba y rozaba la excelencia en su prueba interpretativa que realizó sin necesidad de leer el guión. Frank se había estudiado el personaje hasta la última coma y no necesitó leer una sola línea de la escena que representó en aquella prueba. Convenció a todos los presentes de que Maggio solo podía ser él. Y el resto es solo mitología.

Frank Sinatra, Montgomery Clift, Deborah Kerr, Burt Lancaster, James Jones y Fred Zinnemann
Así pues, De aquí a la eternidad no es solo una gran película que el tiempo ha tratado con el respeto necesario para seguir, a día de hoy, siendo actual y admirable. Es también una obra a cuyo alrededor giran grandes historias de la historia del cine. Porque está interpretada por unos actores, en la cumbre de su nivel artístico. Ya sea porque la desesperación hizo brillar a Sinatra. O porque, tanto Deborah Kerr como Burt Lancaster se tuvieron que reinventar y reciclar para la ocasión. O bien porque Montgomery Clift se empleó a fondo para dotar al soldado Prewitt de un personaje lleno de matices y porque la intensidad con la que vivió el rodaje se contagió en el resto del equipo que se esforzó para llegar al elevado nivel que Monty, casi sin saberlo, había impuesto. Desde ese rodaje de 1952 todos los actores inmortalizaron unos personajes atrapados en Pearl Harbor como nunca se ha vuelto a recrear. Y desde ese estreno de 1953 la cinta de Zinemann ganó el billete para la eternidad, con una obra inmortal.

Y Sinatra voló a la cumbre para ya nunca descender de ella


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Joven de corazón-Young at heart


Los médicos deberían recetar la música de Frank Sinatra para renovar las ganas de vivir y ser joven de corazón. Tanto en las canciones de ritmo swing como en las baladas positivas, como es el tema Young at heart, su voz transmite optimismo. Y me ha parecido adecuado utilizar esta sensación transmitida por su voz para dedicar el que, aunque parezca mentira, se trata del primer artículo de este blog sobre una de las canciones más conocidas de Sinatra. Compuesta por Johnny Richards y Carolyn Leigh en 1953, la canción fue titulada en un principio Moonbeam. Frank Sinatra fue el primer cantante en interpretar este tema en 1954, para la película Young at heart, que interpretó junto a Doris Day. De esta manera, la canción fue retitulada como la película y el single de Sinatra se convirtió en un éxito que consiguió más de un millón de ventas. La canción fue grabada en estudio el nueve de diciembre de 1953 con la orquesta y el arreglo, una vez más, de Nelson Riddle.
Frank Sinatra & Nelson Riddle en el estudio
Grabó una versión más en 1963 para el álbum Sinatra's Sinatra pero la original es sensacional y transmite a la perfección el optimismo que comentábamos al comienzo del post. Vamos a ver varias versiones de esta canción. La primera es de un concierto en Nueva York, en la década de los sesenta. Hasta bromeando, Frank la canta impecable:

En un show televisivo de 1965 la cantaba así:



La letra es conmovedora y reconfortante. Realmente, se nota que la escribió una de las grandes letristas de Broadway, mujer, Carolyn Leigh que también fue autora de las letras de otras dos canciones popularizadas por Sinatra: Witchcraft y The best is yet to come. A continuación, la letra de Young at heart traducida:

Los cuentos de hadas pueden hacerse realidad, 
puede ocurrirte a ti,
si eres joven de corazón.
Y encontrarás difícil ser estrecho de miras
si eres joven de corazón.

Podrás llegar a los límites por cosas imposibles,
Podrás reir cuando tus sueños se desmoronen.
Y la vida se torna más emocionante a cada día que pasa
y el amor se encuentra en tu corazón o de camino.

No sabes que vale todos los tesoros de la Tierra
ser joven de corazón
Pues, por rico que seas es mucho mejor, de lejos,
ser joven de corazón.

Y si por casualidad sobrevivieras hasta los 105 años
¡Fíjate en todo lo que obtendrás por seguir vivo!
Y aquí viene la mejor parte.
Tienes una gran ventaja
si tú te encuentras entre los más jovenes de corazón.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Sinatra recording: Younger than springtime (1967)


No es sencillo encontrar videos captando a Frank Sinatra mientras grababa sus discos. Aún así existen excepciones, como es el tema It was a very good year o el LP L.A. is my lady, cuyas sesiones de grabación fueron grabadas íntegramente. Younger than springtime es otra de esas raras grabaciones que recogen a Frank Sinatra en acción, en el estudio de grabación. Cierto es que el video forma parte del programa televisivo de la NBC titulado Movin' with Nancy, que presentaba su hija, por lo que puede parecer que el documento está más editado. Aún así, Sinatra es filmado mientras graba el sonido que finalmente fue recogido en el disco definitivo. Evidentemente, los planos en los que aparece Nancy Sinatra poniéndole caritas a su padre están agregadas posteriormente.

 La grabación Younger than springtime pertenece a un ambicioso proyecto que Frank Sinatra emprendió con su discográfica, Reprise. Se trataba de reproducir las bandas sonoras de históricos musicales con artistas contemporáneos del sello propiedad del cantante. Así, este tema, perteneciente a la obra South Pacific, está incluido en el LP que se completa con canciones interpretadas por artistas de la talla de Dinah Shore, Bing Crosby, Kelly Smith, Debbie Reynolds, Sammy Davis Jr. o Jo Stafford. En este proyecto denominado Reprise musical repertory theatre se produjeron varios discos como Kiss me Kate, Guys and dolls (donde Sinatra interpretaba la mejor canción de la obra, la titulada Luck be a lady que Marlon Brando interpretara en el cine y tomándose así, por esta razón, su particular revancha) o Finian's rainbow. Otros proyectos quedaron en el olvido y fueron irrealizables como The King and I, aunque Frank Sinatra grabaría en varias ocasiones una buena selección de los temas contenidos en esta obra.

Veremos a continuación el video con la grabación de Younger than springtime (20 septiembre de 1967), del disco South Pacific y como colofón, el tema Old devil moon, una grabación poco conocida de Frank Sinatra para el LP Finian's rainbow, que data del 18 de julio de 1963 Sinatra sigue el arreglo que Nelson Riddle escribiera para la versión de 1956 que formaba parte del LP Songs for swinging lovers pero, en esta ocasión, todavía acomete la melodía con más convencimiento en su voz, mayor potencia y en definitiva, más suficiencia que en la versión anterior. Juzguen ustedes mismos.

Y ahora, Old devil moon en un video con imagenes de Betty Boop (no he encontrado otro):

lunes, 10 de noviembre de 2014

What now my love/New York, New York (Atlantic city 1987)

Frank Sinatra, década de los ochenta

Desde 1966 el actor Jerry Lewis presentó el maratón televisivo en beneficio de la Asociación de la Distrofia Muscular, lo que se llamó el MDA Telethon y fue considerado el padre de esta nueva forma de televisón solidaria. Después de 46 años presentando el Teletón, Jerry Lewis anunció, el 16 de mayo de 2011 que quel sería el último en que participaba, debido a su deterioro físico propio de la edad. La cita solidaria era anual y Frank Sinatra participó en numerosas ocasiones.
Jerry Lewis & Frank Sinatra
Sinatra, como a lo largo de toda su carrera, siempre intentó estar a la altura del acontecimiento con sus actuaciones. En 1980 estaba en plena forma y publicaba el álbum Trilogy con el célebre New York, New York. Cuatro años más tarde, su voz seguía estupenda y se publicaba el fresco y sorprendente L.A. is my lady afrontando en su promoción una gira mundial. Fue en la segunda mitad de la década de los ochenta cuando el estado físico de Frank Sinatra sumado a su avanzada edad, comenzó a dar los primeros síntomas de deterioro y los primeros problemas. Comenzó a dudar en las letras de las canciones, incluso a la hora de recordar quién había compuesto cada tema, durante las presentaciones, pero fue durante la década de los noventa cuando la situación se agravó y más concretamente, en marzo de 1994 cuando Sinatra cayó al suelo del escenario, fulminado como por un rayo, a causa del agotamiento. Acto seguido, en diciembre de ese mismo año, se retiró de los escenarios y publicó sus últimos trabajos Duets y Duets II en los que unía su voz con personalidades mundiales de la canción, un producto más comercial que artístico. Algunos aseguran que, de no haber fumado tanto, la impresionante voz de Frank Sinatra en su época más dorada, no hubiera sido tan profunda pero, lo cierto es que, por alguna razón, en la segunda mitad de la década de los ochenta fue perdiendo potencia, bajos y profundidad gradualmente, hasta llegar al extremo de las grabaciones de Duets donde apenas podemos reconocer ya al cantante. Durante este periodo y más intensamente en la citada segunda mitad de los ochenta, (cuando comienzan los problemas) Sinatra intentaba luchar sin cuartel contra su decadencia, contra los fallos y las malas pasadas que le gastaba su otrora privilegiada voz. Por otro lado, el olvido de algunas estrofas en las canciones, la falta de agudeza visual para leer las letras... eran demasiados factores  que provocaban que el cantante no tuviera el control de la situación, durante los conciertos. Todo esto irritaba profundamente a Sinatra sobre los escenarios y el enfado consigo mismo era demasiado palpable en según qué ocasiones. Bien es cierto que luchaba y no eran pocas las ocasiones que sacaba fuerzas de sus últimas reservas para seguir completando interpretaciones memorables que recordaban todo lo que Sinatra había sido. Es el caso de este 1987, año en que el cantante vuelve a actuar para el Telethon solidario de Jerry Lewis desde Atlantic city. Sinatra, algo ronco y pasado de peso, pero con fuerza suficiente, completa los temas What now my love y una versión muy improvisada en cuanto a la letra, muy juguetona (como le gustaba al Sinatra de siempre) y muy enérgica de su buque insignia: New York, New York. A sus 72 años, Frank Sinatra todavía podía hacer vibrar con su voz en directo


viernes, 31 de octubre de 2014

Sinatra Halloween Special: Para una noche oscura, Stormy weather

Pueden elegir ustedes mismos cómo celebrar la noche de difuntos. Parece que Frank va a disfrutarla acompañado de un Jack Daniel's en Las Vegas. A sus espaldas resplandece el cartel del Sands
No suelo ser amigo de celebrar Halloween porque por nuestras tierras tenemos el Días de todos los Santos y la noche de difuntos y considero la celebración anglosajona una nueva opción de marketing colonizador que ya ha invadido nuestra sociedad como en muchos otros casos. Pero, sin duda, al tratar este blog de Frank Sinatra, un norteamericano que, al fin y al cabo, celebró Halloween, me ha parecido adecuado hacer una excepción este año dedicando un post a dicha celebración de orígen celta.
Frank Sinatra durante una celebración de Halloween. Eligió un disfraz de indio. Vuelve a ser protagonista, por cierto, el Jack Daniel's. Parece que difícilmente se separaba de él.
En cualquier caso, dedicaremos este post a la celebración de la noche de difuntos y lo haremos, como es costumbre por estos lares, con buena música. Al tratarse de una noche llena de misterio, dedicada a los muertos, a una fecha oscura y llena de sombras, me parece adecuado remitirnos a una canción oscura, sombría, negra...todo un clásico del jazz que Sinatra interpretó en varias ocasiones y en diferentes versiones. Porque sería apropiado para esta fecha una noche tormentosa, hoy dedicaremos el post a las distintas versiones que Frank Sinatra grabó del clásico Stormy weather.
Otra celebración de disfraces, más bien de máscaras, en este caso, junto a Mia Farrow
Harold Arlen y Ted Koehler compusieron esta tonada en 1933 y fue estrenada por Ethel Waters en el Cotton Club de Harlem ese mismo año, grabándola la semana siguiente, grabación que fue incluida en el Grammy Hall of Fame el año 2003 Posteriormente a Waters, el mismo año de 1933, Elisabeth Welch la cantó para el público londinense y la cantante Frances Langford la grabó en estudio. Además de la versión de Waters, una de las mejores propuestas fue la grabación que sobre ella hizo la famosa cantante Billie Holiday aunque, si he de quedarme con una versión de este clásico, sin duda elijo la que grabó la cantante y también miembro del Cotton Club de Harlem Lena Horne para el espectáculo titulado Stormy weather que en 1943 se llevó al cine con la cantante como protagonista y el director Andrew L. Stone. Sin duda, la versión de Horne es limpia, honesta y transmite el sentido y la letra de la canción como ninguna otra. 
Lena Horne en la película Stormy weather
Innumerables fueron las versiones que sucedieron a estas que hemos citado. Pero, de nuevo, las que sobre ella grabó Frank Sinatra, merecen un capítulo aparte.Cuatro fueron las versiones que a lo largo de su carrera grabó del clásico de Harold Arlen. Comenzaremos por el año 1944, primera versión que Frank Sinatra grabó, acompañado por la orquesta y el arreglo de Axel Stordahl, el 3 de diciembre de ese mismo año.
Intimista, acompañado por una pequeña orquesta y unos coros deliciosos, típicos de la década de los cuarenta. Tres años más tarde, el 3 de noviembre de 1947, Sinatra volvió a grabar Stormy weather, con idéntico arreglo de Axel Stordahl, pero esta vez, con mayor autoridad en la voz, sin coros y una sencilla base de blues. Lástima que, en internet, no he encontrado esta versión. Se encuentra entre las grabaciones más brillantes con Columbia pero, en cualquier caso, de esta época, me quedo con la que hemos escuchado de 1944
Fotografía casera, década de los cuarenta
Damos el salto a la época Capitol y la fructífera segunda mitad de la década de los cincuenta, probablemente uno de los mejores periodos vocales si no el mejor de Sinatra. El músico Gordon Jenkins relaizó los arreglos y todas las orquestaciones de los temas elegidos que compondrían el álbum conceptual No one cares, en el que Sinatra volvía a cantar sobre la pérdida, la desolación, el inexorable paso del tiempo e inevitablemente, el otoño. El 23 de marzo de 1959 Frank grabaría la que, en mi opinión, es una de las más brillantes interpretaciones que se han realizado sobre Stormy weather. Sinatra aborda el lentísimo ritmo impuesto por Jenkins, manteniendo la voz en una tonalidad ascendiente, de corte extremadamente clásico (casi operístico) y dramatizando todas y cada una de las palabras que se van desgranando en una plomiza parsimonia típica de los cielos tormentosos o la caída de loas hojas en otoño. Como resultado tenemos una de las interpretaciones más dramáticas que Frank Sinatra grabó a lo largo de su carrera. De nuevo, la marca de la casa queda patente: une todas las frases llevando hasta los límites la trabajada respiración, consiguiendo el clásico portamento. Lo escuchamos:

Y cuando ya creíamos que Sinatra había abordado todas las opciones que proporcionaba el clásico de Harold Arlen, el cantante nos sorprendió nuevamente, incluyendo una muy novedosa versión de Stormy weather, con una potente base de blues, esta vez, orquestada por el gran maestro Quincy Jones para el disco LA is my lady, acompañado por una orquesta de marcado corte jazzístico y afroamericano. La grabación es del 17 de mayo de 1984 y aunque ya la vimos en este blog el pasado mes de abril, no nos cansamos de ver este video de Sinatra en plena faena, en el estudio de grabación. Un nuevo Sinatra es el que se presentaba aquí supliendo las supuestas carencias vocales propias de la edad con un estilo fresco, dejando su voz a merced del blues y dejándose influir por él, en definitiva, interiorizando la canción, su letra, su sentido y expulsándola de nuevo al exterior, una vez elaborada y "pasada" por el filtro de su voz. El efecto conseguido es nuevamente brillante.



Hasta aquí nuestra particular gala de Halloween con Sinatra y con una de las más oscuras canciones que se han compuesto jamás. Frank y yo les deseamos tiempo tormentoso para la noche de difuntos.

jueves, 16 de octubre de 2014

Everything happens to me: Frank Sinatra sings close to you

Frank Sinatra y Félix Slatkin durante la grabación de Close to you

Era el prolífico año 1957 en el que Frank Sinatra publicaba el álbum Close to you, una delicia insólita en la que el cantante cambiaba sensiblemente de registro y se acercaba más a la música clásica, siendo acompañado en todas las canciones por una orquesta de cámara. Fue a principios de 1956 cuando, inspirado por la concepción semiclásica que el arreglista Nelson Riddle había dispuesto para el álbum minimalista In the wee small hour of the morning, Sinatra volvió a contar con él pidiéndole en esta ocasión arreglos musicales para un trabajo junto a la Hollywood String Quartet. La HSQ, a pesar de su nombre, poco tenía que ver con la música del cine, a pesar de sus frecuentes colaboraciones con los estudios. Lo cierto es que los cuatro músicos que formaban el cuarteto de cuerda vivían en Hollywood y ningún grupo que viviera allí había conseguido llegar muy lejos, así que decidieron llevar el nombre de la ciudad con una connotación distinta a la cinematográfica. El cuarteto fue el primer grupo estadounidense invitado al Festival de Edimburgo y llegó a cosechar fama mundial, a partir de la década de los cuarenta. El HSQ, sin embargo, no estrechaba miras y en lugar de dedicarse exclusivamente a la música llamada culta, trabajaban como músicos de estudio para la discográfica Capitol y eran muy solicitados, como grupo y por separado, para las bandas sonoras de series de televisión, cine, incluso para anuncios televisivos.
Frank Sinatra escuchó las grabaciones que la Hollywood String Quartet realizó sobre Ravel, Schubert, Beethoven, Borodin, o Schoenberg, algunos de los clásicos preferidos por el cantante. Además, había trabado amistad a lo largo de los años, con el matrimonio Slatkin, Félix y Eleanor, fundadores del HSQ, que acompañaban asiduamente a Sinatra como músicos individuales desde la época de Columbia, a comienzos de los años cincuenta. Frank no solía trabar relaciones con los músicos de estudio que le acompañaban durante las grabaciones más allá de alguna cena de celebración después de las sesiones, pero con Félix y Eleanor Slatkin sucedió algo distiinto. Solían cenar juntos cada dos o tres semanas. Bien el matrimonio Slatkin acudía a casa de Sinatra o era el cantante el que era recibido por los músicos. Leonard Slatkin, primer hijo del matrimonio Slatkin, recuerda a Frank como a un tío, alguien entrañable, cercano, simpático y generoso. Y como una anécdota habla en un libro autobiográfico de una ocasión en la que él y sus hermanos no podían dormir por la noche. Frank fue a su cuarto y cantó una canción de cuna a los niños. Durmieron en un abrir y cerrar de ojos.
De izda a dcha, arriba: Frank Sinatra, Danny Kaye, Gordon McRae, Nat King Cole. Abajo: Glenn Wallichs, Dean Martin y Stan Freberg. Eran los hombres más importantes para Capitol Records
Independientemente a la amistad y las anécdotas entre Frank Sinatra y el matrimonio Slatkin, realizar un disco tan solo acompañado por un cuarteto de cuerda era comercialmente arriesgado para la directiva de Capitol Records. No obstante, Frank Sinatra se había convertido junto a Nat King Cole en el músico más importante de la compañía y por ello se aceptó y avaló el proyecto tan ciegamente como se hiciera con álbumes más comerciales como Come fly with me. El resultado del álbum titulado Close to you es precisamente ese: Frank Sinatra cantando "close to you", es decir, susurrando al oído canciones románticas con el inigualable fondo de cuerda creado por la HSQ. A partir de este trabajo Frank Siantra nombró "concertino" a Félix Slatkin para todos sus trabajos futuros, tanto con Capitol Records como con Reprise hasta la repentina muerte de Félix en 1963. Close to you fue un trabajo más minimalista incluso que In the wee small hours of the morning, el más próximo a la música clásica que realizó Frank en toda su carrera, tan solo igualado quizá por The Concert Sinatra (1963), en el que también participó Eleanor Slatkin a petición del cantante pues la chelista acababa de perder a su marido. En definitiva, es un álbum musicalmente exquisito, perfecto. Comercialmente, quizá supuso el mayor batacazo de Frank en la época Capitol pero careció de importancia pues fue compensado contundentemente en ese mismo año por la banda sonora de la película Pal Joey y el exitoso single The lady is a tramp, por su dinámico trabajo A swingin' affair y por el álbum otoñal Where are you?.

El cuarteto que acompaña a Frank Sinatra en el LP Close to you, La HSQ está formada por Félix Slatkin (violín), Eleanor Slatkin (chelo), Alvin Dinkin (viola) y Paul C. Schure (violín) Uno de los clásicos que interpretan en el álbum es Everything happens to me, compuesta por Hoagy Carmichael y Johnny Mercer. Este clásico fue versionado por Sinatra en cuatro ocasiones pero nunca sonó tan franco como en la grabación para este álbum, del 6 de abril de 1956 En el siguiente video vemos a Sinatra, ya en 1957, acompañado por el Hollywood String Quartet y estamos en el estreno promocional del álbum Close to you. En esta versión televisiva, al cuarteto de cuerda se suma el pianista Bill Miller y un clarinete solista.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Dean Martin & Frank Sinatra, again


Rastreando la red, he encontrado un video que buscaba hace tiempo, que data de 1958 y es una de las intervenciones más divertidas y con más swing en las que colaboraron Dean Martin y Frank Sinatra, este par de amigos que, sobretodo, se divertían mucho cuando cantaban juntos. También circula otro video titulado Festival of friends en el que Dean Martin aparece durante su show televisivo actuando con varias estrellas del momento como Louis armstrong, Ella Fitzgerald, las Andrews Sisters o Lena Horne. Pero cuando en el video aparece Frank Sinatra, hay un cambio significativo. No por Frank, si no en el mismo Dean. Dean Martin se divierte cantando, sobretodo, cuando Frank está con él en el escenario. Parece ser que Frank siempre fue el "fiestero", el que animaba a Dean cuando este no estaba muy por la labor de pisar un escenario. Esta condición fue destacable en la última gira que Frank Sinatra, Sammy Davis Jr y Dean Martin emprendieron juntos, durante la década de los noventa, lo que se llamó la última gira del Rat Pack. Dean estaba muy deprimido por el deterioro físico que sufría. Y posteriormente en varias ocasiones reconoció que solo había emprendido esa gira por Frank. En cambio, Dean se retiró antes de terminar la serie de conciertos que tenían contratados y fue sustituído por Liza Minnelli que "salvó los muebles" con su llegada. Pero ahora, retrocedamos en el tiempo y viajemos a la década de los cincuenta. Dean Martin y Frank Sinatra se encuentran pletóricos, probablemente en el momento más álgido y próximo de su amistad, además, de un momento dulce para sus respectivas carreras. Es el show de Frank Sinatra y Dean lo recibe de esta guisa:

jueves, 31 de julio de 2014

Strangers in the night y un poema de José Antonio Conde

Crepuscular encuentro entre Ava Gardner y Frank Sinatra que, según dicen, nunca dejaron de ser amantes
Hoy me despido de este blog hasta septiembre. Durante el mes de agosto permanecerá "cerrado por vacaciones" y así retomaremos en el mes de Sinatra por excelencia (September of my years) la actividad bloguera-sinatrófila. Y como despedida, para dejar un buen sabor de boca, invito a mi amigo el poeta José Antonio Conde a que participe en este blog con uno de sus numerosos poemas. Este, en concreto, pertenece a su libro titulado Discanto (Quadrivium 2013) y está precedido por una curiosa cita de Ava Gardner a Frank Sinatra. El poema está dedicado al tema Strangers in the night, interpretado por Frank Sinatra. Pero yo tambien quiero interpretar en el poema tintes de la tormentosa relación que llevaron a lo largo de los años Ava Gardner y Frank Sinatra. A continuación en poema y después el tema Strangers in the night interpretado en directo, en 1982.



Estás desconocido
(Ava Gardner a Frank Sinatra)
Roto el timbre,
somos cadencia en la ofrenda,
dos extraños que se buscan,
dos hogueras sin nombre.

Anónimo fulgor.

(©José Antonio Conde)



Numerosos puristas del sonido aseguran que las mejores grabaciones de Sinatra (en cuanto a la calidad del sonido) se hiciern con Capitol Records. En la posterior época Reprise, aunque son magníficas, muy pocas grabaciones alcanzan la excelencia porque no fueron muchas las que se mezclaron directamente a dos pistas. Pero el álbum Strangers in the night se encuentra entre los pocos agraciados que captura el mejor sonido del cantante. Del éxito de este tema, el joven porductor Jimmy Bowen en quien Sinatra confió, tuvo mucha culpa. Bowen era el enacargado de hacer regresar a La Voz a los 40 principales cuando los melenudos Beatles arrasaban en las listas. Con Bowen se hicieron trabajos realmente interesantes pero poco comerciales o no todo lo comerciales que se necesitaba en los años sesenta. En aquella época se grabaron auténticas maravillas que, sin embargo, pasaron sin pena ni gloria como es el LP Moonlight Sinatra. Y con Bowen se grabó el "diferente" That's life o el dispar The world we knew que contenía el acierto comercial Somethin' stupid y la exquisita Drinking again que puede ser considerada un magnífica revisión del One for my baby y las saloon songs en general. Frank Sinatra confió por entero en el instinto comercial de Bowen. Strangers in the night nace de una partitura que Bert Kaempfert compuso para la película A man could get killed (Ronald Neame. 1966) protagonizada por James Garner. El editor fue a ver a Jimmy Bowen con la partitura y este dijo: "ponle letra y la grabaré con Sinatra" Algo muy osado por parte de Bowen, ya que, hasta el último momento, no se sabía la opinión del cantante. Si algo no le gustaba, directamente, no lo grababa. Bowen recibió tres letras y eligió la última, todo un acierto de Charles Singleton y Eddie Snyder. Parte del éxito de esta balada está en la letra, que nos vuelve a remitir a aquellas tiernas tonadas de los años cuarenta. La canción Strangers in the night iba a ser estrenada por Jack Jones para Kapp Records, que la había grabado antes que Sinatra. Pero Jimmy Bowen se esforzó de manera sobrehumana para que las emisoras de radio recibieran antes la versión grabada por Frank Sinatra. Incluso llegó a enviar mensajeros, en vuelos nocturnos y recompensados económicamente, para que llegaran rápidamente a las principales emisoras del país.Cuando la canción ya sonaba en todos los estados, se utilizó para encabezar el próximo álbum de estudio Sinatra-Riddle que se reabautizó también con el mismo nombre del single. Para la ocasión Nelson Riddle hizo predominar la presencia del órgano de jazz y dio un giro a la sección rítmica, virando más hacia el pop. Estos cambios realizado por Riddle dio al disco un aire mucho más moderno y fresco. El micrófono que recoge la voz de Sinatra en todo el álbum Strangers in the night es  el Senheiser 405 que se caracterizaba por un sonido brioso y nítido. Este álbum grabado en 1966 también incluía canciones de la actualidad pop de los sesenta como Downtown, y temas que se hicieron inolvidables dentro de la discografía de Sinatra como Summer wind, Call me, Yes sir, that's my baby!, My baby just cares for me, la versión swing de All or nothing at all, o novedades como You're driving me crazy! y On a clear day.
Petula Clark visitó en el estudio a Frank Sinatra durante la grabación de Downtown, canción que hizo famosa la cantante. En la fotografía Frank Sinatra, Petula Clark y Nelson Riddle.

Frank y el micrófono Senheiser 405 con el que grabó todo el LP Strangers in the night

A continuación y para terminar, en este video podemos ver los títulos iniciales de A man could get killed donde a partir del minuto 1:27 podemos escuchar la partitura de Bert Kaempfert donde suena por primera vez la melodía que acabó siendo el exitoso Strangers in the night.

Feliz verano, Nos vemos en september...of his years

martes, 22 de julio de 2014

You are the sunshine of my life: empezar el día con alegría

En el estudio de grabación entran los rayos del sol. La orquesta de Count Basie ensaya y Sinatra aclara su voz con algo de café caliente
No es fácil encontrar una melodía más adecuada para comenzar con alegría y buen pie una jornada que el tema compuesto por Stevie Wonder titulado You are the sunshine of my life. Ayer revisé la versión que Frank Sinatra estrenó en directo, en el Main Event de Nueva York, con un Madison Square Garden repleto para, en 1974, dar la bienvenida al regreso de La Voz. En esta ocasión especial Sinatra estrenó varios temas que nunca había cantado en directo, como es el caso de Bad, bad Leroy Brown, Autumn in New York o la que vemos en esta entrada, la fantástica You are the sunshine of my life. Hacía tiempo que Sinatra no pisaba los escenarios, desde su retiro voluntario y él mismo reconoció que tuvo problemas en este primer concierto de Nueva York, Durante todo el recital tuvo que estar bebiendo té caliente, para aclarar la voz. De hecho, en el video que veremos a continuación, hace un chiste sobre el contenido del vaso. Asegura que es té con miel pero luego bromea y dice "Y si creéis esto que estoy diciendo os venderé 400 000 hectáreas de tierra para cultivar en Jersey" Aún así, es uno de los conciertos más auténticos de Frank. Y uno de los más divertidos y en los que más interactúa con el público. A pesar de esa ronquez en su voz, vemos a un Sinatra que regresa exultante. Abandonó en la cumbre y regresa a la cumbre. Esta sensación y esta diversión que Sinatra experimenta al cantar, se plasma perfectamente en You are the sunshine of my life. Sinatra juega con la palabra "you" al principio de cada frase, bromea con el público y la orquesta suena perfecta, con el arreglo musical de Don Costa. Frank acaba el tema de Wonder con un sugerente "light my fire, baby, light, light my fire!"Una delicia para ver brillar el sol este martes 22 de julio.



Y ahora terminamos con dos fotografías curiosas. La primera, se trata de la primera licencia de conducir de Frank Sinatra que, hace unos días, salió a subasta.
 Sinatra aparece como Francis Sintra. Los problemas con el apellido no eran nuevos para el cantante. En su primera partida de nacimiento aparecía como Francis Senestro (algo así como Siniestro) Esta licencia de conducir data del 31 de diciembre de 1934 y Frank tenía 19 años.
Otra fotografía curiosa  es esta de Frank Sinatra dejando sus huellas en el paseo de la fama del Teatro Chino Grauman de Los Angeles. Concretamente fue el 20 de julio de 1965, hace exactamente 49 años y dos días. La fotografía es propiedad de LA Times y fue compartida por la página en Facebook de Classic Hollywood Los Angeles Times
Tanto la fotografía de la licencia de conducir como esta última de las huellas de Sinatra, llegaron a mí gracias a Alfredo Moreno, incansable rescatador de imagenes de cine.

lunes, 14 de julio de 2014

All or nothing at all. (Del pasado al futuro)

Harry James y Frank Sinatra en 1939
Fue el verano de 1939 (el 31 de agosto) cuando Frank Sinatra grabó su primer gran éxito con la orquesta de Harry James, All or nothing at all, una balada romántica, apasionada, casi desesperada, donde el joven Franky languidecía por un amor no correspondido. Era una canción lenta que se prestaba a las cualidades del nuevo cantante de Hoboken, a su aspecto latino y que dejaba un espacio final para que Frank exibiera toda su potencia vocal en una última nota que elevó a una octava imposible hasta entonces para un crooner y que dio al tema un carácter más clásico sin dejar de lado el sonido de las baladas de la época. El crítico George T. Simon escribió la primera crítica importante sobre el nuevo cantante y decía: " A lo largo de toda la obra escuchamos la agradable voz de Frank sinatra, cuya facilidad de fraseo es especialmente loable" Por su parte, el compositor de la letra de All or nothing at all, Jack Lawrence, destaca la manera en que el joven cantante aborda la canción, su absoluto control respiratorio y ese precioso fraseo que más tarde sería la marca de la casa con que s eidentificaba a Frank Sinatra. Para Lawrence la versión de 1939 es la mejor de todas las que grabó el italoamericano. Sinatra volvería a grabar All or nothing at all en 1961 (con arreglo de Don Costa). Cinco años más tarde,m grabaría versión swing, con Nelson Riddle. Incluso en 1977 volvería a grabarla con una base disco de Joe Beck, la peor versión de todas. Aunque la grabación original es del 31 de agosto de 1939, no se comercializó hasta el verano de 1940 y aunque las ventas fueron bastante bien, no sería hasta 1943 (cuando se relanzó la canción una vez que Sinatra ya era un nombre conocido en el panorama musical mundial y firmaba su contrato con Columbia) cuando la canción reportó importantes beneficios para el cantante.


Frank Sinatra, treinta y siete años más tarde, en 1976, volvió a encontrarse con Harry James para interpretar de nuevo All or nothing at all El cantante de 61 años no se amilana hacia el final de la canción y la termina como lo hizo en 1939 Espectacular.


 Frank Sinatra aprovechó esa misma cita de 1976 para atacar su clásico I've got you under my skin:


Frank Sinatra en el programa de Johnny Carson, con su look más setentero.

Por cierto, que el programa que acabamos de ver está presentado por John Denver, con quien Sinatra cantó algunas canciones que ya publicamos aquí. También 1976 fue el año en que Frank Sinatra asistió al programa de Johnny Carson donde fue entrevistado y el año en que el cantante reunió en el escenario, de nuevo, a una pareja irreconciliable del espectáculo: Dean Martin & Jerry Lewis:

domingo, 6 de julio de 2014

Frank Sinatra poco beligerante: La Segunda Guerra Mundial


 A diferencia de muchas estrellas del momento, Frank Sinatra pasó la Segunda Guerra Mundial en casa. El otro músico de moda en la década de los cuarenta, Glenn Miller, se presentó como voluntario en octubre de 1942 dejando de este modo, la orquesta que llevaba su nombre, la big band que más sonaba en las jukebox de costa a costa. Una vez en el Ejército, logró convencer a los mandos de que su música podría elevar la moral de las tropas y Miller llegó al rango de Capitán librando su particular batalla como director de la Banda de la Fuerza Aérea del Ejército. Glenn Miller fue un caso muy sonado, ya que perdió la vida antes de llegar a casa en un supuesto accidente aéreo rodeado de incógnitas, mientras se dirigía a París, con la guerra ya terminada. Pero este no fue la única estrella del momento que dejó la fama por combatir en el conflicto. El mundo del cine también tuvo varios combatientes comenzando por los propios directores, como John Ford o Frank Capra. Lee Marvin formó parte del Cuerpo de marines, James Stewart fue piloto de bombardero, al igual que Clark Gable y Charlton Heston llegó a Sargento de aviación. Ernest Bornigne combatió como cañonero naval, Tyron Power perteneció al cuerpo de marines y Ronald Reagan llegó Teniente tras interrumpir su carrera como actor en 1942 Como vemos, en casa se quedaron pocos artistas pero lo supieron aprovechar. Frank Sinatra fue uno de ellos. Realizó varios intentos anteriores al conflicto para alistarse en el servicio militar, pero fue rechazado una y otra vez por el Ejército ya que presentaba una severa perforación en el tímpano sufrida en el momento del nacimiento, al ser extraído por fórceps. En diciembre de 1941 el bombardeo de Pearl Harbor desencadenó la entrada en guerra de Estados Unidos. En esos momentos, Sinatra destacaba como solista en la banda de Tommy Dorsey y ya planeaba su despegue en solitario, algo que el público (sobretodo el femenino) ya demandaba. Sorprendentemente la junta de reclutamiento para el servicio militar obligatorio volvió a convocar a Frank para un nuevo reconocimiento médico. Con su carrera despegando imparable hacia su pleno apogeo, lo último que deseaba Frank era alistarse en el Ejército. Por fortuna, sus aspiraciones habían cambiado. Declaró a los medios de comunicación de Jersey City que estaba muy disgustado y que iba a la junta de reclutamiento para aclarar de una vez su situación. Frank Sinatra volvió a ser rechazado, lo que desencadenó una polémica sobre si el cantante había recibido o no trato preferente. Puesto que ya había sido rechazado con anterioridad, en numerosas ocasiones, el asunto quedó zanjado.Y fue una suerte para Frank porque, a partir de entonces, comenzó a ascender como la espuma hacia un esrellato sin precedentes en al escena musical estadounidense. En enero de 1942 fue nombrado por la revista Billboard mejor vocalista del momento, incluso por encima de Bing Crosby. Ese mismo 19 de enero Sinatra grabó sus primeras canciones en solitario, acompañado por el músico Axel Stordahl. Los temas grabados fueron The night we called it a day, Night and day, The song is you y la estupenda The lamplighter's serenade, composición de Hoagy Carmichael que contiene ya toda la esencia intimista del cantante.

Sinatra sabía que había llegado su momento. Declaró a los medios que Bing Crosby seguía siendo el número uno (en un alarde de falsa modestia, ya que en privado decía que él iba a ser el número uno) pero, como alguien tenía que ser el número dos, ahí estaba él. La popularidad de Crosby, tanto en el cine como en la música, había sido apabullante. Pero Frank había llegado con un nuevo aire fresco, con un sonido mucho más moderno y con un toque latino que encandilaba a los más jovenes. Esa ascendencia italiana que le había proporcionado tantos quebraderos de cabeza y tantas peleas en su niñez y adolescencia, ahora parecía que se convertía en su mejor baza. Debido a la gran oferta de puestos de trabajo que se habían generado en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, las familias normales ganaban gran cantidad de dinero pero los lugares donde gastarlo escaseaban. El cine emergió como la atracción principal. Salas cómodas, con aire acondicionado, proporcionaban un ambiente agradable para que la sociedad se evadiera de los problemas que conllevaban el conflicto bélico. Las salas abrían desde las ocho y media de la mañana y no terminaban hasta la madrugada. Los programas ofrecían sesiones dobles, las Movietone News (algo así como el No-do norteamericano) y sobretodo en las grandes ciudades, espectáculos en vivo. Ahí estaba Frank Sinatra. La sala Paramount contrató a la atracción del año por seis o siete acutaciones diarias. La primera vez que actuó en el Paramount lo hizo antes de la proyección de la película Star-Spangled Rythm (George Marshall. 1942), en un programa que encabezaba el propio Bing Crosby (protagonista también de la película que se proyectaba) y donde figuraban también la debutante Peggy Lee, la reputada Benny Goodman Band, el pianista Jess Stacy, los Radio Rogues y el BG Sextet. En cuanto Jack Benny presentó a Sinatra en su noche de estreno, todas las quinceañeras que abarrotaban el lugar parecieron enloquecer, a gritar y a corear su nombre. Todo el mundo quedó sorprendido, hasta el propio Frank que casi no pudo cantar. El inaudito fenómeno de las bobbysoxers había comenzado. El contrato con Paramount se prolongó por dos meses más. Muchos psicólogs teorizaron sobre aquel fenómeno de la "Sinatramanía" atribuyéndolo a una consecuencia más de la guerra. Chicas de doce, trece, catorce, quince años, demasiado jóvenes para tener novio, veían en Frank la imagen masculina, el enamorado ideal. Por otro lado, las mayores de edad, tenían a sus novios en la guerra, lejos de casa y también veían en Frank el amor que añoraban. Frank Sinatra era como un objeto amoroso muy conveniente. Muy pronto, todo Nueva York y todo el país hablaban sobre ese delgaducho cantante con pajarita a quien su representante, George Evans, había bautizado como La Voz.
Frank recibe cartas de admiradoras
La Sinatramania estaba imparable. En febrero de 1943 Frank Sinatra era estrella invitada en el programa radiofónico Your Hit Parade. Ese mismo mes los estudios Columbia lanzaron la película Reveille with Beverly (Charles Barton 1943) en la que Frank Sinatra aparecía por primera vez en solitario cantando Night and day



En marzo de 1943 Frank Sinatra fue contratado por el Club Riobamba, en la 57 Este de Nueva York por 750 dólares a la semana. Fue la oportunidad en la que Frank conectó por primer  vez con el público adulto de Manhattan. Esa primera noche cantó Night and day y She's funny that way y los aplausos atronaron el recinto. El siguiente compromiso del cantante fue de nuevo el Teatro Paramount, por 2.500 semanales y además firmó con la RKO un contrato de siete años para hacer cine. Llegó su primera película, Higher and higher, donde se interpretaba a sí mismo cantando cinco canciones. Así se consolidaba el fenómeno Sinatra. Mientra en el mundo se libraba la cruenta Guerra Mundial, el país que decidió la contienda bailaba y cantaba al ritmo que un flacucho italoamericano marcaba. Esa fue la batalla que libró Frank Sinatra. Supo aprovechar la oportunidad. Hot time in the town of Berlin fue un tema para apoyar a las tropas aliadas que hizo famoso en 1944 Bing Crosby junto a las Andrews Sisters. Una reveladora primera estrofa dice: "Se vivirá algo grande (literalmente: habrá un tiempo caliente...") en Berlin cuando los Yanks entren. Yo quiero ser ese tío, repartiendo toda esa alegría, cunado tomemos el viejo Berlin" Así, la sociedad norteamericana en la desinformada distancia, celebraba la esperada victoria sobre las tropas nazis. Pero Frank Sinatra, interpretando este tema en 1944, parecía celebrar su propia victoria.