viernes, 24 de febrero de 2012

Los mejores LPs de Frank Sinatra: Strangers in the night (1966)

Portada original Strangers in the night (1966) donde se puede apreciar el micrófono Senheiser 405, nítido y brioso, más direccional que el resto, empleado en la grabación del LP El resultado fue impecable y Strangers in the night es uno de los Lps con mejor sonido de la época en que Sinatra grabó con Reprise.
 En los años sesenta, la irrupción del rock and roll y grupos como los Beatles, provocaron que parte de la industria discográfica quisiera relegar la música de Frank Sinatra a "música de adultos". Frank, evidentemente, rechazaba este calificativo y como un guiño a los nuevos tiempos grabó el LP Strangers in the night, algo que ya intentaría con menor fortuna en su anterior Sinatra'65. En palabras del propio cantante, entrevistado ese mismo año de 1966: "La música compuesta hoy no es ni de lejos tan buena como la que se hacía hace diez o veinte años. Pero este es un mundo nuevo. No tengo quejas de los jóvenes y su tipo de música; debemos pararnos apensar que, hace 25 años, también nosotros hacíamos la música de nuestra época. Nos gustaba cierto tipo de música y esa es la que componían y cantaban para nosotros. Los chicos quieren una identidad y encuentran su propia identidad. Como mi hija Tina, que tiene 16 años: aprecia lo que yo hago pero prefiere lo otro y nunca le voy a criticar por ello. Claro que los chicos escuchan algunas malas canciones: tienen letras pobres y carecen de melodía, pero es otro tipo de música y no hace daño a nadie" Sinatra habla de su hija Tina pero el ejemplo más cercano de que los tiempos estaban cambiando estaba en su hija Nancy y ese éxito de 1966 titulado These boots are made for walkin' Y precisamente, consciente de este hecho, Frank contrató como productor a Jimmy Bowen para un nuevo álbum todavía sin título. Al parecer, Bowen, conocía un éxito nada más escucharlo y de hecho fue él el responsable del Everybody loves somebody de Dean Martin. Y fue el mismo Bowen quien escuchó la partitura que el músico Burt Kaempfert había compuesto para la película A man could get killed. Entre la banda sonora se encontraba esa sección musical que más tarde se convertiría en la melodía de Strangers in the night que, además, dio título al nuevo trabajo de Frank Sinatra, un éxito rotundo.

 Lo que Frank Sinatra intentó y consigió con Strangers in the night fue modernizar su estilo, más acorde con la década de los sesenta, sin perder ni un ápice de su identidad. Para ello, se introdujeron baterías imperiosas de gran potencia y un órgano electrónico, interpretado por Michael Melvoin (también presente en el siguiente álbum, That's life!) omnipresente en todo el álbum, otorgando a todas las grabaciones el sonido limpio y fresco característico de la época. De hecho, el órgano electrónico, ya fue introducido en el jazz por Count Basie y ya lo había utilizado con sus grabaciones junto a Sinatra, pocos años antes. El resultado final fue un LP que conservaba la identidad de Sinatra, una vez más con la orquesta de Nelson Riddle, y concedía una oportunidad a los nuevos tiempos, una renovación que también había afectado al cantante de Hoboken, que había cumplido recientemente sus cincuenta años. Strangers in the night se convirtió en su primer número uno en once años y resulta la canción más "Sinatra" de todo el disco junto a Summer wind. El vocalista Jack Jones la había grabado tres días antes y tuvo lugar una carrera para llegar primero a las emisoras de radio. Pero al llegar la versión de Sinatra se olvidó el resto. Como curiosidad, al final de Strangers in the night Frank entona un du-bi-du-bi-du que fue el orígen de los dibujos animados Scooby Doo.

  Summer wind es un swing relajado, una nueva canción para todos los que admiraban al Sinatra de siempre, un título que nunca pasará de moda. Como curiosidad, Bob Dylan pinchó Summer wind en su primera hora de radio el 3 de mayo de 2006. El tecer tema del álbum es un sorprendente All or nothing at all. La balada que hiciera famoso a Frank Sinatra en 1939 se convertía ahora en un swing poderoso y fresco que conquistó a todo el público. Call me era la cuarta canción del LP. Se trataba de la primera canción pop o canción moderna de Strangers in the night. Petula Clark popularizó este éxito y Sinatra la convierte aquí en un blues estupendo, muy acorde con su estilo. Sin embargo, You're driving me crazy!, la siguiente canción del álbum, estaba compuesta por Walter Donaldson para el musical Smiles de 1930. Resulta sorprendente que Sinatra incluyera en su repertorio temas de un compositor que tuvo su época más popular entre los años diez y los años veinte cuando, realmente, intentaba agradar también al público más joven. Pero el sonido de You're drving me crazy! no puede ser más moderno y dinámico; con un ritmo pegadizo y una batería muy poderosa se convertiría en una de las mejores grabaciones del LP. On a clear day, es una canción compuesta por Burton Lane, con letra de Alan Jay Lerner, en 1965 para el musical homónimo. Nelson Riddle realiza en este tema un estilo Count Basie que permite a Sinatra jugar con la melodía. el séptimo tema es el que fuera inmortalizado por Nina Simone, My baby just cares for me, compuesto también por Walter Donaldson en 1930 y que Sinatra interpreta de manera relajada y juguetona. Otro guiño a los nuevos tiempos es el tema Downtown, también popularizado por Petula Clark y uno de los éxitos más incombustibles que originó la decada de los sesenta. Nancy Sinatra también ofreciería su versón de este tema. Frank Sinatra canta este tema urbano con firmeza, sobre un fondo de bossa nova, con un amplio espectro de swing en la sección de viento. (En esta entrada antigua del blog podemos ver a Nancy y a Frank cantando Downtown y Yes sir, that's my baby) La novena canción del LP es Yes sir, that's my baby, también de Walter Donaldson, estrenada en 1925. Canción representativa de la época de los veinte a la que Sinatra, una vez más, impone su sello. Y para cerrar Strangers in the night una nueva versión de The most beautiful girl in the world. Del mismo modo que ocurrió con All or nothing at all, The most beautiful girl in the world deja aquí de ser una balada para convertirse en un frenético y enérgico swing como podemos comprobar aquí:


Frank Sinatra - The Most Beautiful girl in the... por yo_-rself
El año 1966 para Frank Sinatra fue realmente frenético. A sus cincuenta años el cantante vuelve a Las Vegas (si es que alguna vez las había abandonado) y graba más de diez conciertos en el Sands junto a la orquesta de Count Basie. El uno de febrero aparece en el programa emitido por la ABC titulado Sammy and his friends, junto a Sammy Davis Jr. El 19 de marzo se estrena Cast a giant shadow, protagonizada por Sinatra, Kirk Douglas, John Wayne y Yul Brinner. El once de abril de 1966 graba la mítica Strangers in the night, que recibió cuatro premios Grammy y es elegido mejor vocalista masculino en la encuesta anual de jazz de Playboy. Del once al dieciséis de mayo se graban nueve canciones en dos sesiones para el álbum Strangers in the night. El 5 y 6 de junio graba el programa televisivo A man and his music, part II para NBC El 5 de julio comienza a rodar la película The naked runner. El 19 de julio contrae matrimonio con Mia Farrow. El 27 de julio se estrena Assault on a Queen. En agosto, septiembre y octubre Frank Sinatra realiza campaña para recolectar fondos para el gobernador de California Edmund G. Pat Brown, enfrentado a Ronald Reagan. En noviembre, vuelve al Sands de Las Vegas.El diecisiete y dieciocho de noviembre comienza a grabar el álbum That's life!. El 20 de noviembre ofrece un concierto benéfico para el St Jude's Children Research Center. El 27 de noviembre, Mia Farrow y Frank Sinatra son invitados al programa televisivo That's my line. El uno de diciembre frank Sinatra es el invitado estelar en el Dean Martin Show y el siete de diciembre es emitido el A man and his music, part II. Así termina el año 1966 para Sinatra. Un año excelente en el que los resultados del álbum Strangers in the night resultan de todo punto de vista apabullantes. Aquí está la lista de éxitos de aquel 1966. Sinatra desbancó a los Rolling y a los Beatles, nada menos:

1.- Strangers in the night (Frank Sinatra)
2.- Paint in black (Rolling Stones)
3.- Paperback writer (Beatles)
4.- I am a rock (Simon & Garfunkel)
5.- Did you ever have to make up your mind? (Lovin' Spoonful)
6.- When a man loves a woman (Percy Sledge)

El LP Strangers in the night se mantuvo en las listas 73 semanas.
En 1966 Frank Sinatra no tenía tiempo ni de afeitarse

viernes, 17 de febrero de 2012

Frank Sinatra para Radio Audizione Italiane, RAI (1962)

Frank Sinatra en concierto


Un pletórico Frank Sinatra vuelve a la tierra donde tiene clavadas sus raíces y lo hace pletórico con Goody, goody, They can't take that away from me y una mágica Moonlight in Vermont. De hecho, tiene tanta prisa y tan alto grado de excitación que, en Goody goody, ni siquiera quiere dejar tocar a la orquesta y se adelanta en su entrada. Afortunadamente, lo arregla bastante bien.



En el blog del pintor Antonio Callau, un cuadro del puente de Brooklyn es ambientado con la estupenda canción Brooklyn bridge, cantada por Frank Sinatra. Pinchando sobre el nombre Antonio Callau, se puede acceder a ella.

jueves, 9 de febrero de 2012

Frank Sinatra en Ruta 66

Portada de la revista Ruta 66 en junio de 1997

A lo largo de la historia de la música hemos visto que, sorprendentemente, su modo de vida, su condición incorrectamente política y su estilo sobre el escenario y fuera de él han hecho de Frank Sinatra un modelo a seguir para todo roquero que se precie. De hecho, en numerosas ocasiones, la revista Rolling Stone ha tomado a Sinatra como referencia "de los viejos tiempos", a pesar de sus declaraciones en contra del rock and roll a lo largo de la década de los cincuenta, habiéndose retractado sobre ellas en la década de los setenta y ochenta. En otra de las revistas sobre rock and roll más leídas en nuestro país, Ruta 66, el periodista Álex Fernández de Castro realizó un reportaje en junio de 1997 titulado Frank Sinatra: El hombre con la voz de oro donde, entre otras cosas, predecía su muerte con una introducción estupenda: Un día de estos despertaremos con la noticia de que el mayor gigante que ha dado la música popular de este siglo, nos ha dejado. Durante seis décadas la voz y el rostro de Frank Sinatra han sido un icono recurrente que se ha elevado ya a la categoría de eterno. Ni siquiera el rock'n'roll pudo con él. Voz y actitud fueron su fórmula infalible. 

En su artículo, Álex Fernández de Castro, recuerda su amarga experiencia en el concierto de Barcelona, en el Palau Sant Jordi, donde tuvo que intentar disfrutar del show con unos prismáticos, debido a la lejanía del escenario respecto a las gradas. Comenta que ni Barcelona, ni España, ni el recinto donde se celebró el concierto, estuvieron preparados para recibir como merecía a una estrella como Sinatra que, a pesar del desangelado aspecto del patio de butacas (no se llenaron las gradas puesto que el concierto no fue suficientemente publicitado) dio lo mejor de sí mismo y dice Fernández de Castro: Terminado el pase, la tristeza por todos los años que había sido necesario esperar para verlo en directo pesaba más que la emoción y la sensación de privilegio que inevitablemente siente uno después de conseguirlo. Respecto a ese mismo concierto Fernández de Castro recuerda una anécdota muy interesante ocurrida en los camerinos del Palau San Jordi: Como recuerdo, el alcalde de Tossa de Mar quiso hacer llegar a Frank Sinatra unas fotografías tomadas durante su tormentosa estancia en el pueblo catalán, cuando Ava Gardner tuvo sus aventuras junto a Mario Cabré. Pero Barbara Sinatra lanzó una fría mirada al alcalde de Tossa de Mar y dijo que ese álbum de fotografías llegarían hasta el señor Sinatra solo por encima de su cadáver, zanjando el asunto. Parece ser que, treinta años más tarde, la sombra de Ava Gardner todavía era alargada. 
Fotografía de Ava Gardner y Frank Sinatra, amargado a la derecha de la imagen, en Tossa de Mar.
Sin embargo, en el mismo artículo, Fernández de Castro vuelve a caer en el error que muchos periodistas suelen cometer y este es, una vez más, dejarse llevar por la leyenda negra de Sinatra. Además de sus contactos con la Mafia, que hemos podido conocer a fondo en este blog, en estos artículos, también alude a esa adicción a las drogas, inventada quizá para alargar el mito y que es hoy, todavía, la leyenda más falsa que existe sobre Sinatra. Frank Sinatra fue un bebedor empedernido, aunque el alcohol para él no llegó a representar un problema como el que supuso para su amigo Dean Martin. También fue un gran fumador y adicto a ciertos tranquilizantes y ansiolíticos que le fueron administrados en su época de mayor depresión, cuando su matrimonio con Ava Gardner hacía aguas. Pero lo más cerca que estuvo Frank Sinatra de las drogas fue en su papel de la película El hombre del brazo de oro donde interpreta a un batería yonqui. Esperemos que, con el tiempo y debido a la ausencia de bases para esta leyenda, estas habladurías queden en lo que realmente son: excusas para alargar un mito que, sin embargo, no necesita más leyenda que la que realmente tiene. Pero la parte más interesante de este artículo realizado para la revista Ruta 66 probablemente es la sección donde se aborda la relación de Frank Sinatra con el rock'n'roll titulado Sinatra y Rock'n'roll ¿un amor imposible? y el recuerdo sobre la última ceremonia de los Grammy en la que Frank Sinatra fue premiado y presentado por Bono ("Frank Sinatra fue la primera persona que, al clavar sus ojos azules en mis pendientes, hizo sentirme afeminado..." fueron unas desafortunadas declaraciones del cantante de U2)  Y el caso es que la organización de los Grammy fue un auténtico desastre, un espectáculo bochornoso. Cuando Frank Sinatra recibió el premio en esta gala de 1994, visiblemente emocionado, se dispuso a dar un pequeño discurso y en mitad de su speech... las luces se apagaron y la gala siguió su curso, introduciendo un video para los espectadores mientras Frank permanecía hablando en el escenario, intentando que alguien le escuchara. Una triste despedida la que los premios Grammy dieron a Frank Sinatra:


Bien, después de esta amrga despedida para una estrella como Sinatra, me gustaría endulzar un poquito este post con una felicitación para todos por el próximo día de San Valentín


My Funny Valentine por artanis2

sábado, 4 de febrero de 2012

Isle of Capri

Frank Sinatra 50s
Uno de los signles más aclamados y por aquel entonces, más exóticos, del álbum Come fly with me fue este Isle of Capri, canción compuesta por Hugh Williams que fue estrenada en 1934 y llevada a su máxima expresión por Frank Sinatra en su grabación del 1 de octubre de 1957 De 1957 también es esta actuación para la televisión: